miércoles, 27 de febrero de 2013

STÉPHANE HASSEL

Muere a los 95 años Stéphane Hessel, el autor de '¡Indignaos!'

El exmiembro de la resistencia contra los nazis, deportado en los campos de concentración y diplomático ha fallecido esta noche en París

París
Stéphane Hessel. / SANTOS CIRILO
Stéphane Hessel, el autor del best seller de 32 páginas ¡Indignaos!, que catalizó y originó el nombre del movimiento ciudadano de los indignados en Grecia y España, ha fallecido esta noche a los 95 años, según ha anunciado su esposa, Christiane Hessel-Chabry. Antiguo diplomático, miembro de la Resistencia contra los nazis, europeísta convencido y defensor de los Derechos Humanos, Hessel vendió más de cuatro millones de ejemplares de ¡Indignaos! en casi 100 países desde que la obrita se publicó en octubre de 2010.
Nacido en Berlín, en 1917, Hessel se convirtió en ciudadano francés en 1937 después de que sus padres se instalaran en París en 1925. Durante la Segunda Guerra Mundial, se enroló en la Resistencia, fue condenado a muerte, capturado por la Gestapo y deportado en 1944 al campo de concentración de Buchenwald. Tras la guerra inició una larga carrera en la diplomacia, colaboró en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, medió en diversos conflictos nacionales y extranjeros y se convirtió en un referente de la humildad, la humanidad y la justicia social.
Hombre de izquierdas y europeísta de cuna, su libro ¡Indignaos! se convirtió en una suerte de guía para el movimiento español de los indignados nacido de las manifestaciones del 15-M en 2011. Al principio, sus razones para la indignación fueron, sobre todo, la creciente desigualdad entre los ricos y los pobres, la forma en que Francia trataba a los inmigrantes y los ataques contra el medioambiente. El propio autor reconocía en una entrevista publicada por El País en mayo de 2011 que no esperaba que su librito tuviera tal repercusión en el extranjero.
"Cuando empezamos con la idea de este pequeño libro teníamos a Francia en la cabeza. Ocurrió que en pocas semanas se produjeron varios acontecimientos. La popularidad de Sarkozy se fue hundiendo, lo mismo ocurrió en Italia con Berlusconi, e incluso en España con Zapatero, y en Portugal con Sócrates. Antes de que se produjeran las revueltas del norte de África, la idea de que los Gobiernos de varias partes del mundo rozaban comportamientos que provocaban la indignación de la gente era algo que raramente habíamos visto", aseguraba.
Nacido el año de la revolución soviética, según le gustaba decir, Hessel procedía de una familia judía convertida al luteranismo que se instaló en París en 1925. Su padre, Franz Hessel, y su madre, Helen Grund, los dos artistas, vivieron un trío amoroso con el también escritor Henri-Pierre Roché, que acabaría dando origen a una de las películas más célebres del cine francés, Jules et Jim (1962), que interpretó Jeanne Moreau y Oskar Werner.
Roché contó la historia en una novela que muchos años más tarde adaptaría el cineasta François Truffaut. La historia real no acabó en suicidio-homicidio, como en el cine, sino en una simple separación. Hessel contaba que su padre se “apartó voluntariamente” ante la pasión vivida por los dos seres que más amaba en el mundo. Y cuando recordaba aquel trío insólito, totalmente alejado de la convención, solía decir que de niño decidió que lo mejor que podía hacer era ser “el preferido de cada uno de los tres”.
Su madre, una mujer libre y dominadora que intentó hacer de su vida una obra de arte; su padre, que tradujo a Proust al alemán con el filósofo Walter Benjamin, y Roché trasmitieron al pequeño su amor por la cultura, la poesía y la literatura. En 2006, Hessel publicó “O ma mémoire: la poésie, ma nécessité”. Se dice que nada le gustaba más que recitar a Baudelaire y a Verlaine, a Goethe o a Melville, y que presumía de conocer de memoria más de cien poemas.
Nacionalizado francés en 1937, Hessel, que hablaba alemán, inglés y francés, se convertiría en un activista precoz siguiendo los cursos de Merleau-Ponti y leyendo a Sartre. En 1939 fue apresado por los nazis, pero se evadió y se reunió con Charles de Gaulle en Londres. Reenviado a Francia en 1944, fue arrestado y deportado al campo de concentración de Buchenwald, donde cambió su identidad con la de un preso francés recién fallecido para librarse de la muerte. Tras trabajar descargando y desnudando cadáveres en el campo, Hessel se evadió de nuevo, pero fue otra vez capturado, y finalmente saltó del tren que le llevaba a Berger-Belsen y se sumó a las tropas estadounidenses para llegar a París en mayo de 1945.
Tras la Liberación, Hessel entró en la secretaría general de la ONU, y coordinó la redacción de la Declaración de los Derechos Humanos. Como diplomático, fue nombrado embajador por François Mitterrand en 1981, y se convirtió en un mediador de conflictos muy solicitado. En los años ochenta comenzó a defender los derechos de los inmigrantes sin papeles y la causa de los palestinos, lo que le valió la cólera de las asociaciones judías.
Galardonado con la Legión de Honor por Jacques Chirac en 2006, en política fue seguidor del socialista Pierre Mendès-France, apoyó a Michel Rocard en 1985, se presentó como independiente en las listas de Europa Ecología en 2010 y sostuvo a François Hollande en la campaña electoral de 2012.
En 2008, indignado por la política de inmigración que impuso el ministro Brice Hortefeux, Hessel denunció que “desde hace dos años, asistimos a un espectáculo desolador y deshonroso, la caza de inmigrantes que viven en Francia desde hace años, y de sus hijos que dan clase en nuestros colegios”.
El impresionante éxito de Indignez vous! (¡Indignaos!) le llenó de alegría y convirtió a Hessel en el principal referente de los movimientos de jóvenes airados en España o Grecia. Con su vitalidad intacta hasta casi el final de sus días, no dejó de viajar, de conceder entrevistas y de dar conferencias. Su europeísmo, su espíritu aventurero, su apertura de mente, su inteligencia apasionada y su amor a la cultura le confirieron un aura mítica, aunque siempre dijo que su tardío éxito entre los jóvenes se explicaba por el momento histórico que vive Europa: “Las sociedades están perdidas, se preguntan qué hacer para encontrarse y buscan un sentido a la aventura humana”.

domingo, 24 de febrero de 2013

Julian Assange: La libertad y el futuro de internet

Internet, arma de grupos poderosos: Assange

Google proporciona información al gobierno de EU, que éste utiliza para otros propósitos

Marcelo Justo
Especial de Carta Maior para La Jornada
Periódico La Jornada
Sábado 23 de febrero de 2013, p. 40
El fundador de Wikileaks, Julian Assange, nos recibe en una oficina especial que la embajada de Ecuador en el Reino Unido ha habilitado para que dialogue con la prensa de cara a la publicación de su nuevo libro,Cypherpunks. La libertad y el futuro de Internet.
El pelo blanco y la piel casi traslúcida le dan un aire de albino insomne, pero los más de seis meses encerrado en la embajada y el más que incierto futuro ante la decisión del gobierno británico de no concederle el salvoconducto que le permitiría viajar a Ecuador, no parecen pesarle mucho.
Es cierto que tiene una aparentemente bien ganada fama de recluso y que en su pequeño cuarto en la embajada debe hacer lo mismo que hacía la mayor parte del tiempo en su vida libre: estar pegado a computadora e Internet. Es prácticamente imposible imaginar su vida sin la pantalla y el ciberespacio. Por eso mismo, su libro sorprende por partida doble. Según Assange, Internet puede hacer palidecer las peores pesadillas de control poblacional imaginadas en 1984, por George Orwell.
–Usted habla en su libro de Internet como posible amenaza para la civilización. Muchos piensan que es un arma para el progreso humano que ha producido, entre otras cosas, Wikileaks. ¿No es su interpretación un poco pesimista?
–No cabe duda que Internet ha dado poder a gente que no lo tenía al posibilitar el acceso de todo tipo de información a escala global. Pero al mismo tiempo hay un contrapeso de esto, un poder que lo utiliza para acumular información sobre todos nosotros y usarla en beneficio de los gobiernos y las grandes corporaciones. Hoy no se sabe cuál de estas dos fuerzas va a imponerse.
“Nuestras sociedades están tan íntimamente fusionadas por Internet, que se ha convertido en un sistema nervioso de nuestra civilización, que atraviesa desde las corporaciones hasta los gobiernos, desde las parejas hasta los periodistas y los activistas. De modo que una enfermedad que ataca este sistema nervioso afecta a la civilización en tanto tal. En este sistema nervioso hay vastos aparatos del Estado, principalmente, pero no únicamente de Estados Unidos, que operan para acaparar todo este conocimiento que Internet suministra sobre la población. Este es un problema que simultáneamente nos sucede a todos. Y se parece en este sentido a los problemas de la guerra fría”.
–Usted es muy crítico de Google y Facebook, que mucha gente considera como maravillosas herramientas para el conocimiento o las relaciones sociales. A esta gente en su experiencia cotidiana no le importa la manipulación que se pueda hacer con Internet.
–No les importa porque esta manipulación de información está oculta. Creo que en los pasados seis meses esto está cambiando. En parte por Wikileaksy por la represión que hemos sufrido, pero también por el periodismo y la investigación que se está haciendo. Google es excelente para obtener conocimiento, pero también está suministrando conocimiento sobre los usuarios. Google sabe todo lo que buscaste hace dos años. Cada página de Internet está registrada, cada visita al Gmail también. Hay gente que dice que no importa, porque lo único que quieren es vender avisos. Ese no es el problema. El problema es que Google es una compañía que está basada en Estados Unidos, sujeta a la influencia de poderosos grupos. Google le pasa información al gobierno de manera rutinaria. Información que se usa para otros propósitos más allá del conocimiento. Es algo que en Wikileakssufrimos de primera mano. Es algo que le ha sucedido a muchísima gente.
–Pero a nivel de control de Estado hay usos legítimos de Internet para la lucha contra la pornografía infantil, el terrorismo, la evasión fiscal.
–Indudablemente hay usos legítimos y la mayoría del tiempo la policía los usa adecuadamente. Pero las veces en que no lo hacen, pueden ser terribles, aterrorizadoras, como está sucediendo en estos momentos en Estados Unidos. Hay una cuestión de soberanía que los gobiernos de América Latina deberían tomar en cuenta. Las comunicaciones que van de América Latina a Europa o Asia pasan por Estados Unidos. De manera que los gobiernos deberían insistir en que estas comunicaciones estén fuertemente encriptadas. Si un servidor de Internet de Brasil hace un acuerdo con uno europeo es importante que la información esté encriptada. Los individuos también deberían hacerlo. Y esto no es fácil.
–¿De qué manera un gobierno democrático o un congreso puede contribuir a preservar el secreto de las comunicaciones por Internet?
–Para empezar, garantizando la neutralidad del servicio. Igual que con la electricidad, no se puede negar el suministro basado en razones políticas; con Internet no debería existir esta posibilidad de controlar el servicio. El conocimiento es esencial en una sociedad. No hay sociedad, no hay constitución, no hay regulación sin conocimiento. En segundo lugar, hay que negarle a las grandes potencias y superpoderes el acceso a la información de otros países. En Argentina o Brasil la penetración de Google y Fracebook es total. Si los parlamentos en América Latina consiguen introducir una ley que consagre el encriptamiento de la información, eso será fundamental.
–Hemos hablado de la revolución de Twitter, pero en términos de medios más tradicionales, como la prensa escrita o la televisión, vemos que hay un creciente debate mundial sobre su lugar en nuestra sociedad. El cuestionamiento al poder de grandes corporaciones mediáticas, como el grupo Murdoch, o Berlusconi, en Italia, y las leyes y proyectos en Argentina o Ecuador para conseguir una mayor diversidad mediática, muestran un debate muy intenso al respecto. ¿Qué piensa de estas iniciativas?
–Nosotros hemos visto en nuestra propia lucha cómo el Grupo Murdoch o el Grupo Bonnier, en Suecia, han distorsionado deliberadamente la información que dan sobre nuestras actividades, porque sus organizaciones tienen un interés en el caso. Entonces tenemos por un lado censura a nivel del Estado y, por el otro, el abuso de poder de grupos mediáticos. Es un hecho que los medios usan su presencia para apuntalar sus intereses económicos y políticos. Por ejemplo, The Australian,que es el principal periódico de Murdoch en Australia, ha tenido pérdidas durante más de 25 años. ¿Cómo es esto posible? ¿Por qué lo sigue manteniendo? Porque es utilizado como un palo con el que golpear al gobierno para que ceda en determinadas políticas importantes para el Grupo Murdoch. El presidente Correa hace una diferencia entre la libertad de extorsión y la libertad de expresión. Yo no lo pondría exactamente así, pero hemos visto que el abuso que hacen grandes corporaciones mediáticas de su poder de mercado es un problema. En los medios, la transparencia, la responsabilidad informativa y la diversidad son cruciales. Una de las maneras de lidiar con esto es abrir el juego para que haya un incremento masivo de medios en el mercado.
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martes, 12 de febrero de 2013

Rosa Parks

Rosa Parks, la mujer sentada que puso de pie a los Estados Unidos

El centenario de la militante cuyo gesto de negarse a ceder el asiento del colectivo a los blancos se convirtió en símbolo de la desobediencia civil, coincidió con el estreno de “Lincoln”, la última superproducción de Spielberg que relata las circunstancias en que se abolió la esclavitud.

POR ALEJANDRO DE NUÑEZ

A pocos días del estreno de Lincoln, la última súper producción de Steven Spielberg que relata los esfuerzos del Presidente Abraham Lincoln para hacer votar la Decimotercera enmienda a la Constitución que finalmente permitiría abolir la esclavitud en los Estados Unidos, antes de ser asesinado en 1865, se celebró el centenario de Rosa Parks. El 4 de febrero último, aniversario de la militante por los derechos civiles, más allá de Spielberg quedó claro que los grandes frescos de la historia se fabrican con los grandes pero también con los pequeños personajes.

El 1 de diciembre de 1955, Rosa Parks, cansada, se negó a ceder su asiento a un pasajero blanco en el colectivo de la ciudad de Montgomery, Alabama, tal como lo exigía la ley de segregación racial en todos los lugares públicos del sur de los Estados Unidos. Ese gesto entró en la historia como signo de la lucha que puso de pie a toda la comunidad afroamericana. Aunque no fue la primera vez que la militante se negaba a ceder su asiento: estaba cansada “de rendirse”, no de estar de pie.

A los 42 años, Rosa Parks ya era una militante confirmada: ejercía como secretaria de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP). Activista desde sus años de juventud, creció bajo la influencia de su abuelo, un compañero del rebelde jamaiquino Marcus Garvey y los principios de su madre, quien le inculcó el respeto y la igualdad desde la infancia. Su encuentro y luego su unión con Raymond Parks, un activista negro con participación en el célebre caso de los Scottsboro Boys (un grupo de adolescentes afroamericanos acusados de violar a mujeres blancas en 1931), se convirtió en un momento esencial de su aprendizaje de la resistencia, según cuenta la historiadora Jeanne Theoharis, autora de The Rebellious Life of Mrs. Rosa Parks, la biografía más completa de Parks publicada recientemente por Beacon Press.

Tampoco fue Rosa Parks la primera en negarse a ceder su asiento en un colectivo de Montgomery, una ciudad regida por las leyes segregacionistas conocidas como Jim Crow. Ya existía una larga historia de resistencia en Alabama y ella conocía los riesgos, sobre todo desde que uno de sus vecinos había sido golpeado a muerte por el mismo gesto. Pero ese 1 de diciembre de 1955 Parks no se había sentado en la parte “blanca” (delantera) del colectivo número 2857, sino en la parte del medio. Mientras atravesaba la Cleveland Avenue, fue el chófer, James Blake, quien le exigió que ceda su asiento, amenazándola con llamar a la policía si volvía a negarse –a lo que ella respondió: “hágalo entonces”. La lleva ron detenida. Su esposo y algunos amigos juntaron los 15 dólares de la multa para sacarla de la cárcel.

Durante esa noche, se imprimieron 35.000 panfletos y se organizó en Montgomery el boicot que debía durar un día, mientras Parks declaraba ante los Tribunales. Como líder de la acción se designó a un joven pastor de 26 años, recién llegado a la iglesia bautista de Montgomery: el entonces desconocido Martin Luther King.

Finalmente el boicot duró 381 días en los que Luther King defendió el principio de la no violencia y la desobediencia civil. Se elaboró un sistema de transporte independiente con la ayuda de la iglesia, con gente de todas las clases sociales, tanto por simpatía como por necesidad, que provocó casi la ruina de la empresa de transporte. La Corte Suprema terminó decretando que las normas de segregación de la ciudad eran anticonstitucionales.

En ese momento, la figura que ocupa las primeras planas fue la de Martin Luther King; y la foto que derivó en símbolo de la resistencia de esta mujer de Alabama, en realidad, fue la puesta en escena de un periodista de la revista Look, el mismo que se ve detrás de Rosa Parks. La imagen muestra a la mujer sentada adelante del hombre blanco, un gesto que días atrás había resultado imposible ver. Gran admiradora de Malcolm X, Parks continuó su militancia durante décadas contra la segregación racial y la Guerra en Vietnam. Incansable, la mujer que siempre quiso mantener el perfil bajo fue, sin embargo la primera mujer afroamericana en ser velada en el Capitolio, en octubre de 2005.

En abril del 2012, Barack Obama, entonces candidato a la reelección en la Casa Blanca, visitó el Museo Henry Ford donde el famoso colectivo está exhibido. Subió solo, instalando un dialogo histórico con Parks. Cuando explicó su gesto a sus seguidores, Obama dijo que se quedó “sentado un momento, meditando sobre el valor y la tenacidad que forman parte de nuestra historia reciente, representados por un linaje de personas que siguen por veces siendo desconocidas, que no han entrado en los libros de historia, pero que han luchado constantemente por obtener su dignidad, su parte del sueño americano”.

Hace unos días, a propósito de su centenario, se emitió en Estados Unidos un timbre postal a la efigie de Rosa Parks, llamada “Rosa Parks Forever”. Otro signo del reconocimiento público hacia uno de los símbolos de la desobediencia civil y la lucha por la igualdad.


agradecimiento a Gabriela Monelle