“Me discriminan por mujer y kolla”
La dirigente social jujeña explica los motivos del ataque que recibe.
Alguien podrá, algún día, cuando las pasiones de estos tiempos se enfríen, escribir una novela que se base en la vida de Milagro Sala. Su historia tiene todos los elementos de un personaje que pasa por las situaciones más duras de la vida (la pobreza, el crimen, la cárcel), y en algún momento logra dar vuelta la página y volver a empezar. La propia Milagro contó que cuando estuvo presa por 8 meses, hace muchos años, se prometió a sí misma transformar su vida y ocuparse de los más pobres. Milagro tiene este componente distintivo, no sólo cambió ella sino que ayuda a otros. Miradas al Sur se comunicó con ella por teléfono, después de tres timbres atendió. Su voz se escuchaba agitada, es lógico, son días agitados. “Acá estoy, en Jujuy, tratando de retomar el trabajo y el resto de mis cosas, aunque es difícil”, dijo.
–¿Qué es lo que más le duele de lo que está pasando estos días?
–Anímicamente, me afecta mucho cuando nos acusan de estar metidos en el negocio de la droga. Nosotros hemos sido pioneros en ayudar a los adictos, sacamos a muchos jóvenes y compañeros de la droga. Tenemos el orgullo de contar con varios miembros de la agrupación que se recuperaron y ahora viven mejor.
–¿Cómo los ayudaron a recuperarse?
–No es tan difícil, aunque no lo creas. Si vos te acercás a los jóvenes y les preguntás por qué se drogan o roban, te van a decir que es porque les falta trabajo y los discriminan, te van a decir que les falta cariño. Nosotros, dándoles fuentes de trabajo los hemos ayudado a sentirse útiles y eso los saca de la droga.
–¿Por qué cree que la acusan?
–Morales me responsabiliza por los huevos que le tiraron. Yo no estuve allí. La organización que hizo el escrache, que yo repudio, es parte de la coordinadora general de organizaciones sociales de Jujuy donde también está la Túpac, pero no somos nosotros.
–¿Cree que todo esto tiene algo de discriminación?
–Sí. En primer lugar por ser mujer y en segundo por ser kolla. Además, me siento utilizada por Gerardo Morales para la interna radical que tiene con Cobos. Eso que dijo de que andamos armados es una locura. Quién puede imaginar que el Registro Nacional de Armas (Renar) nos va a autorizar a nosotros a tener 500 armas, es ridículo. Nosotros vamos a ir a la Justicia a ver quién dice la verdad.
–¿Estaría de acuerdo con una reforma del rol de los movimientos de desocupados?
–Por supuesto que sí. No tenemos problemas de trabajar con los partidos. Lo que pasa es que los partidos tradicionales nos ven crecer y se asustan.
–Si las organizaciones se transformaran en empresas sociales, ¿estaría de acuerdo?
–Claro que sí. Pero quiero decirte algo: los cinco mil cooperativistas que tienen trabajo fijo en la Túpac están en blanco. El objetivo principal que tenemos es que el cambio social que haya sea en beneficio de los que menos tienen, y te aclaro, yo no quiero ser candidata a nada. Las organizaciones sociales existimos porque los partidos políticos no hicieron nada durante la década del ’90. En esa época, muchos de nuestros compañeros perdieron el trabajo.
–¿Usted cree que el Estado debería ocupar el lugar de las organizaciones?
–Por supuesto. Sería importantísimo que se hicieran cargo de los pobres, hay tanta pobreza acá.
–¿Qué les dice a los que afirman que la Túpac práctica el clientelismo?
–Yo he visto cómo llevaban a los empleados públicos a los actos del radicalismo, conozco gente a la que echaron de la intendencia sólo por ser amiga de los movimientos de desocupados. Estos días que pasaron quedó claro que el que apretó a la justicia y a la policía fue el senador Morales, no nosotros.
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