martes, 30 de octubre de 2012

Haití

Se cifran en 7.300 los muertos contagiados por los cascos azules nepalíes

Medio millón de haitianos víctimas del cólera que trajo la ONU llevan casi un año esperando respuesta

Pascual Serrano/eldiario.es
Medio millón de haitianos víctimas del cólera que trajo la ONU llevan casi un año esperando respuesta
Enfermos de cólera en Puerto Príncipe, capital de Haití. / Utenriksdept

A mediados de octubre de 2010, cuando Haití comenzaba a recuperarse del terremoto del mes de enero anterior, sobrevino una epidemia de cólera que se calcula ha provocado la muerte de 7.300 personas y medio millón de enfermos. El cólera no se conocía en Haití, a pesar de su deficiente sistema de alcantarillado su ubicación geográfica aislada le había mantenido alejado de esa devastadora enfermedad. Cuando apareció, los médicos haitianos no estaban familiarizados con el protocolo de prevención y tratamiento y entre los sectores más empobrecidos lo interpretaron como una maldición de vudú. Todo ello provocó que las consecuencias fueran tan devastadoras.
El abogado de derechos humanos Mario Joseph inició en noviembre de 2011 una demanda contra la ONU que comenzó en representación de 7.000 víctimas del cólera y ahora son 15.000, entre muertos y enfermos. Y explica la siguiente: "Tras los correspondientes estudios, los expertos de la Organización Mundial de la Salud, los de Estados Unidos y los de Francia llegaron una conclusión unánime: se trataba de un cepa de cólera que procedía del sureste asiático, concretamente de Nepal. La vía de entrada es el contingente de cascos azules procedente de ese país, donde la enfermedad es endémica".
Como es sabido, desde 2004 Haití está bajo la ocupación de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización en Haití (MINUSTAH) tras la intervención militar liderada por Estados Unidos que derrocó al presidente Jean-Bertrand Aristide. Uno de los países que ha colaborado con el envío de tropas ha sido Nepal.
En opinión de Joseph, "Haití es doblemente víctima, no sólo del cólera, sino también de una ocupación ilegal por parte de la ONU, puesto que no había ninguna guerra en el país ni representaba ninguna amenaza para la región, ni para Cuba ni para la República Dominicana".
Las misiones de la ONU como la de Haití firman un acuerdo denominado Status of Force Agreement (SOFA). "Este acuerdo", señala Mario Joseph, "prevé que los soldados de la ONU tengan una inmunidad penal, pero no civil, por eso cuando hay un daño deben pagar por ello". El letrado aclara que este daño debe ser reclamado dentro los seis meses siguientes a cuando se produce, entonces se crea una comisión de tres miembros para examinar las consecuencias. Uno de ellos lo elige el Gobierno de Haití, otro las Naciones Unidas y el tercero de común acuerdo. "Ya hace ocho años que las Naciones Unidas están en Haití y no han puesto en marcha esta comisión. Según la información de que dispongo, no se ha creado en ningún país", afirma Joseph. Y añade: "Hemos presentado la demanda acusando a la ONU de haber introducido el cólera en Haití, la hemos presentado en la oficina del secretario general en Nueva York, y en Haití. El mecanismo establecido por el SOFA no se ha puesto en marcha. No nos dan ninguna justificación. Ellos confunden inmunidad con impunidad. Debemos dejar claro que la inmunidad no es impunidad. El SOFA impide que presentamos un juicio penal contra los soldados de la ONU, pero no una demanda civil. Desde la oficina del secretario general dieron acuse de recibo de la demanda el 29 de diciembre de 2011. Entonces nos dijeron que darían una respuesta en "un tiempo razonable". No sabemos qué entienden por tiempo razonable porque ya hace diez meses. Imagina si las Naciones Unidas hubieran llevado el cólera a Estados Unidos, a Francia o a España. Seguro que ya habrían resuelto algún tipo de excusas".
La demanda solicita cien mil dólares por cada haitiano muerto y cincuenta mil por cada enfermo. Además exigen una compensación al país, no en dinero, sino mediante la creación de una infraestructura para el agua potable. Nada de ello ha sido atendido por las Naciones Unidas. "El  cólera se propagó porque en Haití no existe un sistema de suministro de agua potable. Ante la grave situación del país y la destrucción que provocó el terremoto, las Naciones Unidas debían haber controlado sanitariamente a los soldados antes de traerlos, debían haber tomado muchas más precauciones, en especial referente a una enfermedad como el cólera que ya se sabía que es endémica en Nepal. No es una justificación decir que en Haití no había infraestructuras, eso no exime de responsabilidad a la ONU en el deber de controlar el estado de salud del contingente militar", afirma el abogado. Hoy los nuevos enfermos de cólera ya están siendo bien tratados y no se están produciendo muertes, los enfermos son pocos y en lugares remotos donde no se están aplicando las recomendaciones sanitarias.
"La demanda", añade el abogado, "pide también que pongan en marcha la comisión porque hay casos de violaciones, robos, pedofilia. Esto es importante porque esta comisión nunca se creo en ningún país y nuestro objetivo es que se cree por primera vez y así siente un justo precedente. Si se crea esta comisión, se pueden plantear indemnizaciones".
"Los más indignante", afirma Joseph, "es que los derechos humanos son observados para los países poderosos pero no en los países pobres. Es necesario apuntar hacia esos grandes países que son los responsables en las Naciones Unidas por lo que está pasando en Haití. Ante la tragedia del cólera, además de llevarlo a los tribunales haitianos y de Nueva York pensamos en dirigirnos a la justicia de Nepal, pero los descartamos porque pensamos que los nepalíes son solo otras víctimas como los haitianos. Las Naciones Unidas están dirigidas por cinco países que imponen su orden al resto. Nepal solo es un instrumento que las grandes potencias utilizan para ocupar Haití, es otro Estado víctima como nosotros".
Mario Joseph trabaja desde hace 16 años como defensor de derechos humanos en Haití. Es director de un despacho de abogados internacionales donde representan y asisten a víctimas de violaciones, especialmente a los más pobres y vulnerables de Haití. Se dirigen tanto a los tribunales de su país como a instancias internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. "Estamos trabajando también en desarrollar grupos de presión dentro de los países poderosos para concienciar sobre el crimen del cólera. En Estados Unidos 64 miembros del Congreso escribieron una carta a su embajadora en las ONU para decirle que había que hacer justicia con Haití, en Inglaterra también hemos encontrado apoyo. El asunto se trató en el examen periódico de derechos humanos de Haití en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra el pasado marzo. Muchos países, como Venezuela, Cuba o Pakistán, pidieron entonces una compensación por los casos de cólera. Hasta ahora la UE no se ha pronunciado sobre el tema. Para nosotros sería bueno poder ir a España o a Italia a contar este problema porque hace falta que se conozca".
Joseph no deja de insistir en la ilegalidad de la ocupación de Haití por los cascos azules. "Mucha gente ha sido asesinada, violada y no pueden obtener justicia, como abogados nos parece escandaloso, porque no pusieron en marcha ningún mecanismo para garantizar la protección de los derechos humanos. Es la inmunidad total, vivimos una discriminación incomprensible". Otra perversión que señala Joseph es que los países pobres reciben mucha presión por parte de Estados Unidos para enviar tropas a las misiones de la ONU, los países pobres del Tercer Mundo reciben dinero de la ONU cuando envían soldados como cascos azules.
El trabajo de Mario Joseph en Haití es titánico y rodeado de amenazas. Representa a las víctimas de la dictadura de Duvalier, cuyo régimen se caracterizó por el terror y al corrupción, y también defiende a numerosos presos políticos que existen en las cárceles haitianas. El pasado mes de julio Joseph se dirigió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para pedir una investigación por la sistemática violación de los derechos humanos en su país. Desde que llegó el Gobierno de Michel Martelly, en mayo de 2011, se han producido amenazas a la prensa, detenciones arbitrarias, incluso se detuvo a un diputado en funciones. Joseph denuncia que "en Haití hay miles de desplazados internos viviendo en campos cuyos derechos fundamentales son violados constantemente".
Este compromiso le ha hecho víctima de constantes amenazas, tanto telefónicas como pintadas que se pueden observar en la fachada de su despacho. No solo no ha encontrado en el Gobierno ningún apoyo en su petición de indemnización para las víctimas del cólera y para el país, sino que recientemente el ministro de Justicia Jean Renel Sanon, molesto por las actividades de Joseph en defensa de los derechos humanos y en un gesto de clara violación de la independencia judicial, exigió al fiscal que emitiera orden de detención contra el abogado. El acoso ha llegado incluso hasta ordenar el cese el pasado 26 de septiembre del fiscal Jean Renel Sénatus por no atender la orden del ministro. Ello ha generado una campaña de denuncia de la Asociación Internacional de Juristas Demócratas, a la que pertenece Mario Joseph, y una acción urgente de Amnistía Internacional.

http://www.eldiario.es/internacional/Medio-haitianos-ONU-esperando-respuesta_0_61943927.html

Pascual Serrano es periodista. Su último libro es "Contra la neutralidad. Tras los pasos de John Reed, Ryzard Kapuścińsky, Edgar Snow, Rodolfo Walsh y Robert Capa". Editorial Península. Barcelona

Uno de los símbolos de la represión ilegal

Harguindeguy, uno de los símbolos de la represión ilegal, murió sin condena

Según el ex jefe montonero Roberto Perdía, en 1975 Harguindeguy ya había anticipado el plan para desaparecer a los enemigos del régimen militar que aún no había llegado al poder. Estaba siendo juzgado en Entre Ríos.

Por:
Tiempo Argentino
El ex ministro del Interior durante la última dictadura cívico-militar, Albano Harguindeguy, murió ayer a los 85 años mientras cumplía prisión domiciliaria acusado en numerosas causas en que se investigan delitos de lesa humanidad. Símbolo del terrorismo de Estado, el ex general de división ocupó el Ministerio del Interior entre el 29 de marzo de 1976 y el 29 de marzo de 1981, durante el gobierno de facto de Jorge Rafael Videla, el período más sangriento de la dictadura.
El ex jefe montonero Roberto Perdía le atribuyó a Harguindeguy una frase que anticipaba la feroz represión que el Estado desataría después del golpe de Estado de marzo del '76. En el marco de un encuentro secreto que aseguró Perdía mantuvo con Harguindeguy todavía durante el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, y que tenía por objetivo discutir sobre el secuestro y desaparición del jefe guerrillero Roberto Quieto ocurrido en diciembre de 1975, Harguindeguy le anticipó: "Nosotros no vamos a andar tirando cadáveres en los zanjones, de ahora en adelante los cadáveres no van a aparecer. Nosotros vamos a hacer otra cosa. Lo que ustedes conocieron hasta ahora fue una 'dictablanda', como la de (Alejandro) Lanusse, la nuestra sí va a ser una dictadura. No lo van a volver a ver más a Quieto. En realidad, no volverán a ver a nadie más."

Harguindeguy había nacido en la localidad cordobesa de Villa Valeria el 11 de febrero de 1927, ingresó a la carrera militar en 1943 y fue camarada en el Liceo Militar de Raúl Alfonsín, el primer presidente de la democracia restaurada en 1983, precisamente quien impulsó el juicio a los responsables del terrorismo de Estado. En 1973, durante el gobierno de Héctor Cámpora, comandó las brigadas militares que, junto a grupos guerrilleros que habían luchado por el regreso al país de Juan Domingo Perón, realizaron tareas para asistir a sectores sociales afectados por inundaciones en el efímero Operativo Dorrego. En 1975 fue designado jefe de la Policía Federal por Isabelita, cargo que ocupó hasta el golpe de Estado. Harguindeguy era considerado uno de los "cerebros" de la dictadura y un hombre de peso en la estructura represiva, debido al amplio radio de influencia que ejercía desde el Ministerio del Interior, bajo cuya órbita se movían las fuerzas de seguridad.
El 20 de agosto de 1976, bajo su mando, un grupo de 30 detenidos clandestinos fueron sacados de la Superintendencia de Seguridad Federal (ex Coordinación Federal), a metros del Departamento Central de Policía y conducidos a la localidad de Fátima, vecina a Pilar, para ser fusilados y sus cuerpos dinamitados en represalia por el asesinato del general Omar Actis.
Para defender la dictadura y rechazar el retorno de la democracia, fue autor de una polémica frase que pasó a la historia y a la que apeló también  poco después el dictador Leopoldo Fortunato Galtieri. Consultado sobre la posibilidad de avanzar hacia una transición hacia la democracia, Harguindeguy había asegurado: "Las urnas están bien guardadas".

Nunca mostró ningún atisbo de arrepentimiento. En 2003, cuando todavía estaban vigentes las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, en declaraciones a la televisión francesa que quedaron luego plasmadas en el documental Escuadrones de la muerte: la escuela francesa, Harguindeguy reconoció la feroz represión ilegal desatada incluso desde antes del golpe de Estado. "Hicimos lo que correspondía en cumplimiento del deber militar. Empezamos bajo un gobierno constitucional y seguimos en un gobierno de facto. Las Fuerzas Armadas deben decirle al pueblo argentino: nosotros los liberamos de ser un país marxista. Tengo que reconocer que cometimos errores. Si no cometiéramos errores seríamos dioses. Qué aburrido sería un país gobernado por los dioses, sin pecado, sin delito."
Investigado por la justicia una vez recuperada la democracia, fue uno de los beneficiados por los indultos firmados en 1990 por el entonces presidente Carlos Menem. A pesar de estar procesado en varias causas por delitos de lesa humanidad –incluso comenzó a ser juzgado en Paraná– el represor Albano Harguindeguy murió sin que la justicia llegara a condenarlo por los crímenes de lesa humanidad por los que fue acusado.
El juicio oral que se le seguía en Entre Ríos, que entró en su etapa final y se espera que se conozcan las sentencias antes de fin de año, fue el primero en tener a Harguindeguy sentado en el banquillo de los acusados. El ex ministro estaba procesado como autor mediato de cuatro desapariciones forzadas y 25 privaciones ilegales de la libertad, sin embargo nunca asistió al juicio oral y siguió los acontecimientos a través de videoconferencia en Comodoro Py.
"Da mucha bronca, porque son 40 años de impunidad y te deja el sinsabor de que no llegó a la sentencia", señaló ayer al conocer la noticia de su muerte María Luz Piérola, coordinadora del Registro Único de la Verdad de Entre Ríos, y agregó: "Fueron muchos años de juntar pequeños datos para llegar a esta instancia y que estos tipos se vayan muriendo en total impunidad da el sinsabor de la angustia." «

procesado en causas en todo el país
Si bien sólo llegó a juicio por la megacausa de Paraná, Albano Harguindeguy estaba procesado en varias causas por delitos de lesa humanidad en todo el país. Una de ellas es el secuestro extorsivo de Federico Gutheim y su hijo Miguel. Al igual que el ex dictador Jorge Rafael Videla y su ex ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz, estaba acusado por la detención ilegal de los empresarios para obligarlos a firmar acuerdos comerciales.
Desde 2004 se encontraba con prisión preventiva por su rol en el Plan Cóndor, que por sus problemas de salud se convirtió luego en una detención domiciliaria. La megacausa por la responsabilidad argentina en el plan criminal de las dictaduras del Cono Sur llegará en marzo del año que viene a juicio oral. También estaba procesado por el secuestro y la desaparición del dirigente guerrillero Roberto Quieto, en 1975; por la muerte del obispo Enrique Angelelli, en La Rioja, y por las 153 detenciones en los dos centros clandestinos de detención que funcionaron en dependencias de la Policía Federal: la Superintendencia de Seguridad Federal y el “Garage Azopardo”.

domingo, 28 de octubre de 2012

NOAM CHOMSKY

Posted: 26 Oct 2012 05:04 PM PDT
El lingüista y filósofo estadounidense Noam Chomsky considera que los países occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, temen que la democracia se asiente en Oriente Medio porque ello daría lugar a una región más difícil de controlar.
Chomsky llevó el miércoles su discurso contracorriente y altermundista a la Universidad Americana de El Cairo, donde fue recibido como un ídolo de masas por miles de egipcios que se agolparon en torno a la sede de la institución, junto a la plaza Tahrir, a la que definió como “un modelo inspirador convertido en un símbolo mundial”.
“La mayor amenaza para Estados Unidos es que los países de Oriente Medio se dirijan a ser verdaderas democracias”, señaló Chomsky en una conferencia centrada en la primavera árabe.
Según el intelectual izquierdista, Occidente “no quiere políticas que reflejen la voluntad de la opinión pública, porque ésta considera a Estados Unidos e Israel como los verdaderos enemigos, y no a Irán”.
Por ello, prosiguió, “en 2011 Francia apoyó hasta que le fue posible al dictador de Túnez y Estados Unidos al de Egipto”, aunque aseguró que para Occidente los países más importantes son las dictaduras petroleras del Golfo.
“Lo que de verdad importa en la política de Estados Unidos hacia los exportadores de petróleo es el control, no el acceso al crudo”, destacó Chomsky, conocido por sus posiciones críticas con la política estadounidense e israelí.
El considerado como uno de los grandes lingüistas del siglo XX estimó que EEUU apoya las democracias “solo y únicamente” si se ajustan a sus prioridades económicas y políticas, pero también se mostró convencido de que su control sobre Oriente Medio está intacto, aunque en decadencia.
“El declive de EEUU como potencia hegemónica es real, pero no reciente. Viene desde el final de la II Guerra Mundial, cuando alcanzó su cénit”, señaló, al tiempo que aseveró que en un futuro inmediato no tendrá competidor, ya que, señaló, “China y la India son países pobres, con grandes problemas internos”.
El filósofo abordó durante parte de su charla la crisis sobre el programa nuclear de Irán, que, según dijo, tiene una solución muy fácil: declarar Oriente Medio como zona libre de armas nucleares.
Para ese arreglo, según Chomsky, solo existe el problema de la oposición de Estados Unidos e Israel, aunque se mostró convencido de que “si hay suficiente presión pública, Washington tendrá que ceder”.
Predijo que si finalmente se bombardean las instalaciones nucleares iraníes, es muy posible que Teherán reaccione como lo hizo Sadam Husein en Irak cuando Israel bombardeó el reactor Osirak en 1981: poniendo en marcha un verdadero programa de armas nucleares.
“El mundo que le dejamos a nuestros hijos no pinta muy bien. Existen dos amenazas predominantes: una guerra nuclear y un desastre medioambiental. Y no solo no se está haciendo nada serio, sino que las decisiones que se están tomando aumentan el riesgo”, agregó.
Tras dejar un recado al presidente estadounidense, Barack Obama -”uno de sus méritos es haber sido capaz de hundir la imagen de EEUU aún más que George W. Bush”-, Chomsky pasó de puntillas sobre cuestiones espinosas en el debate posterior como el islam político o los derechos de las mujeres.
Y pese a la gran cantidad de recomendaciones formuladas a lo largo de su ponencia, reconoció finalmente que no tiene una propuesta válida para frenar la guerra en Siria, donde, resaltó, “las fuerzas que participan están llevando a la sociedad a la autodestrucción”.
Agencias

domingo, 21 de octubre de 2012

Previas al 7 D

Los medios vienen marchando o las tareas previas al 7D


Un relato no es, como se lo pretende hacer aparecer para restarle legitimidad, de construcción imprescindiblemente intelectual o política, sino una tarea de todos.

Otras notas

  • El docente tiene que plantearse leer en el aula. Y para leer en el aula hay que abrir el libro. No hay otra cosa. A mí lo que me provoca dolor, es el docente que no lee en el aula creyendo que los chicos después no van a leer. Y ahí me parece que está la ruptura más grande, lo que hay que solucionar. Puede ser que no lean, pero también puede ser que lean. Nadie lo sabe. Nadie sabe qué va a pasar con esos chicos cuando terminan la escuela. Entonces hagamos esto ahora: leamos en clase”, plantea Ángela Pradelli, con un tono armonioso y un fraseo sereno que no endulza la urgencia de sus palabras.
  • Dando por hecho que hubo varias dificultades impuestas por las medidas judiciales que propiciaeron algunos grupos concentrados de la comunicación y la oposición política, se empezaron a poner en práctica las imposiciones de la Ley de Servicio de Comunicación Audiovisual.
  • Sábados, 20.30, televisión de aire, un programa sobre la novela argentina. Hasta ayer, esas premisas parecían imposibles de reunir en un solo ítem. Pero la cosa se dio. Y mucho tiene que ver en eso Ricardo Piglia, el hombre que ayer –y por tres sábados consecutivos a las ocho y media de la noche por Canal 7–, apareció frente a cámara a charlar, como señala, “cuestiones en las que estuve trabajando siempre. Algo que, ilusoriamente, sería una historia de la novela argentina. Básicamente, repreguntarse por el adjetivo”.
  • Los noticieros y los canales de noticias pretenden ser espejos que reflejan la realidad: eso está ahí, eso está pasando, y yo te lo muestro. Pero los espejos no hablan. La que habla es la mirada. La mirada de la madre cuando le da la teta a su bebé. O cuando el bebé se descubre reflejado en el espejo y le confirma que “sí, ése sos vos”. O la mirada del padre que juzga al hijo. O la mirada del moderno periodista televisivo que nos mira a los ojos, nos habla, y establece un vínculo con nosotros, hace contacto.
  • Es posible que, de cara a la posteridad, 2010 sea recordado como el año en el que muchos argentinos terminaron de aprender a sospechar de los medios.” Con esa hipótesis como punto de partida, Carlos Barragán y Julieta Dussel idearon ¡Ay, diarios!, el libro con el que logran leer entrelíneas, desde una mirada astuta e irónica, las construcciones noticiosas y los abordajes que los diarios nacionales hicieron de los temas que coparon las agendas mediáticas el año pasado.
  • Un intelectual del siglo V antes de Cristo, Teognis, cuyos poemas eran de lectura obligatoria en las escuelas, decía que “ningún hombre es rico o pobre, noble o plebeyo, sin la intervención de los dioses”. Lo mismo, aunque, obviando el plural, con un dios en singular, repitieron los autores judíos del Libro de los Salmos y del de los Proverbios. Y así lo heredaron los intelectuales cristianos.
El mayor patrimonio, y el mayor deber, de un lector es dudar de aquello que lee o de eso que quieren que lea, incluida esta nota. Una guía para comprender el trabajo a desarrollar por la sociedad antes del 7 de diciembre.
Habría que agradecer a Eduardo Galeano la repetición de esa frase legendaria con la que alguien transformó una pared de Montevideo en algo así como las tablas de la verdad: “Nos mean y en los diarios dicen que llueve”. Y se debe agradecer la repetición, ya que más allá de lo que ocurra el 8 de diciembre, los únicos que pueden garantizar la democracia informativa son los lectores de diarios, los escuchas radiales o los espectadores de televisión. Son (somos, aunque la primera persona suene siempre demasiado incómoda en un medio) los únicos que podemos pelear y ganar esa batalla contra la desinformación sin necesidad de caer en chicanas, recurrir a cautelares o aplicar menesundas varias. En tren de citar, valga lo que afirmaba el poeta mendocino Armando Tejada Gómez: “Diga no, simplemente, y se le viene abajo toda la estantería”. Himno a la libertad sin límites, decir “esto no lo leo” (o “no lo escucho” o “no lo miro”) rompe la lógica tendiente a formar y no a informar; esa lógica que ya tiene varias décadas en el país y que –aunque muy pocos hoy lo recuerden– llevó a que, durante el menemato, los periodistas, todos (no olvidar que “todos” eran –éramos– progresistas durante el menemato, ¡era tan fácil!), se creyeran los encargados de impartir y repartir justicia. Y la ruptura de esa lógica garantiza, se insiste, más allá de cualquier discusión jurídica, la caída en el olvido de aquello que, cada día, se torna más imprescindible de olvidar.

Claro que, para olvidar tranquilo, primero es preciso recordar. Por eso, nada mejor que conocer varias de las matufias con las que los dueños de los medios de comunicación (repetidas hasta el paroxismo por muchos de sus periodistas) machacan en la sociedad. Noam Chomsky (alguien que sabe, y muy en serio, de todo eso) señalaba algunas de las principales. A saber: Distracción; construcción e instalación de un supuesto problema para pasar a ofrecer, de inmediato, la solución; obligar al público a creer que son criaturas de poca edad y que, por eso, deben hablarles como a idiotas; mantener a sus fieles en la ignorancia y la mediocridad y, al mismo tiempo, estimularlos a creer que esa ignorancia y esa mediocridad es “estar en la onda”; hacer abuso de lo emocionante por sobre lo reflexivo, y, sobre todo, inducirlos a comprar alegremente eso de que “el medio” los conoce mucho mejor de lo que ellos mismos creen conocerse.
Antes de entrar en detalles en cada una de esos chanchullos, conviene releer lo que claramente decía Ricardo Forster: “El 7D será un día importante, pero no cambiará radicalmente aquello que sigue estando en juego. Abrirá una fisura en el lenguaje de la dominación que supo encontrar en los medios de comunicación y en la industria cultural instrumentos fundamentales para seguir perpetuando su concepción del mundo y de la vida”. Afirmación que, justamente, refleja de manera simple y concisa aquello que uno cualquiera sabe pero le cuesta articular. Y aquí sí es imprescindible caer en la primera persona: uno es, a mucha honra y, aunque parezca mentira, tras largo trabajo, uno cualquiera. Ese ciudadano “medio pelotudo” (copyright perteneciente al periodista Juan Rezzano y su recomendable blog El pelotudo medio) que entra a un bar y encuentra Clarín en la mesa de al lado (“ejemplar de gentileza”) descerrajando certezas tan brutales como “llega el Día del Niño y no hay Barbies” o debe bajar el cafecito mientras TN desgrana mala noticia tras mala noticia y culpa tras culpa con sus distintas y tan similares caras indignadas y voces de circunstancia.
El relato, que le dicen. Pero un relato que no es, como se lo pretende hacer aparecer para restarle legitimidad, de construcción imprescindiblemente intelectual o política sino tarea de todos –los ciudadanos de a pie que esgrime Mario Wainfeld–, ese “nosotros” largamente renombrado como “masa”, “gente”, “pueblo”, “soberano”, etcétera, según la ideología del que lo mencione.

Por eso se torna una obligación empezar a leer, escuchar y ver más allá de lo que se escribe, se dice y se muestra. Es decir, entender qué quieren los medios –todos–, que la sociedad lea, escuche o vea.
Sólo de esa manera podrán destrabarse las estrategias bien o mal intencionadas,a favor o en contra, de desinformación.
Retomemos a Chomsky y su denuncia sobre la estrategia de la distracción como elemento primordial de control social: “Consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes”. De ese modo, se le impide al público, haciéndolo creer que es su propia decisión, interesarse por los conocimientos esenciales y se lo mantiene alejado de los verdaderos problemas sociales mientras quedan cautivos de temas sin importancia real (vaya como ejemplo, aunque un buen ejercicio es mirar las tapas de los grandes diarios día tras día y descubrirlos por uno mismo, la mención de las Barbies y los pobres niños que no tendrán la célebre y anoréxica muñequita como regalo en su día).
La otra gran estrategia, la de crear un problema para después brindar la solución puede analizarse en las recientes elecciones presidenciales realizadas en Venezuela. Resultaba oprobioso observar y escuchar a muchos enviados especiales a cubrir tal evento decir al aire, detrás del escritorio y la infaltable notebook abierta a la nada, dos minutos antes de que el Comité Nacional Electoral diera los datos precisos, que se estaba “frente a un empate técnico”. Esa noticia de “empate” intentaba crear la siguiente “situación” al conocerse el 55 por ciento: “hubo fraude, si tal o cual periodista dijo recién que hubo empate”.
Todo eso aderezado con el lenguaje típico de las monerías hacia un pequeño, ya que cuanto más se intenta engañar al lector/escucha/espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Dice Chomsky en Armas silenciosas para guerras tranquilas: “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, esa persona tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico: como la de una persona de 12 años o menos de edad”.
Las pruebas pueden encontrarse en titulares anodinos que patentizaron el “ahora dicen” como una suerte de “había una vez” pero infinitamente menos literario. O en las muecas/guiños a cámara similares a las que los actores de teatro infantil utilizan para preguntar a la platea dónde está la bruja. O en las entonaciones encomiables para la lectura nocturna de cuentos al pie de la cama de un hijo pero abusivas en el noticiero de las 19 o de cualquier otro horario.
Si eso no alcanza para desbaratar las maniobras, es bueno comprender la utilización de los aspectos emocionales para que se opere un cortocircuito en cualquier posibilidad de análisis racional. Maniobra que se complementa con la tendencia a hacer creer que uno (lector, escucha, espectador) está incapacitado para comprender cómo puede esclavizar la manipulación de la tecnología. Chomsky dixit: “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores”. Allí están, por ejemplo, las infinitas “llegadas” mediáticas hasta “el país que nadie muestra”, como una suerte de dioses blancos que descubren “alla Colón” lo que ya estaba ahí y tenía voz propia en lugar de permitir que sea ese país el que se muestre a sí mismo e informe sobre lo que es necesario para su cotidianidad y su futuro. O, también, la inveterada costumbre de repetir el parte meteorológico de la Ciudad de Buenos Aires (sensación térmica incluida) en el cuadradito inferior de las pantallas de todos los canales nacionales de televisión: ¿qué extraña mitología lleva a hacer creer que a los habitantes de Tilcara, Santo Tomé o Maquinchao les urge saber desesperadamente si los 12º de temperatura a las 20.30 en la porteña Villa Urquiza les cambiará su cosmovisión del mundo?

En una época de cambios –o, si se prefiere, en un cambio de época– es bueno cambiar. Para hacerlo, es necesario saber qué se era antes. Sobre todo cuando se trata de algo tan hecho carne como las astillas de la argentinidad. Miguel Brascó, con su seriedad siempre al borde de la carcajada, decía que el ser argentino estaba escondido dentro de una cajita de fósforos de cera Ranchera detrás de la carta de Graham Greene dejada como al descuido (pero para que todos vean que el británico mantenía contacto epistolar con el dueño de casa) en la biblioteca de Ernesto Sabato en Santos Lugares. Parece hora de empezar a ubicarlo en un sitio no tan intrincado. O de comenzar a pensar, de una vez y para siempre, que quizás una de las razones del ser nacional (sobre todo el de aquellos que habitan la pampa húmeda) radica en que caminamos por la llanura, pasito a paso, con la mirada fija en un horizonte que se aleja cada vez más, como si lo hiciéramos por una ruta impecable, plana y sin contratiempos, sin comprender y sin siquiera darnos cuenta, de que la tierra es redonda.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Escrache

Participaron grupos feministas, trabajadores del hospital y vecinos

Escrache al cura que hostigó a la mujer que pidió abortar

Fernando Llambías, a cargo de la capilla del Hospital Ramos Mejía, había marchado hasta el domicilio de quien solicitó interrumpir su embarazo, producto de una violación y cautiva de una red de trata de personas. Lo acusan de violar el secreto profesional y ponerla en riesgo.


Tiempo Argentino
La Iglesia no tiene por qué estar en los hospitales y cobrar salarios. Además, se meten en nuestros cuerpos y hostigan a las mujeres", describe ante Tiempo Argentino Manuela Castañeira, referente de la agrupación Las Rojas, después de escrachar a Fernando Llambías, el sacerdote de la capilla del Hospital Ramos Mejía que se había manifestado en la puerta de la casa de la mujer que la semana pasada iba a realizarse un aborto no punible en la Ciudad.
El escrache de ayer al párroco fue convocado no sólo por agrupaciones feministas sino también por trabajadores de ese centro de salud porteño y vecinos del barrio de San Cristóbal.
Allí denunciaron al sacerdote por haber "obtenido la dirección de la joven que acudió al hospital para practicarse un aborto no punible, y buscó amedrentarla para que no lo haga, violando el secreto profesional y poniéndola en riesgo ya que ella acababa de escapar de una red de trata", explicó a la agencia Télam Silvia Kochen, médica del hospital.
Organizaciones como Las Rojas (Nuevo Mas), Comisión de Mujeres del Hospital Garrahan, Frente de Mujeres K, Comisión de la Memoria de San Cristóbal y la CTA, entre otras, se manifestaron en el Ramos Mejía con carteles que decían "Aborto legal en el hospital ya" y "Separación de la Iglesia del Estado", además de solicitar que el capellán Llambías ya no esté en ese hospital.
La médica Kochen detalló: "Esta convocatoria la realizamos porque, aunque el hecho puntual por suerte ya se resolvió, esta es una situación gravísima que no puede volver a repetirse nunca más, y los médicos tienen que acatar la ley".
Agregó Kochen que "el cura tuvo una actitud muy parecida a lo que hacía la Inquisición, y está en contra de la ética de una persona que trabaja en un centro de salud, por eso no puede estar más acá, que se retire y que se hagan las acciones correspondientes".
Castiñeira, de la agrupación Las Rojas, subrayó la importancia de que hubiera trabajadores del hospital "mostrando que había una visión distinta ahí adentro", respecto de los profesionales que la semana pasada se resistían a realizar la intervención quirúrgica. Además, la representante de Las Rojas anunció que el próximo jueves 1º de noviembre habrá una movilización a Plaza de Mayo por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.  «
 

domingo, 14 de octubre de 2012

Desalojos violentos

Los countries amenazan la tierra de campesinos y pueblos originarios

Vecinos y organizaciones sociales denuncian amenazas, agresiones y desalojos violentos. Señalan a empresas que codician sus propiedades para levantar barrios de lujo. El testimonio de quienes resisten a las topadoras.

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En la Argentina, la lucha por la tierra es palmo a palmo, muchas veces violenta y oportunamente silenciada. Días atrás, el Mocase denunció el asesinato de un campesino en Santiago del Estero y acusó a un supuesto sicario de empresarios rurales. Sin embargo, el avance sojero no es la única faceta de la disputa por el suelo. El negocio inmobiliario de lujo también busca expandirse, en algunos casos, a fuerza de topadoras, levantando countries donde otros habitan hace décadas y dan sustento a sus familias.
Tiempo Argentino pudo comprobar que las denuncias se repiten en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Río Negro y Neuquén, donde los barrios privados crecen a paso acelerado sobre los terrenos en manos de vecinos humildes, campesinos o comunidades originarias.
"Faltan políticas claras para defender los derechos posesorios de quienes viven hace años en su lugar. Y además hay connivencia entre el empresariado y la policía, que reprime", sostuvo Ignacio Maestre, integrante del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI).
En Esteban Echeverría, provincia de Buenos Aires, una familia de agricultores, los Liemich, sufrió amenazas y agresiones por defender un predio de diez hectáreas en donde pastan cabras, vacas y ovejas. Esa tierra les da sustento hace más de 20 años y, sin embargo, en diciembre pasado, un grupo de personas exigió la propiedad del campo y tomó por la fuerza una parte. "Recibí piñas y patadas. Caí y me seguían pegando. Vino mi señora Josefina y uno de mis hijos, y también les pegaron", contó Alberto Liemich, dueño del predio, que acusó al country Brickland de estar detrás de la maniobra.
Alberto aseguró que el administrador de este barrio privado busca quedarse con sus tierras y que por eso facilitó personal y maquinaria para la ocupación. En este caso y tras una ardua disputa judicial, los Liemich recuperaron lo usurpado, pero recordaron que en 2010 les intrusaron dos hectáreas que jamás recobraron. "Todo esto repercutió mucho en la producción familiar –se lamentó Josefina Liemich–. Acá hacemos un gran esfuerzo para que nuestros chicos vayan al colegio."
Otra zona donde los countries se multiplican es en el Tigre. Allí, los vecinos protagonizan una disputa con la empresa Colony Park, que intenta construir una "isla privada" de 300 hectáreas, con shopping, estacionamiento exclusivo y canchas de tenis, entre otros lujos. A pesar de no contar con autorización, la firma comenzó a trabajar y a comercializar los terrenos en 2008. Sin embargo, dos años después las obras fueron paralizadas por tiempo indeterminado, ya que se constató la inexistencia de una declaración de impacto ambiental. Pero esto no remendó el daño producido: de las casi 20 familias de junqueros y pescadores que vivían en la zona, hoy sólo quedan dos. El resto tuvo que emigrar, luego de una violenta represión policial.

De manera más sigilosa y sin grandes campañas publicitarias, en el área avanza otro emprendimiento similar. Según los vecinos, se trata de un "mini Colony Park", con un perfil más bajo pero, aseguran, las mismas prácticas. "Hay amenazas e intimidación", sostuvo Diego Domínguez, del Centro Comunitario Casa Puente del Delta del Paraná. En medio de este escenario, la inmobiliaria Samek Propiedades ya comenzó a vender porciones de la isla. En su página web, por ejemplo, se ofrecen lotes desde U$S 29.500. Para Domínguez, "todo lo que han hecho es ilegal. Construyeron canales privados y pusieron carteles de 'prohibido pasar'".
Muy cerca de ahí, en el límite entre Tigre y Escobar, existe un predio público de una hectárea conocido como Punta Querandí, donde fueron encontrados restos arqueológicos de comunidades originarias y de alto valor histórico. El detalle pareció no importarle a la empresa Eidico SA, que intentó desarrollar en la zona un lujoso country: el Complejo Villa Nueva, que tendría 850 hectáreas.
La compañía comenzó a cercar el predio en 2009. Los habitantes, como respuesta, encarnaron una tenaz resistencia. "Nos robaron nuestra bandera y destruyeron el acampe que habíamos hecho. Nos amenazaron y nos agredieron. Nosotros señalamos como responsable a Eidico", denunció Pedro Moreira, miembro del Movimiento en Defensa de la Pacha.
Pero el fenómeno no se reduce a Buenos Aires. En el barrio Nuevo Alberdi, de Rosario, donde viven unas 300 familias humildes, la empresa Cimar SA intentó desarrollar un country de 250 hectáreas. En ese terreno, los vecinos habían logrado levantar una escuela secundaria y una radio, además de una cooperativa textil, una fábrica de dulce de leche, tambos y huertas comunitarias.
Muchos de ellos sufrieron lo que denominaron "desalojos silenciosos". Manuel Salinas, del Movimiento Giros, que lucha contra la proliferación de barrios privados, lo explicó de esta manera: "No es el desalojo tradicional. Es algo más cínico. Por ejemplo, mandan tipos de la empresa para ofrecer medicamentos a una familia que tiene algún enfermo. Esto, a cambio de que la familia desarme su rancho y deje el terreno."
En el predio, Cimar intenta poner en marcha tres emprendimientos exclusivos: Fincas del Rosario y La Horqueta Fisherton I y II. No son sus primeras iniciativas. Según la denuncia de Giros, la firma concentra el 9% de las tierras urbanizadas de Rosario (ver aparte).
También en Córdoba se dan estos conflictos. Es el caso de Villa Libertador, al sur de la capital provincial, donde la compañía Ecipsa SA compró 100 hectáreas previamente pobladas con el objetivo de edificar Valle Cercano, un country con campos deportivos. La operación se concretó en 2009. De las 700 familias que vivían allí, unas 600 fueron desalojadas. Los mismos vecinos que habían convertido lo que era un basural en un terreno digno y habitable, eran denunciados por la empresa por "usurpación" e "instigación a cometer delito".
Al mismo tiempo, comenzó una disputa legal que finalizó a favor de los damnificados. La justicia cordobesa sostuvo que la expulsión de los habitantes afectaría "el derecho a la vivienda, la salud y la educación". Sin embargo, quienes ya habían sido desalojados nunca pudieron regresar.
Otro importante foco de conflictos es la Patagonia, donde el boom turístico provocó la expansión del negocio inmobiliario. En San Martín de los Andes, por ejemplo, la comunidad mapuche Ufkowe Newen sufrió semanas atrás el incendio de una casilla en su territorio, que denunciaron como intencional. En diálogo con Tiempo, el lonko Marcos Torres fue claro: "Nos quieren usurpar las tierras. Pero tenemos derecho sobre ellas porque nacimos y nos criamos acá", sostuvo. En el lugar viven siete familias, que subsisten gracias a la agricultura y el pastoreo. Las tierras de los Ufkowe Newen abarcan 2500 hectáreas, de las cuales 2200 son codiciadas para construir un country.
En otra zona turística del sur, la comunidad mapuche Maliqueo mantiene una disputa con el estanciero Pedro Duarte por la tenencia de tierras en Villa Pehuenia. Según los Maliqueo, Duarte está construyendo una toma de agua y un canal de riego para el barrio privado Altos de Pehuenia, de 52 hectáreas, que desarrolla la ya mencionada Cimar SA. Estas obras "están destruyendo algo tan sagrado como nuestro cementerio mapuche", explicaron los pobladores a la prensa.
En 2009, ya habían denunciado una usurpación. "En ese entonces, fuimos desalojados por más de 60 policías que vinieron con motosierras y tractores", aseguró Raúl Maliqueo, vocero mapuche.
Otro tanto ocurre en Bariloche con la comunidad Las Huaytekas, que acusó al empresario Daniel Kritz, ligado al country Villa Puelo Ranch, de querer construir un barrio privado en su territorio. Según el relato de esta comunidad, pocos meses atrás diez operarios llegaron con motosierras e instalaron carteles de "Prohibido pasar". También denunciaron que Kritz se hizo presente para amenazarlos y ofrecerles dinero. En diálogo con este diario, el empresario desmintió la acusación y aseguró que su proyecto inmobiliario está a ocho kilómetros del territorio mapuche.
Como se ve, la tierra en la Argentina vale oro. Para algunos, porque sobre ese suelo viven sus familias y de él obtienen el sustento. Para otros, en cambio, porque constituye un fabuloso negocio inmobiliario.  «

Salta: embisten contra la comunidad lule

En Salta no fue un country sino el Jockey Club el que entró en conflicto con una comunidad originaria, los Lules, por la intención de construir una cancha de rugby en un predio que los pobladores reivindican como propio.
Los Lules viven en Finca Las Costas, una ciudad a 15 kilómetros de Salta capital. Se trata de un territorio que la comunidad reclama desde hace años y que, en la actualidad, mantiene como posesión histórica y ancestral.
El año pasado, la comunidad –integrada por unas 800 personas– denunció que el Estado provincial quiere dar esas tierras al Jockey Club "de forma arbitraria y bajo conceptos feudales". Los Lules resistieron a las topadoras y sufrieron la represión policial. Una decena de vecinos resultó herida y dos personas fueron detenidas.
La violencia, según la comunidad, no se detuvo. En febrero pasado, denunciaron amenazas e intimidación por parte de oficiales de la subcomisaría de Finca Las Costas y del propio personal del Jockey Club. A pesar de eso, siguen resistiendo de forma pacífica.

Rosario: la tierra en pocas manos

El Movimiento Giros, que hace años viene denunciando la concentración de la tierra en la ciudad de Rosario, sostiene que el 9% de los terrenos urbanizados en ese municipio santafesino está en manos de un mismo grupo. Se trata de Cimar SA, que posee 1444 hectáreas y, además, tiene emprendimientos inmobiliarios de lujo en otros puntos del país.
Giros menciona los casos de Fincas del Rosario y La Horqueta Fisherton I y II, que Cimar pretende desarrollar en 250 hectáreas, actualmente habitadas por 300 familias. Según su informe, "los countries y latifundios del monopolio se ubican bajo la mancha de inundabilidad, sobre zonas rurales y no urbanizables". También remarca que desde 2010 está vigente en Rosario una ordenanza que prohíbe la construcción de barrios cerrados. Por esa razón, hoy los proyectos de Cimar están frenados. Sin embargo, la empresa no dejó de comercializar lotes de entre 2600 y 25 mil m².
"El Estado no garantiza el cumplimiento de la ordenanza. Por eso seguimos muy atentos a lo que pueda suceder", sostuvo Manuel Salinas, de Giros.
 

sábado, 13 de octubre de 2012

Críticas al Nobel de la Paz

Críticas al Nobel de la Paz otorgado a la Unión Europea en medio de la crisis

El Comité que otorga el premio señaló que la UE promueve desde "hace más de seis décadas la paz, la reconciliación y los derechos del hombre". Los líderes políticos del continente festejaron el anuncio como un espaldarazo a la región.

Tiempo Argentino
En plena crisis económica, financiera y de identidad, la Unión Europea (UE) se llevó el Premio Nobel de la Paz por “promover, hace más de seis décadas, la paz, la reconciliación, la democracia y los derechos del hombre en Europa”. Igual que una bocanada de aire fresco, la noticia llegó a las altas cúpulas comunitarias como una buena nueva que podría cambiar la tendencia en picada de la economía regional, pero rebibida con grandes críticas por partes de los sectores sociales más golpeados por la pobreza y la desocupación generados por las medidas de ajuste que se llevan adelante en los países del continente.
Durante todo el día, las declaraciones de júbilo de los líderes políticos se expandieron como quien quiere que este buen momento dure para siempre y que sea un motivo de unión en un Continente que se está quebrando a pedazos entre los países pobres del sur, ahogados por la deuda, y los del norte, que exigen más y más recortes. Pero también se generó una ola de críticas tra el anuncio en Noruega del Premio Nobel de la Paz 2012. En Aftenposten, el periódico de mayor prestigio del país, el líder de los jóvenes laboristas, Lars Erik Pedersen, habló de los "egos de Thornbjorn Jagland y Geir Lundestad", principales miembros del comité para el Nobel por la Paz, ya cuestionados por la distinción al presidente Barack Obama en 2009. Jagland, además de ser el presidente del Comité para el Nobel, es secretario general del Consejo de Europa y un conocido europeísta, que integró los comités en favor del ingreso de Noruega a la UE (rechazado por dos referéndum por 51%-49% en 1994).
La novedad fue recibida con frialdad e incluso enfado por los sindicatos y la oposición de izquierdas griegos, que apuntan a Bruselas como corresponsable en la caída del bienestar y la pérdida de derechos laborales. "Es una hipocresía que ofende a los pueblos europeos en un momento en que son víctimas de una guerra no declarada a todos los derechos sociales", denunció Syriza. La Confederación General de Trabajadores de Grecia (Gsee), la mayor central sindical del sector privado, dijo que el premio "deja clara la responsabilidad de la UE en esta guerra económica con miles de víctimas en el sur de Europa. La UE debe cuidar mantener la cohesión social y el bienestar en toda Europa", declaró a Efe Stazis Anestis, uno de los líderes del sindicato.
El Comité de la Academia sueca -conformado por cinco integrantes noruegos elegidos por el Parlamento de dicho país, que rechazó formar parte de la UE en dos oportunidades (Ver recuadro)-, reconoció en la integración regional de los 27 países que componen la unión (que serán 28 a partir de julio con la incorporación de Croacia) un intento firme y determinado para evitar los conflictos bélicos después de la Segunda Guerra Mundial y un modo eficaz de extender la democracia a los países del este europeo, después de la caída del Muro de Berlín.

Festejando el premio como un triunfo personal, la Canciller de Alemania, Angela Merkel, aseguró que se trata de una decisión maravillosa, que supondrá "un notable impulso" en los esfuerzos comunes para el proyecto europeo. Acostumbrada a justificar ajustes en países vecinos, la Dama de Hierro del Viejo Continente, celebró la "decisión maravillosa" y afirmó que significará un "fuerte impulso" para el euro.
Todos los líderes comunitarios interpretaron el premio como un estímulo inestimable para superar la crisis. "Estoy conmovido y honrado", dijo el presidente del Parlamento Europeo, Martín Schulz, el primero en hacer declaraciones a través de su cuenta en Twitter. Habituado a los tiempos turbulentos de crisis, José Manuel Durão Barroso dijo estar sorprendido y reconoció que por la mañana cuando se levantó "no pensaba que iba a ser un gran día". Además, aseguró que la UE es "una cosa preciosa para el bien de los europeos y del mundo".
Sin embargo, el galardón no generó sólo reacciones positivas. Hubo quienes pusieron en discusión la motivación de la academia sueca ya que, dentro de la UE, hubo gobiernos (como el del ex primer ministro británico Tony Blair y el del ex presidente de España José María Aznar) que apoyaron la guerra en Afganistán e Irak, liderada por Estados Unidos.
Además, si bien "una guerra entre Alemania y Francia sería impensable", como aseguró, en Oslo, el presidente del Comité del Nobel, el noruego Thorbjoern Jagland, lo cierto es que en Europa existe una guerra de facto entre países centrales y periféricos. Ayer, Merkel tuvo el enésimo gesto de falta de solidaridad comunitaria al rechazar la propuesta del Fondo Monetario Internacional de otorgarle más tiempo a Grecia y España para reducir el déficit y poner sus cuentas en orden.  «
 

lunes, 8 de octubre de 2012

Por Enrique Angelelli

ELEVARON A JUICIO LA CAUSA POR EL ASESINATO DE ENRIQUE ANGELELLI

La complicidad de la Iglesia

La investigación del crimen del obispo deja al descubierto el rol de la jerarquía eclesiástica durante la dictadura. Los fiscales señalaron en su acusación que las Fuerzas Armadas operaban “en coordinación y con el consentimiento de la Iglesia Católica argentina”.




 Por Alejandra Dandan

La investigación por el asesinato del obispo Enrique Angelelli acaba de ser elevada a juicio oral. La arquitectura de la acusación que construyeron los fiscales federales Darío Edgar Illanes y Carlos Gonella tiene un agregado: muestra por primera vez en clave penal el rol que cumplió la jerarquía de la Iglesia Católica argentina durante la dictadura. Los fiscales dicen que no fue un rol silencioso ni sólo cómplice, sino un “rol activo” en las políticas del terrorismo de Estado: “El terrorismo de Estado fue un fenómeno mucho más complejo que el que intentan demostrar algunas miradas miopes, que lo reducen al accionar de las Fuerzas Armadas. En esta causa queda particularmente demostrado que el terrorismo de Estado 1976-1983 actuó criminalmente bajo el amparo de la jerarquía de la Iglesia Católica en Argentina”. O con otras palabras: “Que el sistema represivo operó en coordinación y con el consentimiento de la Iglesia, o al menos de buena parte de su jerarquía”.
Sobre el caso Angelelli, Gonella e Illanes concluyen que el obispo murió en “un atentado” producto de un “accidente intencional”: “Podemos afirmar con seguridad –explican– que la colisión automovilística donde monseñor Enrique Angelelli perdió la vida fue provocada de forma deliberada por otro vehículo que venía siguiéndolos” a él y al sacerdote Arturo Pinto, que salvó su vida milagrosamente “por razones ajenas a la voluntad de los acusados”.

Por el crimen imputaron a Jorge Rafael Videla y al ex ministro del Interior Albano Harguindeguy, que “emitió directivas precisas para eliminar los grupos vinculados al Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo”; al ex jefe del III Cuerpo del Ejército Luciano Benjamín Menéndez; y a dos jefes del aparato represivo de La Rioja: el vicecomodoro Fernando Estrella, acusado en el juicio abierto por los curas de Chamical, y entonces segundo de la base de la Fuerza Aérea (Celpa), que funcionó como centro clandestino, y al entonces jefe de la D2, el ex comisario Juan Carlos Romero.
Para conectar la relación entre el rol de la jerarquía de la Iglesia y la causa Angelelli, los fiscales indican que de “la abultada prueba surge de que las persecuciones a los curas riojanos fueron puestas en conocimiento de la jerarquía regional y nacional”. Pero a partir de ese momento, y antes de situar la historia del obispo dentro del desa-rrollo y la persecución al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM), explican por qué dicen que el sistema operó en coordinación y acuerdo con la Iglesia. “Resulta de singular importancia mencionar que así como en otras investigaciones ha quedado claro el rol desempeñado por otras instituciones estatales durante el terrorismo de Estado, como el Poder Judicial, en la presente causa se ha demostrado que el sistema represivo instaurado por las Fuerzas Armadas operaba también criminalmente como aparato de poder organizado en coordinación y con el consentimiento la Iglesia Católica argentina, o al menos buena parte de su jerarquía”, dicen. En ese sentido, toman como prueba “el registro” revelado hace unos meses sobre la entrevista que mantuvo el 10 de abril de 1978 Videla con la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, representada en ese acto por el obispo Vicente Zazpe y los cardenales Raúl Primatesta y Juan Aramburu.
El contenido del documento que forma parte de los archivos secretos de la Iglesia fue revelado por Horacio Verbitsky en Página/12. “En la reunión entre Videla y el Episcopado queda claro que en forma conjunta se buscaron soluciones para el problema de los desaparecidos –dicen los fiscales–, y que esas soluciones no fueron justamente blanquear la situación, informar sobre el destino de las personas, sino todo lo contrario.”
Primatesta escribió en el documento que, durante el encuentro, Videla se mostró preocupado porque los obispos habían usado la palabra “presos políticos”. Les dijo que “en el ámbito internacional y periodístico esos términos se interpretan como que acá hay presos por sus opiniones políticas, o por cuestiones raciales o religiosas, cosa que no es cierta: los que están presos –y citó casos concretos como el de Timerman– no lo están por esas causas sino por razones que hacen directamente a la guerrilla”. Primatesta le dijo a Videla que “se había tratado de una ‘nomenclatura vulgar’ y que no hubo otra intención”. Y le explicó que el problema que tenían ellos era el reclamo de los obispos, que a su vez recibían las quejas de los familiares, y que se acercaba el viaje para la Asamblea de Puebla, en el que los recibiría un ambiente “no local” donde se “pueden hacer cuestionamientos que de algún modo tendremos que responder”.

El texto transcribe lo que sigue: “El presidente respondió que aparentemente parecía que sería lo más obvio decir que éstos ya están muertos, se trataría de pasar una línea divisoria y éstos han desaparecido y no están; pero aunque eso parezca lo más claro sin embargo da pie a una serie de preguntas sobre dónde están sepultados; ¿en una fosa común? En ese caso, ¿quién los puso en esa fosa? Una serie de preguntas que la autoridad del gobierno no puede responder sinceramente por las consecuencias sobre personas. Se estuvo dialogando sobre la necesidad de buscar alguna solución...”, dejó escrito el cardenal sobre la entrevista en la que poco más tarde, por la reconstrucción, él dice que “la Iglesia quiere comprender, cooperar”.
“Es realmente asombroso el tratamiento que efectuaron los prelados sobre la ‘nomenclatura vulgar’”, señalan los fiscales. “Pero lo más asombroso e indignante resulta el sesudo análisis sobre ‘los desaparecidos’ y los problemas que podría generar en Puebla”, la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano que se iba a hacer el 27 de enero de 1979 en el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, de México, para continuar con los lineamientos de la II Conferencia General de Medellín.

En ese punto recuerdan una frase de Aramburu sobre el final del encuentro: “Le sugerí que por lo menos dijeran que no estaban en condiciones de informar, que dijeran que estaban desaparecidos, fuera de los nombres que han dado a publicidad”. También recuerdan la frase del propio Videla a la revista cordobesa El Sur, en la que dijo que: “Los obispos nos asesoraron sobre la forma de manejar el tema de los desaparecidos”.
Primatesta va a aparecer nuevamente en la historia de Angelelli, esta vez como la persona que “gestionó” su “alejamiento” de la provincia de Córdoba y le dijo al vicario castrense del Ejército Victorio Bonamín: “Ojalá se lleve a los compinches”.
Pese al modo de construir en clave penal la participación de la Iglesia en la dictadura, los fiscales no avanzaron con una acusación contra ninguno de los obispos. Gonella dice que no lo hicieron porque todos los que aparecen están muertos y que él mismo dijo, en uno de los juicios de Córdoba, que si Primatesta estuviese vivo estaría entre los acusados.

XXVII Encuentro de Mujeres

 NUTRIDA MARCHA POR EL XXVII ENCUENTRO EN POSADAS

Las mujeres volvieron a marchar por ellas

Casi veinte mil mujeres marcharon por las calles de Posadas para el cierre del XXVII Encuentro de Mujeres. Algunas asperezas entre posturas políticas. Demostraciones frente a la Catedral.



 Por Luciana Peker
Desde Posadas


“Aborto legal para no morir, anticonceptivos para no abortar” fue una frase que se salió de los volantes, tomó cuerpo y los cuerpos de las mujeres y se hizo voz y eco en el canto de las alrededor de 18 mil mujeres que participaron de la larga marcha final –con más de cuatro cuadras repletas de participantes– del XXVII Encuentro de Mujeres de Posadas. “Alerta, alerta que camina, mujeres feministas por América latina”, fue uno de los muchos cantos que también subían el tono. “Si el Papa fuera mujer el aborto sería ley, basta de patriarcado y que nos digan lo que hay que hacer, aborto libre y gratuito y que lo decida la mujer.”
La mayor tensión de la marcha fue la convivencia entre diferentes partidos de izquierdas –con posturas distintas entre ellos– y los sectores kirchneristas. En un momento se cruzaron en una esquina e intercambiaron cantos y contuvieron a sus militantes con fuertes cordones de seguridad. Pero se pudo conservar la unión a favor de los derechos de las mujeres. Las organizaciones que participaron fueron muchas, entre ellas la “Mesa local por la no violencia hacia las mujeres”, del Municipio de Lanús; el Consejo Municipal de Morón; Pan y Rosas, del Partido Socialista de Trabajadores; el Partido Obrero; Las Mariposas, de Villa París; UTE; la Universidad Nacional de Avellaneda; La Cámpora Misiones; Nuevo Encuentro; Mumala; Todas con Cristina; La Colectiva; Feministas en Resistencia; La Fulana y otras.
En ese sentido, si bien el Encuentro de Mujeres no fue bienvenido por la Iglesia y hubo algunas integrantes que concurrieron a los talleres para intentar imponer su postura, no se produjo la virulencia de años anteriores. Por ejemplo, en Tucumán, en el 2009, no solamente se realizaron actos de la Iglesia Católica y Evangélica contra el Encuentro, sino que sus integrantes copaban los colegios en busca de imponer la postura supuestamente Pro Vida. Al tiempo que, a la hora de la marcha, una columna de fieles varones rezaba sin decir palabra durante toda la marcha para amedrentar a las activistas.
En Posadas, en cambio, los vecinos se acercaban con curiosidad, con mate o –debido al calor intenso que no bajó ni a la nochecita– tomando helados o en mesas a la calle con cerveza guardada en hielo. Había sorpresa y miles de cámaras y celulares mirando la marcha inédita de mujeres. Sin embargo, no se vivió una sensación de tenso recelo hacia las participantes.
El cordón de fieles sí se realizó frente a la Catedral, donde se produjo un tetazo que duró hasta prácticamente las 22 y las lesbianas con sus ya tradicionales besos entre ellas, en un desafío al poder eclesiástico. La marcha se hizo manifestación y duró mucho más que un simple recorrido. Pero también a la noche se realizó la peña del festival con León Gieco como figura central en apoyo a la ex abogada de Romina Tejerina, Mariana Vargas, que enfrenta en Jujuy un proceso judicial en su contra.
Una de las postales más tristes de la geografía litoraleña fueron varios niños en situación de calle, descalzos, festejando la calle libre, pero mostrando una pobreza cruda de la tierra colorada; jugaban con botellas que pateaban o agitaban, pero mostraban en sus pies desnudos y su cuerpito, ajeno a tanto revoltijo, las necesidades de la Argentina profunda.
Por otro lado, se vivió un incremento de las intervenciones artísticas que redoblaron su apuesta. Las chicas iban pintadas, por ejemplo, con un código de barras y el lema “no a la trata” para que las jóvenes no sean tomadas como mercancía. O consignas como “Que tu hija no sea prostituida y que tu hijo no sea prostituyente” y “El hombre nuevo no va de putas”.
Seguramente no va a ser del agrado de los comerciantes. Pero también fueron intervenidas distintas vidrieras. En una farmacia se pintó “misoprostol” (el medicamento con el que se pueden realizar abortos medicamentosos) cuando los carteles tenían un mensaje mucho más liviano como “mamá, belleza y show”. Mientras que en una vidriera con sillones a la vista de una mueblería se dejó el mensaje: “Revolución en las casas, en las plazas y en las camas”. A una zapatería que convocaba a comprar con la publicidad de “Madre hay una sola” le agregaron en aerosol “o dos”, en relación a la co-maternidad.
El rally siguió frente a un local que dejaba ver vestidos de colores y negros con brillos fucsias en donde los aerosoles desafiaron: “Esta belleza miente”. No fue el único vidrio desblindado de la posibilidad de marcar lo que, en general, producen las marcas. En una casa de carteras naranjas, verdes o turquesas –con el sugestivo nombre de “Mironas”– las protagonistas de las pintadas impusieron la frase “Tus modelos no nos representan”.
Si el feminismo empezó con la quema de corpiños, en esta marcha se pueden ver sin corpiño a varias de sus integrantes. Esta vez bajo el grito de “pechos libres” se juntaron un varón con tres mujeres no sólo para mostrar sus cuerpos, sino también que podía ser tan natural un hombre en cuero como una mujer con sus pezones a la vista.
Pero las pintadas son la marca indeleble –indeseada para algunos, una huella a seguir para otras– de la marcha que cierra el Encuentro de Mujeres de Posadas. “Sin clientes estarían ellas”, dice un stencil que muestra el rostro de Marita Verón, todavía desaparecida y secuestrada por una red de trata en Tucumán.
Mientras que una de las columnas que era especialmente aplaudida por vecinos y participantes fue la de mujeres originarias. Una de ellas preguntaba “¿Qué queremos?” y todas respondían “territorio”. Mientras la marcha pasaba, los autos y colectivos se detenían frente a una convocatoria que parecía exceder las previsiones de una ciudad que no esperaba un encuentro tan multitudinario. Sin embargo, no podía dejar de verse –en una ciudad renovada desde su costanera hasta sus calles– cómo titilaba un moderno semáforo con un hombrecito que corre para dar paso. En este caso, no tenía razón. Las que marchaban eran mujeres. Y muchas.