jueves, 6 de julio de 2023

THE INNER LIGHT / LA LUZ INTERIOR

 



El 6 de julio de 1957 fueron presentados en una kermese de barrio en Liverpool, John Lennon y Paul MacCartney. John estaba tocando con su grupo ‘The Quarrymen’, mientras un muchacho llegaba con su guitarra colgada. Estacionó la bicicleta y se puso a escucharlos. Notó que quien cantaba no embocaba la letra de la canción o la improvisaba (por no decir que no la sabía) y la forma de tocar la guitarra era sin los acordes clásicos. Luego se enteraría que aprendió antes a tocar el ukelele y hacía las notas que podía. Esto cuenta la leyenda, que hemos leído en biografías o películas que se hacen sobre aquel ya mítico encuentro. Paul toco luego que bajaron los muchachos del tablón, en un lugar aparte para ellos, y los impresionó con un rock’n’ roll, y la guitarra afinada. Se quedaron charlando un buen rato, hablando de canciones, de Elvis y cambiaron acordes. Allí iba a nacer el dúo más trascedente de la música pop del siglo XX. Para muchos insuperables en la gama de composiciones. Como siempre decimos: hubo un antes y un después de Los Beatles.

Teresita mi amiga, me había dicho que iba a regalarme los CD de Los Beatles, que eran de Eduardo, su marido fallecido. Sabíamos de los problemas de salud que atravesaban y de los cuidados que debían tener ambos. No esperábamos un desenlace tan pronto en aquel año. Pasó un tiempo, nos seguimos comunicando y hace poco nos avisó sobre pasar a buscar los CD, de los 4 de Liverpool. Ese día compartimos el té con facturas y no solo me traje la colección completa, sino libros sobre biografías y hasta uno de turismo por la ciudad donde nacieron los ‘Fabulosos 4’. Lo primero que se viene siempre a la memoria, es Penny Lane, que es una terminal de autobuses, en un barrio de esa ciudad portuaria. Y hace poco en un homenaje que le hicieron a MacCartney, en la Casa Blanca, interpretaron ese tema, y el solo del clarín sonó como nunca en un ‘homenaje’ a Bach. Creo que teresita no sabe el inmenso legado que me había dejado. Por sus redes escribió algo de la visita que hicimos ese día subiendo fotos y posando con los libros y CD.

No sé si ella sabía que esos CD, antes los había tenido en discos de pasta LP, en cassettes, en MP3; y que cuando se gastaban volvía a conseguirlos de nuevo: especialmente el que conocimos como ‘Álbum Blanco’, que simplemente se llamaba ‘The Beatles’, y no tenía foto en la tapa, debido a que no se pusieron de acuerdo para ver que ponían. Ese año 1968 había comenzando las grandes diferencias. Habían vuelto de la India, donde fueron a meditar con Gurú Maharashi, y trajeron increíbles canciones, pero eso no alcanzó para recomponer la amistad. Las giras por el mundo había terminado en 1966, y ya habían compuesto dos clásicos que darían vuelta la música popular. Uno era ‘Revolver’ y el otro el ‘Sargent Pepper Lonely Heart Club Band’, dejaban de ser 4 melenudos que hacían aullar al mundo, con la beatlemanía. Los músicos de jazz y los de música clásica los empezaban a tomar en serio. Habían evolucionado y le abrieron a la música infinitas dimensiones. Por eso no tengo ‘un tem’a, cuando me preguntan que canción me gusta más. A veces respondo: “que álbum me gusta más”. Cuando era chico por la radio había escuchado ‘Quiero tener tu mano’ y luego ‘Ocho días a la semana’, creo que en ese tiempo esas eran mis favoritas. Más adelante comprendí que eran las canciones de John las que más me atraían. En 1970 hice un viraje: descubría a George Harrison, con su triple álbum: ‘All things must pass’. Eso confirmó- y lo diré siempre- porque me hice más músico.

Entre lo que me regaló Teresita, estaba algo que no tenía. Eran las ediciones que aparecían por cumplirse los ’50 años de tal álbum. Si bien en los ‘Anthology’ (salieron 3 dobles) estaban la mayoría de los tracks (grabaciones guardadas por la empresa que los tenía contratados y otras de su sello Apple); en uno de ellos estaban temas que no había escuchado nunca del ‘Sargent Pepper’. Esa edición bien cuidada era doble. Traía el CD del disco original de 1967, y los tracks, con las bases de los temas y la voz cruda, sin coros. Hoy reconozco, que Paul era el ‘arreglador’ interno de la banda. Si bien en los primeros tres años la mayoría de los temas (los éxitos eran de John), era Paul quien les ponía la armonía y los mejoraba. Ese reconocimiento recién llegará con ‘Yesterday’; Pero John como líder era quien más experimentó luego de 1967, alentándolo a George. Los tres como grandes compositores iban en direcciones diferentes y eso se notó en 1969, cuando ya se separaban. Escribo estas líneas como una forma de agradecerles a Teresita y a Eduardo por este inmenso regalo del alma de la música de Los Beatles. Ese día entre las facturas y el té recordamos al cura Gustavo, a una directora de la zona (Margarita) y a tantos docentes que no están. Como aquella canción de Los Beatles: ‘In my life’, uno recorre lugares donde estuvo con gente que quisimos y de la que no nos olvidamos.

Carlos Liendro

6 de julio de 2023