LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SEL
El regreso de los restauradores y la nostalgia de los 90
“A la una viene Duhalde”, le escucho decir a un tipo avisándole apurado a la mujer que está haciendo la cola, para pedir número en un organismo público. El lugar esta lleno de gente: viejos, jóvenes, en su mayoría mujeres. De repente se escucha la voz de una empleada que empieza a organizar: “los de asignación universal!, vienen por aquí, van al segundo piso”. Recién van llamando al número 20, y en la mano de una joven embarazada, veo que tiene el 174. Detrás de las computadoras, en un largo mostrador se ven unos carteles de Cristina Fernández de Kirchner 2011. Uno de esos afiches no tiene ojos. Está su cara y queda con una mirada blanca, vacía.
A la tarde confirmo la llegada del ex senador y ex presidente, de gira por Grand Bourg y San Miguel. Cerca del cruce de ruta 8 y 202, se ven las huestes de Rico – como formados en fila- al lado de los micros y las camionetas para hacer una caravana. Las fotos que luego veo de los candidatos del duhaldismo y del intendente de Malvinas me recuerda a la marcha de los ‘camisas negras’ en la Italia del ’20. Era como un flash de imágenes y de discursos demagógicos, populistas (‘juntos los vamos a cuidar’) pero prometiendo mano dura y orden. La propaganda lo muestra así en palabras: ‘tiene lo que hay que tener’; quieren decir: tiene la fuerza, ahora le falta el poder. Esa es la ecuación.
El triunfo del cómico devenido a político en Santa Fé sorprendió a todos. Las encuestadoras como siempre no acertaron, pero ya se preparan para Córdoba este domingo (nunca hacen una autocrítica). Apenas se supieron los primeros cómputos Miguel Del Sel se subió al escenario- y con su manipulación actoral- avisó que iba a votar por Duhalde para las presidenciales y que en la semana estaría acompañando a Macri para el ballotage. Los ‘diseñadores de imagen’, no lo invitaron para que se paseara junto al ingeniero y ex presidente de Boca. No convenía. Justamente Del Sel se fue de boca y anunció por quien iba a votar, y qué nenes y sindicatos lo acompañaban: presentó a los gastronómicos de Barrionuevo, a los de la Uatre del momo Venegas. La estrategia de campaña es si visitar a los triunfadores sobre el gobierno (como estuvo festejando el pro en Santa Fé) pero no aparecer por Capital, donde los monopolios transmitían en directo. El ganador del ballotage, del domingo pasado en la ciudad autónoma, debe mantenerse neutro, puro, para el 2015. Este manejo de imagen, se cuida para evitar mostrar en la fiesta de globos a los impresentables. Están bailando por atrás pero ante las cámaras no deben aparecer.
Un ejemplo fue el ‘pitecantropus’ diputado por Salta (que luego perdió como candidato a Gobernador), Olmedo. Aquel de la campera amarilla y tan ignorante en el tema de la ley de matrimonio igualitario. Como ya lo dijo su jefe, para ellos el mejor gobierno fue el de los 90. Tienen nostalgia, no solo del uno a uno, sino de que determinados sectores no deben meterse en política, porque la deben decidir los poderosos, los que son dueños de este país. Por ahora van detrás del ‘restaurador’ (el bañero de Banfield y su séquito) como agazapados, porque los triunfos de Capital, lo de Del Sel en Santa Fé y lo que esperan en Córdoba es agigantar más la opinión pública indecisa con toda la ayuda de los medios hegemónicos.
Lo último que han puesto en circulación es el tema de uno de los integrantes de corte Suprema. El espacio de esta nota no alcanza para desarrollarlo, (cuestión que haré si se me permite en próximos números); porque finalmente han instaurado aquello del “miente, miente, que al final algo queda”, del ministro de propaganda nazi, Goebbels. Así han hecho con la situación del Juez Eugenio Zaffaroni y los departamentos que tenía en alquiler, reproduciendo la información de que iba a renunciar; por suerte hasta ahora declaró que no piensa irse (donde la mayoría coincide que esta Corte es uno de los mejores aciertos del gobierno). ¿Por qué esta noticias por todos los medios?, porque él es uno de los que deberá decidir – salgan como salgan las elecciones- todo lo que falta juzgar del grupo de Clarín.
‘La insoportable levedad del ser’ es el título del libro del checo Milan Kundera, amigo de Julio Córtazar, que estaba exiliado en Francia. La novela relata la opresión que sentía ante un sistema totalitario y lo que debe decidir un individuo. Así veo a veces lo que definirán los habitantes de Malvinas, ante el bombardeo de propaganda, su ideología real y sus lealtades por las prebendas del poder. ¿Quién es más peronista para quién?
CARLOS LIENDRO
www.pulsacion.org
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