domingo, 30 de septiembre de 2007

REBELION EN LOS VALLES CALCHAQUÍES

REBELION EN LOS VALLES CALCHAQUÍES

Javier Rodríguez Pardo



Diez días de movilización social en el noroeste argentino, contra la contaminación y el saqueo de los minerales metalíferos.



Más de cuarenta prospecciones metalíferas convierten a Salta en una de las principales provincias amenazadas por la invasión minera. Superan el centenar los cateos con existencias diseminadas de oro, plata, cobre, plomo, bismuto, hierro, manganeso, molibdeno, tierras raras (en Rangel, norte de Salta), zinc, bario, litio, uranio y torio. Es vergonzosa la invitación al saqueo por parte de los gobiernos, y el de Salta es de los peores. Arrasar es el verbo que practica la minería transnacional con autorización del estado y sin la licencia social. Las poblaciones de los Valles Calchaquíes (salteñas, tucumanas y catamarqueñas) se hallan en virtual pie de guerra. Se suceden las concentraciones y marchas. En la capital salteña devolvieron medidores de agua al grito de “¡pónganselos a las empresas mineras!”

Durante diez días recorrimos cumbres y valles calchaquíes invitados por los auto convocados de Cafayate, San Carlos, Angastaco, Cachi, Seclantás, entreotras localidades.

Debatimos en Santa María sobre la mina Bajo la Alumbrera ; inspeccionamos en detalle la mina de uranio Don Otto, abandonada por la CNEA hace 25 años, a punto de reabrirse; cientos de vecinos desfilaron con carteles, al ritmo de tambores y estribillos contra la mina, recorriendo los barrios periféricos durante dos horas, después de nuestras disertaciones en cine céntrico, en compañía del ingeniero de minas Hugo González y la proyección de la película “Espejitos de Colores” de Miguel Mato que cuenta la perversidad extractiva de la mega minería metalífera. Asi, iniciamos nuestro periplo por los principales pueblos calchaquíes.

Cuentan los auto convocados que “por primera vez la gente salió decidida a aplaudir desde las veredas mientras otros se encolumnaron al paso de la marcha” y, como en un “via crucis”, parábamos en esquinas puntuales y nos dirigíamos a la población con datos y referencias acerca del flagelo minero que acosa especialmente a la Cordillera de los Andes.

Llevamos nuestro mensaje a la escuela de Las Conchas y en el salón parroquial de Barrial, ante el Movimiento Nacional Campesino Indígena, con la presencia de profesionales europeos que responden a la asociación de “Ingenieros sin frontera”. Líderes indígenas de la zona de “Los Cobres”, denunciaron que no pueden sacar el pimentón “porque hay ácidos (lluvia ácida) que dañan las cosechas.” Se formaron tres talleres para discutir el contenido de la película y sobre nuestra charla: “¿qué conocemos, qué desconocemos y qué no queremos de esta minería?” También sobre “los cambios negativos que se produjeron en la agricultura durante los últimos cinco años, la sequía de arroyos y ríos, el polvo en suspensión por los desmontes para la soja, por las voladuras de la actividad minera y el caso patético de Bajo La Alumbrera , contaminación y uso ilimitado de agua. Las montañas se hallan cubiertas con un manto semejante a una neblina persistente: “esto es nuevo –cuentan campesinos calchaquíes- nos dicen que es el cambio climático pero el gobierno no impide los incendios intencionales para siembra forrajera, sojera, ni la tala salvaje.” Mencionan alarmados que miles de hectáreas cayeron con la sierra y la topadora con la complicidad de los funcionarios.

Salimos de Las Conchas hacia el Nevado de Cachi, cruzamos por Corralito (abundantes plantaciones de pimentón), y dejamos Animaná hacia San Carlos y, aunque a veces había media docena de lugareños, igual dimos nuestro discurso, mateamos, anotamos opiniones, intercambiamos formas organizativas contra el invasor minero y para cerrar filas ante la reapertura de la mina de uranio.

Fue muy útil distribuir en los valles salteños las “cuarenta razones” por las que nos opusimos al repositorio nuclear de Gastre, en Chubut. Son afiches de nuestra extenuante campaña antinuclear y ahora muy útiles porque cuenta que “minas como la de Don Otto fueron clausuradas en otros países, que el gas radón es radiactivo y con un viento de dieciséis kilómetros por hora recorre más de mil antes de que decaiga a la mitad su cantidad original y transporta partículas cancerígenas”. El anuncio también dice que “en 1980 los médicos del hospital de Shiprock en Estados Unidos confirmaron que sesenta de las setenta personas con diagnóstico de cáncer de pulmón eran mineros del uranio. Que dentro de la comunidad de indios navajos no existía el cáncer, pero todos los que fueron mineros del uranio lo contrajeron, cosa que escandalizó a la comunidad científica norteamericana”. Se destaca en el afiche que el Centro Nacional de Estadísticas de la Salud de Estados Unidos concluyó que “el número de defectos en bebés que habitan en zonas próximas a minas de uranio que fueron explotadas en Utah, Nueva Méjico, Colorado y Arizona es de 10 a 150% más que el promedio nacional en el resto del país”. Los carteles, a modo de bando, quedaron pegados en las paredes de hospitales y colegios de los valles. La escuela primaria de San Carlos, Arturo León Dávalos, nos recibió a pleno. Difundimos una película chilena que testimonia el daño minero a la agricultura de Andacollo por las voladuras y los ácidos con que lixivian los metales. La participación de los alumnos fue una sorpresa. Es que Facundo Ezequiel Burgos (11 años) se presentó en la asamblea, se paró ante mi, con sus ojos desorbitados y tez chocolateada: “me permite señor” –dijo- y en contados segundos concluyó un discurso claro, de alumno universitario, para sorpresa de los 145 adultos presentes: “Querido pueblo sancarleño, yo Facundo, de 11 años, me doy cuenta que está mal que exploten las minas y destruyan las montañas, y también estoy triste porque van a abrir la mina Don Otto y otras más, y el senador y el diputado están a favor de las minas. Yo siendo sancarleño no voy a permitir que abran las minas porque si abren contaminan el ambiente natural y también los frutos, las plantas y los animales morirán y se contaminarán los ríos y las aguas que tomamos. Para no permitir esto hay que luchar para que no exploten las minas, como en Cafayate que se juntaron más de doscientas personas haciendo marcha y le decían Si a la Vida No a la Minería. Ustedes pensaron que solamente soy un niño que no sé nada, pero si sé porque me enteré y para finalizar quiero decirles que no hay que permitir que la empresa extranjera venga y se lleve todo”. Los aplausos arrancaron después del silencio creado

por las palabras de Facundo. Ese día, en San Carlos, quedó constituida una asamblea numerosa de vecinos auto convocados.

En el salón parroquial de Barrial, entre denuncias de agua potable y pozos contaminados, comprendimos que las perforaciones a ochenta metros son semejantes a las galerías uraníferas de la CNEA. Precisamente a esa profundidad se hallan inundados los socavones de la mina de uranio Don Otto. Los mineros excavaron en pos del uranio y al llegar a esa profundad aparece el agua que debió bombear para seguir sacando uranio hasta los 120 y 190 metros . Hoy están inundadas las galerías que abandonaron hace 25 años de manera negligente.

En Seclantás nos recibió el intendente y una comisión de vecinos, firmes activistas contra la minería de uranio. Este rincón del noroeste argentino padece más que ningún otro, la proximidad de los yacimientos uraníferos de Don Otto. Reiniciar la explotación sería fatal, e incierto el futuro turístico y la producción orgánica de la región. En Angastaco, a 2.200 metros de altura, comprobamos que el tema minero no sólo está instalado sino que goza de fuerte oposición. El no a Don Otto es un hecho, los pobladores se acercaban a preguntarnos sobre éste y otros temas de contaminación. Veinticinco profesionales y empleados de la salud del hospital de Angastaco, acordaron reunirse con los auto convocados y articular campañas de información porque, para estos médicos, “los casos de hipertensión y artritis han aumentado significativamente y es hora de que se investiguen los motivos; hace tres años, no era así y, además, “nosotros somos los que estamos más cerca de Don Otto,” sentenciaron.

La asamblea de Cachi fue muy concurrida, constituida por más de ciento cincuenta vecinos que en su mayoría se acercaron por primera vez. Uno de los momentos más gratos fue la disertación e intercambio que sostuvimos con la comunidad Indígena Quilmes, (Tucumán, límite con Salta) con quienes nos comprometimos a continuar ligados y a confluir en un movimiento social integrado por todas las poblaciones de los valles calchaquíes.

Santa María (Catamarca) fue el cierre de nuestra visita a la región calchaquí. En la plaza, la noche fría, no impidió que casi doscientas personas siguieran con atención nuestros discursos. Bajo La Alumbrera fue el centro pero sin omitir referencias a las invasiones mineras que azotan a lo largo de los Andes latinoamericanos. Me preocupé en socializar con los compañeros catamarqueños algunos informes de trascendencia, en su mayoría desconocidos o no tenidos en cuenta: el caso de Carlos Rudolph que diseñó Bajo La Alumbrera , la solicitud de tecnología de la empresa minera incapaz de resolver los problemas del mineroducto, la energía que El Chocón-Hidronor S.A. le suministra a La Alumbrera , el discurso pendular de ingenieros y funcionarios acerca de la inocuidad del cianuro y de la minería en mano de PYMES, el discurso del Estado y de la gente de Segemar. Estos puntos los desarrollaremos en otra nota porque en Santa María la lucha contra La Alumbrera y Agua Rica había sufrido un retroceso, por eso insistimos en la unidad y en la construcción de un gran movimiento social en la región calchaquí, dejando de lado bandería partidistas.

Javier Rodríguez Pardo, Cafayate, Salta, 17 de septiembre de 2007.

Movimiento Antinuclear del Chubut (MACH)- Red Nacional de Acción Ecologista

(RENACE), Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC)TeléfonoCelular: 011 1567485340 - machsepa21@yahoo.com.ar

ES LA CORRUPCIÓN, ESTÚPIDO

ES LA CORRUPCIÓN, ESTÚPIDO

MOTIVOS REALES DE LA FALTA DE DESARROLLO
Por Pablo Docimo


En su campaña a Presidente de los EE.UU. Bill Clinton popularizó una frase que decía: “Es la economía, estúpido”, y en gran medida tenía razón, ya que cuando la economía funciona mal, difícilmente puedan llevarse a cabo planes de salud, educación, vivienda e incluso seguridad. Como ejemplo, podemos citar que muchos de los problemas que aquejan no sólo a nuestro país, sino a la mayoría de los países subdesarrollados de Latinoamérica, Asia y África se solucionarían con un desarrollo económico integral, que pueda generar los ingresos necesarios para luego volcarlos en el campo social.
Si establecemos un parámetro comparativo en cuanto al funcionamiento institucional y constitucional de los países “pobres” y los “ricos” no encontraremos muchas diferencias, de hecho nuestro país es Republicano y Federal, con una Constitución ejemplar.
Para que un país se desarrolle, el proceso debe establecerse equitativamente en tres pilares fundamentales, el político, el económico y el social. Y lógicamente, este proceso se debe sustentar en los recursos que cada país posea.
¿Pero que es lo que hace que países como Australia, Canadá, Japón, Alemania, Noruega, Dinamarca o Suecia -por citar algunos-, que no poseen grandes recursos naturales sean “desarrollados” y países que sí los poseen no lo sean? ¿Es un problema ideológico, político, cultural?
¡Es la corrupción, estúpido!
En un informe realizado en conjunto por 16 ONG de todas partes del mundo, publicado el 6 de diciembre de 2006, y cuyo lanzamiento coincide con la puesta en marcha, por parte de la OMS (Organización Mundial de la Salud), de un IGWG (Grupo Intergubernamental de trabajo) en este mismo tema, dice lo siguiente:
"En algunos lugares de Latinoamérica, Asia y África, el 50% de la gente no tiene acceso a medicamentos, por causa de ciertas políticas gubernamentales, de acuerdo con el Informe de la Sociedad Civil sobre Salud, Innovación y Propiedad Intelectual. Como ejemplo de esas políticas de intervención restrictiva, pueden mencionarse:

* Impuestos y aranceles: estos llegan incluso al 55% sobre los medicamentos importados. Esto produce precios inaccesibles para la gente.

* Tramitomanía y altos costos de registro: por causa de esto, los medicamentos que ya han sido aprobados en Europa, Estados Unidos, y Japón, por ejemplo, no son registrados en los países pobres, ya que los fabricantes son disuadidos por la elevada inversión que hay que realizar para registrarlos allí.

* Seguros de salud: las regulaciones gubernamentales impiden que muchos pobres puedan acceder a seguros de salud, y se vean obligados a costear sus tratamientos con sus pequeños ahorros, o deban depender de la caridad, o de los insuficientes sistemas gubernamentales de salud.

* Controles de precios: estas medidas, que supuestamente se toman para proteger a los pobres, en la realidad producen una reducción de los medicamentos disponibles, especialmente en las regiones rurales y apartadas, pues los controles de precios destruyen los incentivos económicos para que las farmacias mantengan la provisión de drogas.

* Protección inadecuada de la propiedad intelectual: debido a que en los países pobres no se protege adecuadamente la propiedad intelectual, los incentivos para invertir en la investigación de las enfermedades que afectan a estos países son muy bajos, ya que es sumamente difícil recuperar el costo de lo invertido. En este estudio, no se encontró evidencia alguna de que la propiedad intelectual restrinja el acceso a medicamentos.

* Malas condiciones de los sistemas públicos de salud: los bajos salarios, y las malas condiciones de los hospitales y otras instalaciones estatales de salud, han causado que un buen número de profesionales del área, como médicos y enfermeras, emigren hacia países más desarrollados, con mejores sistemas de salud pública.

*Motivación del estudio: en buena medida, este estudio ha sido motivado por la preocupación que existe en cuanto al estudio de la OMS antes mencionado, el cual, se cree, dejará por fuera temas cruciales como los mencionados aquí, por temor a las reacciones que puedan tener los gobiernos de los países miembros".

En América Latina se nos dice, con frecuencia, que las patentes y las multinacionales son los factores que impiden que la población tenga acceso a los medicamentos y los servicios de salud. Sin embargo, como demuestra este estudio, las verdaderas causas de este problema son más complejas, y están en nuestros propios países: sistemas de salud deficientes, impuestos, aranceles, barreras, regulaciones absurdas, trámites largos y costosos, instituciones mal diseñadas, etc. Allí están los verdaderos obstáculos. Esas restricciones incluso dificultan el acceso a medicamentos genéricos. Pero nuestros gobiernos, al haber encontrado el "chivo expiatorio" de las patentes, se olvidan de sus propias culpas. Esta problemática no alcanza solo a la salud; como podemos apreciar, abarca a la educación, y el desarrollo social todo.
No es un problema de ideologías, es un problema de corrupción. Como dijimos antes, nuestros países, estructuralmente funcionan como los países desarrollados. Pero si tenemos que encontramos en todos los entes estatales funcionarios y empleados de más, personas que no realizan su labor (o la realizan deficientemente), empleados que cobran sueldos excesivos, incluso sobresueldos y jubilaciones de privilegio, y si tenemos funcionarios involucrados en casos de corrupción (Skanska, Garré, Micelli, Picoloti, valijagate, sin olvidarnos de la década de los 90, “el proceso”, etc.) por citar sólo los casos más recientes, y a esto le sumamos un sistema impositivo perverso para poder mantener todo un sistema burocrático administrativo parasitario, no es muy difícil deducir que el problema no es ideológico.
Es la corrupción, estúpido.

fuente: tribuna de periodistas

“El foco es lo socialmente sensible”

“El foco es lo socialmente sensible”

Los publicistas que idearon el falso secuestro de un perro de la modelo, para forzar su promesa incumplida, entregan las claves de un género recién nacido en la Argentina, que combina técnicas publicitarias de marketing viral con estrategias del movimiento No logo.


Los creativos prefieren caretas infantiles a máscaras o pasamontañas.

Por Julián Gorodischer

Paso a paso. La intención es reconstruir el operativo terrorista que luego se reveló como un juego. Sus creadores, los gestores de Ponete en bolas Nicole, publicistas que prefieren no revelar el nombre de la agencia que integran (como un resto de su pase a la clandestinidad) entregan las claves de su oficio, último grito del género apócrifo, experiencia única en la Argentina inspirada en el captor alemán de un conejito que organizó la colecta para salvarle la vida a la criatura y se llenó de vueltos. Los creativos argentinos descubrieron a ese falsificador vía Internet (es su medio, el espacio en el que despliegan sus estrategias publicitarias oficiales, diurnas, comerciales); lo que siguió al entusiasmo de Ezequiel Ardigó, Fernando Ojeda, Matías Quiroga y Santiago Vila fue montarse a la escena “sociosurrealista” que vieron por TV: el centro de Buenos Aires convulsionado ante la promesa de la rubia modelo de desnudarse en público, la defraudación posterior... Entonces, se pusieron las caretas de Winnie Pooh (en vez de las capuchas, que descartaron junto con la tonada árabe, el sonido distorsionado y el simulacro de golpiza al supuesto perro raptado de Nicole Neumann). Sólo le devolverían el animal si el desnudo se llevaba a cabo.

La iniciativa de este Movimiento Hacete Cargo (MHC) es única en su capacidad de desdoblar habilidades: se trata de utilizar la técnica publicitaria en boga (el marketing viral, que pasa de boca a boca como lo que hay que mirar para poder “conversar en la oficina” al otro día) combinada con la performance más afín a la ética anticorporativa del No logo: en este caso para comentar, tal vez, la obsesión estadounidense por la identificación de terroristas, la extensión de los márgenes del sospechoso o, en otro plano, la banalidad de ciertas causas colectivas. El terrorismo apócrifo podría abarcar también a la propuesta que el grupo le hizo a una marca de gaseosa: armar un blog a cargo de un supuesto consumidor que solamente elige la gasificada como alimentación para probar su efecto, y que termina con su propia vida. Broma, parodia, ironía: nada de eso fue interpretado como valor por la marca, que les denegó el permiso para armar el blog.

El ciberterrorismo publicitario incluye, por qué no, esa campaña a la que accedieron como consumidores: un supuesto cuestionario autorizado sobre vida sexual que salía reenviado, una vez completado, a una lista de correos en vez de un destinatario específico que le daría uso para investigaciones. Allí, la lógica del marketing viral, menos que vender, podría propiciar la reflexión sobre los controles sobre la privacidad, a cargo de empresas y Estado, consagrando a la broma pesada como de potencial teórico. ¿Tan así? Y además, ¿tiene futuro la publicidad contestataria, y la incorporación del argumento globalifóbico para intervenir desde la agencia de publicidad? ¿O la contradicción de la práctica mata su posible desarrollo?

Ezequiel Ardig:–Empezamos a pensar en el operativo cuando sucedió el falso desnudo de Nicole. Decidimos hacer una acción viral como pensamos que se tenía que hacer.

Fernando Ojeda:–Básicamente, se nos presenta un problema de tiempo trabajando con las marcas. Esto nunca se habría podido hacer en un formato tradicional. Ibamos tomando decisiones en el día, incluso cometiendo errores, como cuando decidimos postear los comentarios en el sitio; la gente se puso muy violenta y tuvimos que empezar a moderarlos. Por lo general se trata de hacer una cosa que de tan cuidada pasa a ser amorfa.

Se inspiraron en cierta estética del video standard de Al Qaida; reemplazaron las capuchas por mascaritas de dibujos animados; eliminaron la bandera de fondo y la tonada; se centraron en la importancia de “cumplir con la palabra empeñada”, reclamando el desnudo de la rubia a cambio de la vida de su supuesto perrito. Cuando el cable de agencia distribuyó la información como cierta en toda España, algo empezó a preocuparles; no querían connotar tanta violencia; oscilaban entre adherir a sólo una broma pesada y sostener la clandestinidad y la amenaza para hacer repensar la incidencia de Internet para la comunicación.

Marcos Quiroga: –Esto se puede hacer por fuera del trabajo habitual; las marcas tienen que cuidar su posicionamiento; habrían dicho: esto da terrorismo, esto da quilombo. Nuestros laburos no llegan al grado de creatividad que todo esto adquirió. A la marca no se la puede exponer a prueba y error.

La detección del tema sobre el que trabajarán es el paso fundamental del ciberterrorista apócrifo. “Estamos alertas a lo socialmente sensible –cuenta Santiago Vila–. Con la nevada sobre Buenos Aires, habíamos planteado un juego viral en el cual con un paraguas había que detener los granitos, jugando con el slogan de la marca.” “Estábamos tocando un tema delicado para mucha gente –agrega Marcos Quiroga–; pero descartamos enseguida la posibilidad de que alguien pudiera sentirse tocado. Es muy bizarra la situación en sí. Los que cargaron las tintas fueron los medios, por su estructura de trabajo: mostraron una partecita, la violenta, que es más noticiable.”

–¿Temen al impacto o van en busca de que prenda y se reproduzca a través de todo tipo de versiones?

EA: –Aunque te interese el amarillismo, cuando ves al perro dándonos besos, pedís que se decodifique de otro modo.

FO: –La parte más violenta vino de un cable de la agencia EFE: en España lo levantaron exactamente como venía sin preguntar nada. En verdad también vamos en busca de eso. Salimos a ver hasta dónde llegaba. Lo último que quisimos hacer era subastar las prendas que habíamos recibido. Nos anularon la subasta por poco seria en un sitio de Internet, cuando una semana antes habíamos recibido una invitación a trabajar con ellos. Pero una cosa son los creativos y otra el departamento comercial.

Antes y durante el operativo se dedicaron a sacar y limpiar; eliminaron de su blog en Internet la pelea entre uno del grupo y el perrito (aunque ficcional, podría irritar a los movimientos de protección al animal); quitaron los pasamontañas porque el perfil del secuestrador tenía que desmentirse a sí mismo desde el look. “Cuando vimos que un par de medios decía que el chico y el perro peleaban de verdad, dijimos: ni locos. Además habíamos arrancado con pasamontañas y luego dijimos que no”, dice Quiroga. “No hacía falta; no tenía ningún sentido –sigue Fernando Ojeda–-. Este era un grupo con mascarita de Winnie Pooh. Nos inspiramos en algunos videos de Al Qaida, pero no quisimos que se hablara en otro idioma porque se podría tomar como xenófobo. El logo que definimos es el típico perrito que dibujás en la secundaria. Algo de violencia podría llegar a molestar a alguien.”

–Todo el operativo se puede leer como un comentario sobre la obsesión que adhiere al “Todos somos terroristas”....

Santiago Vila: –Lo que más nos preocupaba era no quedarnos con la parte del secuestro; porque hay mucha gente que la está pasando o la pasó fea. Por eso no hicimos chistes con la idea de extorsión.

MQ: –Pensamos en distorsionar las voces, pero no lo hicimos: tenía que ser más una broma casera más que un video terrorista.

SV: –Igualmente mucha gente se lo tomó mal. Fue bastante realista.

FO: –Cuando esto levantó vuelo, intentamos conectarnos con Nicole; pensamos que su participación podía darle un tono interesante para el cierre. Estaba en México, no la encontramos. Pero se lo tomó con mucho sentido del humor. La idea era sumar a todo el que se copara.

En viaje por Palestina, el escritor Marcelo Figueras los halagó con un correo electrónico en el que les contó que lo había impactado positivamente el uso absurdo del episodio violento que, en esos territorios, se volvía veraz y cotidiano. Si la ambición de todo marketing viral (enviado por mail o extendido en Internet como un infaltable de la navegación del día) es igualar o superar la repercusión de los medios tradicionales para demostrar el poder de una comunicación alternativa como opción más a mano, de acceso irrestricto y eficacia a menor costo, ¿cuál es la motivación del grupo de publicistas? En suma, ¿todo es para seducir a probables empleadores, o a los actuales? ¿Es el ciberterrorismo apócrifo el recurso que el publicista tiene a mano para encarar su propia venta, su capacidad de gestión, su pase a las ligas mayores? “Estábamos seguros –asegura Fernando Ojeda– de que el operativo era una broma que empezaba y terminaba. Lo hicimos para pasarla bien. No nos preocupaba que nos conocieran o no. Si dábamos la cara antes, se arruinaba el chiste. La opción de demostrar que Internet se podía activar así se destruía. Esto fue más que un chiste de tres pendejos de secundario. Es una opción de uso comunicativa, menos publicitario que comunicativa.”

MQ: –Fue una idea pequeña y con poca producción, que se puede sostener y multiplicar. Me gustó empezar desde algo tan chiquito y llegar a un altísimo nivel. Y además cualquier pibe que conoce un poco de Internet lo puede hacer.

EV: –Era demostrarle a la gente con la que laburamos qué uso se puede hacer de Internet. Y seguir investigando sobre ese punto en el que te perdés entre qué cosa es real y qué es apócrifo, trabajando sobre esa delgada línea que separa la realidad de la ficción.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Hoy la ciencia está esquiando en Bariloche

Hoy la ciencia está esquiando en Bariloche

Mientras usted lee esto, en Bariloche se desarrolla –una iniciativa de la SECYT– el primer curso de Periodismo Científico del Mercosur, que hará crecer las notas como ésta que usted leerá.

Alumnos y docentes del curso de periodismo científico.


Por Leonardo Moledo

La divulgación es la continuación de la ciencia por otros medios; y así los objetos científicos, teorías, hipótesis y sus derivados tecnológicos que brotan del sistema científico difuminado en la sociedad deben volver a ella. El primer curso de Periodismo Científico del Mercosur (que extiende y amplía el del año pasado en el Observatorio Astronómico el Leoncito) es un paso en el camino de desparramar la ciencia y la tecnología por diarios, televisores, radios y medios de difusión del continente en general, de tal manera que el conocimiento vuelva a su legítima fuente: la comunidad que le da vida y de la cual partió en forma de ideas difusas, inquietudes, demandas, convicciones sin mucho sustento y hasta prejuicios.

Un curso teórico-práctico que pretende dar herramientas conceptuales para el abordaje científico, para atrapar y distribuir a ese gigante que camina a los tumbos sin saber muy bien a dónde va o para qué y que funciona por el socorrido sistema de la prueba y el error en su intento de perforar la cáscara de lo superficial y horadar las paredes de la caverna para acceder al funcionamiento del cosmos.

Así como el año pasado le tocó a San Juan, esta vez el escenario es Bariloche, donde 45 alumnos de diversas latitudes y longitudes tomaron por asalto (literalmente) las aulas del Instituto Balseiro, de larga y gloriosa memoria y leyenda, y perdone el lector si abundan las siglas, y donde se desarrolla el curso organizado por la Secyt y su Programa Nacional de Comunicación Social de la Ciencia, que coordina Ignacio Jawtuschenko, y las autoridades de la Comisión de Energía Atómica, el apoyo de la Conae, el auspicio de Radio Nacional (participa Diana Costanzo, que sostiene el único programa sobre ciencia en la radio), y donde los docentes emergen de la primera línea del periodismo científico nacional, como Daniel Arias, Susana Gallardo, Carlos Ureta, Ana María Vara, Diego Hurtado, Nora Bär (y quien firma esta nota; queda mal decirlo, pero si me autocensurara terminaría sintiéndome horriblemente mal en una ocasión que es por muchas razones jubilosa, pero noten que lo puse entre paréntesis), que se encargan de dar talleres, además, complementados por conferencias y visitas a las instalaciones del Instituto Balseiro.

Esta vez no serán las maravillas de Bariloche las protagonistas (aunque prestarán un magnífico marco), sino los misterios escondidos bajo la tierra de lo cotidiano, en el fondo de los cerebros que formarán un núcleo crítico que observará, y con razón, un mundo más rico que aprenderán a transmitir a nuevos espectadores y que se reproducirá en nuevas generaciones de periodistas que se especialicen en estos menesteres de enfrentarse al universo y vencerlo tratando, sin violencia y por persuasión, de hacerlo confesar.

Para ayudar a esa tarea estos militantes de la razón cuentan con la cómplice colaboración de investigadores de primera, como Alberto Lamagna, Raúl Colomb, Raúl Barrrachina, Carlos Reig, Alberto Manzini, Pablo Fainstein y otros que agotan listas de excelencia.

El curso no es un hecho aislado, sino que es parte de las políticas implementadas por la Secyt, que tiene esta vez la originalidad de agregar al clásico triángulo de Sabato un vértice: la difusión y expansión de la ciencia entre la población.

Y así, cursos relámpago en ciudades de todo el país que anhelan seducir a nuevos comunicadores de la ciencia y un Premio Nacional al Periodismo Científico impensable hasta hace pocos años y que se entregará en octubre son parte de este plan que, si bien está recorriendo sus tres primeros minutos, ya sabemos que si las leyes de la naturaleza y la sociedad funcionan como deben, darán orígenes a estrellas, galaxias, supernovas de entusiasmo, radiación de fondo, desarrollo cultural y económico e inclusión social.

Porque la ciencia (dicen) es siempre una buena noticia. No necesariamente creo que esto sea cierto, pero si no es una buena noticia, hay que transformarla, mediante la inteligencia y la razón, en tal.



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SUSANA GALLARDO *

“Lo que propuse y desarrollé para el curso es el porqué de la divulgación científica y cómo. Todo ello en función de la reformulación que hace el periodista a partir de un discurso científico especializado, para redactar luego un texto que sea comprensible al público. Ello implica, primero, una serie de procedimientos mediante los cuales el periodista debe tratar de vincular la temática con los intereses cercanos de la gente. Pero además hay una tarea con el lenguaje, que se relaciona con la sintaxis y con el léxico. Es que el discurso científico tiene una sintaxis especial y el periodista tiene que saber concretizar ese lenguaje abstracto.

Estamos en un momento positivo. Hoy varios medios tienen secciones diarias sobre estas temáticas. Y también hay mucho trabajo desde las instituciones, desde la misma Secyt o desde universidades, tanto en Capital como en el interior, que colaboran con el desarrollo de información para periodistas.”

* Seminario “Divulgar la ciencia ¿Para qué? ¿Cómo?”.



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CARLOS URETA *

1. El taller de televisión se montó sobre la propuesta de un noticiero científico semanal. Consiste en producir sus segmentos, con secciones de reportajes e informes adecuados al asunto. Empezamos con un planteo global de lo que se entiende por la producción de un contenido científico y audiovisual en televisión. Luego armamos grupos de producción. Y la idea es aprovechar la variedad temática y científica que brinda el Centro Atómico de Bariloche para realizar un programa piloto.

2. Veo una convergencia donde los medios, por diversas razones, están requiriendo contenidos especializados que antiguamente no se divulgaban, salvo cuando eran noticias. En tal sentido, hay una aparición de demanda de los canales temáticos y una redefinición de canales públicos que están marcando un territorio de producción de contenidos que antes no existía. En gran parte se debe a que hoy el periodismo científico trata una temática que tiene un interés muy marcado en la sociedad, no sólo por sus contenidos, sino por su necesidad de innovación en aplicaciones tecnológicas.

3. Desarrollar un programa que pueda transmitirse por la señal regional Telesur, tal como establece el proyecto del curso.

* Taller de producción televisiva.



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DANIEL ARIAS *

La idea es enseñar redacción de periodismo científico, que es algo distinto a la redacción periodística propiamente dicha. Tiene otros procedimientos y un tratamiento totalmente distinto de las fuentes. Porque, después de acopiada la información, el profesional en esta área debe decidir qué hacer con las contradicciones entre las fuentes, ya que encuentra científicos que se odian y se anulan entre sí. Y luego viene la redacción, que es un proceso de reconstrucción del lenguaje científico, un lenguaje artificial, muy regido por protocolos y no funcional a la transmisión de información. El propósito es enseñar al periodista a hacer que dichas fuentes hablen de un modo más entendible, a convertir el discurso científico en un lenguaje más “de la calle”.

Creo que con acciones como éstas se pueden ir formando reemplazos. Se necesita sangre joven en el campo del periodismo científico, sobre todo pibes con muy buenos conocimientos. Para esta profesión a uno le tiene que gustar la ciencia y saber bastante de sus temáticas. De lo contrario, los científicos te van a engañar mañana, tarde y noche, ya sea por sus internas gremiales, por su falta de presupuesto o lo que sea. Y los periodistas tienen que estar equipados con los filtros necesarios para tamizar la información que dan los científicos. Es decir, para tratar de ver la verdad y no repetir simplemente lo que dicen las fuentes.

* Taller de producción gráfica.

martes, 25 de septiembre de 2007

Paul McCartney, en tratativas para producir la banda de sonido de "Shrek 4"

Paul McCartney, en tratativas para producir la banda de sonido de "Shrek 4"


Dijo que su hija Beatrice, de 3 años, es fanática del ogro verde y enseguida apareció la propuesta. Kate Moss acusó a Sienna Miller de "robarle" el estilo y los amigos. Y George Michael interpretará a un gay en una serie de tevé.
Entretenimientos


PARA CHICOS. También participaría poniéndole la voz a alguno de los personajes.
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Por Sylvia Borin
conexiones@claringlobal.com.ar

Sir Paul y el ogro

Paul McCartney le contó a la prensa británica que su hija Beatrice, de 3 años, es fanática de Shrek y la oferta no demoró en aparecer. Ahora, según la revista NME, está en tratativas con los estudios DreamWorks para hacerse cargo de la banda de sonido de la saga número 4 de las aventuras del ogro verde. Si firma el contrato, será el productor de todo el material musical de "Shrek 4", y también uno de los encargados de ponerle la voz a alguno de los personajes. No sería la primera vez que estaría ligado a este personaje porque en la número 3, se puede escuchar "Live and Let Die", un tema escrito por él para una película de James Bond en la década del 70.

Kate Moss, enojada

Kate Moss sigue bien con su novio Jamie Hince, pero está muy enojada con Sienna Miller. En el Sun cuentan que la top model y empresaria no soporta que la actriz se empecine en copiarle el estilo y se haya metido en su círculo de amistades. Tanto la detesta que se lo dijo en la cara durante la fiesta de casamiento de un amigo en común en Londres. Fue unas horas después de la ceremonia, cuando el alcohol empezó a manifestar sus primeros efectos. Kate se acercó a MIller y le gritó: "no sólo me robás el estilo sino también a mis amigos". Hubo respuesta para esa acusación: un poco más y las chicas se van a las manos. Varios invitados intervinieron para calmarlas.

George Michael, en el papel de gay

George Michael aceptó interpretar a un gay en uno de los episodios de la serie británica "Extras". Así lo informa Folha, que agrega, además, que será un hombre promiscuo, que buscará relaciones ocasionales en el conocido parque Hampstead Heath, de Londres. En ese escenario se encontrará con el comediante Ricky Gervais, en el papel de Andy. Michael, que no oculta su homosexualidad, también tuvo un episodio confuso en su vida real y fue detenido por la policía por "practicar sexo en un lugar inapropiado".

sábado, 22 de septiembre de 2007

La tuberculosis y sus discursos

La tuberculosis y sus discursos


El autor de "La ciudad impura", el historiador Diego Armus, lee la tuberculosis en clave social y encuentra allí los vínculos con la inmigración, las artes, los proyectos políticos y la modernidad en la Argentina.






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EDUARDO POGORILES epogoriles@clarin.com.

Ciertas enfermedades convocan fantasmas de una sociedad y de un tiempo dado. Es lo que ocurrió con la tuberculosis en tiempos de la construcción de la modernidad argentina, tema de La ciudad impura: salud, tuberculosis y cultura en Buenos Aires, 1870-1950 del historiador Diego Armus. La enfermedad fue entonces un revelador de conductas y miedos sociales en el momento de la gran inmigración que cambió a Buenos Aires para siempre. Aquí se entrecruzaron las artes y las ciencias de la época, los proyectos políticos de país, las cuestiones de vivienda, sexualidad, políticas de salud, los medios de comunicación. En esta sutil "ventana" social que es la tuberculosis, Armus lee las claves de una etapa argentina.

-¿Por qué ocuparse hoy de la tuberculosis y sus fantasmas?

-Sabemos que hay un rebrote de tuberculosis, en Argentina y en otros países. Es cierto que hoy ya nadie muere como antes, no hay ahora incertidumbre biomédica, se sabe qué hacer, aunque las estrategias para combatir estas cepas del bacilo de la tuberculosis son costosas. No escribí una historia de la salud pública y mi libro no quiere incidir en las políticas de salud actuales. Pero me encantaría que lo leyeran los especialistas y vieran que aquel pasado puede abrir una ventana hacia la complejidad de las relaciones entre individuo, sociedad y enfermedad.

-¿Por qué la historia de las enfermedades es actualmente un campo tan vivo?

-Esto viene al menos de la década de 1970 en Europa y en Estados Unidos. Existen libros parecidos al mío para la historia de la tuberculosis en Londres, Nueva York y otras ciudades. Veo tres estilos en el desarrollo de esta historiografía. Unos discuten la enfermedad desde la historia biomédica, contextualizando la historia del bacilo, la vacuna, el antibiótico. Otros trabajan la historia de la salud pública, muy interesada en reconstruir la historia de las instituciones y las políticas sanitarias. Un tercer enfoque, en el que me incluyo, es el de la historia sociocultural de la enfermedad: la tuberculosis es una ventana para ver la llegada de la modernidad.

-¿Por qué dice que la tuberculosis es más que un bacilo?

-Es que me ocupo de todas aquellas metáforas, discursos, políticas y experiencias de la vida de las personas relacionadas con esta enfermedad. En ese sentido, es más que un bacilo, porque la tuberculosis aparece en el tango, en la prensa masiva, en la literatura, en las preocupaciones de los políticos, en la vida cotidiana.

-Entonces, la suya es una historia de tiempos largos...

- Claro, no es historia política, es la historia de una continuidad con pocas rupturas. Y esa continuidad tiene que ver con que, durante décadas, no se descubren medicamentos eficaces. Como ocurre ahora con el sida, había incertidumbres biomédicas y eso convocó muchos temores, apuestas, dudas. Esa zona de incertidumbre es lo que más me interesaba explorar. Todo fue lento con la tuberculosis: recién con los antibióticos, hacia 1947, hay un cambio, aunque para esa época ya había bajado la cantidad de enfermos en Buenos Aires.

-¿Por qué se habla primero de tisis y no de tuberculosis?

-En el siglo XIX se hablaba de la tisis, asociándola con el espíritu romántico. Se hablará de tuberculosis en el siglo XX al aceptarla como una enfermedad social. En las óperas de Verdi o Puccini se habla de tisis. El saber médico buscó explicaciones que hoy pueden parecernos absurdas: que era una enfermedad hereditaria, o que era propia de las sensibilidades refinadas. Otros vieron la relación con la pobreza y el hacinamiento. Encontré más de cien letras de tango sobre el tema, pero la ironía es que mientras los tangueros se lamentan por las milonguitas y costureras que dan el mal paso y mueren tuberculosas, en la realidad la mayoría de los tuberculosos son hombres. Es una enfermedad que da para una pintura completa de Buenos Aires. Los tangueros feminizan la tuberculosis porque se sienten incómodos ante el cambio en las relaciones de género, signo de la modernidad. Otro indicio es la racialización de la tuberculosis -es el momento de auge de la inmigración- y eso habla de los prejuicios contra aquellos que supuestamente estarían predispuestos a enfermarse -los gallegos, los indios apresados por Roca- y aquellos que no.

-¿Qué decían los intelectuales?

-Hacia 1880 estamos en el momento de construcción del Estado nacional y cuando se controlan las enfermedades epidémicas -tifoidea, cólera, viruela- la tuberculosis atrae la atención. Se la ve como una enfermedad que destruye los esfuerzos para crear la así llamada "raza argentina". Hay discursos variados: Bunge celebra la tuberculosis porque cree que mata a los débiles; Wilde alerta contra los abusos del higienismo; Sarmiento quiere un "pulmón verde" en Palermo. Luego llegarán los médicos socialistas como Justo y Repetto.

-¿Aparece el médico social?

-La figura paradigmática es Emilio Coni, un médico higienista que no hace carrera política pero construye las primeras instituciones de asistencia, como la Liga Argentina contra la Tuberculosis. Gregorio Aráoz Alfaro y luego Antonio Cetrángolo, son fundamentales. Todos estos médicos articulan el discurso más fuerte, dicen que hay un problema que se resuelve mejorando las condiciones de vida, saben que aún no hay medicamentos eficaces.

-¿Los enfermos se resignaban?

-Algunos sí, otros no. En esa pelea transitan distintos itinerarios terapéuticos. Si estoy enfermo, intento curarme en casa hasta que veo que no es eficaz. Entonces salgo al "mercado": voy al farmacéutico, al curandero del barrio, al hospital, al médico particular. Por eso es clave el momento en que se arman las redes de atención y aparecen los sanatorios en las sierras de Córdoba.

-También hay relatos clásicos de esa vida, como "La montaña mágica" de Thomas Mann...

-Desde el siglo XVIII en Europa se pensaba en la cura de descanso en un ambiente de aire puro y buenas comidas. En este sentido, la tuberculosis fue tema de nuestras artes: desde relatos como En la sangre, de Eugenio Cambaceres, hasta los poemas de Evaristo Carriego y las películas de José A. Ferreyra sobre la noche porteña y la figura de la milonguita, o la obra teatral de Florencio Sánchez Los derechos de la salud, Arlt con Ester Primavera, Onetti con Los adioses, Puig con Boquitas pintadas. Cuando Puig escribe, ya existen los antibióticos, pero él hace un trabajo excepcional recreando ese momento -los años 30- en que había grandes dudas médicas.

-Hasta que se impone la vacuna BCG y se controla la enfermedad, hay historias como la de la vacuna Pueyo o la "cruzada" antituberculosa de 1935. ¿Qué hay de revelador en esas historias?

-Incluso la BCG es criticada hasta entrada la década de 1940. El caso de Jesús Pueyo y su vacuna me interesó porque él -un oscuro microbiólogo de la Facultad de Medicina- se enfrenta al establishment médico y se monta en los medios de difusión modernos transformando eso en un movimiento social. Los enfermos salen a la calle a pedir por el derecho a esta vacuna. La "cruzada" de 1935 está mostrando que se ha instalado en la sociedad lo que llamo la cultura higiénica. Entre otras cosas, ésta nos convencerá de que no es higiénico escupir en el suelo y que para dar vuelta la página de un libro no hay que mojarlo con saliva.

viernes, 21 de septiembre de 2007

educacion

educacion

La mano tendida

Fátima Freire, una de las cinco hijas de Paulo Freire, asume el legado de su padre siendo ella misma educadora. Define su trabajo como “el acto de estar presente” al lado de maestros y maestras que se están formando, “marcando” sus cuerpos, que se convierten así en la usina de temas que se elaboran en ese proceso.





Por Veronica Gago

Desde San Pablo

Fátima Freire, educadora e hija del legendario Paulo Freire, acaba de editar en Brasil su primer libro. Dice que le costó parirlo más que a cualquiera de sus hijos. El título es una síntesis conceptual de su trabajo como formadora de docentes de todos los niveles: Quien educa marca el cuerpo del otro. “Se debe a que estoy asqueada de leer libros de educación que no sienten nada respecto de lo que dicen: o son recetas o son directamente incomprensibles”, agrega en un castellano con un acento arrastrado desde los largos años que vivió en Chile.

¿Cómo empieza su recorrido en la educación?
–Siempre me gustó aprender. De allí me surge una curiosidad por cómo una aprende, es decir, a partir de mi propio deseo de aprendizaje. Lo que más me marcó en este sentido fue una experiencia riquísima y es que en mi casa mis padres tenían como regla que el proceso de estudio no se hacía en escuela privada, sino en la escuela pública, popular, de Recife, la ciudad donde vivíamos. Eso fue lo mejor porque resulta que yo aprendí a convivir con mundos distintos: estudiaba con las niñas que vivían en las favelas al mismo tiempo que frecuentaba la clase social a la que yo pertenecía. ¿Qué me dio esto? La claridad del cuerpo, de lo vivido, del privilegio que significa tener comida y libros en la propia casa. Como mujer madura, hoy me doy cuenta de que esa conciencia te lleva a envolverte en un proceso político-social que implica pelear para que pueda existir un mundo mejor. Otro privilegio que me dio esa experiencia de infancia fue el de circular en estos dos mundos con mucha naturalidad. Siempre tuve claro que no se trataba de dejar de ser yo misma para involucrarme en un proceso de transformación: nunca me cambié de ropa para ir a un barrio. Al inicio, cuando llego a ciertos lugares a los que voy a hacer cursos de formación siento que la gente piensa: “¿Qué es lo que hace esta mujer vestida de ese modo acá?”. Esto lo sé porque lo siento en las personas y porque después, cuando entran en confianza, ellas mismas me lo dicen. Pero cuando comienzo a hablar y empezamos a estar juntos esa sensación desaparece. Ese estar con el otro o la otra que claramente no es de mi propia clase social se convierte en un estar verdadero, porque se logra un respeto mutuo y esto me viene de esa experiencia de infancia.

¿Cuál es tu trabajo actual?
–Lo fuerte de mi tarea es el trabajo de formación con profesores de primaria, secundaria y universitarios, sean de escuela pública o privada. Defino esa formación como el acto de estar presente al lado del maestro o maestra en su proceso de aprendizaje. Y le llamo a esto poner la mano en el cuerpo del otro: me refiero al sentido de marcarlo, de estar realmente con él, de ser generosa a la vez con el otro y con una misma. La que practico es una formación totalmente autónoma y creo que va más allá del sentido de educar en términos estrechos, en la medida en que yo no tengo nada predeterminado: ni textos, ni programas ni currículas. Pero a la vez se puede decir que tengo todo porque trabajo con el cuerpo de los profesores y profesoras: todos los temas que trabajamos los saco del cuerpo de cada quien.

¿En qué consiste esa formación que practica?
–Podría decirte que tengo tres objetivos básicos para la formación: aprender a hablar, aprender a escribir y aprender a defender lo que se dice y lo que se escribe. En este aprender a hablar hay sutilezas. Por ejemplo: cuando trabajo con el cuerpo del profesor/a insisto en utilizar esa expresión que refiere al cuerpo y no decir simplemente “yo trabajo con el profesor/a” porque sí, no, se da por sentado que sólo se trabaja con la cabeza. De allí que le doy importancia a la historia de vida: no me refiero sólo a cuestiones personales, sino en el sentido de quién eres y cuál es tu forma de estar en el mundo, porque ése es el modo en que te vinculas con el mundo. Por ejemplo, en la mayoría de las escuelas de Brasil es muy difícil que a los niños y niñas les guste leer. Y esto es una queja permanente de los profesores. Por eso yo acostumbro a decirles: “qué martirio debe ser sensibilizar el cuerpo de tus alumnos/as hacia el placer de leer, ¡si a vos no te gusta leer!”.

¿Cómo evalúa la situación actual de los docentes? Se la suele definir en términos de crisis...
–Yo veo que los docentes se sienten perdidos, cansados, estafados. Percibo en ellos una eterna sensación de nunca estar a la altura. Es decir, corren como locos y nunca consiguen tener las tareas al día. Es una cadena de ida y vuelta infinita y no saben qué hacer. Al mismo tiempo, hay una evidente crisis de autoridad. Creo que la maestra o el profesor lidian con dos aspectos de la autoridad. Hay un aspecto que es “funcional” y otro que es “social”. La autoridad social la recibís, es decir, es otorgada cuando te invisten de un cargo. Pero en Brasil la figura del profesor está socialmente desautorizada o no reconocida. Hoy el mero hecho de que te digan que sos el encargado de tal curso no te vuelve efectivamente profesor de ese grupo. Para eso debes construir en el aula, con tu clase, una autoridad funcional. Pero nadie te enseña, como docente, qué camino debes recorrer para lograr esa autoridad. Por eso hoy en Brasil cualquier profesor/a se encuentra hablando a su clase como si estuviera totalmente desnudo, sin ningún soporte de la autoridad social ni del propio grupo de alumnos que tampoco lo reconoce como autoridad.

¿La misma crisis afecta a padres y madres?
–Sí, si los educadores en general están sin soporte para ocupar el lugar de autoridad, lo mismo les pasa a los padres y las madres. En algunas escuelas privadas, por ejemplo, cuando los profesores quieren retar o marcar algo a algún alumno, éste se levanta y le dice: “No te olvides de que es mi padre quien te paga el salario”. ¿Qué hacemos con esto? Las reuniones pedagógicas existen, pero no hay reflexión sobre este tipo de temas o problemas, que son los que realmente deberían discutirse en el equipo docente.

¿Esta crisis de la educación formal da más espacio a las prácticas de formación alternativas?
–Creo que está posibilitando que muchas otras personas y organizaciones dirijan su atención hacia los resultados de procesos de aprendizaje en educación no formal, porque son mucho mejores que los obtenidos por la educación formal.

¿Cuál es la clave de lo no formal para ser eficaz en esta época?
–La experiencia que yo tengo es que las situaciones de aprendizaje no formal dan lugar a una vivencia particular porque en ellas se autoriza, se permite, que la afectividad permee las relaciones. Otro aspecto fundamental es la no presión del sistema, porque el sistema es algo que te estructura, te fija y te termina enyesando. Estoy convencida de que mientras no se tenga un deseo político capaz de investir la figura del educador/a, hablaremos de la crisis en la educación.

jueves, 20 de septiembre de 2007

De: Amnistía Internacional

De: Amnistía Internacional
Título: No a la pena de muerte. El mundo decide


En octubre de 2007, durante el 62º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, se va a presentar una resolución a favor de la suspensión mundial de las ejecuciones como paso previo a la abolición de la pena de muerte.

Amnistía Internacional, junto a la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte y otras organizaciones, promueve una serie de iniciativas de apoyo a esta resolución.
Lee el llamamiento pulsando en este enlace
(en francés).


Firma la petición a la ONU por un mundo sin pena de muerte, pulsando en este enlace (en inglés).


También puedes ayudarnos a difundir este mensaje, enviándolo desde aquí a tus contactos.


Amnistía Internacional no vende ni comparte los datos que nos proporciones con ninguna entidad u organización: Aviso legal y política de privacidad Dar de baja (Unsubscribe).

EXPERIENCIA CON “ACOMPAÑANTES COMUNITARIOS” EN SALUD MENTAL

EXPERIENCIA CON “ACOMPAÑANTES COMUNITARIOS” EN SALUD MENTAL
Anudar con otro hilo



Por Santiago Gomez *

“Sólo podemos suponer qué se proponía exactamente el pintor Théodore Géricault cuando pintó a estos pacientes. Pero la forma en que los pintó deja claro que lo último que le preocupaba era su catalogación clínica. Las mismas pinceladas indican que los conocía y pensaba en ellos por su nombre de pila. Los nombres de sus almas. Esos nombres hoy olvidados.”

John Berger, Las miradas del adiós.


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Hace dos años, desde la Red de Salud Mental del municipio de Moreno, comenzamos con la primera capacitación de Acompañantes Comunitarios en Salud Mental. Un trabajo que emprendimos sin tener experiencia alguna al respecto y sin contar tampoco con el testimonio de otros que estuvieran realizando una tarea parecida. La tarea que nos propusimos es capacitar a vecinos de Moreno para que puedan acompañar y soportar la locura.

Esto no es poco. Es un trabajo difícil, porque lo que se busca permanentemente es que las cosas cierren, que sean lo menos ruidosas y lo más predecibles posible. Cuando las cosas no cierran, muchas veces, se encierra: la locura y el encierro van muy cerquita, casi de la mano. El encierro en los hospitales. El encierro en el diagnóstico. Por nuestra parte, trabajamos y buscamos seguir trabajando con lo que no cierra, con el no todo, y es una tarea que nos cuesta mucho.

El curso de capacitación que hemos dictado consistió en clases teóricas y prácticas. Las teóricas las dictaron docentes universitarios y profesionales de la salud mental. Temas: psicoanálisis, psiquiatría, farmacología, acompañamientos terapéuticos y otros. La parte práctica consistió en acompañar a vecinos del barrio que estaban siendo atendidos por algún profesional de nuestra red de salud mental. También, realizar visitas a domicilio a pacientes externados de Open Door, que hacía mucho tiempo no venían a consulta con el psiquiatra.

La primera capacitación finalizó en diciembre pasado. Veintidós vecinos de Moreno finalizaron el curso. De ellos, trece trabajan con nosotros, forman parte de nuestra red, como acompañantes comunitarios en salud mental.

Los acompañantes comunitarios no son acompañantes terapéuticos. Lo que no imposibilita que este tipo de acompañamiento pueda ser terapéutico. Definirlos como comunitarios no sólo implica que el acompañante es miembro de la comunidad en la que vive la persona a la que acompaña, sino que intentamos implicar a la comunidad en el trato diferente al que apuntamos. Nuestro trabajo apunta también a un cambio cultural: que la sociedad cuente con otros recursos cuando tiene problemas con la locura. Pensamos la comunidad como una posible red, que pueda soportar. ¿Qué es una red, sino anudamiento de lazos bordeando agujeros? ¿Qué nos produce la locura, sino un agujero enorme?

Pensando en la red que puede conformar una comunidad para sostener la locura, siempre tomamos como ejemplo el lugar que en localidades del interior tiene “el loquito del pueblo”: tiene una pertenencia, un lugar; para la comunidad es uno más.

Las personas que así formamos como agentes comunitarios en salud mental acompañaron a pacientes en crisis, y su labor permitió mitigar esas crisis. En la sala de espera de nuestro Centro de Salud Mental, como en la casa de convivencia de Alvarez –para pacientes externados de Open Door–, se constituyeron como otros posibles a quienes los pacientes podían recurrir en momentos en que se sentían desbordados o querían compartir situaciones diarias que se les iban presentando.

Estos agentes comunitarios también permitieron sostener tratamientos psicológicos o psiquiátricos; a veces brindan la medicación hasta que el paciente pueda llevar el tratamiento farmacológico solo.

Uno de los efectos de la psiquiatrización de las personas es el debilitamiento, rotura o quiebre de los vínculos sociales, al que suele sumársele la segregación y discriminación. Cuando emprendimos el proyecto, sustentamos la hipótesis de que, por esas razones, la presencia de los acompañantes en la vida de esas personas iba a ocupar un lugar: efectivamente fue así.

Pensamos que el trabajo de los acompañantes comunitarios es ayudar a la consolidación o creación de vínculos nuevos, más allá del que pueda establecerse con el acompañante: si sólo nos quedáramos con ése, el trabajo no estaría bien hecho; porque, si el acompañante dejara el trabajo, ¿qué pasaría con ese sujeto? Nosotros siempre pensamos la función del acompañante como la de la aguja de tejer: es necesario que por ahí pase el hilo, pero para poder hacer nudo, lazo, con otro hilo. Si, en cambio, pensáramos el lugar del acompañante como el del eslabón que restablece una cadena que se había roto, al retirarse éste retornaría la misma rotura.

¿Y cómo colaborar en los vínculos? Primero, escuchando a la persona que se está acompañando; a partir de ahí, es caso por caso. En cada caso, no pensamos sólo en el sujeto; se trata de pensar en cada familia, en cada barrio, en los distintos actores de esa comunidad. No hay recetas. Una de las estrategias posibles incluye que el acompañante haga un relevamiento de qué instituciones o espacios existen, en el barrio, donde pudiera haber un lugar o un posible vínculo para la persona.

Sin perjuicio de que los coordinadores del programa tengamos una formación analítica, éste no es un trabajo analítico: desde el lugar de analista escuchamos, pero no operamos desde ahí. Lo que nos lleva a sostener e impulsar este trabajo es una posición política, y también ideológica en cuanto pensamos una manera diferente de tratar malestares en la vida de las personas y de la sociedad.

Yo empecé a trabajar en este programa cuando recién había egresado de la Facultad de Psicología. El trabajo con los acompañantes presenta situaciones muy diferentes de las de la práctica clínica: nos interrogamos mucho, tomamos posición, y lo ideológico está en juego permanentemente. El primer problema que tenía era el de mi formación: ¿cómo el tratamiento con la psicosis va a ser por fuera de un dispositivo terapéutico convencional?, ¿cómo va a ser sin el psiquiatra? Yo tenía mucho temor a que las intervenciones de los acompañantes pudieran “brotarlos” a los pacientes. Había una cuestión del “cuidado” muy fuerte. El “cuidado”, el control, la idea del bien pueden traer problemas, y, por más que estamos advertidos de que nuestros ideales no deben intervenir a la hora de trabajar, los tenemos.


Hacerse un lugar

“No es lo mismo que me den un lugar que tener que hacerme un lugar. Hacerme un lugar supone participar de zonas indefinidas, borrosas, equívocas, indisciplinadas. Cierto. Pero para hacerme un lugar es necesaria la existencia de lugares por disputar”, señaló Marcelo Percia en Deliberar las psicosis (ed. Lugar Editorial), y agregó: “No se trata de rehabilitar, resocializar, reeducar; sino de imaginar espacios para la restitución de potencias sustraídas”. Lo escribió en el marco de su relato sobre una paciente que quiere quedarse internada, que vuelve, porque ahí tiene un lugar. Esto tiene mucha pertinencia con el trabajo que venimos realizando.

Siempre nos preguntamos dónde ubicar la función del acompañante comunitario: se sitúa en una zona indefinida; no son ni acompañantes terapéuticos ni promotores de salud. Bien: en esa zona indefinida los sostenemos. Y lo que sí sabemos es que no es una zona de control ni de vigilancia. No es una zona donde uno vaya a buscar información, sino donde pueda aparecer el decir de un sujeto. También nosotros, con este programa, tenemos que hacernos un lugar. No hacemos trabajo clínico, pero la clínica es uno de los lugares donde buscamos hacernos un lugar. Lo tenemos que disputar. Así sea disputar la creación de ese espacio. Disputamos espacio en la comunidad, para que podamos meternos en la cultura de los vecinos, para que nos incorporen como uno más. Sí, disputamos lugares:, por ejemplo, con los que dicen que ante cualquier brote hay que llamar a la policía, con los que no dan lugar al decir del sujeto, remitiendo todo su decir a una explicación de su diagnóstico.

En nuestros cursos nunca hablamos de “resocializar”. Socializados, están: la sociedad es la que les brinda determinados espacios; el problema es qué lugares les da la sociedad a los “locos”, y qué se espera de ellos mientras ahí habiten. Y en la sociedad estamos todos, como ciudadanos, como profesionales, como funcionarios, en cada lugar en que nos situemos. Se dice que en la psicosis hay problemas con los vínculos sociales: pero lo social tiene problemas para hacer vínculos con la psicosis. Ciertamente, la psiquiatrización de una persona produce efectos en los lazos sociales.

Nuestro trabajo está en el campo de la desmanicomialización. Desmanicomializar no es sólo dejar de internar. Un trato manicomial puede darse también por fuera del hospicio. Un trato manicomial es pensar en seres y no en sujetos: ser psicótico, ser esquizofrénico, ser histérico, ser depresivo. Después, se llama Ramón o Josefina. Son tratos que no soportan lo ruidoso: en la explicación de las conductas por el ser, se exige la quietud: no escuchar, no dar lugar a la palabra; la persona se comporta así porque “es”. Existe mucha comprensión por parte de los profesionales en función de lo que el librito dice. Creo que un diagnóstico no dice nada, pocas cosas dicen menos que un diagnóstico. Dice más del que habla que de aquel sobre el que se habla. Soportar el no-todo del que tanto hablamos es parte de la desmanicomialización, de esas zonas borrosas e indefinidas. Soportar el no saber, no precipitarnos en las intervenciones. Porque el inconsciente es historia. Apuntamos a escuchar la historia de cada sujeto.

El discurso generalizado de la sociedad plantea que, en la psicosis, algo falta: que a los psicóticos algo les falta, aunque más no sea la cordura. El discurso de la universidad no es ajeno a esto, y muchas veces los profesionales “psi” piensan la psicosis como anormal –y esto linda con lo normatizador– porque “algo falta”. Si falta ahí, ¿dónde está completo? Y no, no falta nada. Porque la falta es una cuestión de derecho, no de hecho. Si el inconsciente es real, entonces no falta nada. La cuestión es con qué material cada sujeto arma y sostiene sus respuestas. Para eso tenemos que historiarlo, Y, también, historiar la locura.

* Psicólogo de la Red de Salud Mental de Moreno. Miembro de Centro Trama. Texto extractado de un trabajo que se presentó en las VII Jornadas de Salud Mental de Moreno.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Golpean a un cura acusado de abuso sexual a jóvenes

Golpean a un cura acusado de abuso sexual a jóvenes

El sacerdote José Mercau, que cumple prisión preventiva morigerada en un convento benedictino de Los Toldos, fue agredido por desconocidos cuando salía de declarar de una fiscalía de Tigre.

Un cura acusado de abusar sexualmente de varios jóvenes en un hogar de menores de Benavídez fue agredido por supuestos familiares de las víctimas, cuando se presentó en una fiscalía del partido bonaerense de Tigre para declarar por una nueva causa en la que se lo acusa de un delito similar.

El sacerdote José Mercau, que habría abusado de "cuatro jóvenes de alrededor de 16 años", fue citado por una fiscalía de Tigre para declarar "por una denuncia de abuso, pero no es la misma causa por la cual se lo imputó", informó a la agencia oficial Télam Juan Carlos García Dietse, abogado del sacerdote.

"Mercau terminó de declarar en términos procesales y cuando la Policía intentó subirlo a un auto se produjo el ataque de una persona grandota que no tenía nada que ver con la causa, un hombre que estaba por ahí", indicó el defensor, por lo que descartó que el "escrache" proviniera de familiares de los chicos presuntamente abusados.

El prelado cumple prisión preventiva morigerada en un convento benedictino de Los Toldos, ubicado cerca de la ciudad de Junín, desde 2005, cuando adolescentes que vivían en el Hogar San Juan Diego de El Talar, donde él se desempeñaba, lo denunciaron por abuso sexual.

lunes, 17 de septiembre de 2007

El 'blog' que mueve masas

El 'blog' que mueve masas

El humorista italiano Beppe Grillo triunfa con su forma de hacer política
ENRIC GONZÁLEZ - Roma - 17/09/2007



Los italianos están hartos de su clase política, muy proclive a la ineficiencia, el derroche y la corrupción. El hartazgo es profundo y se concentra en una palabra que constituye todo un manifiesto: "Vaffanculo". Beppe Grillo, un humorista genovés de 59 años, organizó el día 8 el "Vaffanculo Day", una jornada de protesta genérica contra los políticos. Para su sorpresa, unas 50.000 personas acudieron a su mitin en Bolonia, y más de 300.000 firmaron un documento de apoyo.

El Gobierno, incómodo ante el fenómeno, intenta lo imposible: integrarse en la protesta
Grillo, cuyo blog (www.beppegrillo.it) es el más visitado del país, con más de 100.000 entradas diarias, dio ayer un nuevo paso: patrocinó, bajo la sonora marca "vaffanculo", el lanzamiento de candidaturas cívicas para las elecciones municipales. "Los ciudadanos tienen la palabra", proclamó.

No resulta necesario traducir "vaffanculo", término con el que se invita al aludido a realizar determinadas actividades por vía anal. La crudeza de la expresión se ajusta al estilo de Grillo y capta a la perfección el malhumor de gran parte del país. Por un lado, el humorista propone medidas sensatas para depurar el Parlamento: limitar el mandato a dos legislaturas, permitir la elección directa con listas abiertas, y prohibir el escaño a quien haya sufrido una condena penal en firme. Ésas fueron las exigencias básicas del llamado "V-Day". Por otro lado, el furor de Grillo y su masiva audiencia llevan consigo una potente carga de demagogia y conservadurismo antipolítico, que extiende sus críticas al sistema de partidos, a los medios de comunicación y a las instituciones.

La coalición gubernamental de centro-izquierda, incómoda ante un fenómeno que se nutre de sus propias bases, intentó el sábado lo imposible: integrar la protesta. Beppe Grillo fue invitado a la fiesta de L'Unità, tradicional quermés heredada del PCI. Y heló las sonrisas de los organizadores en cuanto subió al palco. Cargó contra el ministro de Asuntos Exteriores, Massimo d'Alema, que se había permitido calificar de "fascismo latente" el "fenómeno vaffanculo", y no dejó títere con cabeza. El público, más de 9.000 personas, aplaudió hasta el delirio. El acto concluyó con un "vaffanculo" gritado por miles de gargantas.

El fenómeno no se detendrá, sin embargo, aunque nadie invite al humorista. Hace mucho que Beppe Grillo (cuyo nombre significa exactamente Pepito Grillo, como la "conciencia" de Pinocho) no aparece por ningún canal de televisión. En 1986 fue vetado de la Rai por un chiste: el entonces presidente del Gobierno, el socialista Bettino Craxi, viaja a China y es invitado a un banquete. Uno de sus ministros le pregunta: "Bettino, ¿es verdad que hay mil millones de chinos, y son todos socialistas?". "Sí", responde Craxi. "Pero si son todos socialistas", sigue el ministro, "¿a quién roban?". Grillo fue proscrito de la televisión pública. Craxi murió 14 años después en el exilio, convertido en símbolo de la corrupción.

Algunas apariciones televisivas posteriores, en la extinta TelePiú, fueron igualmente cruentas. Desde 2002, Grillo permanece lejos de la pantalla. Para alentar sus campañas (contra los incineradores de basuras, contra la guerra de Irak, contra las empresas farmacéuticas, contra Telecom Italia, contra la clase política) bastan las actuaciones, los mítines y el popularísimo blog.

Beppe Grillo no está exento de contradicciones. Para empezar, el buen criterio político: en 1994 recomendó que se votara a Silvio Berlusconi. Para seguir, los antecedentes penales: en 1980 fue condenado a 15 meses de cárcel por homicidio involuntario, tras provocar un accidente de circulación en el que murieron una joven pareja y su hijo. Para concluir, la austeridad: acaba de vender su Ferrari y su yate, poco congruentes con los "ideales vaffanculo". Grillo, por tanto, es oportunista como los políticos a los que critica, no podría dedicarse a la política según el criterio de los antecedentes limpios, y vive muy por encima de los apuros económicos del italianito de a pie.

domingo, 16 de septiembre de 2007

DE QUÉ ESTÁN HABLANDO?

DE QUÉ VAN A HABLAR ESTA SEMANA?

DE QUÉ VAN A HABLAR ESTA SEMANA?

El celular es más valorado que Internet

El celular es más valorado que Internet

Casi el 60% de los consultados se reconoce atrasado en materia tecnológica; el principal obstáculo es la falta de interés
Domingo 16 de setiembre de 2007 |





Casi seguro alguna vez el lector se topó con una pregunta como ésta y respondió algo parecido:

-Ma, ¿dónde queda la vanguardia tecnológica?

-Ehhh... lejos, muy lejos.

La respuesta, rápida y al pasar, parece una verdad: el 57% de los argentinos se considera atrasado en materia tecnológica, según un estudio de la consultora TNS Gallup realizado en forma exclusiva para LA NACION.

El 38% de los consultados apenas logra mantenerse al día y un escasísimo 3% considera que, efectivamente, alcanzó la tan deseada (y para muchos lejana) vanguardia tecnológica.

El estudio, que consta de tres bloques (tecnología en general, Internet y un módulo especial de los niños y la Web) fue realizado entre mayo y agosto pasados entre hombres y mujeres mayores de 18 años. Para cada estudio se utilizó una muestra de 1000 personas. El trabajo de campo incluyó mediciones en 2000, 2001, 2005 y este año. También se realizó en otros países de América latina.

Escollos

El mayor escollo para alcanzar la vanguardia tecnológica entre los que se consideran atrasados no es el dinero, sino el desinterés. El factor económico fue mencionado en tercer lugar (25%) después de la falta de interés (35%) y del desconocimiento (29 por ciento). El poco tiempo con que se dispone y la edad de los usuarios fueron los factores menos mencionados, cada uno con el 24 y 23 por ciento.

Los hombres se reconocen "más tecnológicos": de ellos, el 43% dice estar actualizado contra sólo el 34% de las mujeres. Entre ellas, el 62% admite estar en la retaguardia de la modernidad, mientras que en ellos ese porcentaje alcanza el 50 por ciento.

Para los argentinos, la televisión y el teléfono celular son los elementos tecnológicos de mayor utilidad, con el 58% de votos positivos, mientras que la computadora personal e Internet se situaron muy por detrás, con el 16% y el 7 %, respectivamente. También fueron considerados más útiles que la Web, dentro de los bienes tecnológicos, el DVD, el microondas y la cámara de fotos. Sólo el reproductor de MP3 está por debajo de la Red en términos de utilidad.

La poca mención a la Web está relacionada con una cuestión de acceso: sólo 3 de cada 10 argentinos utilizó Internet en el último mes, ya sea desde domicilios particulares o en algún lugar fuera del hogar, como cibers y trabajos. El acceso al ciberespacio es mayor entre los hombres (34% contra 27% de las mujeres) y entre los jóvenes (entre los menores de 25 años la utilización de la Web alcanzó a 6 de cada 10 jóvenes).

A pesar de que fue mencionada como el elemento tecnológico más útil, la televisión no fue citada entre las posesiones tecnológicas en el hogar. Esta lista la encabeza el DVD, seguido por la computadora, la cámara de fotos tradicional, el microondas y la videocassetera.

Entre las posesiones personales sobresale el celular, una casilla de e-mail y el reproductor de música MP3.

Saber hacer

Un dato curioso que surge del estudio lo aporta la pregunta sobre habilidades tecnológicas. Y, a juzgar por las respuestas, parece que los argentinos se las arreglan muy bien con aquellas que requieren apretar un botón.

La habilidad tecnológica más mencionada por la gente es "usar el control remoto", que fue elegida por el 82% de los encuestados. El 79% también señaló hacer llamadas desde un celular, y el 78% recibir llamadas en su teléfono móvil. En cuarto lugar los encuestados mencionaron "usar el DVD".

En el extremo opuesto, los argentinos se reconocieron menos hábiles para descargar fotos de una cámara digital a una PC, usar un pen drive (dispositivo USB) para almacenar información y enviar mensajes a un beeper .

Para muchos, la vanguardia tecnologica está lejos. Pero la distancia no se compara con la que existía hace apenas diez años.

La radio es terapéutica"

La radio es terapéutica"

Conduce Falso impostor , por Rock & Pop, a la hora del regreso
Domingo 16 de setiembre de 2007 |

El perfil más promocionado de Marcelo Diego Rodríguez (que para todos es Gillespi, apodo que le puso Roberto Pettinato) es el que se relaciona con la música, reconocido por sus pares y la crítica. Pero, además, acredita hoy casi 15 años en la radio. Desde abril último conduce por Rock & Pop (FM 95.9), de lunes a viernes, de 19 a 21, Falso impostor , un ciclo que se instala en el competitivo horario del regreso con información, buena música y la visita de destacados músicos, compositores y cantantes.

-¿Por qué Falso impostor ?

-Es una frase de Mel Brooks, surgida en Superagente 86 , serie de la que soy fanático. En uno de los capítulos había como una reunión, un encuentro de mandatarios, todos falsos. Entonces, Maxwell Smart decía: "Este es el falso presidente de Nicaragua, éste es el falso presidente de tal". Y cuando llega a uno que era el verdadero, dice: "Este es el falso impostor". Era el real. En cuanto al programa, la lectura que yo le doy es que Rock & Pop es una radio evidentemente rockera y yo soy rockero, pero también soy del jazz. A mí me pasó de estar en muchos proyectos de rock como músico y me decían que yo era como medio "de afuera" porque yo pensaba la música en forma jazzística. Y cuando estuve en el movimiento de jazz me decían que era muy rockero. Siempre me pasó. No termino de encontrar el estante justo que diga: "Bueno, acá puedo poner a Gillespi".

-¿Qué características tiene el programa?

-Tiene un esqueleto, una estructura, que es la de radio de manual. Con un periodista, Lucho Galende, que da las coordenadas de lo que sucede: el clima, el tránsito y las noticias más importantes. Servicios que tenemos que cumplir porque es la vuelta a casa y todo el mundo está en movimiento. Pero con Lucho, además, conversamos las noticias. Es como un diálogo de café entre dos amigos. A veces finalizo preguntando cosas obvias o pido explicaciones simples. Es un momento medio didáctico.

-Con el que muchos se sienten identificados.

-Totalmente. Y ahí salgo con cualquier disparate para jugar con el humor. Es un programa que tiene un esqueleto clásico y con especialistas en los distintos temas. Está Enrique Symns, que es como una especie de narrador del mundo, con una visión negativa. Todo es un espanto para él, pero es una buena lectura. Y todo bien musicalizado. Les damos como una estética dark a todas sus participaciones. También están Pepe Terminiello, en deportes; Gustavo Fonzalida, en espectáculos, y Soledad Giménez, en el móvil. Y sobre toda esa estructura estoy yo, que juego con todos. La impronta es la mía: el programa se abre siempre con mis consideraciones iniciales, que pueden ser -imaginate- cosas copadas, medianamente copadas; tontas o muy tontas; delirantes, teorías propias de la vida, de la gente, de los comportamientos. En fin, generalmente eso lo improviso, así que unos minutos antes de salir al aire estoy pensando con qué voy a disparar. Después, ya arrancamos con el programa con todos. Y lo fundamental es que hay un muy buen clima en el estudio.

-Antes, como columnista, encontraste un rol destacado

-Sí, y tuve un crecimiento natural. Todo se remonta a 1993, cuando hice con Pettinato por Radio Provincia Basta por hoy . No viajábamos a La Plata, lo hacíamos desde un estudio de la avenida Callao, en la Casa de la Provincia de Buenos Aires. Y como Roberto faltaba bastante, allí comencé a ejercer la conducción. Pero debo decir que con él aprendí casi todo de este oficio, hasta negociar el dinero. Después me sentí muy bien en La Red con Gonzalo Bonadeo haciendo Rockangol , y ni que hablar de la felicidad de trabajar en Mitre con Adolfo Castelo. Mitre también me ofreció hacer la trasnoche, en donde también deliré. Me pasé un año haciendo cualquier locura. Pero todas fueron enriquecedoras experiencias. Son casi 15 años frente al micrófono. Y a estas alturas puedo decir con sinceridad que la radio para mí es terapéutica. La TV siempre me provocó estrés, en la radio me siento relajado.

-Ahora estás en Rock & Pop, líder de audiencia en varios segmentos. Una FM diferente en todo sentido .

-La Rock & Pop es genial, porque ni siquiera ellos saben cómo hicieron. No hay una fórmula, no hay un molde y se trabaja en total libertad. Yo tuve muchas oportunidades de dar el batacazo, quizá por mi buena relación de siempre con los gerentes de las radios. Y a estas alturas de mi vida me toca estar en una franja fuerte y competitiva, pero creo que me llegó en el momento justo. Estuve como pastoreando. A mí me tenían en un campito y me decían: "Bueno, al potrillito lo tenemos ahí pastando; un día lo vamos a traer a correr". Tuve paciencia, ellos también y me fui haciendo de abajo.

-¿Y qué rol juega la música en el programa?

-Siempre voy a tener lugar para los músicos talentosos. Esto no está ligado ni siquiera a la promoción que ellos eventualmente tengan que hacer de un recital, de un disco o de lo que fuere. La gente que es interesante lo es la mayoría del tiempo. Y así pasaron Jaime Roos, "el Negro" Rada, que vino a compartir una tarde conmigo y nos matamos de risa, Fito Páez, Vicentico, Vox Dei, Capusotto. Varias veces estuvo "el Gordo" Casero, que conduce conmigo. Y en esos días el programa es una demencia.

-Te tocó trabajar con gente que conocía el oficio. Así fuiste aprendiendo.

-Y además hago zapping radial todo el tiempo. Siempre escucho un rato a Jorge Halperín, a Carlos Barragán, a mis amigos de Mitre. Un rato a Pergolini, un rato "al Negro Oro", también a Gelblung, que me parece genial. A Lanata, en Del Plata, que está con "el Ruso" Verea y un par de amigos míos. Como ves, estoy todo el tiempo chusmeando.

Por Alicia Petti

Con Dolina, dos veces por semana



"Estar en el programa de Dolina es un sueño que a mí se me cumplió en lo personal. Primero estuvo en Gillespi Hotel y después me invitó a ir a La venganza será terrible . Fue como si hubiéramos laburado juntos toda la vida y con el tiempo nos pusimos de acuerdo para estar en Radio 10 dos veces por semana. Nunca me pide que prepare ni traiga nada, sólo mi presencia. Alejandro tira el tema, yo arranco y que Dios nos ayude... Vamos adonde nos lleva la conversación..."

sábado, 15 de septiembre de 2007

"Todo buen científico es un artista"

"Todo buen científico es un artista"








El Premio Nobel de Física Robert Laughlin afirma que debemos entender el mundo a través de los principios de organización colectiva, que la crisis de la educación científica no es más que una corrección del mercado y que sólo los buenos experimentos desalentarán la incidencia de la ideología en el conocimiento. Una crítica severa al reduccionismo, que quisiera explicarlo todo desde las partes, y a la proclama del fin de la ciencia.






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DIEGO GOLOMBEK.






No deja de ser curioso que dos de los argumentos actuales alrededor de la ciencia sean tan maravillosamente antagónicos. Por un lado, el reduccionismo a ultranza que afirma que no sólo lo pequeño es hermoso sino que es justamente en las partecitas donde vamos a encontrar la respuesta a los misterios de la naturaleza. Al otro lado del ring no faltan los que anuncian con pompa y circunstancia el fin de la ciencia, como si ya conociéramos todo lo que vale la pena conocer y fuera hora de dedicarnos a la jardinería o al marketing inmobiliario. Y aquí viene Robert Laughlin a patear el tablero y a decir que no, que (casi) todo lo que creemos saber sobre la naturaleza está mal enfocado y que el universo es... distinto (de ahí el título de su libro Un universo diferente, publicado por editorial Katz). Podríamos pensar que se trata de otro profeta en el desierto, pero a éste lo escuchan, tal vez porque en 1998 obtuvo el Premio Nobel de Física por -agárrense- "el descubrimiento de una nueva forma de fluido cuántico con excitaciones fraccionalmente cargadas", que aparentemente tiene que ver con nuevos estados de la materia. Es cierto, Laughlin es un teórico muy particular que en este momento se dedica a temas tecnológicos -relacionados con cuestiones energéticas y de memoria de computación de alta densidad-, y hasta ha escrito un nuevo libro sobre los secretos industriales y técnicos.

Claro, con una presentación así nadie querría tener el libro de Laughlin sobre la mesa de luz a menos que necesitara un buen somnífero, pero con Un universo diferente nos podemos llevar una gran sorpresa. Desde las primeras páginas el autor nos habla a la cara, como si fuera una charla de amigotes en el café, y pone toda su artillería para convencernos de que la única forma de entender el mundo es a través del comportamiento colectivo de sus partes, estudiando los principios de organización que rigen las células, las galaxias o las sociedades. No es estrictamente nuevo hablar de niveles de organización o de las propiedades emergentes que los caracterizan -esto es, aquellas que surgen de la organización de grandes cantidades de átomos-, pero Laughlin arremete con todo, y es bastante persuasivo. En el camino pasearemos por el vacío del espacio para descubrir que está lleno de cosas, nos subiremos a las leyes fundamentales de la física, nos sorprenderemos al entender que, literalmente, todo lo sólido se desvanece en el aire (dado que la rigidez es una propiedad emergente de las cosas "grandes", una forma de organización particular e inesperada de los átomos, que de sólido no tienen nada), veremos cuadros de Monet de lejos (como corresponde) o nos sacaremos el sombrero frente a las evidencias experimentales que arrojan las mediciones más precisas de las constantes imprescindibles, como la velocidad de la luz o la carga del electrón -que aunque pueden ser vistas como estandartes del reduccionismo, son reanalizadas por Laughlin como la expresión de fenómenos colectivos-. Y, lo que es más importante, conoceremos a la esposa, al suegro y a los amigos de juventud del autor, desayunaremos con él y con Newton o buscaremos a la física cuántica escondida en la poesía. Ya se sabe: mucho más hay en el cielo o en la Tierra... pero, por suerte, nuestra filosofía sigue viva, curiosa y aventurera, y el mundo está ahí, dispuesto a que lo conozcamos cada vez más.

Algo maravilloso de la ciencia es su horizontalidad, que permite que en el laboratorio contiguo pueda estar nuestro acérrimo competidor, en el de enfrente un nuevo investigador/a cuya belleza no condice con la de sus experimentos y, un par de puertas más allá, un Premio Nobel con el que podemos encontrarnos en la cafetería. Por eso no sorprende que un peso pesado como Robert Laughlin esté dispuesto a una charla abierta sobre su libro, el universo y todo lo demás.

Estoy un tanto perplejo ante una aparente contradicción entre su propia investigación (y casi toda la investigación científica) y la principal tesis de su libro, en el sentido de que el reduccionismo puro no nos llevará a un conocimiento profundo de la vida y la naturaleza. ¿Cómo se extrapolan sus pensamientos sobre la organización y las reglas generales al mundo de la ciencia de todos los días en el laboratorio?

Esa ciencia de todos los días es exactamente lo mismo que cualquier otra actividad humana: tratar de entender qué es verdad y qué no y, después, poder utilizar lo que hayamos encontrado para guiarnos en el mundo. Mi punto no es que el reduccionismo sea malo sino que no siempre es útil para entender de qué se trata. Esto ocurre especialmente cuando el reduccionismo se vuelve ideológico. «ése es el problema que tengo, por ejemplo, con la teoría de cuerdas en este momento: considero que se ha vuelto una ideología y, por lo tanto, una muy mala noticia para el futuro de la ciencia.

Al leer su libro no puedo dejar de pensar en los fundadores de lo que fue conocido como "biología teórica" -Ludwig von Bertalanffy y Norbert Wiener, entre otros- y en que sus ideas son consideradas fuera de moda y no necesariamente útiles para entender los procesos biológicos. ¿Cree que los científicos están listos para escuchar su prédica sobre el fin del reduccionismo como la única manera para el avance de la ciencia?

No me importa si los científicos escuchan mis prédicas o no. En realidad, no son sermones, y de cualquier manera no escribí el libro para ellos sino para gente común que quiera relacionar la aventura de la ciencia con las experiencias de su propia vida. Pero sospecho que usted está intentando mezclar reduccionismo con moral, y no debe equivocarse: soy una persona que sabe distinguir lo que está bien de lo que está mal cuando se refiere a experimentos. En cuanto a la biología, creo que este tipo de ética está vergonzosamente ausente y, como resultado, la disciplina se ha estancado desde fines de la década de 1970. Me he dado cuenta de que la bibliografía está llena de experimentos erróneos y de que la gente estaba decidiendo qué estaba bien o mal sobre la base de un "consenso" o, dicho de otra forma, sustentándose en política. A esta altura, temo que nunca se resuelva este tipo de problemas. La biología nos necesita a los físicos desesperadamente -sobre todo a los que somos un poco anarquistas-. En definitiva, sí, quiero decirle a personas como usted que el diablo ideológico está en su patio trasero. Supongo que es predicar, aunque preferiría llamarlo más directamente "ética científica".

Usted menciona diferencias fundamentales entre el mundo «pmicroscópico y el macroscópico. ¿Existen leyes compatibles con ambos? Y, en todo caso, ¿vale la pena buscarlas?

En realidad, digo que la distinción que suele hacerse entre estos dos tipos de leyes es una creación de la gente, y mayormente ideológica. No hay dos mundos sino sólo uno, regulado por una gran torre de leyes físicas que descienden sobre él, cada una de las cuales crece a partir de sus "parientes" y luego evoluciona a medida que la escala de observación va aumentando. Estamos describiendo experimentos, y la mecánica cuántica es útil para describir -y anticipar- algunos de ellos pero no otros: no parece tan útil para describir los circuitos regulatorios de las células -aunque esto aún se está debatiendo- y, obviamente, es completamente inútil para describir el clima del gobierno argentino.

Pone un especial énfasis en la importancia de los experimentos y de las mediciones repetibles para el avance de las ciencias, y todos estarán de acuerdo con esta afirmación. Pero, desde un punto de vista muy ingenuo, ¿dónde queda la física teórica? ¿Solamente es "científica" cuando logra hacer predicciones comprobables?

Exactamente, y es por esa razón que la física teórica "verdadera" es muy difícil. Y es aún más difícil proponer una teoría correcta que le importe a la gente. La física teórica siempre ha sido una disciplina pequeña y relativamente desacreditada. En este momento ha crecido demasiado, en parte porque quienes manejan los fondos de los gobiernos pensaron que lograrían descubrimientos más baratos si pagaban por cálculos en lugar de laboratorios. Claro que esto no es cierto. De cualquier modo, la disciplina no va a desaparecer porque algunos de nosotros estemos determinados a entender las cosas correctamente a cualquier costo.

¿Está la ciencia en riesgo de convertirse en un sistema de creencias e ideología? ¿O es que los buenos empiristas van a triunfar finalmente?

Se necesitan buenos experimentos para evitar que ocurra esa posibilidad terrible que menciona. Los científicos suelen pensar que la autoridad moral viene de "medir cosas", pero no es así. Si medís cosas y las mediciones son siempre diferentes, obtenés el mismo tipo de sinsentido posmoderno que en cualquier otra disciplina académica. Sin embargo, si diferentes personas realizan una medición y resulta idéntica hasta los últimos 10 decimales, entonces la estupidez se acaba y la autoridad moral se restablece. Lo que detiene a las creencias y a la ideología son los buenos experimentos; y los malos experimentos no son mejores que no realizar ninguno. Me gusta pensar que Dios está de tu parte cuando tenés 10 decimales significativos a tu favor.

¿Existe una frontera para el conocimiento científico? Si es así, ¿la vamos a alcanzar o todo el tiempo se está moviendo?

Bueno, la frontera en la ciencia está en tu propio patio de atrás, y te rodea por todos lados. Son los principios de organización los que generan las leyes de la física, y la mayoría de éstos aún nos son desconocidos. Supongo que podemos imaginar un día futuro en que alguien encuentre la última ley y se declare cerrada esa frontera, pero en este momento no es ni remotamente inminente. Como dijo alguna vez Mark Twain: "Los rumores sobre mi muerte son muy exagerados".

¿Ayudan las reglas de organización a determinar leyes de causa y efecto? En otras palabras, ¿son estas reglas más predictivas que las explicaciones reduccionistas habituales?

En principio, recordemos que las leyes físicas son leyes de causa y efecto. Una ley es una relación entre cosas que podemos medir y que siempre se cumple. En general, interpretamos un "efecto" como algo que medimos y que ocurre más tarde en el tiempo, pero este aspecto temporal es un detalle de poca importancia. Lo que importa es que siempre se cumpla. En el libro destaco que la constante de Planck y la carga del electrón, dos de las constantes más fundamentales de la física, se miden con gran exactitud utilizando fenómenos organizacionales: los llamados efectos de Josephson y de von Klitzing. Estos comportamientos colectivos generan leyes que están, en algún sentido, a la par de las leyes más "fundamentales" de las que se derivan, dado que llevan a una comprensión muy precisa. Las leyes que vienen de las reglas organizacionales no son mejores ni peores que las leyes fundamentales, son sencillamente indistinguibles de ellas. Estos y otros experimentos prueban que los principios de organización crean las leyes físicas. Si crean todas las leyes físicas está en discusión, pero no hay dudas de que crean algún tipo de ellas.

Recientemente, una predicción derivada de su trabajo original mencionaba un "nuevo estado de la materia". ¿Cómo es eso? ¿No se trata solamente de líquido, sólido o gaseoso?

No, esas son las fases que la mayoría de la gente conoce pero hay montones de otras posibilidades: hay cristales líquidos, superfluidos, cuasicristales, superconductores, antiferromagnetos espirales, supersólidos... Incluso la lista de fases "primitivas" que conocen los físicos es muy larga, tal vez de hasta 50 variantes.

Al leer su autobiografía me enteré de los esfuerzos de sus padres para su educación temprana. ¿Cuánto hay de naturaleza y cuánto de cultura en la ciencia? ¿Cómo se podrán utilizar estos conceptos en lo que parece ser una crisis de la educación científica en todo el mundo?

Todo buen científico que conocí era un artista, y se mantenía en este arte pese a los mejores esfuerzos de sus padres de interferir. Este tipo de actitudes no se crean en la escuela. Es más, Einstein pensaba que la escuela tenía efectos opuestos a los que se pretendían. La ciencia no es diferente de cualquier otro emprendimiento intelectual, en el sentido de que se necesitan habilidades, algo de buena guía y una buena dosis de ambición personal para convertirse en un buen científico. En cuanto a la "crisis de la ciencia", creo que no es más que una corrección del mercado luego de años de que los gobiernos de todo el mundo otorgasen subsidios poco recomendables. Los salarios son relativamente bajos porque hay muchísimos científicos y poca demanda para sus trabajos. Somos animales económicos, así que es poco sorprendente que muchos estudiantes brillantes eviten las ciencias. Pero esta tendencia se corregirá una vez que la oferta finalmente se balancee con la demanda.

historia de la anticoncepcion

historia de la anticoncepcion

Pónselo, póntelo



Por ESTEBAN MAGNANI Y LUIS MAGNANI

En el año 1956, los doctores Gregory Pincus y John Rock anunciaban la aparición de la famosa “píldora”, un invento que había de cambiar radicalmente la vida sexual de las mujeres. Por ser casi infalible, este anticonceptivo le dio al género femenino una libertad de relacionarse que el temor al embarazo hacía inimaginable en tiempos de la revolución sexual, en la que los hombres no solían hacerse cargo de su paternidad o ni siquiera se enteraban de ella.

El impacto de la píldora se puede valorar mejor si se analizan los métodos usados en el pasado, toda una historia del sufrimiento femenino. Es que el temor al embarazo existió siempre y dio lugar a inventos que en general resultaban poco eficaces o inútiles; o mortales en muchos casos. Las múltiples pruebas que en este aspecto legó la humanidad pueden admirarse en, por ejemplo, el Museo de Historia de la Anticoncepción de Canadá, donde se exponen más de 600 condones, esponjas y artefactos que llegan desde los tiempos de Tutankamón hasta la actualidad.

EN EL PRINCIPIO
Hay que admitir que la falta de tecnología y de conocimientos médicos estimuló bastante el ingenio. En la Biblia, en el Génesis Cap. 38, se encuentra: “Pero Onán, sabiendo que la prole no sería suya, cuando entraba a la mujer de su hermano se derramaba en la tierra para no dar prole a su hermano...”. Surgía el primer sistema de todos los tiempos: el coitus interruptus, en absoluto infalible.

En el 1850 a.C. aparecen recetas anticonceptivas en “El papiro de Petri”, un texto médico egipcio, en las que se aconseja irrigar la vagina con miel y bicarbonato de sodio o introducirle un preparado a partir de hierbas y excremento de cocodrilo. En “El papiro de Ebers” (1550 a.C.) está la primera alusión a un tapón hecho de tejido humedecido con miel.

En la Grecia del siglo IV a.C., con la idea de regular la prole, Aristóteles, Platón e Hipócrates aconsejaban el aborto por motivos demográficos, antes que el alma entrara al cuerpo del feto (singular manera de plantear en qué momento ocurre la concepción). En el libro Historia Animalium de Aristóteles, por ejemplo, se lee: “Algunos impiden la concepción untando la parte de la matriz en la que cae el semen con aceite de cedro o con un ungüento de plomo o con incienso mezclado con aceite de olivo”.

La anticoncepción no fue igual en todos lados. Un ejemplo es el de los edictos del emperador Augusto de Roma, a principios de la era cristiana, que permitían hasta tres hijos, niñas o niños, por lo que sobraban abandonos e infanticidios. Como las mujeres se casaban a los catorce, a los veinte ya habían cumplido la “cuota”. ¿Y luego qué? Pesarios (antiguo nombre de los dispositivos intrauterinos), coitus interruptus, vasectomía en los atletas, inyecciones vaginales, pócimas (algunas efectivas como la derivada de una planta, la artemisa, aún usada en el siglo XX por las mujeres berberiscas), abortos (aunque los médicos los eludían por temor a ser acusados de encubrir adulterios), la castidad (elogiada en la clase alta). La búsqueda de una solución era acuciada por un temor fundado al parto y al aborto.

En un escrito chino del siglo VIII se recomienda: “Tómese algo de aceite y de mercurio y fríase sin parar, y tómese una píldora grande como una semilla de yayuba con el estómago vacío e impedirá la preñez para siempre”. Por su parte, la religión islámica apostó a la fuerza de voluntad al no oponerse al coitus interruptus.

MISTER CONDON
La primera descripción del condón aparece en la obra del italiano Falopio, en 1564. Su idea fue proteger contra la sífilis, aunque hay distintas opiniones sobre el origen de las vainas (preservativos) de lino que usó. Incluso se discute el origen de la palabra “condón”: una teoría le da etimología latina por condus, receptáculo; otra apoya el nombre del inventor, el señor Condom o Contón, un cortesano de Carlos II de España. En 1870 aparece el primer preservativo de caucho que reemplaza a los de tripa animal seca, pese a su escasa practicidad y dudosa calidad. El látex viene a solucionar el problema, en 1930.

La idea del diafragma también parece remontarse a la antigüedad. El legendario Casanova, en el siglo XVIII, fue un gran defensor de la anticoncepción. Además de usar el “capote inglés” (condón), recomendaba colocar, en el fondo de la vagina, la mitad de un limón exprimido cuyo jugo ayudaría como espermicida. En 1882, un médico alemán, el doctor C. Hasse, creó el diafragma, un aro con una cubierta de goma que se ajusta al cuello del útero.

En 1920, Kysaky Ogino y Knauss lanzaron la teoría moderna del período estéril, un método que fue autorizado por la Iglesia Católica porque indica la abstinencia en el lapso fértil del mes.

La historia de los dispositivos intrauterinos (DIU) es muy antigua, tanto que el médico Hipócrates fue uno de sus precursores. Ya en el antiguo Egipto algunas mujeres adineradas, como Cleopatra, utilizaban pesarios. La reina usaba una esfera de oro de 18 mm de diámetro que se insertaba en la vagina antes del coito para impedir el paso del semen. El primer DIU médicamente aceptado, el Asa de Lippes, se difundió recién en 1962.

AMORES DIFICILES
Por razones económicas, de espacio, de tiempo, tener muchos hijos fue –y es– dificultoso para la gran mayoría. Y para las mujeres, que por razones biológicas son las que ponen el cuerpo, en el pasado fue una cuestión de vida o muerte. El conocimiento de las parteras era elemental; ante una simple mala posición del feto abandonaban a su suerte a la mujer y su vástago. Si se considera que a los inconvenientes prácticos se sumaba el temor fundado al parto y al aborto, no es de extrañar que ya en esa antigüedad temprana la voluntad de controlar la concepción se viera acicateada al máximo.

El estudio de los métodos usados sería en muchos casos risible si los resultados no fueran tan trágicos. El padecimiento femenino, derivado de prácticas sin fundamento, se presenta a cada paso. En el Imperio Romano, la expectativa de vida de la mujer era de veinte a treinta años. Entre un 20 y 25 por ciento moría antes de los cinco. Se casaban a los doce o al menos siempre antes de los dieciocho, y sabían que el parto podía ser fatal, el primero o los siguientes.

Aristóteles cuenta que, después de los tres hijos, “las mujeres pierden su gusto por el amor”, y que las mujeres se ponían viejas antes que los hombres debido a los embarazos. Por suerte, mucha agua y muchas píldoras han corrido desde entonces.