miércoles, 3 de agosto de 2011

ZAFFARONI

Entrevista a Eugenio Zaffaroni

“Quieren provocar mi renuncia”

Me resulta insólito estar en medio de un escándalo político porque tengo un gran respeto por todos los candidatos. Me sorprende y me sobrepasa que me quieran desequilibrar. No tengo nada que ocultar.
  Tras un día cargado de versiones sobre una posible renuncia a su cargo, el juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni dialogó con Roberto Caballero en el programa Mañana es hoy, de Radio Nacional, y aseguró que le resulta “insólito estar en medio de un escándalo político” a causa de “una denuncia que no es seria”, vinculada al alquiler de departamentos a su nombre en los que se ejercía la prostitución. “El objetivo es provocar mi renuncia”, advirtió el magistrado.

–¿Cómo está llevando este ataque? ¿Tiene identificado el origen?
–Estoy muy sorprendido. El hecho claro, el objetivo, es provocar mi renuncia. Estoy haciendo todas las negociaciones para que me devuelvan los departamentos, en algunos ya había caducado el contrato. Creo que el hecho en sí no da para más. Me encuentro en medio de un escándalo político que me sobrepasa y me sorprende. Estoy todo el día respondiendo mails de apoyo, y eso me saca de mi actividad normal. El objetivo es provocar mi renuncia, esta mañana hicieron correr esa versión. Pero no tengo que ocultar nada. Me resulta insólito estar en medio de un escándalo político porque tengo un gran respeto por  todos los candidatos. Me sorprende que me quieran desequilibrar para hacerme renunciar.
–Uno identifica el instrumento, pero los ideólogos de esta maniobra quedan difusos...
–El origen es una prensa completamente amarilla. Si la denuncia hubiera sido seria, me hubieran notificado y yo hubiera procedido, como hice ahora. En medio de una campaña electoral, que es una fiesta democrática para todos los argentinos, quiero creer que hay que cuidar a las instituciones. Esto es un carro atmosférico que tira para cualquier lado y es algo que podemos llegar a pagar caro. Yo creo que se está atacando a la República de alguna manera, porque le puede pasar a cualquiera si se instala esta práctica. Esto no lo podemos tolerar como hábito contra cualquiera, porque lleva al desprestigio total de las fuerzas políticas.
–¿Lo sorprendió que Ricardo Alfonsín le pidiera la renuncia?
–No sé si fue un pedido de renuncia... Tengo mucho respeto por él, fui amigo de su padre, y tengo aprecio por el partido radical. Hace muchos años, cuando hice política, me inicié con el frondizismo en la Unión Cívica Radical. A Eduardo Duhalde le reconozco su patriada muy difícil, y respeto mucho la trayectoria de Hermes Binner. Nunca me he llevado mal con nadie y no tengo enemigos personales en la política. No sé a qué se debe esto.
–¿Se sorprendió con  alguna demostración de solidaridad?
–Recibí cadenas de mails y muchas llamadas telefónicas. Además, hoy estuve caminando por la calle y me paraban las personas. Después fui a un banco y también ahí me expresaron su solidaridad. Les agradezco a todos.
–¿Se puede esperar algún pronunciamiento de la Corte sobre este tema?
–No, no creo. Esto es ajeno a la Corte.
–Por otra parte, usted denunció una situación de acoso.
–Desde que yo lo denuncié, la situación cesó. No me preocupaba por mí sino por mis colaboradores. Pensé que todo esto podía desestabilizarlos psicológicamente, tenía miedo de alguna reacción violenta. A veces, yo digo que me voy a ir de la Corte porque estoy muy cansado y es probable que hayan imaginado que yo estaba en esa curva.
–¿Qué imagina que ocurrió?
–El poder no es algo que uno tiene, el poder se lo atribuyen los demás. Me han hecho candidato a todo. No seré ni jefe de gobierno ni vicepresidente. Eso generó la sensación de que tengo un poder que no tengo. No tengo ningún proyecto político inmediato, pero supongo que hay sectores que piensan que estoy armando algo o que tengo un proyecto.
–Se comentó que impulsaba una de las reformas parlamentarias...
–Desde hace años soy partidario de que la Argentina se vuelque a un sistema parlamentario, pero eso requiere un enorme acuerdo partidario. No es un proyecto personal, y políticamente no puede ser impuesta por una mayoría coyuntural porque sería una reforma que se caería sola. Yo les agradezco a los que piensan que puedo hacerlo solo, pero es absurdo. No estoy trabajando en eso.
–¿Qué es lo que pasó con sus departamentos?
–Hace ocho o diez años yo decidí privilegiar mi actividad de juez y docente y los delegué en un apoderado, y después, en una inmobiliaria. De las 15 propiedades que hay, al parecer en cuatro se ejercía la prostitución. Hay propiedades que las compré como inversión, que ni las conozco. Son locaciones normales, que se alquilan por 1000 pesos, 1500 pesos. Por otra parte, nunca nadie me envió una carta documento para avisarme o intimarme sobre esa situación.
–¿Y cuál sería el delito?
–El ejercicio de la prostitución no es un delito, la trata es otra cosa. De todas maneras, no me hace gracia lo que ocurre, por una cuestión ética. Pero nadie me notificó de lo que ocurría y, por otra parte, son 15 las propiedades, y eso sucede en cuatro de ellas. No sé si hay delito. Hasta ahora lo que hay es una actividad ilícita de la cual yo soy víctima.
–El tratamiento noticioso es como si usted hubiera bombardeado Nueva York.
–Sí, si la Comisión de Diputados cree que tengo que ir, lo haré. El hecho en sí no me preocupa, pero sí me preocupa estar en medio de una campaña electoral. Yo tengo el mayor respeto por todo el mundo y nunca supuse que iba a estar en esta situación. 
–¿Es posible asociar esto con algún tema caliente que esté por tratar la Corte?
–No, no… hemos fallado a favor de Perfil. De ninguna manera. No tenemos nada que pueda ser determinante.
–Doctor, creo que los hacedores de esta campaña buscan bajarle los brazos, desmoralizarlo.
–Sí, supongo. Lo que me resulta ridículo es que alguien piense que estoy haciendo un negocio con inmuebles de 1000 pesos. Me están tratando de tonto. Si hiciera una cosa ilícita después de 40 años de criminalista, no lo haría con inmuebles a mi nombre. La gente puede creer que soy un corrupto, pero no un idiota. La intención es generar una desestabilización psicológica. Afortunadamente pude controlar a mis colaboradores y estabilizar la situación. <

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