lunes, 24 de marzo de 2008

Perros de Pavlov

Perros de Pavlov

El rabino Bergman lanzó la versión. El carapintada Breide y la matrona castrense Cecilia Pando oraron en desagravio. Y el abogado Manfroni recurrió a la Justicia. El quién es quien de un mito urbano. Rock’nd roll y subversión.

El abogado católico Carlos A. Manfroni denunció a Hebe de Bonafini.

Por Horacio Verbitsky

Primero fue el rabino Sergio Bergman. Desde una columna del diario La Nación, el nuevo niño mimado de la derecha argentina, quien reescribió la letra del himno nacional para que el pueblo en vez de libertad clamara por seguridad, seguridad, seguridad, informó que Hebe Pastor de Bonafini había profanado la Catedral, mientras aguardaba que el gobierno de la Ciudad respondiera a un planteo sobre los fondos presupuestados para su empresa constructora de viviendas populares. Después el golpista indultado Gustavo Breide Obeid y la matrona castrense Cecilia Pando organizaron un acto de oración y perorata en desagravio al templo profanado. Por último, el abogado católico Carlos A. Manfroni denunció a Bonafini y a su asociado Sergio Shocklender por extorsión. La leyenda urbana que todos ellos propagan sostiene que el altar de la catedral fue improvisado como baño. No les importó que el Arzobispado de Buenos Aires aclarara que el propio cardenal Jorge Bergoglio había habilitado baños privados para Bonafini y sus acompañantes porque los públicos estaban cerrados. Bonafini, Bergman, Bergoglio, Breide y Pando son personalidades más o menos conocidas. Pero ¿quién es el doctor Manfroni?

Dirige una Fundación de Etica Pública y un curso en la Universidad Católica auspiciado por la embajada de Estados Unidos sobre reglas contra la corrupción, es columnista del diario La Nación, reclama mano dura por la “hiperinflación de inseguridad”, objeta el criterio de la Corte Suprema sobre los crímenes de lesa humanidad, participa en las actividades del servicio de información de la embajada de los Estados Unidos, USIS, e integró el grupo de expertos que participó en la redacción de la Convención Interamericana contra la Corrupción. Durante la dictadura militar la firma de Carlos A. Manfroni fue habitual en el mensuario surrealista Cabildo. Por la Nación contra el caos. Estas son algunas de las opiniones, publicadas a lo largo de 1983 en dos series de artículos sobre “Iglesia y Progresismo” y “Rock y Subversión”, titulados “La Soberana Soberbia”, “La Injusticia del Igualitarismo”, “Amor e Ideología del Amor”, “El poder de la música”, “Verdad y Libertad”, “El progresismo es judaico”, “El mimetismo del Rock”, “Entre la Violencia y la Castración”, “Música Antinacional Contemporánea”, “La soledad de los Materialistas”, “El Anticristianismo y el Rock”:

- La democracia y la libertad son productos de la hedionda Revolución Francesa, que para peor también fabricó el amor a la Humanidad, puro onanismo intelectual.

- Es una herejía pensar que la autoridad suba de abajo hacia arriba, mientras que, en la organización de la Iglesia, el poder desciende de arriba hacia abajo.

- El progresismo es un infeccioso mal.

- El materialista pueblo judío instruye a los hijos de Sión para consquistar el poder. El progresismo lleva el estigma del temporalismo judaico y masónico.

- La música rock es el movimiento “artístico” más subversivo, anticristiano, antimetafísico y contracultural de todos los tiempos. Convierte a los jóvenes, como perros de Pavlov, en una jauría descontrolada.

- El ritmo destemplado exacerba las pasiones contra el espíritu y crea un estado hipnótico en este lavado cerebral.

- El adolescente adolece de una falta de control de los impulsos instintivos.

- Toda deformación de la cultura debe ser considerada subversiva y, como tal, erradicada.

- La “filosofía” del rock conduce al deseo desesperado de la muerte e induce al suicidio, como lo demuestran las letras de las canciones de Charly García, Spinetta y Moris. Ofrece la posibilidad de convertirse en un animal o un marica.

- El juez que rechazó el pedido de una fiscal de perseguir como apología de las drogas el tema de Eric Clapton “Cocaine” censuró los derechos que tiene el Orden contra la subversión y no tuvo en cuenta el pecado original.

- El rock es anticristiano y transmite mensajes satánicos, que pueden escucharse cuando se pasan al revés ciertas canciones, como “Congratulations” de Pink Floyd. El mensaje secreto del diablo dice “comunícate con el viejo”.

- Uno de los máximos exponentes de satanismo es el grupo Kiss, cuyos integrantes se maquillan de una manera diabólica. “Todos ellos, como tantos otros, son homosexuales y drogadictos (en este ambiente, la excepción es la contraria).”

- Los artistas son parásitos sociales, voluntariamente inservibles en el papel de hombres de bien, chicos caprichosos que expresan su rebeldía con gestos como teñirse el bigote a dos colores, hasta justificar la guerrilla marxista, pero condenan la guerra por las Malvinas. “Perros de Pavlov o dulces mariposas, lo real es que en ninguno de ambos casos son lo que necesita nuestra querida Patria, hoy tan sedienta de hombres.”

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