La inseguridad aborigen
De los 80 testigos de la investigación por el ataque a la comunidad qom Navogoh, ninguno es toba. Las pruebas de parafina fueron tomadas sólo a los aborígenes atacados, pero no a los policías.
Hoy, según informó la fiscal Gloria Rejala, comenzarán a declarar “una larga lista de testigos” del incidente ocurrido hace una semana en el corte de la ruta 86, en Formosa, en el que murieron dos personas, un miembro de la comunidad qom La Primavera y un policía. La carátula provisoria, dijo ayer la fiscal, es “doble homicidio” y “atentado a las autoridades, lesiones graves y leves”, aunque aclaró que aún no hay imputados. No parece que la acusación se refiera a las autoridades de la comunidad toba. Ayer el abogado de los qom de Navogoh (La Primavera), Pedro Antonio Venica, aseguró que ninguno de sus representados fue llamado a testificar. “Ni siquiera pudimos acceder al expediente”, aseguró el letrado, quien contó que hoy pedirán que la Gendarmería custodie la comunidad debido “al acoso y las amenazas” que reciben por parte de la policía provincial.
Hasta el momento fue periciado el lugar donde ocurrió la balacera, a 180 kilómetros al norte de la ciudad de Formosa, cuando integrantes de familia Celia que, según denuncian los tobas ocupan ilegalmente parte del territorio de la comunidad, agredieron a los indígenas y la policía intervino. La fiscal admitió ayer que a los uniformados que reprimieron “no se les hizo” la prueba de parafina para determinar si habían disparado armas de fuego. Esta prueba sí se les practicó, dijo Rejala, a todos los indígenas que fueron detenidos, quienes fueron liberados dos días después. “Fue una sugerencia de la Gendarmería que hizo las pericias en la causa porque se consideró que no era conducente hacer las pruebas a los policías porque manejan armas todos los días. De todas formas, les secuestramos armas a los aborígenes, así como también del personal policial”, contó la fiscal, quien estuvo “cerca del lugar” cuando dispararon contra el dirigente toba Roberto López y el oficial Heber Falcón. “No vi nada porque estaba dentro de un vehículo”, aseguró sorprendentemente Rejala. A su fiscalía llegaron fotos del incendio intencional ocurrido durante la balacera en las casas de La Primavera que derivarán en otro expediente.Anoche, los tobas qom decidieron en asamblea seguir reclamando justicia por la represión sin descuidar el reclamo territorial y solicitar al juzgado de Clorinda, a cargo Santos Gabriel Garzón, la protección de la Gendarmería. “La policía persigue y amedrenta, por eso pensamos en pedir protección a una fuerza que no esté bajo la órbita del gobierno provincial”, explicó Venica, abogado de la comunidad. El dirigente toba qom, Félix Díaz, dijo que la muerte de Falcón se dio en circunstancias confusas, porque “había civiles infiltrados” y recordó que “el hermano Salmuel Garcete sigue internado con un balazo en la cabeza”.
Díaz viajará hoy a Buenos Aires para reunirse con dirigentes sociales y diputados en busca de apoyo, también se hará chequeos médicos. El dirigente mide un metro ochenta y pesa 57 kilos. Ayer al mediodía, hubo dos cortes en solidaridad con los habitantes de La Primavera. Militantes de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) y miembros de entidades de los pueblos originarios interrumpieron el tránsito en Puente Pueyrredón y cerca del cruce de las avenidas Constituyentes y General Paz,
“Parece que quieren llevar al banquillo de los acusados a las víctimas”, dijo ayer la diputada nacional por Formosa Silvia Vázquez, quien aconsejó que el Congreso debata la intervención del Poder Ejecutivo y Judicial formoseño. “Tengo fotos de 36 personas con heridas de bala que yo misma saqué. Se respira miedo en la comunidad toba porque está naturalizada la discriminación política y étnica en mi provincia”, agregó.
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