sábado, 29 de diciembre de 2007

Feliz 2008

"El arte nos permite ver el horror sin bajar los ojos. Porque la belleza con que nos lo muestra nos ayuda a asumirlo, a conocerlo y nos da fuerzas para indignarnos, conmovernos, sacar nuestras conclusiones y decidir nuestras acciones. El arte no cambia las condiciones materiales de nuestra vida, pero toca profundamente nuestro sentir, nuestro espíritu. Por eso lo necesitamos tanto como necesitamos el pan. Porque sin arte, una nación muere de aburrimiento, de amnesia y de fealdad".
César Brie

¡Feliz 2008!

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Rock documental, nace una nueva generación

Rock documental, nace una nueva generación

Cuatro films que ponen el ojo en el géneromarcan una tendencia desde la independencia, el humor, la arrogancia y el análisis sociocultural

Miércoles 26 de diciembre de 2007 |



El rock argentino se documenta y, como indica el manual del género, lo hace a su manera. Ciento por ciento independiente, a los tumbos, ciego de vanidad y arrogancia, con los pies en los márgenes y el espíritu aventurero intacto. Mundo tributo , La patria stone , Luca y Gratis son las cuatro óperas primas que por estos días ofrecen una fresca y desprejuiciada mirada documental sobre el rock y sus tribus y que, en la búsqueda de nuevas formas y lugares para difusión, lejos del circuito tradicional, encuentran también rasgos de identidad y pertenencia.

Escenas del mundo bizarro

Freddie Mercury pasea por la Bristol y Gene Simmons se afeita, se peina y se maquilla ante la mirada incrédula de doña Teresa, una madre ama de casa de San Telmo. El dúo Roxette repasa sus viejos hits en un pub de Flores, Pink Floyd monta su espectáculo en la Plaza de Mayo y los Beatles... bueno, los Beatles, ¿cómo decirlo?, están ahí, los cuatro, con sus bigotes a la Sargento Pimienta, moviendo sus flequillos en un local de la calle Corrientes. El mundo está loco loco loco y Mundo tributo , el documental que retrata el fenómeno de las bandas homenaje en la Argentina, resulta tan delirante y bizarro como sus protagonistas.

Dirigido y editado por Adrián Fares y Leo Rosales, producido por Corso y con música original de Fernando Kabusacki, el film se estrenó este año en salas alternativas como la de la Alianza Francesa y tuvo su presentación semioficial en el Festival Internacional de Cine Independiente de Mar del Plata (Marfici).

"La película fue hecha de forma totalmente independiente con un equipo de cuatro personas, entre ellas nosotros dos, los directores -cuenta Fares-. Fue un trabajo de tiempo completo por el que dejamos cualquier otra actividad durante casi un año, porque en nuestro país no existen productores de cine (esos que ponen la plata para estrenar una película porque está buena ) ni nada parecido y todo se complica un poco más."

Influenciado por un clásico del documental ficticio como This is Spinal Tap y "con el espíritu de películas de Richard Linklater, Martin Scorsese y Federico Fellini", Mundo tributo documenta una escena de lo más peculiar y retrata a un puñado de músicos que se apropian con hidalguía -algunos con más, otros con menos- de la fama ajena. "Primero pensamos en hacer una ficción, pero encarar la película como un documental nos permitió inspirarnos con lo que surgía en el momento y filtrarlo con nuestras influencias y gustos cinematográficos. A la vez, nos pareció un tema muy cinematográfico, porque eran personas que se metían en personajes y queríamos rastrear el límite de la transformación", concluye Fares.

La patria "rollinguista"

"Grabamos no sólo en el conurbano, sino también en Las Salinas, en Bariloche, en el Norte y en el Sur, porque la idea era mostrar que hay «rollingas» hasta en Purmamarca -asegura la periodista María Julia Oliván, ex conductora de La liga , que experimenta por primera vez en el mundo cinematográfico con La patria stone -. Tiene cierto costado sociológico, ya que busca retratar lo tribal de lo argentino y qué tiene de especial esa tribu para que se sostenga a lo largo de varias generaciones: el lenguaje, el look, la herencia musical."

Todavía en edición, y con la convicción de estrenar a mediados de 2008, el documental escrito y dirigido por Oliván también incluye imágenes registradas en Londres, en la casa donde nació Mick Jagger, y entrevistas con amigos de la infancia de los Rolling Stones, además de los testimonios de músicos de "bandas stone" y sus referentes locales: Andrés Ciro Martínez, de Los Piojos; Juanse, de Ratones Paranoicos; Pity, de Intoxicados, y Toti, de Jóvenes Pordioseros. "La Argentina es un país muy rockero, un país productor y consumidor de rock por excelencia. Me conmovió ver el esfuerzo que hacen los chicos para comprarse un amplificador, una guitarra... ahí dejan la vida, y eso es también algo muy nuestro", dice la periodista, que, por último, confiesa: "Espero que salga una película y no un programa de TV para cine".

Senderos alternativos

A veinte años de su muerte, Luca Prodan cuenta en primera persona su vida pre-Sumo en el documental dirigido por Rodrigo Espina, un viejo amigo del cantante pelado que dejó una huella indeleble en la escena rockera del país. "Siempre se habló de que el rock y el cine juntos no podían funcionar -asegura Espina, que tardó poco más de dos décadas en ver su proyecto hecho realidad-, pero teníamos la sensación de que eso no era cierto y que con esta película había que salir a buscar al público y no llevarla al circuito tradicional del cine: nos parecía que no era una película para que tuviera cinco funciones diarias en las pantallas de los shoppings. Ese no era el espíritu. Sentíamos que había que ir por otro camino y tratar de que se vinculara con el circuito natural del público de rock. Por eso se nos ocurrió que lo mejor era ir ciudad por ciudad, provincia por provincia, en una especie de gira rockera, como cuando sale un grupo por el interior."

La película de Luca -que también en un primer momento se había pensado como una ficción y terminó dentro del género documental- desembarcará el año próximo en DVD, donde, según el director, "podremos descargar buena parte de las 150 horas que tenemos filmadas y que lamentablemente tuvimos que cortar. El material tiene un valor documental realmente sorprendente y la edición en DVD será un poco como la revancha del director: ¡voy a poner todo lo que pueda!"

En la búsqueda de senderos al costado del camino, Gratis , "el rockumental" que registra el antes, durante y después de un concierto gratuito de Babasónicos, Leonardo Damario, director del film, se topó con la idea de "colgarlo" en Internet para que cualquiera pueda bajarlo gratuitamente, acorde con el título y el espíritu de aquel show montado por Adrián Dárgelos y compañía, en julio de este año, en Pampa y Figueroa Alcorta.

"Cada canción no está tratada como videoclip o un show para televisión, donde se ven todos los músicos de la banda y el escenario. Esto es más caótico por el punto de vista de los personajes, y la voz de Dárgelos guía el relato", dice Damario, y explica por qué Gratis es gratis: "Babasónicos, el delirio, el rock, la creación y lo que sean ellos no se puede comprar, por eso está buenísimo que se extreme a tal punto la tesis de la obra, que se termine descargando gratuitamente online".

Por Sebastián Ramos
De la Redacción de LA NACION

Afiches seductores

Mundo tributo y La patria stone ya tienen sus llamativos, coloridos y seductores afiches (arriba), acorde con el público al que están dirigidos ambos documentales. "La bota del afiche es de uno de los chicos de Kissmanía, la banda tributo a Kiss con la que más nos divertimos mientras filmábamos -revela Fares-. Con esos trajes, tipo espaciales, los músicos apenas si pueden moverse."

domingo, 23 de diciembre de 2007

“La guerra contra las drogas ha fracasado”

“La guerra contra las drogas ha fracasado”

No hay un modelo global para la lucha contra el narcotráfico, cada país debe buscar su propia respuesta, dice este sociólogo peruano, analista internacional en asuntos de drogas y seguridad. En esta entrevista, se pronuncia a favor de “un proceso progresivo” para modificar los paradigmas de la penalización.

Por Mariana Carbajal


Ricardo Soberón Garrido es un reconocido analista internacional en asuntos de drogas y seguridad. Profesor de la Universidad de Lima, este peruano experto en geopolítica regional del narcotráfico explica en detalle por qué está convencido de que la actual política represiva contra el comercio ilegal de estupefacientes es un verdadero fracaso. “Nuestras democracias y nuestras instituciones, además, se han deteriorado como consecuencia de esta política represiva. La pregunta es qué va a pasar cuando nos empiece a afectar a los que vivimos en las ciudades y observemos que estos sectores vinculados al narcotráfico comienzan a apropiarse de los espacios públicos de una manera no controlada”, advierte en una entrevista con Página/12, durante una visita a Buenos Aires. “No hay un problema mundial de drogas: hay problemas nacionales que deben ser respondidos en términos nacionales porque uno de los trucos sobre los cuales se ha basado el sistema internacional ha sido hacernos pensar que el problema es global, que la respuesta es global, y que nadie puede poner en tela de juicio ese paradigma internacional”, agrega el especialista. Consultado sobre el enfrentamiento entre narcos de origen peruano en el Bajo Flores, Soberón Garrido no duda: “Son resultados evidentes y eficientes del libre comercio de bienes y de servicios que promueve el Consenso de Washington y el modelo neoliberal. En este caso ha sido aprovechado por connacionales míos que han visto una ventana de oportunidades para insertarse en un mercado altamente rentable como el argentino. (Han descubierto) que en esta ciudad hay mucha población con capacidad de poder desarrollar conductas adictivas alrededor de una u otra sustancia”.

Soberón Garrido vino a la Argentina invitado por la Asociación Civil Intercambios, una ONG que desde hace 12 años trabaja para el estudio y la atención de los problemas relacionados con las drogas.

–¿Por qué sostiene que fracasó la política represiva para combatir el narcotráfico?

–El dato de la realidad más evidente es que en el caso de la cocaína en el país mayor consumidor del mundo, que es Estados Unidos, no se aumentó el precio, que era el objetivo fundamental. Todo lo contrario, se ha hecho cada vez más accesible a la población. Un kilo de cocaína se mantiene en un rango de unos 50 mil dólares en el estado de Florida: mientras antes un gramo de cocaína se podía encontrar a 40 o 50 dólares, ahora se puede obtener a 20 o 30 dólares. Ese es un primer factor que indica que los 20 años de interdicción no lograron afectar el precio sino que lo bajaron. En segundo lugar, de acuerdo con el National Institute of Drug Abuse de Estados Unidos, la calidad de la cocaína ha aumentado. Es decir, lejos de convencer a los usuarios de que deben dejarla porque por su calidad es perjudicial para la salud, ha mostrado que los niveles de pureza son mayores. Y en tercer lugar, a pesar de los enormes esfuerzos financieros, la cocaína está más disponible para la gente en términos de cantidad: hoy los riesgos que corre una persona para conseguir su gramo de cocaína son menores que antes.

–¿En Estados Unidos o en cualquier lugar?

–Hablamos del principal país consumidor, pero lo que ocurre en términos genéricos en Estados Unidos también ocurre en cualquiera de nuestras ciudades. Le puedo hablar de Lima, donde un gramo de cocaína costaba 25 a 30 soles y hoy cuesta 10 a 15 soles. Y estoy seguro de que vamos a encontrar esa misma situación en otras ciudades. Por tanto, el principal indicador de resultados nos demuestra que la política represiva contra el narcotráfico ha fracasado. Si eso lo llevamos al tema de los daños colaterales que las políticas han tenido, vamos a ver que nuestras democracias y nuestras instituciones se han deteriorado como consecuencia de esta política represiva. Pensemos en la corrupción que involucra. Además, la guerra contra las drogas tal como la pensó el señor Nixon en su momento en los años ’72 y ’73 y tal como la piensa el señor Bush, está siendo absolutamente funcional a todos aquellos intereses que desde el Departamento de Estado o el Departamento de Defensa de Estados Unidos se tienen para seguir la guerra contra las drogas en la región andina amazónica. Algunos ejemplos: instrumentos muy puntuales como el Plan Colombia I, Plan Colombia II, Plan Puebla Panamá, Plan México, Iniciativa Regional Andina y otros instrumentos de política internacional. Ninguno de ellos ha logrado reducir la calidad, la disponibilidad y la cantidad de droga, y aumentar el precio de la cocaína. Eso lo señalan los organismos legítimamente considerados para poder hablar de este tema. Veinte años de aplicación de estos instrumentos y sí han conseguido otras cosas. Por ejemplo: han podido lograr la conformación de una liga de seguridad militar alrededor de Colombia a propósito del conflicto armado en ese país; han logrado reconstruir el tema de las amenazas a la seguridad hemisférica para pasar del problema puntual y concreto que significaban las FARC, Sendero Luminoso o cualquier movimiento irregular, subversivo o terrorista, como quieran llamarle, para poder incorporar nuevas amenazas que van más allá del narcotráfico: nacionalismos, movimientos indigenistas, movimientos radicales, están incorporados dentro de las nuevas visiones y programas de reforzamiento de la seguridad hemisférica, particularmente muchos de nuestros ejércitos y organismos de seguridad trabajan con esos esquemas, y en ese sentido la guerra contra las drogas ha sido sumamente incierta. El problema está en que los que hacen las políticas nos pretenden hacer pensar que el giro que planteamos es necesariamente la legalización o la liberalización de las drogas.

–¿Y hacia dónde debe ir el giro?

–Hacia permitir que los países adopten sus propias prioridades. Allí donde deban aumentar los precios, aumentarán los precios; allí donde deban reprimir selectivamente, reprimirán selectivamente; allí donde deban liberalizar el consumo y penalizar alguna droga, que lo hagan. No hay un problema mundial de drogas: hay problemas nacionales que deben ser respondidos en términos nacionales porque uno de los trucos sobre los cuales se ha basado el sistema internacional ha sido hacernos pensar que el problema es global, que la respuesta es global, y que nadie puede poner en tela de juicio ese paradigma internacional.

–¿Por qué desde los organismos internacionales no se reconoce que esta política ha fracasado o al menos no ha dado los resultados esperados?

–El lenguaje de la diplomacia es muy sutil para poder decir las cosas y obviamente Naciones Unidas y muchas de sus instancias dependen de la cooperación internacional, particularmente de los Estados Unidos. Es el caso de la OMS, de la Unesco, de varias organizaciones. Si sus funcionarios no reproducen ese discurso corren serio peligro de ver cortados sus presupuestos.

–¿A quién le interesa mantener este esquema represivo?

–Fundamentalmente a sectores del aparato empresarial y militar de los Estados Unidos. En el terreno empresarial obviamente los laboratorios farmacéuticos internacionales que pretenden seguir manteniendo el monopolio del control de las situaciones de neurosis, de psicosis, de distinto tipo de patologías a partir de sus propios medicamentos y no permitir que la gente tenga salidas más naturales. En el terreno militar estamos evidenciando un proceso de privatización de la guerra, particularmente en América latina. Organizaciones y agencias de seguridad y de orden público del aparato tecnológico militar de Estados Unidos están interesadas en alimentar a las fuerzas armadas y policiales de nuestros países, y a sus servicios de inteligencia para poder encomendarles nuevas misiones, entre otras, el control del narcotráfico, el seguimiento y monitoreo de vuelos sospechosos, de embarcaciones sospechosas, la devolución de migrantes, etc. Hay también otros actores ideológicamente interesados, en algunos casos podemos hablar de sectores de la Iglesia Católica, muy conservadores, que son incapaces de aceptar fórmulas muy individuales de alteración de la conciencia. También del partido conservador norteamericano y de movimientos de apoyo a esas posiciones que hacen lobby dentro del Congreso.

–¿Cómo analiza los vínculos entre el narcotráfico y el terrorismo en Latinoamérica?

–Al compartir enemigos, escenarios geográficos, target sociales, ambos fenómenos adoptan decisiones compartidas para poder usufructuar mutuamente de ciertos beneficios. Eso pasó en Perú, en Colombia, en los Balcanes y en Medio Oriente. Pero no puede llevar a la terrible confusión de asemejar a dos fenómenos que tienen causalidades completamente distintas: una, el narcotráfico, un terreno estrictamente capitalista de oferta y demanda; otro, el terrorismo, obedece a criterios distintos de entendimiento del mundo. Ese es un terrible error de distorsión. Sin duda es otro elemento que ha sido funcional por parte de esta guerra contra las drogas, es que por primera vez se logró el consenso internacional para armonizar la ecuación: narcotráfico igual a terrorismo. Porque eso no es nuevo ni es solamente posterior al 11 de septiembre de 2001. Los intentos por tratar de vincular narcotráfico con terrorismo vienen de la década del ’70 y, sin embargo, había mucha resistencia de carácter académico, político, operativo, para poder hacer este equilibrio. Hoy por hoy, drogas es igual a terrorismo a todo nivel. Imagínese que la oficina más importante de Naciones Unidas era el Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalización Internacional de Drogas” (Undcp, por su sigla en inglés) y ahora es la Oficina de Drogas y Crimen de las Naciones Unidas, donde la palabra “crimen” se refiere fundamentalmente a delitos sobre drogas y delitos por terrorismo. Y más allá de eso, en las calles hoy por hoy se empiezan a criminalizar conductas sociales que tienen que ver con reacciones críticas frente a las políticas de drogas. Por lo menos en mi país, se aprobó un proyecto por el cual cualquier oposición social a las acciones de erradicación compulsiva de hoja de coca son criminalizables con penas de entre 8 y 12 años. Obviamente no podemos caer en la ingenuidad de decir que no hay situaciones de alianza y relaciones. Y de hecho, de eso se trata, de tener la habilidad como gobernantes para poder dictar políticas sensatas para poder abordar esa convergencia entre el narcotráfico y lo que corresponda al terrorismo. El punto de vista fundamental es señalar que son dos fenómenos social y económicamente totalmente distintos. El tráfico de drogas es un fenómeno que responde a una lógica empresarial como cualquier otra, a nivel local, regional, hemisférico, global. El narcotraficante va a aprovechar de la mejor manera posible los mecanismos de integración, las zonas francas, las redes hidroviales, y cualquier otro instrumento que esté diseñado para promover el comercio regional. Mas aún, la Comunidad Andina puede fracasar, el Mercosur puede fracasar, las relaciones entre ambas institucionalidades pueden fracasar, pero el narcotráfico ha sabido responder de la mejor manera posible en ese escenario. Por que si no qué explica, entre otros factores, a partir de 2000 este boom de la aparición y presencia de la pasta base de cocaína y del clorohidrato de cocaína en las ciudades como Buenos Aires, Río y San Pablo, procedentes de Bolivia o de Perú. El narcotráfico, en ese contexto, ha sabido responder comercialmente. Acabo de estar en la triple frontera entre Brasil, Perú y Colombia. El río Amazonas es un eje fluvial fundamental para la salida de la cocaína para Manaos y Belem do Pará. Y de retorno, esas mismas embarcaciones traen las armas y los precursores para las FARC y los grupos de traficantes, y esto es sostenido por gente de la policía federal brasileña.

–¿Han cambiado las estructuras de los carteles de la droga?

–Sí, observamos un cambio en las estructuras criminales que no se había visto con anterioridad. Antes estábamos acostumbrados a los carteles colombianos, Medellín, Cali, los carteles mexicanos, Golfo, Juárez, Sonora, etc., las yacuzas, las tríadas, es decir, compuestos piramidales ocultos claramente identificados y una vez identificados, claramente desmontados. Los cambios que estamos observando ahora señalan con claridad que el narcotráfico responde a esta lógica de represión al crimen organizado: segmentación, tercerización. Aquel que se acerca más al dinero de la droga, se aleja más de las drogas, de modo que el material probatorio con el que un juez, o un policía o un fiscal puedan tener como para procesar a una persona de alto vuelo, ya es mucho más difícil. Entonces, es claro que el narcotráfico en estos diez años ha logrado mimetizarse, responder a estas nuevas estrategias, y por lo tanto, lo que estamos evidenciando es que los sistemas nacionales de represión están apuntando mal, están gastando plata y están generando problemas sociales que hasta ahora son casi solamente perceptibles en cárceles o en algunos barrios de algunas de nuestras ciudades. La pregunta es qué va a suceder cuando en nuestras ciudades esto comience realmente a afectar a aquellos que hacen las políticas, o a aquellos que realmente deseamos vivir en democracia, tener ciertas costumbres, ciertos usos, y observemos que estos sectores empiezan a apropiarse de los espacios públicos de una manera no controlada. Es curioso, pero por el caso de Colombia y de Perú, los que tuvimos la oportunidad de evidenciar la vinculación entre narcotráfico, corrupción y poder político, a las más altas cotas del poder, vimos que cualquier acción del Estado es absolutamente inútil para abordar los problemas que están detrás del narcotráfico.

–¿Qué consecuencias sobre el espacio público puede traer este tipo de políticas represivas en el terreno de las drogas ilegales?

–Una, la reducción de los espacios de convivencia y de ejercicios de derechos. Cada vez se piensa más en el establecimiento de normas de interceptación telefónica, en el aumento de los casos de flagrancia para poder detener a las personas sin mandato judicial, en incrementar los controles administrativos aduaneros y migratorios para impedir el libre tránsito de las personas; en penetrar intrusivamente en los espacios de la libre intimidad de las personas, por ejemplo, en el ámbito del trabajo para poder determinar si una persona ha consumido una determinada sustancia. Si uno toma en consideración todos estos distintos mecanismos que existen, nos encontramos con que el individuo, el hombre de la calle, cada vez va a encontrar menores espacios de ejercicio de derechos, mayores posibilidades de ser amenazado por este Big Bro-ther que es el Estado, que curiosamente se reduce en determinados ámbitos pero aumenta su capacidad de acción alimentado además por instrumentos tecnológicos que permiten saber hoy en día qué hace o qué no hace una persona hasta dentro de su intimidad personal. Ese es un resultado muy puntual y concreto.

–¿La respuesta debe ser la misma para distintos tipos de drogas?

–Para ser realista, cualquier cambio debe ser progresivo y paulatino. No va a haber cambios de paradigmas totales. Estoy a favor de un proceso progresivo de desmantelamiento del programa penal que se basa en la separación de lo legal y lo ilegal porque eso es una distorsión, es un error. Hay que reformular ese concepto para hablar más que de sustancias, de usos. Habrá usos posibles, usos aceptables, usos problemáticos, usos socialmente no aceptables, usos potencialmente peligrosos. Ese me parece un nuevo criterio para poder empezar a trabajar.

–¿Se debería empezar con la despenalización de la tenencia de marihuana para consumo personal?

–Es lo más inmediato. Lo que menos resistencia debe de ofrecer a la luz de la evidencia estadística. Pero en definitiva yo no me puedo quedar solamente con una planta. No es posible que el sistema represivo criminalice plantas. No corresponde.

–¿Cómo ve la guerra desatada en el Bajo Flores por la venta de drogas, en la que se involucra a una banda liderada por peruanos?

–Son resultados evidentes y eficientes del libre comercio de bienes y de servicios que promueve el Consenso de Washington y el modelo neoliberal. En este caso ha sido aprovechado por connacionales míos que han visto una ventana de oportunidades para insertarse en un mercado altamente rentable como el argentino, pero que sin duda no debe llevar a la equivocación de pensar ergo, todo peruano puede ser un potencial traficante o que todo traficante es peruano. Sino que ese nicho y esa ventana de oportunidades de esa cadena productiva pueden ser utilizadas por cualquiera que en su momento determine y descubra que en esta ciudad hay mucha población con capacidad de poder desarrollar conductas adictivas alrededor de una u otra sustancia.

–¿Por qué cree que se extiende en forma exponencial el consumo de paco o de pasta base de cocaína?

–Creo que es inversamente proporcional a las carencias con las que se enfrenta la población joven de los sectores más excluidos de nuestra sociedad. Y no me refiero solo a la de Argentina. La empresa del narcotráfico ha encontrado en el paco la droga más barata disponible y accesible para poder sacar de este mundo frustrante a esta población joven y engancharla de una manera empresarialmente muy funcional. Se sabe que a la segunda semana de consumo ya voy a tener enganchada de modo irreversible a esa persona, por tanto eso facilita enormemente las tareas de marketing y de publicidad para la droga: puedo regalar algo de droga a muchachos que terminan de jugar un picadito de fútbol, de manera que puedan celebrar; sé que de esos diez o doce que han jugado, al menos dos van a volver luego para poder engancharse con el paco. Esa es una de las ventajas enormes y graves que tiene este tipo de derivados de la hoja de coca. De eso se han dado cuenta los empresarios del narcotráfico.

–¿Qué respuesta considera que debería dar la Argentina a la problemática de las drogas ilegales?

–Encuentro una ventana de oportunidades por las distintas respuestas positivas que he encontrado a nivel local, provincial y federal. Disposición y voluntad para poder revisar lo andado y poder generar nuevos paradigmas. Yo vengo de un país donde un debate distinto no es posible, los medios me lo evitan, en el Perú no estoy en condiciones de publicar artículos de lo que estamos hablando. Es un “non issue”. En Perú el paradigma es ese: continuar haciendo lo mismo porque es lo mismo que funciona. Para ellos los indicadores de gestión son “droga secuestrada”, “bandas desmanteladas”. Pero no se dan cuenta de los problemas de consumo, marginación, exclusión y violencia que generan las políticas represivas sobre drogas. En ese sentido soy medianamente optimista del nivel de debate que observo en la Argentina. Le soy sincero.

–¿Cómo analiza la región latinoamericana?

–A nivel político encuentro un tablero de ajedrez muy interesante: una ficha blanca, una negra, “una blanca, una negra”, eso es lo que vemos en los trece países de la región. En el terreno de la carpeta de drogas observamos que los mayores discursos alternativos y progresistas que hay se dan en el Cono Sur; en desmedro de lo que ocurre fuera de Brasil, Uruguay y Argentina, en donde el patrón sigue siendo insistir en las reglas de lo mismo. Eso me parece sintomático porque son dos mapas distintos: el político y el de drogas, y muestran resultados distintos.

–¿Se refiere a que Cuba y Venezuela coinciden con el paradigma de Estados Unidos?

–Sin duda. Lo más curioso y contradictorio es que los dos países formalmente acusados en lo político a romper el Consenso de Washington, Cuba y Venezuela, en el terreno de drogas conservan discursos altamente represivos. Y las capacidades para poder repensar el problema alrededor se reducen a la mínima expresión. Recuerdo alguna vez haber hablado con una consejera política de la embajada de Cuba en Perú y le planteaba la urgente necesidad de adecuar el discurso antiimperialista, de reinvindicar lo latinoamericano y ponerlo en la autopista de la drogas para repensar el problema. Me dijo: “Sin haber hecho eso tenemos el embargo desde hace 40 años, tú qué crees que vaya a pasar si los gobernantes de mi país plantean un nuevo paradigma de drogas. Prácticamente nos pondrían en el paredón”. Y algo similar me ha pasado en el último viaje a Caracas: tratar de incorporar la problemática de las drogas en el socialismo del siglo XXI, es prácticamente imposible o está ausente del debate. Ahí hay un reto enorme.

sábado, 22 de diciembre de 2007

10 Preguntas para el futuro próximo

Mañana es hoy. O al menos eso es lo que se desprende de los diez artículos —sobre geopolítica, sociedad, bioética, urbanismo, educación, arte, tecnología y literatura—, especialmente escritos para este número especial, en el cual diez expertos plantean problemas, de los que todo el mundo estará hablando en los próximos meses.






--------------------------------------------------------------------------------
Jorge Fondebrider.
cultural@clarin.com


En 1973, el director de cine Richard Fleischer adaptó Soylent Green, una novela de ciencia ficción de Harry Harrison, para realizar un filme protagonizado por Charlton Heston y Edward G. Robinson. La trama, que transcurre en 2022, está ambientada en Nueva York, ciudad cuya población ha crecido hasta los 40 millones de habitantes. Para paliar el hambre, las autoridades reparten un nuevo alimento sintético, el soylent green, que despierta las sospechas del policía Thorn y del viejo Roth, un superviviente de otra época. Sin revelar el final, puede afirmarse que la película plantea una pesadilla que, a la luz de nuestro presente —y de muchos de los agoreros informes que vemos en la televisión y leemos a diario— no parece del todo imposible.
Entre nosotros, el filme se llamó Cuando el destino nos alcance y quizá la pertinencia del título sirva para plantearnos una serie de preguntas referidas a nuestro futuro inmediato. De eso, justamente, trata este número especial.

El filósofo Pierre Hassner analiza la progresiva ola antinorteamericana y las inmediatas consecuencias geopolíticas de ésta. Por su parte, Hamurabi Noufouri se ocupa de desmenuzar la idea de multiculturalismo y, paradójicamente, los prejuicios que conlleva el concepto. Luego, el sociólogo Néstor García Canclini señala que el conocimiento no necesariamente se opone a la información, ni el placer a la sabiduría, anunciando para 2008 una avalancha de cambios, que van desde la digitalización universal de la TV hasta la concentración en paquetes de TV, Internet y música, en paralelo con la concentración de empresas. Por su parte, Horacio González, reflexiona sobre el autor de blogs como heredero del lector que escribía a los diarios, pero observa que no tiene cedazo alguno y compara la proliferación de opiniones "libres" con una "disentiría" literaria que ya pasará. Mientras tanto, el filósofo Eduardo Rivera López plantea una serie de problemas ahora cotidianos, vinculados a la bioética. La bióloga Silvia Matteucci expone los problemas inmediatos de las ciudades contemporáneas y ofrece algunas posibles soluciones a los mismos. Inés Dussel, en cambio, se ocupa de la escuela como institución. Asimismo la galerista Florencia Braga Menéndez apunta a la banalización del arte y a su alianza espuria con el capitalismo. Damián Damore se ocupa del futuro de la TV, ya sea desde el universo de la técnica como desde el punto de vista de los contenidos. Cierra el novelista y crítico Carlos Gamerro, aclara que no es lo mismo la literatura que el soporte en que ésta se ofrece a los lectores. Y el futuro ya llegó.

Occidentales, cristianos y moderados

Occidentales, cristianos y moderados


Por Osvaldo Bayer

El capitalismo y las democracias parlamentarias lo iban a solucionar todo. Este optimismo interesado se pronunciaba con voz grave en la década del cincuenta. Estoy en Alemania, en la que he residido en varias oportunidades justamente desde esa década. La regla era aquello de la “libertad de competencia”. El ansia de ganancia nos llevaría al progreso porque así todos debían dar lo mejor de sí si querían llevar una vida cómoda. Es decir, en otras palabras, el progreso venía si se luchaba por más poder. Y a eso está llegando el primer mundo. Están los que cada vez tienen más poder al poseer más dinero, pero también los que se van quedando al margen, a pesar de la advertencia de los que pregonan una repartición justa y viven con la humildad que enseña la sabiduría.

Las últimas estadísticas demuestran a lo que se ha llegado en Alemania, sin duda alguna el país capitalista mejor organizado. Comencemos por lo que ganan los ejecutivos de las grandes empresas germanas. (Hagamos la aclaración que ganan menos que los ejecutivos de las empresas norteamericanas y de muchas británicas y francesas.) Son cifras tan descabelladas que cabe la pregunta: ¿qué hacen con tanto dinero? Estos son los datos oficiales: Harry Roels, el titular de la firma energética RWE ganó en el 2006, 16.560.000 euros de sueldo. Josef Ackermann, presidente del Deutsche Bank (Banco Alemán), 13.210.000 de euros en el 2006 y 11,9 millones, en el 2005. Dieter Zetsche, titular de Daimler-Chrysler; 5,09 millones. Ulrich Lehner, de Henkel, 6,10 millones; Wolfgang Mayrhuber, de Lufthansa, 4,62 millones. Jürgen Hambrecht, de BAFS, 6,06 millones; Reithofer, de BMW, 2,8 millones; Werner Wenning, de Bayer, 3,47 millones; Bernd Pietschrieder, de Volkswagen, 3,53 millones; Klaus Kleinfeld, de Siemens, 3,62 millones (2006) y 3,27 millones (2005); Herbert Hainer, de Adidas, 3,79 millones (2006) y 4,17 millones,(2005); y sigue la larga lista.

Una verdadera afrenta en un país que tuvo a grandes pensadores de la Etica y que lleva a sus espaldas la infame experiencia de las guerras, de las cuales debería haber aprendido. Porque la primera pregunta que se hicieron todos los que leyeron estas estadísticas oficiales fue: ¿y qué hacen con tanto dinero?, porque ya si ganaran “apenas” un millón de euros por año no sabrían dónde gastar esas enormes sumas. Ya con un sueldo de treinta mil euros, es decir, 360.000 al año podrían permitirse residencias y los mejores autos, más viajes turísticos, etc., etc. ¿A dónde van a parar esas verdaderas grandes fortunas anuales? Compran propiedades y acciones en todas partes y ahora, la última, está de moda comprarse una estancia en la Patagonia. Total es fácil quitárselas a “los indios”. Todo muy parecido al caso de los jeques, aquellos que eran –y son– dueños de todo y hasta del destino, la vida y la muerte de las mujeres.

Es el más claro producto de la irracionalidad, porque ante cada nueva propiedad –lugar que tal vez conozcan una sola vez– deben procurarse custodias, cuidadores y representantes. Es, sin duda el ansia de poder, de tener más, de demostrar que se es poderoso, que se es capaz de dar órdenes con apenas un gesto.

Y ahora vamos al otro aspecto de esta sociedad que, como decimos, es el caso de las otras sociedades del denominado primer mundo. Hablemos de la pobreza de los niños. Los niños, que tendrían que ser sagrados para todos los pueblos, sagrados en sus derechos, porque son los que labrarán el futuro del mundo. Pero bien, veamos lo que pasa con los niños en ese país del primer mundo, Alemania, donde los ejecutivos ganan millones por año. Voy a reproducir un trabajo de uno de los que más conocen el tema, Uli Hauser, publicado por Stern. Allí se dice textualmente: “Alemania rica, con niños pobres. Cada sexto niño en Alemania vive hoy bajo el nivel de pobreza. Más de 2,5 millones de niñas y niños no reciben lo necesario para alimentarse, vestirse y tener juguetes. Existe una tendencia que asusta: en Alemania nacen cada vez menos niños. Y al mismo tiempo cada vez más niños caen en la pobreza. El número de los nacimientos se ha reducido de 1.300.000 en 1965, a 680.000, es decir casi a la mitad. Pero el número de niños que son considerados pobres ha subido desde 1965 dieciséis veces”. En números: 16 veces. Y el autor pasa a los detalles: Muchos de ellos van a la escuela sin desayunar y no pueden pagar las excursiones escolares. Y otros tantos tienen pocas esperanzas en un futuro mejor: alrededor de un tercio de los quinceañeros parte de la base que más tarde no van a encontrar ningún trabajo calificado. Este es el resultado del reciente estudio de Unicef, la obra social para niños de Naciones Unidas.

Todo esto viene desde que se redujo la ayuda a los desocupados. Ya en los tiempos de Bismarck, un conservador inteligente, todo desocupado alemán recibía una ayuda con la cual podía vivir en la decencia y criar a sus hijos. Esto fue reducido por una regla que se conoce por Hartz IV, el apellido de un ejecutivo de la Volkswagen que por esas vueltas de la historia ahora está siendo juzgado por un delito económico. Las realidades definen a este señor que se prestó a disminuir esa ayuda que fue siempre tradicional en el Estado alemán. Por ejemplo, por ese plan que se aplica ahora, a cada padre desocupado, si tiene niños, se le da 1,76 euro para material escolar; y 0,86 centavos para juguetes por mes. Con lo primero puede comprar una birome y media, y con 0,86 centavos no puede comprar ni una figurita de chocolatín.

La pregunta es: ¿qué hacen los sindicatos sobre esto? ¿Y las Iglesias? ¿Por qué el papa Ratzinger, que es alemán, no le envía una carta a la primera ministra Merkel, que es demócrata cristiana, remarco: cristiana, para que el ejecutivo Ackermann, presidente del Deutsche Bank, done por lo menos un millón de los 13 que ganó en el 2006, para que los niños pobres de su país puedan comprarse una figurita por mes? ¿O acaso –hablo de Ratzinger– le parece mejor que formen cola para pedirle eso a San Cayetano?

El estudio que hemos mencionado, agrega: “Las entradas de los alemanes más pobres son, desde 1992, en un 13 por ciento menores. No son sólo los desocupados los que reciben menos”, sostiene Bernd Sigellow, fundador del Proyecto de Ayuda infantil “El Arca”.

Lo acaba de decir el propio presidente alemán Horst Köhler, quien en un discurso a fines de noviembre señaló: “En la población reina la sensación comprensible que las entradas de algunos suben mientras las de otros más bien quedan congeladas”. Una forma suave de advertir. Es que el mandatario hizo notar que hay una separación virtual entre las empresas y la población. Y lo dijo: “Se me ocurre que la economía tiene el deber de no crear diferencias. Los consejos empresariales –agregó– tienen que ocuparse que los managers de sus empresas no pierdan el sentido de saber quedar con los pies en la tierra”. Para finalmente señalar: “Necesitamos la cultura de la moderación y del ejemplo por parte de los conductores de nuestras empresas”.

Más que cultura y moderación de los “managers” se necesita en el mundo emplear definitivamente la palabra Justicia. Justicia siempre viene rodeada de conceptos como Solidaridad y Grandeza. Las sociedades tienen que enseñar que un niño con hambre es culpa de cada uno de sus integrantes adultos. No hay disculpas para los “managers” que ganan millones y saben muy bien que en sus sociedades hay niños que no pueden cumplir con sus sueños, y jóvenes que ya no podrán soñar con nada.

¿Y los gobiernos qué hacen? Se basan en aquel principio capitalista que si hay restricciones el capital se va para otro lado. Un concepto inmoral que no respeta en absoluto a la Etica. Por eso, para un mundo sin violencias, comencemos por imprimir nuestro deber ineludible en nuestras conciencias. Que los maestros enseñen en todas las aulas: “Un país donde hay niños con hambre no es una verdadera democracia”. Un país donde hay gente que gana millones de euros o dólares por mes, no es una democracia. Ni humano.

jueves, 20 de diciembre de 2007

II DIA DEL ORGASMO GLOBAL Vuelve un clásico: "hacer el amor, no la guerra"

II DIA DEL ORGASMO GLOBAL
Vuelve un clásico: "hacer el amor, no la guerra"

Llaman a un orgasmo compartido a nivel global para el día 22 de diciembre. El objetivo: ni porno, ni pícaro, sino pacifista y con base científica, formulada por la Universidad de Princeton. J.S.DONNA & PAUL. Hippies viejos, luchando aún por la paz mundial.
1 de 3

Dos viejos preceptos se cruzan para dar por resultado el Día del Orgasmo Global Sincronizado, una apuesta surgida de los norteamericanos Donna Sheehan (77) y Paul Reffell (56), una pareja de pacifistas que, reciclando aquello de "Hacé el amor y no la guerra" y sumándolo a la idea de que "Cuando todos los chinos a la vez salten, el mundo temblará", planean para este sábado la segunda edición de su gran propuesta orgásmica.

¿De qué se trata? La idea es coordinar todos los orgasmos posibles a las 3.08 horas del 22 de diciembre, día del solsticio de verano. La intención es "lograr un cambio positivo en el campo energético de la Tierra mediante el mayor aporte posible de energía biológica, mental y espiritual", contribuyendo a luchar por la paz, contra el calentamiento global y por la justicia social y de género. ¿Cómo? Ejerciendo un cambio en el campo energético de la Tierra mediante la mayor oleada de energía humana posible. Según la declaración de objetivos, "La intención es que los participantes concentren todos sus pensamientos en un sentimiento de paz durante y tras el orgasmo. La combinación de la poderosa energía orgásmica en conjunción con una intención consciente puede tener un efecto mucho mayor que otras meditaciones y oraciones en masa realizadas anteriormente. El objetivo es aportar un volumen tal de energía positiva concentrada al campo energético de la Tierra que reduzca los peligrosos niveles actuales de agresividad y violencia que existen en todo el planeta".

La propuesta tiene base científica, aportada por la Universidad de Princeton, cuyo Proyecto Conciencia Global (Global Consciousness Project), "controla una red de Generadores de Números Aleatorios repartidos por el planeta, que registran los cambios de la aleatoriedad durante acontecimientos mundiales", explicaron Donna y Paul. "Los resultados muestran que la conciencia humana puede tener efectos medibles sobre la materia y la energía durante eventos presenciados por millones de personas, como por ejemplo el 11-S y el tsunami del Océano Índico. También se han podido registrar cambios durante sesiones masivas de meditación u oración. El Campo de Punto-Cero o Campo Cuántico rodea y forma parte de todo lo que hay en el universo. Puede resultar afectado por la conciencia humana, de igual modo que la simple observación de una partícula subatómica cambia el estado de la partícula".

"El orgasmo te da una sensación increíble de paz mientras ocurre y también cuando ya terminó", dijo él. "Tu mente se queda en blanco, como en estado de meditación. Y las meditaciones en masa han logrado cambiar las cosas".

No es la primera vez que lanzan este tipo de apuestas. Antes del éxito de la primera edición del Orgasmo Global (éxito en cuanto a difusión, aunque no tanto en sus consecuencias), Donna había juntado a 50 mujeres en el año 2002 en una playa, todas desnudas y acostadas de tal modo que el conjunto formaba la palabra "Peace". Más tarde, fundaron Baring Witness, un movimiento de protesta sin ropa, activo en diferentes manifiestaciones a lo largo del planeta.

La pareja ha estudiado psicología evolucionista y cree que la guerra es una degeneración surgida de hombres que quieren demostrar su potencial al mejor estilo macho: "mi misil es más grande que el tuyo", explicó Paul.

"Nuestro sueño es que todo el mundo tome parte", dijo Paul. "Y si eso significa que por un ratito dejes de lado tu arma, entonces estaremos todos un poco mejor".

Qué nos hace hermanos

Qué nos hace hermanos

Historia de cuatro hermanos que, habiendo sido internados muy chiquitos en una institución, “habían desarrollado un modo singular de hermandad y nos enseñaron que, pese a las adversidades vividas, se tenían entre sí”.



Por Fabiana Alejandra Isa *

Agustín, cuando tenía 20 días, y sus hermanos de 2, 4 y 6 años, habían sido ubicados en una institución. Su madre vivía en situación de violencia y adicciones; la orden judicial establecía su reubicación en una familia de acogimiento, pero se contaba con una que albergara a los cuatro juntos. Al pasar los días, los primeros signos del deterioro de Agustín y de su hermana Bianca inquietaron al personal de la institución, que pidió colaboración a las familias de la comunidad, pero consiguió sólo dos familias: una para Agustín y otra para Bianca; Juan y Tomás continuaron en la institución. Las dos familias, conscientes de la situación de los niños, procuraban los encuentros entre ellos; se visitaban con frecuencia, y Juan y Tomás salían algunos fines de semana con las familias que cuidaban de sus hermanos.

Por lo menos Agustín y Bianca habían encontrado su lugar, su hueco en el Otro, familias que los cuidaban y reconocían. Pero una nueva decisión judicial estableció que los cuatro hermanos fuesen separados de esas familias, y reubicados “todos juntos” en otra institución más cercana a la madre, que, luego de un año sin verlos, podría estar en condiciones de revincularse con sus hijos.

Sin embargo, Agustín no registraba otra madre que la cuidadora, quien lo había maternado desde los veinte días de vida. Y Bianca no tenía recuerdos en relación a la madre biológica. Juan y Tomás, en cambio, se alegraron con la idea de volver a verla. Pero esa dicha no pudo sostenerse. Tras nueve meses de intentos frustrados con la madre, las autoridades judiciales dieron un paso al costado y consultaron sobre la viabilidad de reubicar nuevamente a los hermanos en una familia, “todos juntos”.

Mi trabajo se centró en tratar de restituirles a los niños el derecho vulnerado de vivir en familia y el de ser escuchados. Las autoridades judiciales argumentaban razones de consanguineidad por las cuales los hermanos debían permanecer juntos, pese a sus diferentes necesidades; exigían la convivencia fraternal como requisito para autorizar el egreso institucional de los niños. Intenté hacerles comprender a las autoridades judiciales que el “todos juntos” con estos niños no podía sostenerse, y que el hecho de conseguirles “una familia” tampoco, ya que las cosas habían cambiado para cada niño y ahora se trataba de situaciones y de necesidades diferentes. Inicié un trabajo para producir la ruptura de esa certeza respecto de lo que entendemos por hermandad, para demostrar cómo había situaciones en que los hermanos podían continuar con su vínculo más allá de la convivencia bajo un mismo techo.

Había muchas formas de vivir esa hermandad, no una sola. Pero había que estar dispuesto a comprenderlas en su diversidad. Nadie iba a quitarles a esos chicos su identidad como hermanos. De hecho, aun viviendo separados, se sabían hermanos y se reconocían como tales. Ellos nos habían enseñado que, pese a las adversidades vividas, se tenían entre sí, y habían inaugurado un modo singular de hermandad: aun viviendo en sitios diferentes, nunca dejaron de frecuentarse y de compartir momentos importantes.

Pero sus situaciones eran diferentes. Tanto Agustín como Bianca reconocían como propias a las familias que los habían cuidado durante un año. Las demandaban, las buscaban, no entendían el porqué de la brusca separación. Para Juan y Tomás la realidad era otra: ellos sí debían encontrar una familia.

Entretanto, las familias que habían cuidado a Agustín y a Bianca tenían prohibido todo acercamiento a los niños. Estaban desgarradas. Decidimos consultarlas sobre la posibilidad de recibirlos nuevamente, incorporando cada una a uno de los restantes hermanos. No dudaron en aceptar. La familia que tenía a Bianca prefirió, por afinidad entre los niños, a Tomás; el matrimonio que cuidaba de Agustín decidió llevarse a Juan.

El reencuentro entre las familias y los niños fue estremecedor. Pero en Agustín volvieron a manifestarse las secuelas de la carencia temprana, repetida en su vida: desconocimiento, falta de recuerdos, indiferencia. Hubo que implementar estrategias para esa situación singular. Invitamos a la familia cuidadora de Agustín a que nos trajera fotos del niño con ellos, juguetes o algún objeto que fuese significativo para él, y así comenzamos un trabajo de historización con el niño y la familia. Primero fue la indiferencia, luego la curiosidad, y finalmente el asombro de verse y reconocerse en esa foto, ese recuerdo evocado por la imagen, y Agustín sonrió.

¿Qué nos hace hermanos? ¿Compartir los mismos padres, convivir bajo un mismo techo? O, mejor, el reconocimiento y la vivencia de mutualidad compartida con ese otro. Entiendo la hermandad/fraternidad como función, no como un presupuesto biológico. El hijo de mi madre no necesariamente es mi hermano, para que se constituya como tal hace falta algo más. La serie “hijos” no necesariamente se anuda con la serie “hermanos”.

Paul-Laurent Assoun (Lecciones psicoanalíticas sobre hermanos y hermanas, ed. Nueva Visión, 2000) sitúa la relación fraternal en tres actos: 1) la prueba de la intrusión; 2) la experiencia de la seducción; 3) la pausa de la reconciliación. Estos operadores teóricos pueden servirnos para definir cuándo estamos frente a un hermano, en término de funciones y de lazo, y cuándo se trata sólo de la filiación biológica.

El primer acto de la relación fraternal está marcado por el acontecimiento intrusivo de la llegada del hermano –prueba de intrusión–, que reordena lugares y asigna nuevas funciones en el complejo familiar. Luego vendrán las experiencias vividas por los hermanos/as, que no sólo han compartido los mismos padres, sino también prácticas sexuales precoces, como el “juego del doctor”, eslabón intermedio entre la investigación y la seducción. Finalmente llegaremos a la reconciliación con el hermano, que expresa la transformación del lazo fraternal a lo largo del tiempo.

Para Assoun, en una relación fraternal deben haber existido esos tres actos: la intrusión, la experiencia compartida y la reconciliación final. Así, la vivencia de hermandad va más allá de lo biológico, que no es requisito para que esos actos se lleven a cabo. Cuando se trata del lazo fraterno, los requisitos son de orden simbólico. Nos hermanan las vivencias compartidas y la historia en común, más que la carga genética que portamos de nuestros padres.

La función socializadora y de soporte que brinda un hermano hace que imprima una marca en nuestra vida psíquica y que se constituya en parte de nuestra novela familiar. A la inversa, el conocimiento tardío de la existencia de un “hermano”, como fruto de otra relación parental, no lo constituye forzosamente en tanto tal, en tanto no ha existido una historia común ni compartida, sino sólo material genético.

Cuando se accede a las vivencias compartidas de sujetos que se reconocen como hermanos, se descubre que no pueden pensarse uno sin el otro, que sus caminos se entrecruzan mutuamente.

Finalmente, vale recordar que una función privilegiada de los hermanos es el mutuo sostén frente a situaciones difíciles, que otorga un marco protector ante lo desconocido y facilita la socialización y el intercambio. En el caso de los niños institucionalizados, ante los drásticos cambios de escenario que muchas veces deben atravesar, el tenerse el uno al otro oficia de referencia y posibilita el armado de una continuidad afectiva indispensable para su vida psíquica. Hay un hermano allí donde hay escenas vividas, recuerdos compartidos, donde se construye un relato en común que nos fraterniza.

* Extractado de “El concepto de hermano en psicoanálisis y su incidencia en el ámbito jurídico”, publicado en Psicoanálisis y el Hospital, Nº 32, “Avatares de la fraternidad”, que acaba de aparecer.

martes, 18 de diciembre de 2007

Las obras de Miró y una magia que trasciende su tiempo

Las obras de Miró y una magia que trasciende su tiempo

Se exhiben más de 60 dibujos y grabados
Miércoles 19 de diciembre de 2007 |

Sobre cartón, sobre lámina de corcho, sobre papel japonés, sobre papel lija. Sobre toda superficie que le permitiera desplegar su creatividad y conocimiento, el artista catalán Joan Miró realizó dibujos y grabados que desde hoy, a las 19, se podrán apreciar en toda su dimensión en el Centro Cultural Borges (Viamonte y San Martín) en la muestra La magia de Miró .

La exposición reúne más de 60 obras que abarcan las décadas del 70 y del 80, pertenecientes a la colección de Alfredo Melgar, conde de Villamonte, quien conoció y fue amigo del artista. Miró nació en Barcelona en 1893 y murió en 1983. En los años 20 entró en contacto con las vanguardias históricas y en 1947 participó en la exposición surrealista organizada por Marcel Duchamp y André Breton.

"Conocí a Miró cuando empecé a dedicarme a la fotografía profesional. Para mí es el gran pintor del siglo XXI. Todavía está por entenderse a fondo su obra", consideró Melgar. En diálogo con LA NACION, el coleccionista compartió el último recuerdo que tiene del artista español: "En 1983, poco antes de morir, Miró ya no podía bajar la escalera de su casa y lo levantábamos de su cama para que pudiera pintar".

"Entonces -recordó Melgar-, cuando tenía el papel en la mano se transformaba en un monstruo con ese trazo, con esa energía que tenía en el brazo y que llevaba a la mano." En Miró, lo monstruoso es su libertad creadora, su sensibilidad poética, su vasto mundo interior, que transformaba la realidad exterior en un universo de colores, líneas y figuras propio.

Nuevas realidades

"Nos acerca a realidades invisibles de un mundo que sólo él es capaz de representar como creador", señaló Marisa Oropesa, curadora de la exposición, en el catálogo de la muestra, que contó con la organización de Montserrat Roca Campillo.

Oropesa indicó, asimismo, que la obra del artista español "está influenciada por las grandes corrientes de su siglo, mezclándose en ella las teorías cubistas con el cromatismo del fauvismo, llegando al automatismo".

Su encuentro con Breton, en 1923, llevó a Miró hacia un mundo surrealista de mujeres, pájaros, seres biomorfos y sueños. Temas que reaparecen en los dibujos y grabados de la exposición con esa estilización característica del estilo de Miró, de la que resulta una línea que por momentos recuerda el trazo infantil, por otros los dibujos rupestres o las caligrafías orientales, de todo lo cual resulta, sin embargo, una obra muy original.

La mirada recorre las tintas sobre papel japonés, especies de salpicaduras que hacen pensar en el cosmos y hasta en el Big Bang; las tintas chinas sobre lámina de corcho que recuerdan a figuraciones rupestres; las litografías Las atalayas , que en la reunión de formas simples de unos pocos colores remiten a asociaciones del mundo real. Es la magia de Miró, que no dejó de observar el mundo que lo rodeaba. Por ejemplo, al realizar el dibujo -que luego se convertiría afiche- con el que se inicia la muestra y que hace alusión a la Guerra Civil Española.

Durante el verano, las padres con sus hijos podrán acercarse para compartir un día con Miró y serán especialmente invitados por el Centro Borges. Para más información llamar al 5555-5359. La muestra permanecerá abierta hasta el 17 de marzo, de lunes a sábados, de 10 a 21, y los domingos, de 12 a 21. La entrada general cuesta $ 13 y los lunes es gratuita. Luego, la muestra será llevada a Rosario.

Por Laura Casanovas
De la Redacción de LA NACION

lunes, 17 de diciembre de 2007

Entrevista al ministro de educación

JUAN CARLOS TEDESCO, MINISTRO DE EDUCACION

“No se le puede pedir a la escuela que resuelva la desigualdad social”
Segundo de Filmus, heredó el timón del sistema educativo y busca recuperar el rol del docente porque piensa que “tenemos algo que transmitirles a los alumnos”. Preocupado por los resultados y las inequidades reales del país, apuesta a reducir diferencias sociales pero advierte que la escuela, sola, no puede resolver ese problema.



“No queremos una ley corset”
“Tenemos todo el verano para trabajar”



Por Nora Veiras

Se mudó apenas unos metros en el primer piso del Palacio Sarmiento, pero el cambio es mucho más que una cuestión de despacho. Juan Carlos Tedesco ascendió de vice de Daniel Filmus a ministro de Educación. Este pedagogo forjado en un discurso de consenso en los foros internacionales de la Unesco tiene ahora la responsabilidad directa de un sistema educativo con más de 12 millones de alumnos y 800 mil docentes. Un sistema en el que los resultados de aprendizaje son más que preocupantes y ponen al desnudo la inequidad también en la distribución del conocimiento. Tedesco apuesta, en línea con el mensaje de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a recuperar el rol del docente. “Tenemos algo que transmitirles a los alumnos, no es todo intercambio”, repite y advierte que “no se le puede pedir a la escuela que resuelva la desigualdad social”. Confía en que a lo largo de cuatro años se logre que los alumnos aprendan más y que la brecha educativa entre los que más y los que menos tienen se acorte.

–Es raro que un ministro de Educación en la Argentina jure sólo por la Patria...

–Es mucho ya jurar por la Patria. Que la Patria te lo demande es una gran responsabilidad.

–¿Y con Dios qué pasa?

–Dios es algo privado para mí. En la función pública prefiero jurar por la Patria.

–La semana pasada se difundió la evaluación internacional PISA que muestra los malos resultados de la educación argentina: los secundarios obtuvieron el puesto 53 sobre 57 países evaluados, el peor en América latina. La inversión en educación aumentó pero los resultados no mejoraron, ¿cómo se revierte esta tendencia?

–Distingamos: la Argentina ha aumentado la inversión en los últimos años, esta prueba se tomó hace dos años a los alumnos que estaban finalizando la escuela secundaria, o sea que lo que se estaba midiendo es una trayectoria educativa. La verdad es que esos chicos a esa edad y en ese momento son los que atravesaron lo peor de la crisis. Habían entrado en la escuela primaria hace doce años, atravesaron todos los momentos de crisis económica, social, política, cultural y los resultados reflejan eso. Son bastante coincidentes con los datos de nuestro Operativo Nacional de Evaluación (ONE); ahora nuestros datos también nos muestran que los resultados en los que han entrado en la escuela primaria en los últimos cinco años son bastante mejores. Podemos estimar que el cambio de tendencia ya empezó y tenemos que hacer mucho para que se siga sosteniendo. Los cambios en logros de aprendizaje son lentos. Miremos a Chile. Hoy Chile está mostrando muchos mejores resultados, tardaron casi quince años, de mucha inversión en educación... No quiere decir que nosotros vayamos a tardar quince años, pero lo que digo es que el impacto de mayor inversión en educación que tiene que ver con mejores salarios, mejores edificios, mejor equipamiento, hasta que se traduce en lo que el maestro hace en la sala de clase y lo que el alumno aprende, pasa un tiempo. El desafío es ése: poner una prioridad muy fuerte en responsabilidad por los resultados.

–¿Qué implica la responsabilidad por los resultados?

–Esto implica que todos, el Estado nacional, los Estados provinciales, los directores, inspectores de las escuelas, los maestros, los alumnos y las familias tengamos mucha responsabilidad por los resultados, que no nos sea indiferente. Si yo veo que un chico no está aprendiendo, no puedo quedarme indiferente y decir es su problema. Tengo que reaccionar frente al resultado. Esto no es sólo responsabilidad individual del maestro, es más institucional, es el equipo.

–En dos años se vuelve a tomar esta evaluación internacional y ahora usted es el ministro. ¿Qué expectativa tiene?

–La expectativa es que nos vaya mucho mejor.

–Usted siempre alude a los niveles de inequidad en el sistema educativo, ¿cómo se refleja en los resultados?

–Una parte de ese problema no es educativo. Sabemos muy bien que la educación es fundamental pero no se le puede pedir a la escuela que resuelva la desigualdad social. Hay mucho que hacer y se está haciendo en términos de condiciones materiales de vida de la población. En el año 2003, el 70 por ciento de los chicos de la Argentina estaba en condiciones de pobreza y de ellos, el 40 por ciento estaba en indigencia. En esas condiciones educar es muy difícil. Hoy esos índices han bajado significativamente y hay que seguir creciendo económicamente y distribuyendo mejor la riqueza, éste es un aspecto fundamental. Ahora, después hay que hacer cosas desde la escuela y ahí las políticas para disminuir la brecha en todo sentido son políticas de inclusión: estamos otorgando más de 600 mil becas a chicos de primaria, secundaria y terciaria cuyos montos promedian unos 700 pesos anuales. Estamos atendiendo prioritariamente a escuelas de sectores más desfavorecidos, a través de programas múltiples de provisión de textos, de computadores. Estamos con un plan de infraestructura, la construcción de escuelas prioriza fundamentalmente las zonas más desfavorecidas. Hay una batería de estrategias destinadas a mejorar mucho los insumos materiales del aprendizaje: edificios, textos, computadoras y tiempo. La Ley Nacional de Educación nos manda a ampliar el número de escuelas de jornada extendida o completa. En el 2010 tendríamos que llegar al menos al 30 por ciento de la matrícula de primaria. Luego viene el capítulo pedagógico: los métodos, las formas de enseñanza que tienen que ver con que nuestros docentes estén técnica y políticamente capacitados para enfrentar el problema de la igualdad en los resultados educativos.

–¿Qué quiere decir con “políticamente capacitados”?

–Muchos de nuestros maestros son abnegados y son los que sostienen en muchos lugares la educación, esa pasión por la justicia social, porque que el chico aprenda aun en condiciones muy desfavorables es muy importante. Tenemos que acompañar esa pasión con elementos técnicos, con que tenga el instrumental para trabajar, para eso se creó el Instituto Nacional de Formación Docente, se aumentó un año la formación inicial de los docentes, se están desarrollando proyectos destinados a la capacitación en servicio. El docente, en sentido colectivo como equipo, es nuestro recurso más valioso para resolver el problema de la desigualdad. A partir del año próximo la formación docente inicial será de cuatro años, el último año tiene que estar bajo alguna forma de residencia, salvando las distancias, tomando el modelo de formación de los médicos.

–La presidenta Cristina Kirchner reivindicó en su discurso inaugural la escuela en la que ella estudió, una escuela en la que el maestro era el que sabía y el alumno era el que aprendía, ¿hoy en día se puede seguir pensando que el docente es el poseedor del saber...?

–Si uno lo entiende de la misma manera que hace cincuenta años, no. Lo que ella quiso decir es que efectivamente el maestro no es lo mismo que el alumno. El maestro tiene que saber más. ¿Qué quiere decir hoy saber más? No es que sea el poseedor de la información, porque la información hoy se puede transmitir por muchas otras modalidades. Lo que el maestro tiene que saber más es pensar y enseñar a pensar. El maestro también tiene que saber más en valores y tiene que transmitir algunos valores porque es el adulto y el alumno es el joven. En ese sentido es que tenemos que recuperar esa idea de transmisión: tenemos algo para transmitirles a los alumnos, no es todo intercambio. El aprendizaje es asimétrico, ésta, que es una verdad de Perogrullo, hay que sostenerla. El maestro tiene que enseñarle al alumno el oficio de aprender, tiene que enseñarle al alumno ciertos valores que tienen que ver con lo que esta sociedad quiere que sea una sociedad justa. ¿Queremos una sociedad justa? Si es así tenemos que traducir esta idea de justicia en términos concretos: tenemos que aprender a convivir con el otro, a resolver nuestros conflictos por vía no violenta, a respetar al diferente. En esto el maestro tiene que saber más, saber en el sentido metafórico, tiene que ser el modelo, el que enseñe esto. Salgamos también del maestro individual. La diferencia con la escuela de hace cincuenta años en parte pasa por esto. En todos los sistemas educativos del mundo, la unidad de desempeño con la que fueron creados fue el aula, hoy no puede ser el aula.

–Es decir que se terminó eso de cada maestrito con su librito.

–El profesionalismo de los docentes tiene que ser entendido como colectivo, no como individual. Por eso la Presidenta puso en esto claramente la mirada; efectivamente los maestros tienen que tener este papel y lo que hizo fue ampliar la agenda, es decir, discutamos esto con franqueza, sinceramente, a fondo. En ese aspecto entramos en un debate universal: no es que sean los maestros argentinos los que tienen ese problema. Esta es una etapa de la historia muy particular, pocas veces sucede que hay una transformación tan profunda que entonces coloca a los adolescentes, a los niños y a los adultos en el mismo lugar: todos tenemos que aprender al mismo tiempo. Las nuevas tecnologías, por ejemplo, todos tenemos que aprender a usarlas. El adulto tiene que aprender el mecanismo pero también el para qué y, además, tiene que enseñar para qué. Si los dejamos solos a los chicos, los chicos pueden manejar mejor el mecanismo pero no saben bien para qué. Si uno va a ver a los chicos usando las computadoras en los cibercafés, juegan, ahora cuando tienen la computadora en la casa o en la escuela la usan para aprender. Esa es la diferencia.

–¿Cómo se hace para que la educación vuelva a ser valorable por los chicos?

–No hay un cómo. Es un problema social complejo que tiene que ser encarado con estrategias complejas. Tenemos que crear empleos, empleos decentes, tenemos que lograr que la formación que los chicos tienen en la escuela sea adecuada para ese desempeño en la sociedad, que les enseñemos cosas significativas, tenemos que hacer que los medios de comunicación, que la cultura, valoricen el esfuerzo, que les digan educar es importante, aprender es importante, tenemos que lograr mayores niveles de confianza en el mediano, largo plazo, que el alumno no quiera tener satisfacción inmediata, educarse es una inversión a mediano-largo plazo. Los “cómo” tienen que ser complejos. Además tenemos que tener conciencia de la crisis por la que hemos pasado. Llegamos a niveles de desconfianza altísimos, nadie confiaba en nada, estamos reconstruyendo. El ex presidente usaba la metáfora de que estamos saliendo del infierno. El ministro de Economía dijo que salimos de terapia intensiva, estamos en terapia intermedia.

–¿En educación estamos en terapia intermedia?

–En la sociedad. Pero ya ciertas cosas se pueden incorporar a la agenda. El hecho mismo de que estemos hablando de cómo hacemos para que se reconozca el valor de la educación es un algo que hace cuatro años no hubiera estado, la pregunta era cómo hacemos para que los chicos coman. En educación no hay óptimos fijos, no hay un punto en el que uno diga ya llegamos. El progreso, el avance, se mide en la calidad del problema. Hoy estamos enfrentando problemas de mejor calidad que hace cuatro años. Tenemos el financiamiento, tenemos ciertas condiciones edilicias, de infraestructura –a pesar de lo que se diga–, ahora hay que cumplir con esa meta y seguir avanzando.

–Usted dijo que desarrolló una carrera académica y ahora empezaba una carrera política como ministro, ¿implica una carrera partidaria?

–Yo dije que empezaba una carrera como administrador, como tomador de decisiones de política de educación, de ninguna manera una carrera partidaria. Sigo siendo independiente en política partidaria.

–¿Cómo espera que lo recuerden dentro de cuatro años?

–Como un ministro que continuó una gestión y que en esa continuidad avanzó significativamente en mejorar la calidad y eliminar la desigualdad. La educación es largo plazo, tiene que ser producto de pactos, de acuerdos, de consensos, hay que sacar a la educación de los conflictos cotidianos.

–¿La dirigencia argentina tiene conciencia de lo que implica no apostar realmente a la educación?

–Tiene mucha más conciencia de la que tenía hace unos años. Es evidente para cualquiera que se mueva un poco por el mundo que no hay otro camino ni individual ni socialmente que no pase por apostar fuertemente a la educación, al conocimiento, a la investigación científica, en todo sentido, no sólo en el sentido del crecimiento económico sino también del desempeño ciudadano y como personas. Hoy cualquiera de nosotros tiene que estar tomando decisiones todos los días que implican un muy fuerte manejo de información y conocimiento, en nuestra salud, en lo queremos hacer, en las decisiones políticas que hay que tomar. Hay que entender lo que dice el ministro de Economía, cuando me hablan de índices de precios, de inflación, un ciudadano tiene que entender eso y eso significa saber matemática, estar manejando el lenguaje científico-técnico de la economía, tenemos que tomar decisiones sobre el medio ambiente, hay que estar alfabetizado científicamente. No hay otra manera de construir una sociedad justa sin dar una educación de buena calidad a todos, el que no esté educado se queda afuera, lo condenamos a la exclusión y la marginalidad. Creo que esto la dirigencia política, empresarial, sindical y todos los otros sectores lo están tomando realmente en serio, por algo el discurso de la Presidenta le puso tanto énfasis a esto y por algo uno ve esto en las decisiones sobre asignación de recursos. No es un puro recurso retórico. La Ley de Financiamiento Educativo se está cumpliendo, no es como otras veces, que se decía y quedaba en los papeles, en algunos casos se está sobrecumpliendo, esto es indicador de que existe esta conciencia.

domingo, 16 de diciembre de 2007

ENTREVISTA A MICHEL ONFRAY

ENTREVISTA A MICHEL ONFRAY

La filosofía sana y salva (¿cura y redime?)



Fuera de París y de los círculos intelectuales, a los que detesta, Michel Onfray dice que la filosofía salva y que con ella se puede ser feliz, una idea basada sólo en su particular experiencia de vida. Aquí dice que los filósofos pelean una batalla perdida de antemano contra la barbarie. Reivindica a Diógenes y dispara contra Platón, las religiones, la publicidad, entre otros.


--------------------------------------------------------------------------------
HECTOR PAVON .
hpavon@clarin.com


Michel Onfray disecciona el devenir desde su casa en Argentan, Francia. Desde las márgenes, y con la lente del anacoreta, recorre el mundo de las ideas. Vive en un chalet lejos del ruido parisino, de los círculos intelectuales: es solitario, ateo, filósofo sin marco académico tradicional. Publicó más de 40 libros y sigue preceptos del filósofo Diógenes, al que considera un pensador revolucionario. "Diógenes reivindicaba un lugar en Atenas que era una anti academia: el Cinosargo, en otras palabras, el cementerio para perros. Como burla, contra el ideal platónico de la Academia, los cínicos, que habían transformado la franqueza natural del perro en su emblema, eligieron ese lugar como provocación".

Platón era rico y aristócrata, bien nacido y de buena familia, no necesitaba ganarse la vida, acusa el filósofo que creó la Universidad Popular de Caen. Dice que Platón criticaba a los sofistas, por cobrar sus clases. "Fueron los primeros profesores de filosofía. Además, enseñaban técnicas de palabras y retórica útiles para llegar a las instituciones representativas de la democracia: Platón veía mal que se le otorgasen a las personas modestas posibilidades de acceder a instancias políticas de decisión. En el plano del contenido, los sofistas enseñaban un corpus, y no cualquier cosa como decía Platón. Pero su corpus, por el hecho de rechazar el mundo inteligible, la verdad en sí, las ideas puras, fue desfigurado por los platonistas que preferían caricaturizar un pensamiento antes que combatirlo lealmente", polemiza.

Onfray también escribió sobre estos pensadores marginados en Cinismos, retratos de los filósofos llamados perros. Dice que los cínicos también defienden una visión del mundo (antiideal, materialista, perspectivista, relativista, subversiva) que combate absolutamente a Platón y al platonismo. "Con el triunfo del cristianismo desde Constantino, que lo impone como religión de Estado, el platonismo pasó a ser más o menos la filosofía oficial. Por esas razones los académicos de hoy, entre ellos los universitarios, retoman esas falsas ideas arrastradas acerca de los sofistas y los cínicos", sostiene Onfray.

Su nuevo libro es un manifiesto hedonista, un conjunto de textos que apuntan a los placeres varios pero también a los sufrimientos del cuerpo, a las frustraciones políticas y la reinvindicación de la utopía. La potencia de existir. Manifiesto hedonista (de la Flor) es el título de su nuevo texto. Allí Onfray exhibe una prosa cuidada para un prólogo autobiográfico. Aparece el Onfray púber arrojado a una vida de maltratos y marcas a fuego y germen del filósofo. El autor dice, por correo electrónico, que padeció "una infancia en la naturaleza que me dio el sentido de la tierra, de la vida, de los ritmos, de lo vivo; otra parte de la infancia con un maltrato que me volvió rebelde a la autoridad; un origen modesto, padre peón agrícola, madre ama de casa, condiciones de vida muy pobres, que hicieron de mí un compañero de lucha de la izquierda radical; una 'salvación' aportada por los libros, la filosofía, la escritura, todo se mezcla, pero en una complejidad imposible de desenmarañar aquí y ahora, para hacer de mí un filósofo francés libertario, hedonista". Ese fue el traumático nacimiento del filósofo "perro" moderno.

"La filosofía me permitió sobrevivir a la tragedia que fue para mí ser enviado a un orfanato por mis propios padres cuando yo tenía diez años: los libros, la lectura me salvaron en ese momento y después, me garantizaron la salvación nuevamente en mi adolescencia, cuando la filosofía funcionó en mí como el sentido, la verdad, la certeza, la razón que nadie me había transmitido: creo que la filosofía es una terapia, lo que siglos de filosofía mostraron, siempre que no fueran cristianos", testimonia Onfray.

Fue una época de formación primaria y secundaria en la que el cuerpo del joven Onfray era el depositario directo del castigo en el orfanato y donde no había piedad para el culpable ni el sospechoso ni el diferente. En una civilización cristiana, el cuerpo siempre es maltratado, señala el pensador: "el ideal cristiano es, para la mujer, la Virgen que engendra sin padre, la Inmaculada Concepción, el cuerpo sin carne, la Esposa de Cristo y la Madre de Dios; para el Hombre, un crucificado sanguinolento, adorado como un muerto descarnado en su cruz, atravesado por las espinas y las puntas de lanza. Todo eso genera una neurosis de civilización en la que nos encontramos todavía bajo formas posmodernas, por ejemplo, con la tiranía publicitaria del cuerpo ideal, inexistente, bello, perfectos, platónico, o sea, como un modelo que genera frustraciones en una cantidad increíble de personas, pues sólo tenemos cuerpos reales, existentes, imperfectos que nos invitan a no amar en beneficio de un ideal tipo, inalcanzable..."


"Nacimiento" de la filosofía

¿Cuándo nació la filosofía? ¿Es un invento griego? Dice Onfray: "Es consustancial al hombre. En cuanto se asombra, reflexiona, piensa, hay filosofía. Los profesores de filosofía europeos remiten todo a sí mismos y deciden que la filosofía nace en Grecia, en el siglo VII antes de Jesucristo, olvidando que antes de eso existieron filósofos en Egipto, en China, en India y que los famosos inventores de la filosofía en Grecia (Pitágoras, Demócrito, por ejemplo, Platón después) realizaron viajes a esos países y trajeron muchas de sus intuiciones de sus viajes a esos continentes...".

Onfray dicta cursos de filosofía gratuitos cada semana ante unas setecientas personas en la Universidad Popular de Caen, creada por él, que hoy cuenta con alrededor de quince docentes y donde se dictan más de 200 cursos gratis en el año. Declaración de principios: "rechazo los poderes y nunca fui universitario, no soy miembro de ningún jurado literario ni periodista o responsable de una página cultural en un diario o un programa de tv, pese a que me han propuesto todas esas futilidades; rechazo los honores y no dispongo de ninguna condecoración, ningún título de profesor honorario de la universidad que sea; rechazo el dinero como horizonte insuperable de mi vida y vivo en un chalet de un pueblo de provincia donde nací, donde vivo, donde trabajo, donde escribo mis libros y donde, con mis amigos, creé una segunda universidad popular libre y gratuita. Escribí en Teoría del cuerpo amoroso cosas sobre la familia, la pareja, los hijos que son exactamente lo que vivo; detesto el medio de la gente de letras y nunca viví en medio de ellos en París. Invito a cualquiera a verificar y ver cómo coinciden lo que enseño y lo que vivo plenamente, -desafía-. En el caso de los otros filósofos, lo invito a que usted mismo haga la averiguación. Se divertiría..."

Esa diferencia que marca Onfray sobre sí y el resto de los pensadores es la distancia que, dice, lo separa del mundo académico establecido y el que le plantea un púlpito diferente para su modo de "hacer" filosofía: "Leer y escribir mis libros; después enseñar lo que aprendí para compartirlo. Pero por encima de todo: tratar de vivir una vida filosófica que abarque todo eso: leer, escribir, dar conferencias, hacer coincidir mi teoría y mi práctica".

¿Pero entonces, desde este punto de vista, cuál es el lugar o papel del filósofo en la sociedad actual? "El filósofo no es ni astrólogo ni adivino ni lector del futuro en la borra del café... Su trabajo no es prever, sino ser consciente de la abulia generalizada de los hombres y hacer todo lo posible para no contribuir a ella. Es por lo tanto, prevenir, proponer antes una resistencia a todas esas catástrofes sabiendo que los filósofos serán siempre minoritarios, por lo tanto, perdedores y vencidos, pero que, como románticos desesperados, hay que llevar adelante no obstante un combate que se sabe perdido de antemano. Pues habrá otros Hitler, otros Stalin. Pero, al menos, que sea sin los filósofos..."

¿La filosofía y los filósofos pueden responder con precisión y justo a tiempo cuando hay algún acontecimiento como la guerra, una catástrofe humanitaria, un totalitarismo, por ejemplo? Onfray recoge la provocación y responde: "No se puede decir 'la' filosofía porque solamente hay 'filósofos' con lo mejor y lo peor, con los que ven y los que no ven nada, ni siquiera mucho después. No les dé demasiada importancia a los filósofos: no prevén las guerras, no las evitan, no las detienen, ni siquiera está en sus manos. No los haga responsables de todo lo que pasa en el planeta. Que algunos hagan su trabajo que consiste, según la acertada fórmula de Nietzsche, en 'fastidiar a la estupidez'. ¡Eso ya sería bastante!"

-¿La idea de revolución ha muerto?

«r-En el sentido bolchevique del término, sí. Y por suerte. Pero defiendo en el terreno político micro-revoluciones, micro-resistencias, siguiendo la línea de Deleuze, Guattari, Foucault que mostraron que ya no había fascismo posible, sino solamente micro fascismos para los que hay que implementar micro-revoluciones.

-¿Y la utopía también murió?

-En la utopía de un mundo mejor gracias a una revolución hoy, ya nadie cree. Pero, si la utopía es el arte de los posibles futuros, posibles en los que creo y que mi trabajo no deja de formular, entonces no ha muerto.

-Una pregunta de Navidad, ¿la filosofía ayuda a ser feliz?

-En lo absoluto sí. Y por mi parte, mejor dos veces: sí, sí.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Aumentaron casos de violaciones de derechos humanos

Aumentaron casos de violaciones de derechos humanos

La CORREPI reveló a perfil.com que en estos cuatro años hubo más gatillo fácil, tortura y represión. Contabilizaron 847 víctimas de la violencia institucional, 192 en 2007. El viernes presentan los datos en Plaza de Mayo.

Por Tomás Eliaschev

Abogada María del Carmen Verdú, de la CORREPI | Fuente:Perfil.com Los Derechos Humanos durante el gobierno de Néstor Kirchner pasaron a ser públicamente una política de Estado. Sin embargo, desde organizaciones defensoras de los mismos que mantienen independencia con el matrimonio presidencial, insisten en remarcar la persistencia de la tortura, el gatillo fácil y de la represión desmedida contra la protesta social. No sólo destacan que continuaron durante los cuatro años de mandato del santacruceño, sino que denuncian que "los casos de abusos por parte de las fuerzas de seguridad no hicieron más que incrementarse".

Los números son alarmantes y están sistematizados en el " Archivo de Casos de Personas Asesinadas por las Fuerzas de Seguridad del Estado" que se dará a conocer este viernes a las 17 en Plaza de Mayo. En un adelanto exclusivo a perfil.com, la abogada María del Carmen Verdú, referente de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), consideró que " las torturas, el gatillo fácil, las desapariciones, la muerte en cárceles y comisarías son una política de Estado". La letrada pronosticó, además, que durante el mandato de la presidenta Cristina Fernández la situación empeorará.

"En estos últimos cuatro años y medio, durante la gestión de Kirchner, hay un récord notable respecto a los gobiernos que lo antecedieron. Tenemos computados 847 casos, entre el 25 de mayo de 2003 y el 30 de noviembre de 2007. Y hay cuatro ocurridos con posterioridad al cierre del archivo, en estos once días. De un total de un 192 casos verificados en los últimos doce meses, más del 50 por ciento corresponden al gatillo fácil", dijo la letrada.

En todo el mandato de Kirchner se sostuvo un promedio de un muerto día por medio, lo que implica "una cifra que ningún gobierno anterior tuvo", detalló Verdú.

Este estudio de la violencia institucional se presenta desde el año 1996. En total, la CORREPI lleva contabilizada un total de 2334 casos.

martes, 11 de diciembre de 2007

“El abandono de las cárceles en Argentina resulta incomparable”

“El abandono de las cárceles en Argentina resulta incomparable”

Iñaki Rivera Beiras, director del observatorio de prisiones de la Universidad de Barcelona, analiza el sistema carcelario y la ausencia de mecanismos de prevención por parte del Estado.

Rivera Beiras dirige el OSPDH de la Universidad de Barcelona y estuvo de paso en Buenos Aires.
Subnotas

Los presos y sus hábitos



Por Horacio Cecchi

“En Argentina todo el mundo acepta de manera natural que en las cárceles no se respetan los derechos. Todo el mundo sabe que se maltrata. Pero todo sigue igual”, sostuvo Iñaki Rivera Beiras, director del Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos de la Universidad de Barcelona, durante una entrevista exclusiva concedida a Página/12, en su paso por Buenos Aires. El especialista aseguró que por mucho menos que las 35 muertes de Santiago del Estero, “en España se arma una brutal, con escándalo mediático, renuncias de ministros, comparecencia ante diputados”; subrayó que en Argentina se desconoce cuántas personas hay presas porque las cifras no son confiables; desmenuzó “el negocio de la construcción de cárceles”; dijo que la figura de los jueces de vigilancia penitenciaria (en Argentina, de ejecución penal) terminó siendo “maquillaje” y aseguró que muertes como las del penal de Magdalena o las de Santiago del Estero son responsabilidad absoluta del Estado “por no crear los mecanismos de prevención a los que está obligado por los tratados internacionales”.

“Los problemas carcelarios en general no son problemas de las cárceles argentinas y no difieren mucho de los que tenemos en España, hacinamiento, maltrato. España tiene el número uno en el índice de presos por habitantes en la Unión Europea, 145 por cada cien mil. Y acá, aunque ni siquiera saben cuántos presos tienen, porque las cifras no son confiables, se habla de 165 o 170 (por cada cien mil). No hay tanta diferencia. Cierto es que no suceden hechos de la brutalidad, obscenidad y gravedad como los que ocurren acá, que entre Magdalenas, Santiagos y demás tienen treinta y pico de muertos cada año.”

–¿Qué pasaría en España?

–Si llegara a pasar algo así la que se arma es brutal. Habría una presencia mediática brutal, comparecencias parlamentarias, obligación de rendición de cuentas de ministros y encargados frente a los diputados que acosarían con preguntas de índole brutal, habría inmediatas destituciones de figuras ministeriales. Aquí me da la sensación de que no pasa nada de eso. En España no suceden las cosas con la gravedad e intensidad con que suceden aquí, pero también hay gravísimos problemas de torturas, de malos tratos.

–No es que no los torturen, sino que no se queman.

–Efectivamente. Pero allá el Estado invirtió mucho dinero en el sistema penitenciario. Y creen que les da derecho a refregarnos que han invertido dinero, cuando es su obligación y no una concesión graciosa. Pero que se invierta hace que la situación en las cárceles sea un poco más limpia. El abandono económico que tiene el servicio penitenciario en Argentina es incomparable. Eso no quiere decir que en España no se les pegue, que no se los torture. Allá hay una percepción diferente. Si acá todos saben lo que pasa y todo sigue igual, allá se niega lo que pasa, la sociedad no puede creer que en la Barcelona olímpica haya situaciones de malos tratos. No me lo creen ni mis propios estudiantes. La situación es terrible en ambos sitios, porque en ambos casos el Estado no se hace cargo de lo que sucede dentro de las cárceles.

–¿Qué sabe la sociedad sobre lo que pasa adentro?

–No sabe nada. La sociedad vive de espaldas al problema, siente que el mundo carcelario le es absolutamente ajeno a su vida social, familiar o laboral, siente que allí viven unos indeseables, miserables, que no tienen nada que ver con su vida de ciudadano honesto. La gente no se da cuenta de lo cerca que estamos todos de esa cárcel, que entre todos colaboramos a construir, a producir esos presos. Como simple opinión de lo que pasa en Argentina, creo que hace años que hay un sentimiento de corrupción generalizada. No es de ahora. Hace años que el policía subía al colectivo y no pagaba. Y cualquiera sabe que las multas se arreglan con coimas. Forma parte de una idiosincrasia social. La sociedad se acostumbró a la impunidad, por lo tanto por qué asombrarse de la cárcel si es el último contenedor. Si esos males ya están en la calle, cómo la cárcel no va a alojar esos males, ¿de qué me tengo que asombrar que sea violenta, degradante y corrupta?

–¿El incendio de Magdalena o de Santiago fueron hechos aislados?

–No. Dentro de una cadena de enfermedades de cáncer, cada tanto hay episodios que afloran de la manera más brutal. La violencia en todas las cárceles es cotidiana, la corrupción, el rencor que uno va tragando cada día es cotidiano, las humillaciones son permanentes, el espacio vital es absolutamente reducido y profundamente degradado, carente del más mínimo respeto en el sentido de que no hay intimidad.

–¿Se construyen cárceles en España?

–Hay unas 83 cárceles distribuidas en 17 comunidades autónomas. La mitad es de unidades muy viejas, de 50 a 100 años, y la otra de unos 30 años, construidas después de la dictadura franquista. En los últimos años no se para de construir. Y en este negocio se apuntan tanto la derecha como la izquierda.

–¿A qué se refiere con negocio?

–No tengo ninguna duda del movimiento de capital que hay detrás, es verdaderamente brutal. Cada unidad penitenciaria que se construye mueve multitud de sectores del mercado. Se empieza con la expropiación de los terrenos. Conflictos vecinales, con los municipios y demás. Se tiene la tendencia perversa de no construir en las ciudades.

–¿Por qué perversa?

–Nos oponemos a la construcción carcelaria radicalmente. Pero si se construyen, que no cometan la hipocresía de levantarlas fuera para que no se vean. No tienen la culpa los familiares de los presos, que tienen que desplazarse 30 kilómetros con toda la industria de transportes para mover a miles de familiares. Tercero, porque se supone que el preso, cuando empiece la progresividad y empiece a salir, tiene que venir a la ciudad donde radica su domicilio, donde se supone que si un día se le da permiso para trabajar, los centros de trabajo no están en medio del campo. Y además tienen que estar en la ciudad porque tienen que ir a los juzgados a declarar, a los hospitales en ambulancias. Entonces, ¿qué es esto de alejarlas?

–Y se construyen en municipios alejados de las ciudades...

–Exacto. Empiezan entonces los conflictos vecinales. Y eso se arregla con dinero. El intendente sabe que por la construcción de la cárcel va a recibir una inyección económica importantísima para el desarrollo del municipio. Después, hay que construir los edificios. Se hacen licitaciones. Habría mucho que investigar de esas licitaciones. Además, lo que la gente desconoce, la cárcel es mucho más que un simple edificio. Hay que dotarla de todos los servicios, de enfermerías, de economatos, de empresas de catering que llevan las comidas, de medios de transporte, de funcionarios de régimen como el carcelero que abre y cierra puertas, o los de tratamiento que en teoría desempeñan las actividades del tratamiento penitenciario. Se han de habilitar locutorios, todo lo necesario para jueces, médicos, familiares. Es una macroindustria. Y poco a poco vamos avanzando hacia la privatización, aunque se emplea el eufemismo de que se hacen convenios con asociaciones sin ánimo de lucro. Nosotros las llamamos “sinónimo de lucro”, que reciben una importantísima cantidad de dinero.

–Con el observatorio, ¿cómo entran en las cárceles para controlar?

–Tenemos un permiso que nos lo han retirado por escrito las autoridades.

–¿Retirado?

–Es todo parte de un tremendo caso que se está viviendo en estos días. Se lo conoce como el caso Brians, una cárcel ubicada a unos veinte kilómetros de Barcelona.

Se trata de un caso, relató Rivera Beiras, en el que se comprobó que al menos veinte presos eran sistemática y salvajemente golpeados. El caso se hizo público en abril pasado y desató un vendaval político que aún está en trámite en la justicia penal. A partir de ese momento, el director de prisiones de Cataluña prohibió el ingreso del observatorio a las cárceles.

–Si hubiesen existido previamente mecanismos de prevención, si la sociedad pudiera tener la facultad de visitar las cárceles por sorpresa, sin previo aviso, para encontrar las cosas tal como son todos los días; para dejarle claro a los presos que no somos del servicio y podamos tener con ellos una relación de confianza; si pudiéramos entrar con médicos, con grabadoras, con máquinas de foto, con filmadoras, que sea un dispositivo capaz de recoger pruebas antes de que se borren y al salir de ahí inmediatamente se puedan presentar ante las autoridades, para que luego no queden en la impunidad, como siempre, por falta de pruebas. Si este tipo de mecanismos existiese, yo no sé si esas 35 personas seguirían con vida, pero seguramente se evitarían multitud de episodios como ése... Si no se crean, entonces sí que hay una enorme responsabilidad de los gobiernos por todas esas muertes.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Movilización contra la minería

Movilización contra la minería

Caravana de protesta hacia esta capital el 12

La controversia por la explotación minera en Salta se acrecienta en polémica y movilización. Autoconvocados del Valle Calchaquí de Cafayate junto a un grupo de organizaciones no partidarias llegarán en caravana a esta capital. Lo harán en el marco de su campaña provincial “No a la Minería”. La concentración tendrá lugar el miércoles 12 del 12 entre las 10 y las 12, en la Plaza 9 de Julio. La marcha salteña es simultánea con la 2da Gran Marcha Ambientalista que se realiza ese mismo día en Buenos Aires de Plaza Congreso a Plaza de Mayo.

“La minería es un negocio para pocos y contaminación para todos. La vida vale más que el uranio

(más info en www.saltalibre.net)

Juan

Juan


Osvaldo Bayer
Página 12




Juan ha recibido el premio que se merecía. La alegría de ver su nombre en las tapas. El premio a las letras que forman las palabras. A las palabras que envuelven los sueños. Juan, el poeta de las calles, de los barrios, de las plazas. Del dar la mano. Juan tiene mano de orfebre, de sembrador, la mano que acaricia la vida, pero que se vuelve puño en los tiempos humillados.

Me acuerdo de cuando lo conocí. Por los años cincuenta. Unas reuniones de poetas, escritores con esperanzas más que jóvenes. Optimistas de pura sangre. Revistas literarias, que no se dan nunca por vencidas. Aparecen, reaparecen, se pierden, surgen, siempre nuevas. Ya era poeta, Juan. Nosotros éramos literatos, periodistas, ensayistas, novelistas, cuentistas. El era poeta. En los años sesenta los sorprendí caminando adelante, a unos veinte metros de mí, a él y a Raúl. Claro, Raúl González Tuñón. Quién otro. Estoy seguro de que iban recitando “La costurerita que dio aquel mal paso”. Evaristo Carriego. El poeta que debe haberlos despertado del sueño a los dos.

Juan, después, los sesenta. No sólo siguió escribiendo poesía todos los días. Sino que también se metió con todo en la lucha contra una sociedad que creaba villas miseria en las pampas más ubérrimas de la Tierra. La lucha, sus búsquedas. Sus libros siempre presentes, uno tras otro. Cada vez más comprometido. Dando la frente a los uniformes de turno. Pero Juan se daba tiempo también para remar en el cielo buscando estrellas y amaneceres, ninfas y silencios.

Juan ahí, tomando la revolución por la puerta delantera, sin interpretaciones academicistas. Pero siempre poeta. Con sus ojos más allá.

Pero la Muerte, de pronto. La Muerte de uniforme. Generales, almirantes, brigadieres, comandantes, comisarios generales, secretarios privados. Y los civiles marianizados de siempre con sus sonrisas genuflexas. Y Juan siguió en las trincheras de la vanguardia.

Hasta que vino la derrota. El dolor profundo. Me escribiste a Berlín, Juan, desde Roma, el 27 de mayo de 1979. No te dabas por vencido. Me comunicaste que seguías trabajando “en un proyecto político que tiende a crear una síntesis a partir de la derrota, un proyecto que, antes o después, me regresará al país”. Y buscabas la razón de tu tristeza y me decías: “La pelea por conseguir una política más sensata, la pérdida de tantos compañeros, el secuestro de mi hijo, de su compañera, del nieto por nacer, me distrajeron de mi condición de desterrado, me hicieron rotar por un limbo extraño, contradictorio, fantasmal y, muchas veces, alucinado”. Y agregabas algo para emocionarse en esos años de tantas luchas: “En poco más de un año escribí cinco libros de poemas con un par de obsesiones recurrentes. Una, el amor, una mujer amada; otra, la derrota, la muerte de los compañeros, mi hijo. Supongo que todo eso me distrajo también de mi condición de desterrado. Sólo ahora la empecé a admitir. Lo que escuché durante esa semana me llevó a reflexionar y escribir, que es mi manera de reflexionar sobre el exilio, nuestro exilio”.

Te contesté de inmediato desde Berlín, donde vivía yo el injusto destierro, así: “Querido Juan: no puedo decir alegría, más bien algo así como un agradecido deseo nostálgico de recordar, de recordar tu rostro de antes y de imaginarme el de ahora, con la belleza que da el sufrimiento a los nobles; eso es lo que sentí al recibir tu carta. He seguido tu lucha. Te he comprendido en todos tus pasos. Yo no puedo ser juez de un hombre de lucha, de un hombre de la permanente vanguardia, de un hombre que es la negación del oportunismo y el ejemplo puro del buscador nunca resignado. Juan: te he seguido más que en todo eso, en tu poesía. Las hemos leído mil y una vez en las reuniones de solidaridad aquí en Europa. La última, en Berlín, el público escuchó tus versos –magníficamente leídos por dos actores alemanes– como quien se halla en un oficio divino. Por eso, Juan, ves que todo está allí, en tu obra, para siempre. No la podrán ni destruir ni matar ni secuestrar ni torturar ni encarcelar. Está y estará allí, permanente. Ese convencimiento tiene que ser tu reposo, tu tranquilidad. Porque la lucha pasada, presente y futura, está en tu poesía. Que el reposo no te remuerda pensando en que la mejor poesía tiene que ser la acción. Porque por sobre tu ejemplar vida de luchador resplandece la poesía. Descansa ahora de la acción, no como resignación, sino como paso al vuelco total hacia la poesía. Las próximas generaciones esperan: van a querer saber de la poesía de la resistencia. Y tienes que estar vos, ya con la cabeza allí, en eso, fuerte, más fuerte que nunca acerado por los seres queridos que ellos hicieron desaparecer, por sus voces que escucharás todos los días, por los compañeros perdidos ya más allá del límite del horizonte. Ahora, Juan, la concentración de las fuerzas en la creación, que para ti es perennemente poesía. El limbo fantasmal y alucinado tiene que dar paso ya a la sonrisa segura, generosa, del triunfo del poeta sobre los enemigos del canto del gallo, sobre los enemigos del sol”.

Ahí mismo le propuse escribir un libro que se llamara “Exilio”. Juan aceptó de inmediato.

Cuando leí hace unos días que Juan había obtenido una distinción así, volví a repetir lo que siempre me llena de satisfacción: el triunfo final de la ética. Alguien tan perseguido como Juan, con el eterno dolor de haber perdido a su hijo y a su nuera embarazada por obra de la bestial represión militar, era reconocido ahora como un poeta fundamental del presente. En cambio, los que lo persiguieron ya están malditos por todas las generaciones. Quisieron matar la poesía y surgió la pluma que derrotó todas las armas, todos los instrumentos de tortura, la desaparición.

Así dice Juan en Exilio: “No era perfecto mi país antes del golpe militar. Pero era mi estar, las veces que temblé ante los muros del amor, las veces que fui niño, perro, hombre, las veces que quise, me quisieron. Ningún general le va a sacar nada de eso al país, a la tierrita que regué con amor, poco o mucho, tierra que extraño y que me extraña, tierra que nada militar podrá enturbiarme o enturbiar”.

Y así fue. A Juan le acaban de dar un ramo de flores. Hemos aplaudido los que lo conocemos y los que lo leen.

Juan, poeta y luchador por la sonrisa de los niños. Juan Gelman.