miércoles, 30 de julio de 2008

Howard Zinn

Nadie gana una guerra

Nadie gana una guerra


Howard Zinn
Sin Permiso




Barack Obama y John McCain siguen discutiendo sobre guerra. McCain dice que hay que mantener las tropas en Iraq hasta que "ganemos" y apoya el envío de más tropas a Afganistán. Obama propone retirar algunas (no todas) tropas de Iraq y enviarlas para luchar y "ganar" en Afganistán.



Para alguien como yo, que combatió en la Segunda Guerra Mundial y que desde entonces ha protestado contra la guerra, es necesario preguntarse: ¿se han vuelto locos nuestros líderes políticos? ¿No han aprendido nada de nuestra historia reciente? ¿No han aprendido que nadie "gana" en una guerra; antes bien, que mueren centenares de miles de seres humanos, la mayoría civiles, muchos de ellos niños?



¿"Ganamos" yendo a la guerra en Corea? El resultado fue tablas, dejando las cosas como estaban, con una dictadura en Corea del Sur y otra en Corea del Norte. Murieron más de dos millones de personas ─ la mayoría civiles ─ , los Estados Unidos arrojaron napalm sobre niños y 50.000 soldados americanos perdieron la vida.



¿"Ganamos" en Vietnam? Fuimos obligados a retirarnos, pero sólo después de haber matado a dos millones de vietnamitas, de nuevo la mayoría civiles, dejando nuevamente a niños quemados, mancos o cojos y con 58.000 soldados estadounidenses muertos.



¿Ganamos la primera guerra del Golfo? No, ciertamente. Sí, expulsamos a Saddam Hussein de Kuwait, con escasas bajas estadounidenses, pero murieron unos 100.000 iraquíes. Y las consecuencias fueron nefastas para los Estados Unidos: Saddam permaneció en el poder, lo que permitió a los Estados Unidos aumentar las sanciones económicas. Cosa que implicó la muerte de centenares de miles de iraquíes, según funcionarios de la ONU, y puso las bases para otra guerra.



En Afganistán los Estados Unidos declararon la "victoria" sobre los talibanes. Ahora los talibanes han vuelto y los ataques van en aumento. Las recientes muertes de militares estadounidenses sobrepasan las de Iraq. ¿Qué hace pensar a Obama que el enviar más tropas a Afganistán vaya a producir la "victoria"? Y si lo hiciera, en un sentido puramente militar, ¿cuánto duraría y cuál sería el coste en vidas humanas en ambos bandos?



El resurgir de los combates en Afganistán es un buen momento para reflexionar sobre el inicio de la intervención de los EE.UU allí. Debería haber sobradas razones para quienes dicen que atacar a Iraq fue erróneo, pero que atacar a Afganistán fue correcto.



Reculemos al 11 de septiembre de 2001. Aviones yihadistas contra el World Trade Center y el Pentágono matan a cerca de 3.000 personas. Un acto terrorista, inexcusable por código moral alguno. La nación está excitada. El presidente Bush ordena la invasión y bombardeo de Afganistán y la población americana es arrastrada a aprobarla mediante una ola de miedo y cólera. Bush anuncia una "guerra contra el terror".



Excepto los terroristas, todos estamos en contra del terror. Así que una guerra contra el terror sonaba bien. Pero Bush tenía un problema, que la mayoría de americanos, en caliente, no consideró: a pesar de su confiada bravuconada, no tenía ni idea de cómo hacer la guerra contra el terror.



Sí, Al Qaeda ─ un grupo de fanáticos relativamente pequeño pero implacable ─ era aparentemente responsable de los ataques. Y, sí, había datos sobre que Osama bin Laden y otros operaban desde Afganistán. Pero los Estados Unidos no sabían exactamente dónde, así que invadieron y bombardearon el país entero. Eso hizo sentirse bien a mucha gente. "Teníamos que hacer algo", se oía decir.



Sí, teníamos que hacer algo. Pero no irreflexiva ni desaprensivamente. ¿Aprobaríamos que un jefe de policía ordenara el bombardeo de todo un barrio donde hay un criminal atroz? Pronto la cifra de civiles muertos en Afganistán superaba los 3.000, lo que supone más que las muertes en los ataques del 11-S. Centenares de afganos fueron expulsados de sus casas y se convirtieron en refugiados errantes.



Dos meses después de la invasión de Afganistán, una historia del Boston Globe describía un niño de 10 años en la cama de un hospital: "perdió los ojos y las manos por la bomba que explotó en su casa un domingo después de cenar". El médico que le atendía dijo: "los Estados Unidos deben de estar pensando que es Osama. Si no lo es, ¿por qué hacen esto?"



Deberíamos preguntar a los candidatos a la presidencia: ¿nuestra guerra en Afganistán está acabando con el terrorismo o lo está provocando? Y ¿no es la propia guerra terrorismo?

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Howard Zinn es coautor, junto con Anthony Arnove, de Voices of a People's History of the United States [Voces de en la historia del pueblo estadounidense]. Su libro más reciente es A Power Governments Cannot Suppress [ Un poder que los gobiernos no pueden suprimir].

Traducción para www.sinpermiso.info : Daniel Escribano

martes, 29 de julio de 2008

El profesor que conmovió con su última lección

El profesor que conmovió con su última lección

Randy Pausch, en su clasemagistral, que transmitió a los estudiantes de la Universidad Carnegie Mellon
Por Hugo Alconada Mon
Corresponsal en EE.UU.


WASHINGTON.? Randy Pausch, el profesor universitario que conmovió a millones en el mundo con su historia y sus enseñanzas, decía que los obstáculos son positivos. ?Nos dan una chance para demostrar cuánto queremos algo?, explicó en su última y magistral clase. ?Si en verdad ése es tu objetivo, si en verdad soñás con aquello que parece imposible, superarás los pantanos como sea?, dijo.

Pausch falleció el viernes y su historia conmovió a todos. Ni él imaginó la repercusión que obtendría: más de seis millones de personas gozaron ya de su mensaje por Internet y el libro que siguió a su última clase trepó al número uno de su tipo, según la lista de best sellers de The New York Times. Superó con creces su último objetivo: dejarles un mensaje de amor y esperanza a sus tres hijos, su esposa, sus alumnos y sus colegas de la universidad.

¿Quién era Pausch? Un prestigioso profesor de la Universidad Carnegie Mellon, de 47 años, al que le diagnosticaron cáncer terminal en el páncreas. Tenía tres chiquitos de 1, 3 y 6 años. Hasta allí, una historia trágica y común. Pero la vuelta mágica se dio cuando, como a tantos otros docentes en tantas otras universidades, le ofrecieron dar una clase magistral basada en una pregunta: ¿qué enseñarías a tus alumnos, si fuera tu última clase? En su caso, una vivencia tangible.

La conferencia se concretó el 18 de septiembre de 2007. A lo largo de 76 minutos llenos de humor y candidez, repasó su vida, reafirmó su amor por su mujer -a la que incluso sorprendió en el escenario con una torta-, sus padres e hijos y se despidió de mentores y alumnos con gracia y consejos. Hoy puede disfrutarse en Internet ( www.cmu.edu/uls/journeys/randy-pausch/index.html ) y 10 millones de personas ya lo hicieron en YouTube.

Pausch habló en su última clase sobre la importancia de mantener los sueños infantiles, respetar a quienes nos rodean ("Espera lo suficiente y la gente te sorprenderá e impresionará") y a plantearnos preguntas incómodas.

La primera, cuánto deseamos algo ("Las paredes de ladrillos están allí por una razón. Nos permiten demostrarnos cuánto queremos algo"). La segunda, si fallecieras mañana, ¿cómo te despedirías? ¿Qué les dirías? ¿Qué harías? ¿Qué dejarías de hacer? ¿Por qué no lo has hecho hasta ahora?

Pausch planteó todo eso y más, sin caer en el melodrama ni permitiéndole a nadie que sintiera pena por él. Por el contrario, sazonó todo con ironía: "Si alguien tiene algún suplemento herbario o remedio alternativo, por favor, manténgase alejado de mí", mientras demostraba la vitalidad que por entonces conservaba arrojándose al piso y a puras flexiones de brazos.

La charla tomó vuelo de manera viral -testigos que lo recomendaron a otros, y estos a terceros-, y mediática, ya que un amigo del columnista de The Wall Street Journal , Jeffrey Zaslow, lo alertó de la conferencia y el periodista manejó 480 kilómetros para verla por el pálpito de que podía tratarse de "algo grande". Lo fue y lo sigue siendo.

Todo para sus hijos
La revista Time nombró a Pausch una de las 100 personas del año, y le llovieron mails de personas que le contaban que gracias a él habían superado deseos de suicidio, habían dejado atrás divorcios complicados o historias de maltratos, habían modificado sus prioridades o habían enfrentado sus enfermedades terminales con serenidad.

Con el paso de las semanas, su conferencia mutó en libro gracias a la ayuda del propio Zaslow -que grabó 53 horas de entrevista mientras Pausch pedaleaba por su barrio para mantenerse en forma y, por lo tanto, no podía dedicarles ese tiempo a sus chicos-, y eso le permitió, a su vez, cobrar US$ 6,8 millones para ellos.

Despedido ahora con alabanzas por The New York Times , el Journal , The Washington Post ("Pausch, el profesor que dio la clase de una vida") y cientos de diarios y revistas en este país, Europa y Asia, Pausch dejó en claro en la misma conferencia que su "última charla" tenía sólo tres destinatarios: Dylan, Logan y Chloe, sus chiquitos.

"Intento ponerme a mí mismo en una botella que algún día aparecerá en la playa para mis hijos", explicó. Por ese mismo objetivo de dejarles recuerdos imborrables, llevó al mayor, Dylan, a nadar con delfines. Sabía que, con apenas 6 años, muy poco es lo que recordaría de él. Pero "nadar con delfines no es algo que olvidará fácilmente".

Por eso llevó al segundo, Logan, a Dysney y se encargó de "presentarle" a su héroe, Mickey. También se dio algunos gustos. Se fue a bucear con sus tres mejores amigos, se compró un convertible, se sometió a una vasectomía y pasó todo el tiempo disponible con Jai, su esposa.

Pero lo más difícil fue con Chloe, la pequeña. Le grabó videos con mensajes tan claros como contundentes y llenos de pasión paternal: "Quiero que crezcas sabiendo que yo fui el primer hombre que se enamoró de vos".

Para Pausch, la conferencia, el libro y los videos fueron también medios distintos de dejarles constancias de ese amor y del gozo de la vida cotidiana en su formato más sencillo: ellos jugando juntos, leyendo un libro o de él aconsejándole a Chloe cómo reconocer las intenciones de sus futuros pretendientes: "Prestá atención a lo que hagan, no a lo que te digan".

Profesor hasta el final, Pausch también consultó a adultos que habían perdido a uno o a ambos padres durante su niñez. Le contaron que encontraban algo de paz al saber cuánto los amó su padre o madre y que cuanto más aprendían de ese amor, más podían sentirlo ahora.

"Los chicos, más que cualesquiera otros, necesitan saber que sus padres los aman", se explicó luego Pausch, mientras se aprestaba para su último gran obstáculo, o "pared", como él los llamaba. "Los padres no tienen que estar vivos para que eso ocurra."

Un mal terminal

En septiembre de 2007, ante 400 estudiantes, el profesor Randy Pausch dio su última clase en la universidad y reveló su enfermedad terminal.

Legado

Su clase "Cumple de verdad tus sueños de la infancia" es un legado a los jóvenes. Fue subida a Internet y tuvo 10 millones de visitas en YouTube.

Best seller

La revista Time lo consideró entre las 100 personalidades más influyentes del mundo. Su libro La última lección vendió 4,5 millones de ejemplares.

lunes, 28 de julio de 2008

Receta con mensaje: la bolsa o la vida

Receta con mensaje: la bolsa o la vida

De 1999 a 2007, los gastos por tratamientos que según la Superintendencia de Seguridad Social “suelen obedecer a mecanismos muy poco éticos, anclados en el marketing desarrollado por los laboratorios”, subieron de seis a 400 millones.


Por Pedro Lipcovich

Más de 300 millones de pesos, aportados por los afiliados a obras sociales, se destinaron en 2006 a “medicamentos especiales y terapias por vía de excepción”, para unos pocos centenares de tratamientos. En 2007, la cifra –que se multiplica año tras año– podría haber superado los 400 millones. Según un alto funcionario de la Superintendencia de Seguridad Social, estas prescripciones suelen obedecer a “mecanismos muy poco éticos, anclados en el marketing desarrollado por los laboratorios” y “bajo sospecha de una distribución de dinero”, que podría beneficiar a médicos, abogados y quizás integrantes del Poder Judicial: todos ellos vinculados con la exigencia de prescribir estas drogas “cuya superioridad no siempre está probada y cuyos efectos adversos no se conocen muy bien”, según una prestigiosa entidad de farmacólogos. Para colmo, según un estudio del Frente de Profesionales de la Salud, el precio de estas drogas en la Argentina es, medido en euros, superior al de países del Primer Mundo, y astronómicamente superior a los salarios de los trabajadores que, en su conjunto, las pagan. Esta suma de dinero “se sustrae a la prevención y promoción de la salud, y mucha gente muere por hipertensión, diabetes y otras enfermedades que requieren detección precoz, educación y medicamentos baratos”, advirtió el funcionario de la Superintendencia.

“La vida de su hijo depende de que haga el tratamiento que le voy a indicar”, dice el doctor y escribe, con pulso firme, la receta de un medicamento cuya superioridad sobre otros no está probada, cuyos efectos adversos no se conocen bien y que puede costar miles de dólares. Con la receta en la mano, el desesperado golpeará las puertas de su obra social y, si le dicen que no pueden proveerle ese medicamento, el doctor sabrá contactarlo con una fundación de pacientes –financiada por el fabricante del medicamento– que le proveerá abogado para un recurso de amparo que el juez, generoso, no dudará en aceptar.

Así se resume el mecanismo que comenta Juan Carlos Biani, gerente de control prestacional de la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación: “Alrededor de ese acto médico se organiza una serie de mecanismos muy poco éticos, anclados en el marketing desarrollado por los laboratorios, que así logran prescripciones por tratamientos que no son miles, son unos pocos cientos pero pueden costar, cada uno, 30, 40, 45 mil pesos por mes. Cualquiera sospecha que hay una cierta distribución de ese dinero”.

“Se trata de drogas denominadas ‘de alto costo y baja incidencia’ –continúa Biani–. No hay acuerdo entre los científicos sobre su efectividad, y a menor costo hay otros medicamentos que cumplen aproximadamente la misma función.”

¿Quién paga esos pocos cientos de tratamientos carísimos y qué proporción del gasto en salud insumen?

“Estos gastos son solventados por el conjunto de los afiliados a las obras sociales –explica Biani–: el 10 por ciento de todos los aportes de empleados y patrones va a la Administración de Programas Especiales (APE) del Ministerio de Salud, donde actúan como un fondo compensador para que las entidades no queden desfinanciadas por desembolsos tan fuertes.” Estas drogas “se tramitan por vía de excepción, reciben una cobertura del ciento por ciento y se incluyen en los rubros ‘Medicamentos especiales’ y ‘Prestaciones de alta complejidad’, que se refieren a fármacos, métodos de diagnóstico o terapéuticas de alto costo y baja incidencia numérica.”

En 2006, el gasto en estos rubros superó los 300 millones de pesos (ver cuadro). En 1999, había sido de seis millones, es decir que, en siete años, se multiplicó por 50; dicho en porcentajes, aumentó más del 3200 por ciento.

Además, estos gastos vinculables con “mecanismos muy poco éticos” treparon a una proporción cada vez mayor del gasto total de la APE. En 1999, aquellos seis millones representaban la décima parte de un gasto total de casi 64 millones de pesos. Si nos detenemos en 2003, caída la convertibilidad, los casi 100 millones dedicados a este rubro se acercaban al 50 por ciento del gasto total, superior a 200 millones; en 2006, los 300 millones de estos rubros “especiales” representaron poco menos que dos tercios del gasto total de 478 millones. Los otros rubros que componen el gasto de la APE son: trasplantes, VIH, drogadependencia y discapacidad.

“La multiplicación en el costo de estos ‘casos de excepción’ no obedece tanto a un aumento en la cantidad de pacientes atendidos, como al incremento en los costos de los tratamientos”, advierte Biani, y señala que “estos ‘medicamentos especiales’ constituyen ya el 32,12 por ciento del total gastado por las obras sociales en medicamentos”.

El cuadro llega hasta 2006 porque “los datos de 2007 todavía no están completos, debido a que las cuentas se rinden con varios meses de retraso, pero el gasto total del año pasado puede estimarse en 700 millones”, según Biani. Lo cual, suponiendo que la proporción de “excepciones” no hubiese aumentado todavía más, daría un gasto de 420 millones de pesos relacionable con los “mecanismos muy poco éticos”.

En comparación, la cuenta por tratamientos para el VIH-sida se redujo entre 2003 de 57 millones a 52 millones entre 2003 y 2006, en relación con una política de compras, desde el Ministerio de Salud, que obligó a los laboratorios proveedores a bajar precios. Remontándose a 1999, los precios se multiplicaron por menos de diez, mientras que los “excepcionales” se multiplicaron por 50.

“Es cierto que en estos años hubo un aumento en la masa de beneficiarios de la seguridad social, que hoy llega a unos 18 millones de afiliados a obras sociales –admite Biani–, pero el hecho es que el gasto per capita también se multiplicó: en 2002 la APE gastaba un total de 3,87 pesos per capita; en 2007, más de 18 pesos per capita”, en los cuales, además, la proporción de excepciones creció, tal como se consigna más arriba en esta nota.

“El gasto en medicamentos ‘de excepción’, que así crece cada año, termina restándose a la prevención y la promoción de la salud: la gente muere por hipertensión, diabetes, accidentes cerebrovasculares, muere por hipercolesterolemia, muere por patologías que requieren educación para la salud y detección precoz y en las que se usan medicamentos de muy bajo costo: ésa debería ser nuestra prioridad –advierte Biani–. Casi el 45 por ciento de la población adulta tiene sobrepeso en la Argentina; un 20 por ciento tiene hipertensión. Ahí debiéramos poner el esfuerzo, mientras que este tipo de prescripción sustrae fondos en beneficio de un negocio montado por una parte de la industria farmacéutica.”


“Diferencia escandalosa”

Es que “se trata de los medicamentos llamados ‘únicos’: para cada uno de ellos hay un único productor; laboratorios como Roche o Eli Lilly se dedican a fabricar y comercializar estas drogas y, sin competencia, les ponen el precio que quieren”, cuenta Biani. Es que estos remedios “se comercializan de manera muy especial: no se expenden en farmacias y no están incluidos en los manuales de los farmacéuticos. El medicamento lo vende directamente el laboratorio, o una sola droguería vinculada a su vez con el laboratorio. Esto permite al laboratorio una discrecionalidad total: puede cobrarle un precio a una obra social y otro precio a otra, ya que, como el medicamento no se comercializa por los mecanismos habituales ni se publica su precio, no hay forma de verificar. Mes a mes, los laboratorios vienen retirando medicamentos de los manuales farmacéuticos para pasar a venderlos por esta metodología”.

Esto permite que estos medicamentos resulten, en la Argentina, más caros que en el Primer Mundo. “En el marco del Frente Metropolitano de Técnicos y Profesionales de la Salud hicimos un estudio de costos que compara la Argentina con España, país de similar cultura en la prescripción de medicamentos: la diferencia es escandalosa –sostiene Biani–. Así, por ejemplo, un envase de Alimta (pemetrexed), oncológico de Eli Lilly que en España cuesta 1294,70 euros, equivalentes a 5178,80 pesos, en la Argentina se entrega a 5615 pesos. Más impresionante es la diferencia para el oncológico Avastin (bevacizumab) de Roche: en España, cada envase vale 1370,50 euros, equivalentes a 5482 pesos, y en la Argentina su precio casi se duplica al llegar a los 10.850 pesos. El Pegasis (interferón alfa 2 A), un medicamento de Roche para la hepatitis, cuesta 210,75 euros en España equivalentes a 843 pesos, y 1579 pesos en la Argentina.

En realidad el cálculo más pertinente, tomando en cuenta que estos medicamentos son pagados por los aportes de los trabajadores en actividad, es comparar cuántos salarios promedio hacen falta en la Argentina y en España para comprar el mismo producto. En España, una caja de Alimta insume el 70 por ciento del sueldo de un trabajador, lo cual ya es muchísimo; pero en la Argentina un trabajador tendría que entregar más de tres sueldos y medio para pagar un envase del producto. Para un envase de Avastin, en España se requieren las tres cuartas partes de un sueldo; en la Argentina, más de medio año de trabajo. El Glivec (imatinib), medicamento oncológico del laboratorio Novartis, requiere dos sueldos íntegros en España, y casi diez meses de sueldo en la Argentina, según el estudio del Frente Metropolitano de Técnicos y Profesionales de la Salud.

La explicación, según Biani, reside en que “en España, como en muchos países, los precios de los medicamentos son supervisados por el Estado. Entonces, para un medicamento que cuesta miles, el porcentaje de ganancia admitido es mucho menor que para un producto barato. Y para justificar cada precio los fabricantes deben presentar la estructura de costos. En la Argentina, de hecho, el medicamento no es considerado un bien social: no hay ninguna norma de comercialización y el fabricante no está obligado a presentar estructuras de costos. Esto genera un vacío legal, que se combina con el que permite esas prácticas de dudosa ética con los ‘medicamentos de excepción’. Al mismo tiempo, la Argentina destina mucho dinero a la compra de medicamentos. Todo esto genera las condiciones para que los números muestren ese aumento increíble del gasto ‘de excepción’, mientras se descuida la prevención y promoción de la salud de las mayorías”.

domingo, 27 de julio de 2008

Roban un camión con 15 cuadros de Berni y le pagan a sus ocupantes

Roban un camión con 15 cuadros de Berni y le pagan a sus ocupantes

Un grupo de desconocidos interceptó el vehículo que trasladaba las obras a su casa y le dio 1.000 pesos a cada ocupante antes de huir. La policía investiga. El hijo del pintor rosarino contó el increíble episodio a Críticadigital.08:05 | Pablo Corso27.07.2008 El carnaval de Juanito Laguna, una de las obras de Berni robada está valuada en 300.000 dólares.

En un episodio tan desconcertante como inusual, quince obras del pintor rosarino Antonio Berni (1905 – 1981) fueron robadas esta mañana, cuando eran trasladadas a la casa de su hijo José.

“Estos cuadros forman parte del núcleo fuerte de la obra de mi padre, son obras importantísimas que ya estuvieron expuestas e iban a ser exhibidas en el Museo Nacional de Bellas Artes” (MNBA), detalló a Críticadigital José Antonio Berni.

Berni (h) esperaba en su domicilio la llegada de las obras para las 9 de hoy, para mostrarlas a Guillermo Alonso, director ejecutivo del Museo, con vistas a una futura exposición en una de sus salas.

Pero la empresa Delmiro Méndez e Hijos -conocido como “el primer exportador de arte en Argentina”- le avisó que el camión donde viajaban los cuadros había sido interceptado. “Lo curioso -narró el hijo del artista- es que los ladrones le dieron 1000 pesos a cada uno de los ocupantes del camión”.

Al tomar conocimiento del hecho, los responsables de la empresa exportadora y transportista hicieron la denuncia a la policía, que ahora trata de reconstruir lo sucedido. "Es un golpe muy fuerte para nosotros, y también para el mundo del arte", aseguró a Críticadigital Jorge Méndez, titular de la empresa.

Méndez relató que el camión salió del depósito en la localidad de Munro con tres empleados y a las pocas cuadras fue interceptado por otro camión con tres ocupantes, quienes, armados con una pistola y disfrazados de policías, les hicieron pasar los cuadros al otro vehículo.

"A los empleados de la mudadora los cargaron en un auto y los dejaron en Villa Adelina, donde les regalaron la plata. Tenían un miedo bárbaro", describió el dueño de la empresa.

Con el fin de recuperar las piezas, el secretario de Cultura, José Nun, dispuso "el alerta máxima en todos los museos nacionales" y acordó con la SIDE e Interpol "sellar las fronteras para impedir que las obras puedan salir de la Argentina".

Dentro de las obras robadas estaban La metamorfosis del pájaro azul (óleo sobre tela, 1930), La muerte acecha en cada esquina (ídem, 1932) y Barrancas (óleo sobre madera, 1934), pertenecientes al período surrealista del pintor.

"Las obras no tienen valor comercial en el país por la imposibilidad legal de comerciarlas, aunque destaco el enorme valor patrimonial y el daño que implica su pérdida para la cultura argentina", remarcó Nun.

También se encontraban cuadros más nuevos, como Aeropuerto (acrílico sobre tela, 1976) y Los rehenes (óleo sobre tela, 1969), calificado por el hijo del rosarino como “muy político".

Además se robaron las siguientes obras:

- La mayoría silenciosa (polimatérico sobre madera, 1972)
- Promesa de castidad (acrílico sobre tela, 1976)
- La olla azul (óleo sobre hardboard, 1959)
- La zapalera (óleo sobre tela, 1961)
- La leñerita (óleo sobre tela, 1954)
- La casa roja con techo azul (óleo sobre tela, 1954)
- Cristo en el garage (óleo sobre tela, 1981)
- Juanito y los cosmonautas (díptico polimatérico sobre madera, 1962)
- El carnaval de Juanito (óleo collage sobre tela, 1960)
- Ramona de fiesta (construcción polimatérica, 1966)

UN ARTISTA POPULAR Y PREMIADO. El trabajo de Antonio Berni se caracteriza por un fuerte contenido social, con una galería de personajes entre los que se destacan Juanito Laguna y Ramona Montiel, quienes representan a las clases humildes. “El ejercicio de una conciencia crítica unida a la sensibilidad del poeta -señalaron A. Lauría y E. Llambías-, se constituye hoy en legado que se revela en su obra”.

Berni ganó en 1962 el Gran Premio Internacional de Grabado de la Bienal de Venecia. Sus grabados también fueron premiados en la Bienal Internacional de Ljubljana (Eslovenia), Cracovia (Polonia), y en el Intergrafik de Berlín (Alemania). En 1997 sus obras convocaron 500.000 personas en la exposición "Retrospectiva", que también tuvo lugar en el MNBA.

jueves, 24 de julio de 2008

El parecido entre las técnicas de la clase empresarial estadounidense y el fascismo es muy sorprendente

El parecido entre las técnicas de la clase empresarial estadounidense y el fascismo es muy sorprendente


Vicenç Navarro
UPEC/Rebelión




Presentación de Vicenç Navarro a la entrevista a Noam Chomsky

Es un placer para mí hacer la introducción de una entrevista que hicimos a Noam Chomsky el 13 de mayo de 2008.

La UPEC que como bien sabéis es la Universidad Progresista de Verano de Cataluña, tiene como parte de su vocación el crear un intercambio entre personas de izquierdas progresistas de Cataluña, de España, de Europa y del Mundo. A nosotros nos interesaba mucho saber qué pensaba Noam Chomsky sobre lo que está pasando estos días en los EEUU., en Europa y en el Mundo.

Noam Chomsky es una persona de una enorme importancia y cuando se escriba la historia intelectual de los siglos XX y XXI, Noam Chomsky tendrá un capítulo muy importante. Ha sido la voz más crítica dentro de los EEUU. no sólo con respecto a la política exterior de este país, sino también en cuanto a las estructuras de poder de los EEUU.

En estos momentos los EEUU. están en la primera página de todas las noticias y, como siempre, los medios de comunicación controlan, canalizan, manipulan y es difícil saber qué pasa en un país tan complejo como los EEUU. Esta dificultad en saber qué pasa en EE.UU. todavía está más acentuada debido a la enorme diferencia de culturas que existe entre aquel país y las culturas políticas de Europa, de España y de Cataluña.

De ahí que se decidiera por parte del equipo directivo de la UPEC el invitarle a dar la conferencia inaugural, la clase inaugural de las jornadas de este año. Él no pudo venir porque su esposa estaba muy enferma. Se excusó. Él conoce Cataluña, es más, tiene una gran simpatía y lazos emotivos con Cataluña porque como intelectual de los EEUU. siguió muy de cerca la guerra civil española. Nos explicó que, siendo joven, ya se sintió muy identificado con la causa republicana contra el fascismo.

Ahora bien, la entrevista no es sobre el pasado. Es sobre el presente y sobre el futuro. La entrevista se centra sobre los EEUU, ¿qué está pasando en los EEUU.?, ¿qué es el fenómeno Obama?, ¿es una promesa de cambio?, ¿o es una construcción mediática?. También queríamos saber su opinión sobre lo que está pasando en Europa y veréis que habla, a veces, muy críticamente de Europa y también queríamos saber su opinión sobre el Mundo. Él ha estado muy involucrado, es uno de los puntos de referencia del llamado movimiento antiglobalización y tiene mucho que contar sobre el futuro de este movimiento.

He tenido el placer de hacer esta entrevista que dura 45’ . Conozco a Noam Chomsky desde hace muchos años, en realidad somos amigos, muy amigos. Desde este punto de vista aceptó nuestra invitación porque estaba dispuesto a contactar a través mío con este mundo de Cataluña y de España. Noam Chomsky es una persona superinteresante no sólo como intelectual sino también como ser humano; es de estas personas únicas que , pese a su gran renombre, es un hombre sencillo, muy accesible y muy agradable. Pasamos unas horas muy agradables con él haciendo la entrevista y después de una manera informal. Se comprometió a venir a Barcelona, por lo que no renunciamos a tenerlo entre nosotros algún año dando la conferencia inaugural de la UPEC.

Los temas que toca son temas relevantes para nosotros y de una enorme importancia. Puede que a veces sea difícil de entender porque son temas y una narrativa diferente a la europea. Al final haré algunas observaciones en cuanto a mostrar la relevancia de las declaraciones de Noam Chomsky a nuestro país porque lo que ocurre en los EEUU. es, en cierto modo, nuestro futuro si no cambiamos. Y el futuro lo hemos visto y no funciona.

Es desde este punto de vista que hablamos de muchos temas de una forma relajada. Él me conoce a mí, conoce mis trabajos, los cita, incluso en esta entrevista, pero también en los suyos, haciendo referencia, por ejemplo, a la situación sanitaria que es muy preocupante. No hay un sistema en EE.UU. que garantice el acceso a los servicios sanitarios. De hecho, 100.000 personas mueren cada año debido a la falta de servicios de atención sanitaria. Este es un problema muy grave. Él hace referencia a este tema, y también hace referencia a otros en los que estoy escribiendo y trabajando. Hay una amistad, hay un aprecio, hay una admiración mutua que se refleja en esta entrevista.

Así pues, hago esta introducción a la entrevista a Noam Chomsky , que creo que todos coincidimos en que es uno de los intelectuales más importantes de los tiempos en que vivimos.

ENTREVISTA CON NOAM CHOMSKY , ENTREVISTADO POR VICENÇ NAVARRO , EN EL MIT, CAMBRIDGE (MASSACHUSETTS)

13 DE MAYO DE 2008.

Vicenç Navarro : Muchas gracias por recibirnos.

Noam Chomsky : Estoy encantado de tener la oportunidad de hablar con vosotros.

VN: Estamos aquí en nombre de la Universidad Progresista de Verano de Cataluña (UPEC). Como te explicaba antes de la entrevista, la intención de la universidad es recuperar la historia de Cataluña, recordando aquel tiempo, durante los años de la República , cuando trabajadores y académicos se reunían durante el verano para debatir temas de interés común. Esto, evidentemente, fue prohibido durante la dictadura. Cuando , en el 2003, los partidos de izquierdas recuperaron el gobierno de Cataluña, decidieron renovar este compromiso y reiniciar la Universidad Progresista de Verano de Cataluña. Nos habría encantado que hubieras podido hacer la conferencia inaugural de esta nueva etapa y nos sabe muy mal que no pudiera ser así. Esperamos, sin embargo, que puedas visitarnos algún día.

NC: Espero que sí.

VN: Quería hablar contigo precisamente sobre tí mismo y también sobre los Estados Unidos. Fuera de los EE.UU., eres sin duda el intelectual estadounidense más conocido. Pero la mayoría de la gente de fuera de EE.UU. no es lo suficiente consciente de lo que representa que el intelectual más conocido de los EE.UU. en el extranjero aparezca tan poco en los medios de su propio país. Cuando miramos las principales cadenas de televisión, como la CBS , la NBC o la CNN , nunca apareces. En realidad parece como si estuvieras vetado en tales medios. Mucha gente fuera de los EEUU o no lo saben o no lo entienden, porque a menudo se idealiza a los EE.UU., que se presenta como una democracia extremadamente dinámica y activa. Fuera de EE.UU. no se es consciente de la enorme discriminación que existe en EE.UU. en contra de las voces de izquierda como las tuyas, discriminación que ocurre incluso en círculos que se llaman de izquierda dentro del establishment liberal de EE.UU. ¿Cómo explicas esta situación? ¿Cómo explicas esta discriminación en contra de tí en los más importantes foros de debate de EE.UU.?

NC: De entrada debería decir que, de hecho, es en estos círculos de intelectuales liberales de izquierdas dónde probablemente me discriminan, me temen y me desprecian más. Si quieres ver un ejemplo gráfico de esto, mira la fotografía que tengo colgada y enmarcada a la puerta de mi despacho. Es la portada de la revista más o menos oficial de los intelectuales liberales de izquierdas, The American Prospect. Aquella portada quiere representar la lucha ideológica a la cual se enfrentan. Se presentan a ellos mismos como estando entre dos amenazas representadas por dos figuras con cara enfadada. A un lado vemos a Dick Cheney, en el Pentágono; y en el otro estoy yo. Los intelectuales de izquierdas del establishment liberal se ven atrapados entre estas dos fuerzas que consideran gigantescas. Esta portada es indicativa de la paranoia y de la preocupación de que pueda haber cualquier pequeña rotura en la ortodoxia liberal. Los intelectuales de la izquierda del establishment liberal son (y no sólo en los EE.UU.) los típicos guardianes de los límites del sistema: hasta aquí podemos llegar, pero ni un milímetro más allá. De hecho, consideran aterrador pensar que alguien pueda ir un milímetro más allá. Esto se extiende también a los principales medios de comunicación donde el control ideológico es enorme. Aparece así una situación en la que por un lado hay una gran libertad de expresión. Es un país muy libre, es el país más libre del mundo. No creo que la libertad de expresión, por ejemplo, esté tan protegida en ninguna parte del mundo como lo está aquí. Pero, por otra parte, la posibilidad de producir y distribuir ideas está muy controlada. Es una sociedad muy dirigida, una sociedad que se gestiona como un negocio, dirigido con mucho cuidado, con estrictos requisitos doctrinales, de los cuales no se tolera ninguna desviación pues sería demasiado peligroso.

Uno de los motivos por los cuales es demasiado peligroso es que el sistema político, tanto los partidos como la clase política, tiene una posición que en la mayoría de temas importantes está mucho más a la derecha que el resto de la población. Si cogemos la sanidad, por ejemplo, sobre la cual tú has escrito durante muchos años la población está a la izquierda del establishment, y así ha sido siempre. Lo mismo pasa en otros muchos temas. Por lo tanto, permitir que se debatan temas importantes es un riesgo y una amenaza. Permitir cualquier desviación es peligroso y se debe controlar con mucho cuidado.

Por lo tanto, sí, este es un país muy libre, pero muy controlado. Por esto tenemos una ideología muy rígida y muy controlada.

VN: Es sorprendente porque, desde fuera de los EE.UU., a menudo se tiene la impresión de que el país tiene un sistema político muy estable y seguro. Podríamos incluso pensar que con un sistema político y unos medios de comunicación tan potentes, el país se podría permitir voces más criticas en los medios de lo que permiten .

NC: Sí!

VN: Es como si temieran las voces más criticas, como por ejemplo la tuya.

NC: Sí, creo que tienen miedo. Existe un miedo terrible a que cualquier pequeña desviación pueda conducir al desastre. Es una mentalidad típicamente totalitaria. En esta mentalidad debes controlarlo todo. Si algo queda fuera de tal control, puede resultar desastroso para ellos. De hecho, la estabilidad de la sociedad de los EE.UU. no es tan obvia. Requiere mucha represión. Lo que ocurrió con los papeles del Pentágono durante la Guerra del Vietnam es muy representativo de lo que estoy diciendo. Estos papeles no eran documentos desclasificados y públicos. Tener acceso a ellos era como robar los archivos: era como conquistar un país y hacerse con el botín de sus archivos. La información no estaba pensada para el público. Pues bien, había cosas interesantes en los papeles del Pentágono que habían sido ocultadas. Lo más interesante de tales papeles es la parte final. El periodo que cubren estos papeles acaba a mediados de 1968, justo después de la ofensiva del Tet del mes de enero de 1968, que convenció a la clase política de que la guerra resultaba demasiada costosa y de que no valía la pena continuarla. Aún así, en los meses inmediatamente posteriores, hubo un intento del gobierno de enviar unos 200.000 hombres más al Vietnam, para aumentar así el número de tropas a casi tres cuartos de millón. Hubo un debate dentro del gobierno sobre esto, tal y como demuestran los papeles del Pentágono, y decidieron no llevarlo a cabo. El motivo es que temían que, si lo hacían, quizás necesitarían las tropas para controlar el desorden civil que podría provocar en los EE.UU.. Habría una rebelión de proporciones sin precedentes entre la gente joven, las mujeres, los trabajadores, las minorías, los pobres, etc. A duras penas controlaban las cosas dentro del propio país, y cualquier movimiento en falso podría haber llevado a una rebelión. Y esto continúa. No pueden dejar que la población se descontrole. Ésta tiene que estar estrechamente disciplinada.

En realidad, uno de los motivos de la presión consumista tan extraordinaria que existe en EE.UU., presión que se remonta a los años 1920, es precisamente el reconocimiento por parte del mundo empresarial de que, si no se atomiza a la gente, si no se la conduce hacia aquello que denominamos “las cosas superficiales de la vida, como por ejemplo el consumo de moda”, la población puede girarse en contra suya. Ahora mismo, por ejemplo, un 80% de la población de los EE.UU. cree que el país (transcribiendo literalmente las palabras exactas) “está dirigido y se mueve, acorde con unos pocos grandes intereses que sólo se preocupan por ellos mismos”, sin tener en cuenta el bienestar de la población. Un 95% de la población piensa que el gobierno debería prestar más atención a la opinión pública y no lo hace. El grado de alienación de la población hacia las instituciones democráticas es enorme. De ahí la importancia de que la gente esté atomizada, absorbida en el mundo del consumo, preocupada en cómo pagar las deudas reflejadas en sus tarjetas de crédito, separadas unas de las otras, sin escuchar debates críticos. Siempre que sea así, la clase empresarial cree que puede controlar a la población.

VN: Otra realidad que vemos es que fuera de los EE.UU. se idealiza el sistema norteamericano por parte de los medios de información y persuasión europeos. Por ejemplo, las primarias presidenciales se están mostrando como un signo de vitalidad de la democracia. Y el fenómeno Obama se presenta como responsable de la movilización de masas. Esta visión de la realidad de EE.UU. es muy sesgada. ¿Cómo explicarías esta idealización de la escena política americana, tan frecuente en Europa?

NC: La gente tiene estas ilusiones, y debemos preguntarnos cuál es el origen de ellas. No es difícil entender qué ha pasado, y el establishment lo entiende perfectamente.

Véamos, por ejemplo, qué ocurrió durante las primarias, en el día del “supermartes”, el 5 de febrero, en el cual se celebraron un par de docenas de primarias. La emoción, por lo tanto, era muy grande. En el Wall Street Journal: la historia principal en su portada aquel “supermartes”, escrita con grandes titulares, decía así: “Los temas políticos retroceden a lo largo del 2008 , puesto que los votantes se centran en el carácter de los candidatos”. Poco después, apareció una encuesta, de la cual no informaron apenas, que revelaba que tres cuartas partes de la población querían que los medios cubrieran las opiniones de los candidatos sobre los temas más importantes que el país enfrentaba. Exactamente el contrario de la doctrina estándar que se manifestaba en el titular de aquel diario. Los medios enfatizaban características personales de los candidatos, mientras que la población deseaba saber la opinión de los candidatos sobre los temas que preocupaban a la población.

Esto no es nuevo. Ha pasado lo mismo en elecciones anteriores. Los dirigentes de los partidos evitan tocar los temas que preocupan a la población, manteniéndolos fuera de la vista de los lectores. No es verdad que los votantes prefieran la personalidad de los candidatos por encima de los otras temas. Los votantes estarían encantados de poder votar a favor de un sistema sanitario público, que han deseado durante décadas. Ahora bien, no se les da la opción. Los dirigentes del partido –o, básicamente, el ámbito de las relaciones públicas que venden bienes de consumo a través de la televisión– anuncian a los candidatos del mismo modo que anuncian bienes de consumo. Cuando ves un anuncio en la televisión, no esperas aprender nada de ello. En realidad, si tuviéramos un mercado libre del tipo que describen los economistas, en el cual los consumidores informados toman decisiones racionales, la General Motors haría anuncios explicando las características de los coches que venden. No lo hacen. Lo que hacen es intentar crear ilusiones, por la vía de gráficas complicadas, de una actriz famosa conduciendo hacia al cielo, o de cualquier cosa por el estilo. La clave es engañar y manipular a la audiencia. Cuando tú “vendes” los candidatos, ocurre lo mismo –no entramos en los temas importantes, es demasiado peligroso porque el público puede no estar de acuerdo contigo en estos temas. Por lo tanto, lo que vendes es carácter, trivialidades, temas personales – el pastor de alguien dijo no sé qué, Hillary Clinton cometió un error cuando hablaba de Bosnia, etc.

La Fundación Pew publicó un estudio sobre la cobertura que hace la prensa de las primarias. La historia principal ha sido la de los sermones del reverendo Jeremy Wright. La segunda, el politiqueo de los “súper delegados”, y la tercera, la discusión sobre si Obama había estado más o menos acertado con su comentario sobre la “frustración” con respecto a la economía del electorado de las poblaciones rurales, y así una larga lista. Todas las historias principales de esta lista son sobre temas irrelevantes, marginales. No hay ninguno que destaque la opinión de los candidatos sobre ninguno de los temas importantes –sobre aquello que el público en general quiere escuchar. Se habla de cualquier cosa excepto de los temas importantes. Por lo tanto, la población simplemente no sabe cuáles son las posiciones de los candidatos sobre los temas importantes. Esto es muy evidente.

La opinión popular en los EE.UU. ha estado desde siempre muy bien estudiada, principalmente porque las clases empresariales, que dirigen el país, quieren sentir el pulso de su público –para controlar la propaganda. Puedes aspirar a controlar las actitudes y opiniones de la gente si conoces bien su vida. Es por eso por lo que sabemos tanto en EE.UU. sobre la opinión pública. Así sabemos que en las últimas elecciones, el 2004, la mayoría de los votantes de Bush tenían visiones equivocadas sobre la opinión de Bush con respecto a los temas principales –no porque fueran idiotas o no estuvieran interesados, sino porque las elecciones siguen un sistema de marketing. Esta es una sociedad dirigida por las necesidades empresariales: del mismo modo que vendes bienes de consumo, vendes candidatos. El público es la víctima y es consciente de ello, y, por esto, más o menos un 80% cree que el país se mueve en función de unos pocos grandes intereses que miran sólo por ellos mismos. Así pues, la gente no está engañada, simplemente no ven que se les ofrezca ninguna opción.

El fenómeno Obama es una reacción interesante en todo esto. Los asesores de Obama, los dirigentes de su campaña, han creado una imagen que es básicamente como una página en blanco. En la campaña de Obama suenan palabras como esperanza, cambio, unidad –eslóganes totalmente vacíos pronunciados por una persona agradable, con buen aspecto y que habla bien–, los opinadores lo definen como “retórica en alza”, (“soaring rhetoric”), y cada cual puede escribir lo que le parezca, en esta página en blanco. Mucha gente está escribiendo sus deseos de un cambio de progreso. En la campaña, como apunta acertadamente el Wall Street Journal, no se ha prestado demasiada atención a los temas importantes. Las características personales son elementos clave. Es el carácter que se trata en portada como tema capital.

Pero, sí, el apoyo que ha recibido Obama es un fenómeno popular, y pienso que refleja la alienación de la población hacia las instituciones representativas. La gente se agarra a un hierro al rojo vivo: aquí hay una pequeña posibilidad de que quizás alguien pueda defender aquello que quiere. Aun cuando él no lo diga, parece el tipo de persona que quizás lo haría. Es muy interesante fijarnos en las comparaciones que se hacen. A Obama lo comparan con John F. Kennedy y Ronald Reagan –Kennedy y Reagan eran creaciones, productos de los medios de comunicación, en especial Reagan. Probablemente ni él conocía cuáles eran las políticas de su programa , pues él era estrictamente una creación de los medios. Inicialmente no era especialmente popular, pero los medios crearon la imagen de un cowboy maravilloso que salvaría a todos, y así sucesivamente.

La administración Kennedy tenía más control; fue el primer grupo dirigente que entendió el poder de la televisión y creó un tipo de carisma mediante un buen funcionamiento de las relaciones públicas: la imagen de Camelot, de aquel lugar maravilloso, dónde pasan cosas maravillosas, y de un gran presidente. Ahora bien, cuando te fijas en las acciones reales que se llevaron a cabo, es grotesco. En realidad Kennedy es el presidente que invadió el sur del Vietnam y el que lanzó un gran ataque terrorista en contra de Cuba, y del cual podríamos decir otras muchas cosas en esta línea. Su Administración fue responsable del establecimiento de una dictadura neonazi en Brasil. El golpe de estado tuvo lugar justo después del asesinato de Kennedy, pero las bases para este golpe habían sido establecidas por los Kennedy y condujeron a una terrible plaga de represión en cualquier parte de América Latina. Pero la imagen de Camelot está ahí, y las imágenes son muy importantes cuando intentas controlar una población disidente.

De hecho, los EE.UU. no es un país fascista, esta sería una mala analogía. Pero el parecido entre las técnicas de propaganda que utiliza la clase empresarial y las fascistas es muy sorprendente, y no es accidental. Los nazis adoptaron, de manera explícita, consciente y abiertamente, las técnicas publicitarias americanas, y así lo manifestaron. Cogieron unas cuantas ideas sencillas, las reforzaron una vez y otra, e hicieron que parecieran atractivas –esta era la técnica publicitaria americana de los años 20 y fue el modelo que los nazis adoptaron de manera explícita, y este es el modelo de propaganda empresarial que existe hoy en día.

Por lo tanto, sí: el fenómeno Obama, pienso, refleja la alienación de la población que encontramos en las encuestas: el 80% dice que el país se mueve por unos pocos grandes intereses. Aun cuando Obama dice que lo cambiaremos, no tenemos nada claro qué es el que cambiaremos exactamente. De hecho, las instituciones financieras, que son sus mayores contribuidores, piensan que él ya está bien; por lo tanto, no parece nada claro que pueda haber ningún cambio. Pero si hablas de “cambio“, la gente se coge a ello; si dices “cambio” y “esperanza”, la gente se cogerá a ello y dirá, de acuerdo, este puede ser el salvador que conseguirá aquello que queremos, aun cuando no haya ninguna evidencia para creer que esto pueda pasar.

VN: Está claro.

NC: Por lo tanto creo que el fenómeno Obama y la alienación de la gente van cogidas de la mano.

VN: Cuál sería la diferencia entre una administración de McCain y otra de Obama?

NC: McCain es otro ejemplo de creación de una imagen-propaganda muy efectiva. Imagínate un piloto ruso que hubiera bombardeado objetivos militares en Afganistán, capturado y torturado por los terroristas fanáticos islámicos dirigidos por los EE.UU.. ¿Diríamos que fue un héroe? ¿Diríamos que era un experto en temas de estrategia y seguridad, porque estaba bombardeando objetivos civiles? No, no lo diríamos. Pero esta es la imagen que se ha creado de McCain. Su heroísmo y su conocimiento y estrategia se basan en el hecho que él bombardeó a mucha gente desde 10.000 metros de altura y que le dispararon. No está bien que lo torturaran, no tendría que haber pasado, fue una acción criminal, etc. Pero esto no lo convierte en un héroe de guerra o en un especialista en política exterior. Esta última imagen es fruto de una creación de los expertos en relaciones públicas.

La industria de las relaciones públicas es una industria enorme, muy sofisticada en EE.UU. Probablemente una sexta parte del PIB se destina al marketing, a la publicidad, etc., y representa un elemento clave de la sociedad.

VN: ¿Cuál sería la diferencia entre las administraciones McCain y Obama con respecto a la política exterior?

NC: McCain puede ser peor que Bush. No habla demasiado de ello, porque se supone que no se debe hablar demasiado de estos temas , pero las pocas cosas que ha dicho dan bastante miedo. Podría abrir una situación impredecible (be a real loose cannon)

VN: ¿Cómo explicarías la simpatía que Obama despierta en Europa?

NC: Supongo que los europeos también escriben aquello que quieren en la página en blanco de la cual hablaba. Y no es ningún secreto que a los europeos no sólo no les gusta Bush, sino que lo temen. El mismo establishment americano tenía miedo de Bush. Bush llegó entre un mar de críticas sin precedentes incluso de parte de las voces oficiales de la administración Reagan y de la opinión pública en general. Por ejemplo, cuando se anunció su estrategia de seguridad nacional el septiembre del 2002, hablando de guerra preventiva, y anunciando virtualmente una guerra a Iraq, inmediatamente, al cabo de pocas semanas, hubo un artículo en el Foreign Affairs (la revista principal del establishment) condenando lo que el artículo definió como la Gran Estrategia del Nuevo Imperio. Se opusieron a Bush no por principios, sino porque sería perjudicial para los EE.UU.. Hubo muchas críticas a la Administración de Bush por su extremismo, incluso por el nacionalismo extremista y radical que mostró. McCain seguramente se mueve en el mismo terreno. Obama, en cambio, probablemente volvería a situar el país más al centro, exactamente dónde se situaba la Administración Clinton.

McCain seguiría la misma doctrina de Bush, la doctrina de guerra preventiva, con el desprecio descarado por nuestros aliados. Hay que darse cuenta, sin embargo, de que esta doctrina no era nueva. La doctrina de Clinton, si se interpreta literalmente lo que decía, era todavía peor. La doctrina de Clinton consistía oficialmente en el hecho de que los EE.UU. tenía el derecho a utilizar la fuerza para proteger el acceso a los mercados y a los recursos. En realidad, esta doctrina es incluso más extremista que la doctrina de Bush. Pero la administración Clinton lo presentó educadamente, discretamente, y no de forma que nuestros aliados se alejaran de nosotros. Los europeos no podían simular que no lo veían –claro está que lo sabían y, de hecho, los líderes europeos probablemente lo aprobaban. Pero la arrogancia, la poca vergüenza, el extremismo y el ultranacionalismo de la administración Bush ofendió realmente las corrientes más de centro en los EE.UU. y en Europa. Es decir, siempre hay una manera más o me educada de llevar a cabo las mismas políticas.

VN: ¿Crees que hay posibilidades para el surgimiento de las izquierdas en EE.UU. en un futuro próximo?

NC: Creo que este país ofrece una enorme oportunidad para los organizadores de izquierdas. Esto se observa cuando analizamos la opinión pública. Tus propios estudios de búsqueda sobre la opinión de la población estadounidense sobre sanidad muestran como la población de EE.UU. desea un programa nacional de salud financiado públicamente. Si tuviéramos una democracia que funcionara, los EE.UU. haría décadas que disfrutarían de un sistema de sanidad pública nacional. Lo mismo podría aplicarse a la política exterior. Cojamos Irán, por ejemplo, el próximo gran tema del cual hablaremos. Cada candidato a la presidencia, incluso Obama, dice que debemos mantener la amenaza de la fuerza contra Irán, manteniendo así las opciones abiertas. Resulta, sin embargo, que con esta presión se está violando la Carta de las Naciones Unidas; ahora bien, la opinión de la élite da a entender que los EE.UU. debería ser un país fuera de la ley y nadie hace ningún comentario. Pero esto no es lo que quiere la población. La gran mayoría del público dice que no habríamos de ir siempre con amenazas sino que tendríamos que utilizar la diplomacia. La gran mayoría del público en los EE.UU., casi un 75%, sostiene que Irán tiene los mismos derechos que cualquier otro firmante del tratado de no-proliferación: el derecho a enriquecer uranio para energía nuclear, pero no para armas nucleares. Y, sorprendentemente, una elevada mayoría del público cree que deberíamos apoyar el establecimiento de una zona libre de armas nucleares en aquella región, incluyendo Irán, Israel y las fuerzas americanas desplegadas en la zona. Resulta que esta es también la política oficial de Irán, y, de hecho, la de EE.UU. e Inglaterra, aunque este hecho no se pueda mencionar. Pero la realidad es que cuando los EE.UU. y el Reino Unido intentaron construir una primera justificación legal para la invasión a Iraq, apelaron a la Resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas 687 de 1991, que pedía a Iraq que eliminara sus armas de destrucción masiva, afirmando que Irak no había cumplido con tal Resolución. De aquello se habló mucho, pero no del hecho que la misma Resolución comprometía a los firmantes de tal documento a movilizarse para establecer una zona libre de armas nucleares en el Oriente Medio (artículo 14). No hay ningún candidato, sin embargo, que pueda siquiera mencionar esta posibilidad. Si EE.UU. tuviera una democracia que funcionara, en la cual la opinión pública influyera en la política, la más que peligrosa confrontación con Irán se resolvería seguramente de manera pacífica.

Fijémonos también en Cuba. Durante 45 años el gobierno de los EE.UU. se ha dedicado a castigar a los cubanos. Tenemos documentos internos de los Kennedy, entre otras cosas, que lo demuestran. Debemos castigar al pueblo cubano por su “exitoso desafío” a las políticas de los EE.UU., remontándonos a la Doctrina Monroe de 1823. La Doctrina Monroe estableció el derecho de los EE.UU. a dirigir el hemisferio. Los cubanos desafíaron esta doctrina con bastante éxito. Por lo tanto hacía falta castigar a la población cubana con una guerra importante, una guerra terrorista. Este objetivo ni siquiera se disimuló. Arthur Schlesinger, el biógrafo semioficial de Robert Kennedy y un asesor del Presidente Kennedy, dijo que a Robert Kennedy se le encargó llevar “los terrores de la tierra” a Cuba. Esta fue su responsabilidad primordial. Los dirigentes de EE.UU. estaban obsesionados –además de intentar estrangular económicamente a la población cubana, a castigarla por su travesura. Pero veamos qué piensa el público de los EE.UU. En varias encuestas hechas desde los años 1970, aproximadamente dos terceras partes del público dice que habríamos de iniciar relaciones diplomáticas normales con Cuba, exactamente como lo hace el resto del mundo. Pero el fanatismo del establishment es enorme. Existe un amplio espectro del que formaron parte los Kennedy, que son los que lo empezaron, y todo el resto. Hoy no hay ningún candidato que pueda llegar a hablar de establecer relaciones diplomáticas con Cuba.

Lo mismo pasa con muchos otros grandes temas. La distancia entre las posiciones propuestas por el establisment y lo que la población desea es enorme. Por lo tanto, como he dicho antes, los EE.UU. debería ser el paraíso para un organizador de izquierdas. Pienso que las posibilidades que tiene la izquierda aquí son extraordinarias, y esta es precisamente la razón de que el establishment tiene tanto miedo a perder el control de la opinión. De hecho, el país tiene una población bastante activista. Seguramente hay más gente ahora implicada en el activismo por algún u otro tema importante que durante los años 1960. Todavía está en sus comienzos y está atomizada. Ahora bien, existen muchos movimientos populares que no habían existido nunca hasta ahora. Por ejemplo, centrémonos en los movimientos solidarios con el Tercer Mundo: esto es algo que nunca se habia dado en el caso, por ejemplo del imperialismo europeo, y tiene el origen en los movimientos de protesta de gente normal y corriente de los EE.UU.. Desde las iglesias rurales, evangélicas, gente convencional, miles de personas, decidieron ir a América Central para vivir con las víctimas de las guerras terroristas de Reagan, para ayudarlos, para intentar protegerlos, etc.; eran millares o decenas de millares de personas. Una de mis hijas todavía está ahí, en Nicaragua. Esto no había pasado nunca hasta ahora en la historia del imperialismo. Nadie en Francia fue nunca a vivir a un pequeño pueblo de Argelia para ayudar la gente, para protegerlos de las atrocidades de los franceses. Era una opción que no se había planteado siquiera; durante las guerras en Indochina, excepto algunos, pocos, que quedaron muy desperdigados por el territorio. Pero durante los años 1980, esto se desarrolló de manera espontánea –no en los centros de la élite, por lo tanto, no lo veríais en Boston, sino en los estados rurales de Kansas y Arizona, y ahora se ha desperdigado en cualquier parte del mundo. En consecuencia, tienes guardianes de la paz cristianos, y Dios sabe quien más. Otro desarrollo nuevo muy importante es el movimiento de justicia global, que se ha denominado, ridículamente, “antiglobalización”. La propaganda dice que el denominado movimiento antiglobalización empezó en Seattle. No fue así. Empezó en el Tercer Mundo. Cuando cientos de miles de campesinos en la India asaltaron el parlamento, no se consideró un hecho relevante –sólo si la gente hace algo en una ciudad del norte, es un hecho relevante. Así pues, los movimientos populares de masas en Brasil o India, por ejemplo, no existieron hasta que se involucró una ciudad del Norte. Pero las ciudades del Norte se implicaron, y el movimiento se ha desperdigado ahora por todas partes tanto por las ciudades del Norte como por las del Sur.

VN: El denominado movimiento “antiglobalización” ha sido ciertamente un movimiento espléndido. Pero a veces da la sensación de que quizás está paralizado e inmóvil. ¿Qué te parece la idea de establecer una Quinta Internacional, o alguna otra forma de organización que pueda representar una alternativa al actual sistema mundial?

NC: He hablado de ello en reuniones del Foro Social Mundial, que siempre se celebra en algún lugar del sur, y he comentado que este movimiento podría traer las semillas de una nueva Internacional y, según mi parecer, la primera internacional real. Aquello que se denominó la Primera Internacional fue importante, pero fue muy localizada. Fue en una parte de Europa, y fue esencialmente destruida por Marx cuando este no pudo controlarla. La Segunda Internacional desapareció justo antes de la Segunda Guerra Mundial. La Tercera Internacional se tomó como una institución propagandística por parte de la Unión Soviética y la Cuarta Internacional fue marginalmente trotskista.

Pero esta es la primera auténtica Internacional, o al menos, así lo parece. No me refiero sólo al Foro Social Mundial, sino también a otros fenómenos como por ejemplo la Vía Campesina. La última vez que estuve en Porto Alegre, en Brasil, para asistir al Foro Social Mundial, el primer lugar que visité fue la reunión internacional de la Vía Campesina , la organización internacional de campesinos. Fue algo muy animado, muy emocionante. Representa la mayor parte de la población mundial, y fue muy emocionante estar allí. El Foro Social Mundial también lo fue. Esta es la auténtica globalización. Son gente de cualquier parte del mundo, de todas las esferas de la vida, interactuando, debatiendo, y volviendo a casa para intentar implementar ideas de cambio social.

No sé si la nueva Internacional funcionará. Podría ser. Pero, si no funciona, se conseguirá al menos aumentar el nivel de acción para el próximo intento de conseguirlo. Por lo tanto, pienso que tiene sentido esto que dices. Puede que veamos las semillas de la primera auténtica internacional, constituida por las clases populares de todas partes, intentando superar la extraordinaria alienación que siente la gente de cualquier parte del mundo, en los EE.UU. y en el resto del mundo –la sensación de que las instituciones no trabajan para nosotros, sino que lo hacen para otros. Estos grupos pueden movilizar y organizar, utilizando las libertades que tenemos y hemos conseguido. Abren unas expectativas muy importantes.

VN: Una cosa que es bastante preocupante es la americanización de la política europea, que creo que está pasando en todas partes. Incluso la izquierda europea parece haber perdido su lenguaje. Por ejemplo, los líderes de izquierdas no hablan de la clase trabajadora, sino que lo hacen de las clases medianas. La lucha de clases ha desaparecido del todo en el discurso de las izquierdas. Es un desarrollo bastante preocupante: el lenguaje político americano se está haciendo presente en Europa ahora, coincidiendo con la enorme debilidad de la izquierda en aquel continente.



Esta americanización de la vida política europea parece paradójica, porque esto tiene lugar en el mismo momento en que la influencia de los EE.UU. se está reduciendo en el mundo. Europa es cada vez más parecida a los EE.UU.. Los partidos políticos, por ejemplo, han perdido su fuerza y valor. Más que partidos políticos, lo que vemos son las redes de comunicación de los líderes políticos. Y la política se convierte en un show, un show teatral. Cómo hemos comentado antes en nuestra conversación, se presentan eslóganes sin ningún significado. ¿Cómo explicarías, pues, que en un momento en el cual la influencia de los EE.UU. se está reduciendo, los valores políticos y culturales del establishment de los EE.UU. sean cada vez más dominantes en Europa?

NC: Este es un tema muy amplio, pero cojamos sólo unos cuántos elementos. Si miramos algo atrás en la historia, vemos que Europa fue la región más salvaje y brutal del mundo durante siglos. Establecer el sistema nación-estado en Europa fue un programa de asesinatos y destrucción en masa. En el siglo XVII, probablemente un 40% de la población de Alemania fue eliminada por culpa de la guerra. Durante este proceso de salvajismo y brutalidad, Europa creó una cultura de salvajismo y una tecnología de salvajismo que le permitió conquistar el mundo. Y el resto de Europa no se valió de políticas más suaves. Incluso un país tan pequeño como Bélgica fue capaz de matar probablemente unos 10 millones de personas en el Congo.

Todo esto, evidentemente estaba asociado con la arrogancia racista más extrema, y finalmente culminó en dos guerras mundiales. Desde la Segunda Guerra Mundial , Europa ha estado en paz, no porque los europeos se hayan vuelto pacifistas, sino porque se dieron cuenta que la próxima vez que se pusieran a jugar al juego de matarse los unos a los otros, seguramente acabarían eliminando toda la población mundial. Han creado una cultura de salvajismo y una tecnología de destrucción tan grande que este juego se ha tenido que acabar.

La Segunda Guerra Mundial representó también un cambio muy acusado en el poder mundial. Los EE.UU. habían sido la economía más poderosa en el mundo durante mucho tiempo, mucho más poderosa que la de Europa , pero no tenía un papel tan relevante en los asuntos globales. Dominaba el hemisferio occidental y hacía incursiones hacia el Pacífico, pero en la esfera política permanecía en un segundo plano respecto de Inglaterra e incluso de Francia.

La Segunda Guerra Mundial , sin embargo, lo cambió todo. Los EE.UU. se beneficiaron enormemente de la guerra, y el resto del mundo quedó gravemente afectado y destruido. La guerra acabó con la Depresión , la producción industrial prácticamente se cuadruplicó. Los EE.UU. acabaron la guerra poseyendo literalmente la mitad de la riqueza mundial y con una incomparable fuerza a nivel militar y de seguridad. Los planificadores del gobierno federal ya sabían que esto pasaría. Planificaron una situación de dominación global en la cual no se toleraría que los otros países ejercieran su soberanía. En Europa, al final de la guerra, hubo una oleada de democracia radical, de antifascismo, de resistencia, de movilización obrera –bastante significativo en algunos casos– y la primera tarea de los EE.UU. y de la Gran Bretaña , los conquistadores, fue ahogar este intento. Así que, en un país tras otro, incluyendo el Japón, la primera tarea de los denominados liberadores fue ahogar la resistencia al fascismo y reinstaurar el orden tradicional. Quizás no con el mismo nombre, pero sí con los mismos líderes. Fue una batalla que no pasó de un día a otro. Por ejemplo, Italia era probablemente el objetivo principal de la subversión de la CIA , como mínimo hasta los años 1970, para intentar limitar la democracia italiana, debilitando el movimiento obrero cuyo crecimiento no podía ser tolerado. En caso contrario, el orden económico que ellos dominaban podría hundirse gradualmente. De ahí que las élites europeas tuvieron que aceptar una posición en la cual los EE.UU. pasaba a ocupar su rol tradicional de dirigente mundial que hacía uso del salvajismo y de la barbarie. Las élites europeas aceptaron este cambio, compartiendo parte de las ganancias que EE.UU. conseguía, consecuencia de su dominio global.

No es que los demócratas radicales perdieran en Europa completamente –de hecho, ganaron un nivel importante de democracia social. En realidad, los europeos viven mejor que los estadounidenses en muchos ámbitos: están más sanos, son más altos, tienen más tiempo de ocio. Los EE.UU., especialmente a partir de los años 1970, tienen aproximadamente el número más alto de horas de trabajo en todo el mundo industrial, con los sueldos más bajos, los peores beneficios sociales, y los peores resultados en el ámbito de la salud. Fijémonos sólo en la altura de las personas: cuando un americano viaja a Europa, la primera cosa que le sorprende es lo alto que es todo el mundo, y esto es literalmente verdad. Por lo tanto, Europa ha obtenido muchas ganancias de su posición subordinada –dejad que los EE.UU. vayan al frente en la carrera de la destrucción, de la masacre, etc.– y esto ha hecho que se adquiriera un cierto grado de complacencia. Podríamos decir que los europeos casi respiran aliviados: tras siglos de salvajismo y barbarie, nos relajaremos e iremos detrás de otro, dejaremos que otro lo haga por nosotros y nos dedicaremos simplemente a disfrutar de los beneficios.

Las clases políticas, las clases empresariales, etc., no ponen ninguna objeción a esta actitud. Aquello que tú denominas “americanización” es realmente la extensión del control de las clases empresariales europeas. Las clases empresariales europeas están muy satisfechas. Están estrechamente integradas con las clases empresariales de los EE.UU.. Quizás existe algún conflicto, pero están realmente integradas de manera bien estrecha con los EE.UU..

Si nos fijamos en el supuesto conflicto entre las clases empresariales de los dos continentes, vemos algo que es muy interesante. Supuestamente tenemos un mercado libre, o así debería ser, considerando la ideología dominante. De hecho, sin embargo, tenemos un sistema económico basado en el estado. El dinamismo de la economía de alta tecnología proviene en gran medida del sector público, de lugares como este en el que nos encontramos ahora mismo [Massachusetts Institute of Technology], que hacen la investigación básica que entonces se ofrece a capitales privados para explotarla. A menudo se expresa en formas casi cómicas. Un ejemplo es la industria aeronáutica, una de las principales industrias exportadoras. La industria de la aviación civil está dominada actualmente por dos empresas, Airbus y Boeing, las cuales están enfrentadas constantemente en la Organización Mundial del Comercio para ver cuál consigue más subsidios del estado. De hecho, las dos empresas son filiales de los poderes públicos. En los EE.UU., las compañías aéreas comerciales son en gran medida filiales de Air Force y Aerospace del gobierno federal, y no existirían sin estas entidades.

En Europa, la industria de la aviación civil recibe impresionantes subvenciones del estado. Recientemente, se manifestó una gran protesta en los EE.UU. por el hecho de que Airbus hubiera ganado un contrato para abastecer de combustible los aviones de la Air Force americana. Ahora bien, cuando miramos el contrato podemos ver que, en realidad, el contrato es con una empresa americana trabajando conjuntamente con Airbus. En realidad, estas empresas están altamente integradas. Y esto es lo que denominamos un mercado libre: industrias con base pública integradas la una con la otra. Pero , para las clases empresariales europeas y americanas, esta es una situación aceptable, y dado que ellos dominan en gran medida sus sociedades, no hay ningún problema.

En cuanto al otro componente de la pregunta que me haces: Sí, bajo la superficie continúa existiendo una lucha de clases, que aflora constantemente y existe el riesgo para el establishment que pueda explotar. De ahí que nadie hable de clases. El establishment constantemente niega su existencia. Una de mis hijas es profesora en un colegio del Estado que tiene estudiantes de familias relativamente pobres, las aspiraciones de los cuales son llegar a ser, mayoritariamente, enfermeras o policías, o algún trabajo parecido. El primer día de clase, ella siempre les pide que se presenten, que identifiquen su clase social, que escojan una palabra que los clasifique. La mayoría no han oído hablar nunca de ello, pues en EE.UU se supone que no se ha de utilizar esta palabra. Las respuestas que obtiene son “clase baja” o “clase media”. Si tu padre trabaja de portero en algún lugar, perteneces a la clase media. Si tu padre está en la cárcel o está en paro, perteneces a la clase “baja”. Estas son las dos clases posibles. Esta es una trampa ideológica. La idea que la clase depende de quien da las órdenes y de quien las recibe se escapa de la conciencia. Ahora bien, bajo esta percepción existe una conciencia de clase. En cuanto hablas con gente de clase trabajadora, te responden inmediatamente porque así lo sienten.

VN: Te había prometido que no te robaría demasiado tiempo. Déjame hacerte una última pregunta, una personal. Mucha gente en cualquier parte del mundo te está enormemente agradecida por el trabajo que haces, pero, permíteme esta pregunta ¿de dónde sacas las fuerzas? ¿Cómo consigues continuar adelante? Aquí te vemos, en el centro del imperio, dirigiéndote muy claramente a las fuerzas del poder y siendo silenciado, condenado al ostracismo, marginado. Mientras tanto, en el resto del mundo, la gente te admira, lee tu obra y la encuentra extremadamente útil.

NC: No me siento marginado en los EE.UU.. Cuando llegue a casa esta noche, me pasaré cinco horas respondiendo correos electrónicos, y probablemente docenas de cartas serán invitaciones.

VN: Me refiero al hecho que estás marginado por las estructuras del poder.

NC: No me importan las estructuras del poder, no es dónde vivo. Si no me vieran como enemigo suyo, pensaría que algo no hago bien. Por esto, tengo una fotografía de la portada de la revista [The American Prospect] que te comentaba antes en un lugar tan visible.

VN: Es la mejor manera de indicar que estás haciendo lo que debes hacer.

NC: Sí, estoy haciendo lo que debo hacer. En parte es esto. Pero aquello que me hace continuar trabajando son cosas como las que ilustran fotografías como aquellas de allá [señalando]. Una muestra, la que fue la peor masacre laboral de la historia. En Chile , hace un siglo, en Iquique, los mineros trabajaban en las minas en condiciones realmente indescriptibles. Ellos y sus familias se manifestaron en dirección a la ciudad para pedir un ligero aumento de sus salarios. Los propietarios británicos de las minas los recibieron, los hicieron entrar en el patio de una escuela, les permitieron que empezaran su reunión, y después hicieron entrar a los soldados y les dispararon a todos: hombres, mujeres y niños. Nadie sabe cuánta gente mataron –no contamos el número de gente que matamos– quizás millares. Tuvo que pasar un siglo antes de que se hiciera alguna conmemoración. Esto [muestra la fotografía] es un pequeño monumento que vi el año pasado; había sido colocado por gente joven que apenas empezaba a romper las cadenas de hierro de la dictadura. No es sólo Pinochet. Chile tiene una historia amarga de violencia y represión de estado. Pero ahora lo están superando. Por lo tanto, sí, hubo una atrocidad, y ahora se empieza a prestarle atención.

Aquella otra de allá [señalando] es – la podrás reconocer– una pintura que me regaló un cura jesuita. Por un lado, está el arzobispo Romero, que fue asesinado el año 1980. Justo delante de él, están seis importantes intelectuales, curas jesuitas, a quienes mataron el 1989 unas fuerzas terroristas dirigidas por los EE.UU. que ya habían reunido un récord horroroso de masacres de víctimas corrientes. Y el Àngel de la Muerte , justo por encima de ellos. Este acontecimiento lo trajo Reagan –no el tío alegre. Esta es la realidad de los años 80. La coloqué aquí para que me recordara el mundo real. Pero ha sido un interesante test Rorschach. Casi nadie en los EE.UU. sabe lo qué es; ya que nosotros fuimos responsables de la masacre, no lo sabemos. La gente en Europa, quizás un 10%, sabe qué es. En América del Sur, diría, todo el mundo sabe qué es. Hasta hace poco. Ahora, la gente joven no lo sabe porque a ellos, también, se les está haciendo olvidar la historia. La historia y la realidad son demasiada peligrosas. Por un lado, ahora vuelven. La conmemoración de Iquique fue mayoritariamente iniciada por gente joven, en un intento de revuelta, queriendo recuperar el pasado, recuperar el idealismo, y hacer algo. Por lo tanto, esto es suficiente, más que suficiente, diría, para hacerme continuar adelante.

VN: Gracias. Ha sido una sesión extraordinaria. Déjame recordarte que estás invitado a venir a Barcelona y a Cataluña cuando quieras. Gracias en nombre de millones de personas.





CONCLUSIÓN DE VICENÇ NAVARRO A LA ENTREVISTA A CHOMSKY

Coincidiréis en que ha sido una entrevista muy interesante, 45’ de una voz crítica.

Sería importante que viéramos la relevancia que lo que Noam ha dicho tiene para nuestro país. Como decía al principio, Noam habla del futuro y este futuro no funciona si el modelo es EE.UU. Creo que es importante subrayar lo que Noam ha dicho. Una cosa es la libertad de expresión (que todo el mundo pueda decir lo que quiera), y otra es la democracia en el sentido de que lo que se diga debe tener acceso a los otros. Desde este punto de vista el mayor problema que tiene la democracia en los EEUU, entre otros, es el gran control de los medios de información, dirigidos, manipulados por grandes grupos económicos que canalizan que es lo que llega a la gente, y lo que no.

Desde este punto de vista hay un enorme control de los mensajes, de la información en los EEUU. La persona más conocida fuera de los EEUU. –Noam Chomsky- no aparece nunca en los grandes medios de comunicación de aquel país. Esto es un tema de una enorme relevancia y, en cierto modo, ya empieza a pasar en nuestro país, donde las voces de izquierda no suelen salir con frecuencia en los medios de comunicación catalanes y españoles y ciertos mensajes están claramente discriminados. Por ejemplo, ¿cómo es que no hay más artículos críticos con la Monarquía en nuestro país? Yo le hice la pregunta a Noam Chomsky de cómo explicaba que en los medios de información del “establishment”, un “establishment” que se le percibe como muy sesgado y muy fuerte, no permitía mayor diversidad. La misma pregunta podría hacerse en España. ¿Cómo es que no se permiten voces críticas con la Monarquía en los medios de información y persuasión del “establishment” español? Si la Monarquía está tan sólidamente asentada en España, como el “establishment” sostiene, ¿cómo es que no permiten mayor diversidad en sus medios y permiten voces críticas con la Monarquía en sus medios? Noam Chomsky responde muy acertadamente. Lo que Noam dice es muy cierto. Porque el “establishment” está mucho menos seguro de lo que creemos que está y esto es muy importante. Es muy importante saber que este enorme control de los medios se debe a que la gente que tiene el poder no está segura, e igual que pasa en los EEUU, la gente normal y corriente de a pie es mucho más progresista de lo que el “establishment” desea que sea y de aquí este enorme control de la información.

El otro punto del que habla es sobre el fenómeno Obama. Lo que estamos viendo en los EEUU. es prácticamente la desaparición de la política y su sustitución por unos mensajes mediáticos que se centran mucho en personalidades y sus características. Si uno tiene más experiencia, si el otro desea más cambio, pero en el caso del cambio, ¿qué cambios se están pidiendo?, ¿a través de qué instrumentos?. Paradójicamente el candidato del cambio está apoyado por algunos de los grupos financieros más importantes de los EEUU que son responsables de los enormes problemas que existen en aquel país, como por ejemplo, la falta de cobertura de los servicios sanitarios a la población.

Así pues, esta imagen de símbolo de los mensajes mediáticos, explica que hoy el pueblo de los EEUU. no sabe muy bien qué quiere decir este cambio, excepto de que ya están hartos de lo que tienen. Desde este punto de vista es importante entender este mensaje de que la política está desapareciendo sustituida por los mensajes mediáticos de tipo personal, en redes mediáticas que no tienen ningún valor en cuanto a explicar la realidad y todavía menos en cuanto a presentar alternativas.

Esto no quiere decir que todos estos personajes sean iguales, pues representan intereses diferentes y desde este punto de vista, Noam, naturalmente, valora más la posibilidad de que salga Obama antes que Mc Cain. Mc Cain seria ya la ultraderecha. Pero lo que es importante ver ahora en los EE.UU. no es lo que Obama diga o deje de decir sino lo que está pasando hoy en los EEUU., una sensación de alienación, de descontento, de movimiento “anti”establishment”” que también aparece en Europa. Recordemos lo que pasó con la Constitución Europea , en que los referéndums francés, holandés e irlandés muestran un gran rechazo a esta Europa del”establishment”. Y las encuestas en la mayoría de países también muestran este rechazo de las clases trabajadoras a esta Europa que se está construyendo a sus espaldas y a costa suya. La distancia entre los representados y los representantes se está haciendo cada vez mayor y esto es de lo que él nos habla.

Si este movimiento “anti”establishment”” se canaliza puede incluso desbordar a la persona que de una manera mediática aparece como mensaje de cambio. Tenemos que recordar que el candidato Roosevelt no era un político muy progresista. Ahora bien, había un enorme deseo de cambio y la población presionó para que hubiera cambio forzando a establecer el New Deal, las bases del estado del bienestar de EE.UU. En realidad, fue la presión de las clases populares la que impuso que se realizara el cambio. No fue Roosevelt el que lideró el cambio, sino la presión popular la que le desbordó y exigió aquel cambio.

Hoy hay una enorme crisis del sistema político estadounidense. El grado de alienación de la población con las instituciones representativas es muy alto, uno de los más altos en los últimos cincuenta años. La población está profundamente insatisfecha con la clase política y con el mundo empresarial (Corporate Class) que la instrumentaliza. La gente desea, por ejemplo, un sistema nacional de salud pública, unas políticas de pleno empleo con salarios más altos, y un largo etcétera. Pero esta presión popular por el cambio requiere organización, que es el último punto que subraya Noam, un punto que también es relevante para nosotros. La organización es clave.

Desde este punto de vista él es optimista en cuanto a los EEUU. porque cree que la gente, la clase trabajadora, las clases populares que, casi nunca aparecen en los medios del “establishment”, excepto en las últimas elecciones, cuando se descubrió a la clase trabajadora, y pudimos ver como un negro por un lado y una mujer por otro eran plenamente conscientes de que ganarían o no dependiendo de que pudieran o no movilizar esta clase trabajadora que había incluso desaparecido del discurso político. Esta observación es también muy relevante aquí, en nuestro país, en el que prácticamente ningún dirigente de izquierdas habla de clase trabajadora, o de la lucha de clases. Pues, esto es lo que está pasando en los EEUU y Chomsky lo cuenta con toda claridad.

Desde este punto de vista también habla de Europa, de que Europa no puede ser un apéndice de los EEUU. La función del gobierno federal de los EEUU en Europa ha sido la de debilitar a las izquierdas. Habla del caso de Italia, podría hablar también del caso de España.

Europa, sobre todo la Europa de las izquierdas se debe distanciar, independizar de esta tutela por parte del “establishment” de los EEUU y de su gobierno federal.

Por último, hablando del Mundo él cree que el Mundo tiene grandes posibilidades, que hay un movimiento mal llamado antiglobalización que hay que organizar. Desde este punto de vista acaba pidiendo una nueva Internacional. Muy crítico con las Internacionales anteriores cree que se tiene que montar una organización que coordine y relacione este movimiento que cree que tiene un enorme potencial.

Muchas gracias, y en nombre de la UPEC, deseamos que esta entrevista os ayude con nuestra vocación transformadora de nuestro país, de nuestro continente y de nuestro mundo.

Vicenç Navarro (www.vnavarro.org)

El detenido que nadie pudo imaginar

El detenido que nadie pudo imaginar

Jorge Corsi es un reconocido psicólogo, docente en la UBA y pionero en el tema violencia de género. Ayer fue apresado bajo la acusación de liderar una banda dedicada a reclutar adolescentes para llevarlos a fiestas sexuales y filmarlos. Hay otros dos detenidos.


Por Pedro Lipcovich

Tres hombres –entre ellos un prestigioso psicólogo especializado en violencia familiar– están detenidos acusados de abuso de menores. La acusación se basa en el testimonio de uno de los chicos victimizados, sumado a escuchas telefónicas, y, cuando fue allanada la vivienda de Corsi, sus características coinciden con la descripción que había hecho la víctima del lugar donde sucedieron los abusos. Otro de los detenidos estaba ya bajo proceso por un hecho similar. Ayer se efectuaron ocho allanamientos, en los que se secuestraron más de cien DVD con videos de situaciones sexuales.

El detenido en cuyo domicilio se habrían concretado los abusos es Jorge Corsi, de 62 años, director de la Carrera de Especialización en Violencia Familiar de la UBA, profesor titular en la Universidad de Palermo y en la Universidad Autónoma de Barcelona. Otro es Marcelo Rocca Clement, quien ya está procesado por un delito similar. El tercero se llama Augusto Correa.

El fiscal Martín Niklison, a cargo del caso, destacó que “es central el testimonio del denunciante, un chico que tenía 14 años cuando padeció los hechos, el año pasado”. El fiscal señaló que, como es de práctica en estos casos, el menor dio su testimonio ante una psicóloga y los funcionarios judiciales siguieron sus respuestas mediante una “cámara Gesell”, que permite observar sin estar presente en el recinto.

Niklison contó que el joven “describió el lugar donde ocurrió el abuso y, luego de los allanamientos, su descripción resulta corresponder a las características de la vivienda del principal imputado”, Jorge Corsi.

El chico había sido captado en el McDonald’s de Córdoba y Gascón, a donde iba con amigos. Allí le presentaron a Rocca Clement, quien tiene algo más de 30 años. “Generalmente en estas situaciones los abusadores detectan cuál puede ser el chico más vulnerable para captarlo”, comentó Niklison. El fiscal agregó que “en las escuchas telefónicas también aparecen por lo menos otros dos menores”, y que “es posible que haya otros adultos involucrados”.

Intervino en la investigación la División Delitos contra Menores de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal. Según una fuente policial, “la investigación empezó hace casi un año, cuando un chico de 14 años les contó a los padres que lo estaban llevando a reuniones con grupos de hombres donde lo obligaban a tener relaciones sexuales. Después comprobamos que el mismo esquema se repetía en otros casos: dos muchachos de 18 y 20 años actuaban como captadores: iban a cíber y otros locales y detectaban la presencia de adolescentes”.

“Los captadores entablaban conversación con el chico –continuó la fuente policial–; llevaban la charla al tema de la pornografía y terminaban invitando al adolescente a ver pornografía en una casa. Recién en el tercer o cuarto encuentro, los jóvenes empezaban a tener relaciones sexuales entre ellos, ante el menor, y veían si el adolescente tenía una actitud receptiva o no. Si les parecía que sí, en un encuentro ulterior lo invitaban a participar. Una vez captados de ese modo, los invitaban a concurrir a otro lugar, donde había otras personas. Allí aparecía ese psicólogo”, en referencia a Jorge Corsi.

Quienes participaban en las reuniones eran “hombres de entre 40 y 50 años –según la fuente policial–. En las reuniones se tomaban fotografías y videos, que después se ‘subían’ a Internet”. Los adolescentes, además, recibían regalos como “celulares, relojes, cámaras fotográficas”. La investigación se desarrolló “sobre la base de la intervención de los teléfonos de los captadores”, según la fuente policial.

En la mañana de ayer, cuando se efectuaron “ocho allanamientos, siete en la Ciudad de Buenos Aires y otro en la provincia, en los cuales se secuestraron más de cien DVD con grabaciones caseras de pornografía infantil, y varias computadoras”, según la policía.

Corsi, Correa y Rocca Clement quedaron detenidos a disposición de la jueza María Fontbona de Pombo, titular del Juzgado de Instrucción Nº 45, acusados de “abuso deshonesto, corrupción de menores y asociación ilícita”. Rocca Clement ya había sido detenido en 2000, cuando era profesor de música en una escuela privada, también bajo acusación de abuso de menores: la causa “está en tribunal oral pero todavía no fue a juicio y él fue excarcelado”, contó el fiscal Niklison.

Según la fuente policial, “hay un cuarto acusado, ya identificado, que será detenido en cuestión de horas, y un quinto todavía sin identificar”.

domingo, 20 de julio de 2008

PAUL MCCARTNEY SE TOMA REVANCHA

PAUL MCCARTNEY SE TOMA REVANCHA

Un beatle en Israel


Paul McCartney se propone dar su primer concierto en Israel, 43 años después de que el estado judío prohibiera tocar a los Beatles. El ex Beatle, de 66 años, está a punto de cerrar el contrato para tocar en septiembre ante unas 250.000 personas en Tel Aviv. A principios de año, la embajada israelí pidió oficialmente disculpas a McCartney y al baterista Ringo Starr y los invitó a dar un concierto con motivo del 60º aniversario de la fundación del Estado de Israel.

Según el periódico londinense Daily Telegraph, McCartney está entusiasmado con la idea de tocar en Israel. El concierto podría tener lugar en el estadio Ramat Gan o en el Hayarkon Park, en Tel Aviv, donde ya se está trabajando en medidas de seguridad extremas para garantizar la realización sin sobresaltos del concierto. La actuación de la legendaria banda británica fue prohibida en 1965 debido a la presión de los políticos conservadores israelíes, que temían que la banda ejerciera una influencia negativa en la moral de los jóvenes israelíes.

Según Ron Prosor, vocero de la embajada israelí en Londres, aquello fue un gran error, de proporciones históricas. “Perdimos la oportunidad de aprender de los músicos más influyentes del siglo”, se sinceró.

Nosotros versus ellos

Nosotros versus ellos

Este año se celebró el 40º aniversario del Mayo Francés, se conmemoran los 40 años de la masacre de Tlatelolco y se recuerda la Primavera de Praga. Pero en agosto de aquel año tuvo lugar también otra revuelta que no fue sólo encabezada por estudiantes, sino también hippies, parias, militantes de los derechos civiles, desertores del servicio militar y freaks. Aquellas jornadas, que empezaron como un recital y terminaron en
un enfrentamiento campal con la policía, cruzaron la frontera entre arte y política, aterraron a los medios de comunicación, culminaron en un juicio histórico a los “conspiradores” y dejaron efectos imborrables en la cultura norteamericana por venir: marcaron el comienzo del fin de Vietnam, la apertura del mundo académico a la comunidad negra, el cambio en la relación de la sociedad con la idea de pareja y la abolición del servicio militar obligatorio. Con cronistas de lujo como Norman Mailer y Jean Genet y participantes como William Burroughs, Allen Ginsberg y Timothy Leary, la llamada Conspiración de Chicago es la revuelta más harapienta, anárquica y olvidada de aquel memorable 1968.


Por Osvaldo Baigorria

En sus memorias ilustradas, Robert Crumb evoca el espíritu de aquella época: de un lado, militantes por los derechos civiles, pacifistas, hippies y yippies; del otro, la policía, los bastones y los políticos de traje y gomina.
No crezcas.” “No le creas a nadie mayor de 30 años.” Con nuevas consignas y gestos sobreescritos a los grafitis del Mayo francés, una revuelta menos difundida pero con efectos en las costumbres sacudió la ciudad de Chicago en 1968. No fueron sólo estudiantes sino también drop-outs, freaks, desertores del hogar, de la escuela y del servicio militar. Descalzos. Las uñas sucias, los pelos en desorden, las flores en la vincha, los colores de la guerra y de la paz escritos en el cuerpo. Los universitarios franceses a esa altura ya serían caretas del pasado ante estas otras multitudes desprolijas de batik y mostacillas. Que cantaban: “Vender marihuana es un acto criminal. La hierba tiene que ser gratis”. Así marcharon contra la policía de Washington en diciembre del ’67 y lo harían de nuevo contra la de Chicago ocho meses más tarde. Decenas, quizá cientos de miles. Mientras otros morían en Vietnam. “Seamos insensatos.” “Crecer significa abandonar tus sueños.”

La Conspiración de Chicago fue el nombre que los medios le dieron a esa marcha carnavalesca que uniría arte, política y contrapublicidad para enfrentar la convención nacional del Partido Demócrata en agosto del ’68. Este era el partido gobernante, pero con más de medio millón de soldados peleando contra el Vietcong y una creciente oposición interna a la guerra, el presidente Lyndon Johnson había retirado su postulación en las elecciones primarias y el vicepresidente Hubert Humphrey anunciaba su candidatura ese mismo año para enfrentar al republicano Richard Nixon. Estaba claro: ninguno de los candidatos le daría “una oportunidad a la paz”. En abril mataban a Martin Luther King en Memphis, y en junio a Robert Kennedy en California, momentos después de que éste se declarara triunfador en las primarias de ese estado.

De inmediato, los organizadores de la Movilización Nacional contra la Guerra (MOBE), una amplia coalición de grupos políticos y estudiantiles, se reunieron con nuevos actores de la protesta que habían llevado más de treinta mil personas a la marcha sobre el Pentágono en octubre de 1967. Chicos de clase media pero también negros de los ghettos, con el Black Panther Party acosado por el FBI y organizando milicias para defender los barrios pobres con las armas en la mano. Paz, amor y autodefensa: una mezcla impensada.

BOLCHEVIQUES PSICODELICOS
El movimiento había empezado a germinar en 1966, o quizás antes. El Summer of Love de San Francisco y las primeras protestas en la Universidad de Columbia prepararon el terreno para el ‘68 de la contracultura, la revuelta estético-política representada por el Living Theatre en su performance multimedia Paraíso ahora. Donde cantaba Jim Morrison: “We want the world and we want it... now!”. Un estado de ánimo capturado por el Youth International Party (YIP), el Partido Internacional de la Juventud fundado en diciembre del ‘67 en una reunión en la que participaron el poeta Allen Ginsberg y el psicólogo lisérgico Timothy Leary. Allí, Party no se traducía sólo como “partido” sino como fiesta, celebración, orgía. Y también como parodia a la idea de “construcción del partido” de la izquierda tradicional, reformista o extrema.

Los yippies eran filoanarquistas que tomaban iconos y etiquetas de la cultura de izquierda para provocar a la derecha: a veces se presentaban como maoístas, otras como guevaristas y otras como marxistas ácidos o bolcheviques psicodélicos. ¿Qué se proponen?, preguntaba el periodismo de la época. Respuesta: “Nuestra declaración de principios es una hoja de papel en blanco”. Era la parodia como expresión de deseos de otra modalidad de entrar a la acción política. El arte performativo y el lenguaje de la droga. El encuentro de la cultura lisérgica con la militancia antiguerra. “Fumar un porro es un acto sagrado.” En las manifestaciones ya circulaba gratis la maría y también las pepas de ácido. Se apropiaba el espacio público para happenings de masas, con un body art puesto en escena para las cámaras, con cuerpos desnudos, pintados, adornados de fiesta callejera, de murga contracultural. “No hagas nada que no sea para divertirte”. Y también: “Nuestra idea de la diversión es derrocar al gobierno”. ¿Era un chiste, un delirio, una boutade? Lo cierto es que el centro del imperio crujió por un momento, en el subsuelo se abrieron grietas y nadie quedó sin su fisura.

Los últimos siete días de agosto de 1968 fueron una larga batalla campal entre la Guardia Nacional y los acampantes en el Parque Lincoln. Resultado: más de mil heridos y setecientos detenidos.
DROGADOS POR LA REVOLUCION
“Pondremos LSD en la red de agua potable de Chicago.” Más que consignas, eran guiños para entendidos que podían suscitar risas o críticas pero que varios periodistas de la prensa amarilla tomaron en serio: “¡Hippies drogados avanzan sobre Chicago!”. “¡Amenazan con poner ácido en las tomas de agua de la ciudad!”.

Las textos más delirantes provenían de los cofundadores del YIP, Abbie Hoffman (1936-1989) y Jerry Rubin (1938-1994). Ambos se conocieron en la intervención sobre la Bolsa de Comercio de Nueva York, en la que arrojaron billetes de dos dólares desde un balcón sobre los ansiosos agentes bursátiles, y en la marcha sobre el Pentágono del ’67, que Rubin pagó con treinta días de cárcel. Para la convención demócrata de Chicago, ambos planearon un megarrecital en el Parque Lincoln de esa ciudad que se llamaría simplemente The Life Festival.

El 23 de agosto de 1968, entre tres y cinco mil personas ya habían llegado con sus carpas y bolsas de dormir para el acampe cuando se enteraron que el alcalde de Chicago había ordenado que nadie podría quedarse en el parque después de las once de la noche. Y que seis mil agentes de la Guardia Nacional los esperaban para el combate. De todas formas, acamparon. Era la primera vez que aparecía tanta marihuana junta en manifestaciones antiguerra, con porros fumados en público en un reclamo tácito de despenalización y una afirmación del derecho al consumo sin pedir permiso a ningún Estado. Una hierba que se repartía gratis, que se cultivaba en casa, que era pura flor. Por eso: los niños de la flor. Y con ella, la estética de la alucinación: disfraces, tatuajes, pétalos contra los fusiles. Pero del otro lado no fueron tan amables.

La batalla duró siete días. Mientras los activistas más experimentados coordinaban las manifestaciones en torno del edificio donde se reunían los delegados demócratas, los yippies fogoneaban la terca estadía en el parque contra la policía que atacaba con gases y bastonazos a los que se resistían al desalojo. Finalmente, sólo Phil Ochs, The Fugs, Country Joe, los MC-5 y algunas bandas menores de la escena local pudieron tocar en el escenario improvisado en el parque sitiado. Una pancarta decía: “Vote a Nadie: Nadie legalizará la marihuana - Nadie combatirá la desocupación - Nadie retirará todas las tropas de Vietnam”.

Los conspiradores: Lee Weimer, John Froines, Abbie Hoffman, Rennie Davis, Jerry Rubin, Tom Hayden y David Dellinger: en marzo de 1969, fueron acusados por conspirar en la Convención Nacional Demócrata con la intención de asesinar a algunos de sus participantes. Bobbie Seale, el Pantera Negra y octavo “conspirador”, ya había sido separado del juicio cuando Richard Avedon fotografió a los desde entonces Chicago 7.
STREET ART, POLITICA Y RESTAURACION
La marcha sobre Chicago dejó como saldo inmediato más de mil heridos y cerca de setecientos detenidos. A mediano plazo, fue el principio del final de la guerra de Vietnam, que se arrastró cuesta abajo siete años más, hasta 1975. También fue el golpe decisivo al servicio militar obligatorio, que sería suprimido por Nixon en el ’69. Sí, el mismo Nixon que finalmente ganó las elecciones apoyándose en la “mayoría silenciosa” que reaccionó contra la contracultura y votó republicano. Después de la fiesta libertaria, la restauración conservadora. Una reacción no calculada por la dinámica de la provocación, por esa ansiedad en diseñar actos para “asustar al burgués”. Porque a veces el burgués se asusta y exige más ley y más orden.

El ’68 norteamericano mostró un nuevo rostro de la revuelta, un ataque simultáneo sobre el aparato militar-industrial y sobre las estructuras de control mental, un cruce de límites entre la utopía de una sociedad no autoritaria y las visiones de una existencia vivida en éxtasis, en grado cero de intensidad. Como una performance masiva y espontánea, ese experimento pareció afectar a sus participantes mucho más que al resto de la sociedad. En ese improvisado laboratorio de street art y cambio existencial los resultados serían inferiores a las expectativas. Tal vez porque no todas las sustancias que alteran la percepción se acoplan fácilmente a la acción política, una obra que implica medición de fuerzas, alianzas, avances, retrocesos, golpes y negociación.

A largo plazo, la lista de cambios culturales atribuibles a ese año mítico incluiría la desjerarquización en la pareja y la familia, la incorporación de negros y otras minorías en el mundo académico, político, laboral y la (lenta) despenalización de sustancias hoy tan integradas a un vasto mercado mundial que a nadie se le ocurriría que puedan provocar una revolución. Y por cierto, el famoso “síndrome de Vietnam”, ese conjunto de signos antimilitaristas que hoy, aunque arrasado por el derrumbe del 11 de septiembre, permite a muchos activistas contra la invasión a Irak extraer inspiración de aquellas jornadas de hace cuarenta años. Acaso aquel espíritu de cruce de fronteras entre el arte y la política pueda ser leído como documento de época pero también como género literario, un texto escrito sobre cuerpos soñadores de una utopía de comunas libertarias donde todo el mundo pudiese vivir haciendo el amor y no la guerra.

¿Era demasiado inocente? ¿Era pedir lo imposible? Bueno, es lo que se puso en escena en Chicago en el ’68.