Reclaman que los asesinos de Cabezas vuelvan a la cárce
Cabezas, presente!”. La consigna se repitió, una vez más, ayer en la cava de General Madariaga donde hace 14 años asesinaron al reportero gráfico José Luis Cabezas. Las actividades comenzaron el lunes, pasadas las 21, en la Plaza de los Dos Congresos, continuaron con una caravana rumbo a Pinamar –donde realizaron un acto frente al municipio–, acompañados por familiares de víctimas de otros casos impunes, y concluyeron en el lugar donde el 25 de enero de 1997 apareció el cuerpo calcinado del fotógrafo de Editorial Perfil. “Voy a pelear para que los asesinos de José Luis estén presos. Casación bajó la pena y por eso los asesinos fueron beneficiados con el dos por uno. Con el nuevo fallo de la Corte, deberán volver a prisión”, aseguró Gladys, la hermana de Cabezas.
El periodista Gabriel Michi –quien fue a Pinamar con el fotógrafo el año del crimen– recordó que “a pesar de las condenas ejemplares que recibieron los asesinos, estas no se cumplen”.
El 2 de febrero de 2000, la justicia sentenció a prisión perpetua a Horacio Braga, José Auge, Gustavo González y Héctor Retana –todos integrantes de la banda “Los Horneros”–; al ex jefe de Seguridad del empresario postal Alfredo Yabrán, Gregorio Ríos, y a los policías Sergio Camaratta, Aníbal Luna y Gustavo Prellezo. Sin embargo, todos los condenados están en libertad, excepto Retana, quien murió en prisión en 2001. En septiembre del año pasado salió de la cárcel Prellezo.
Esta vez, el recuerdo fue doble: el padre del fotoperiodista, José, falleció en diciembre a causa de una afección cardíaca. El lunes por la noche, Gladys Cabezas afirmó en el acto frente al Congreso que su papá “murió de tristeza”. Además recordó que Camaratta trabaja en una agencia de seguridad privada en Pinamar. “Cuando me enteré de esto, no dormí. Entré en pánico. Este es el tipo que mató a mi hermano y destruyó a mi familia”, afirmó. La ex esposa del fotógrafo le confesó desde España que también siente “miedo” porque los asesinos están en libertad.
El auto que manejaba José Luis Cabezas la noche del 24 de enero de 1997 fue interceptado por Retana, Auge, González y Braga a la salida de una fiesta organizada en la casa de veraneo del empresario postal Oscar Andreani en Pinamar. El fotógrafo fue asesinado de dos balazos calibre 32 y el Ford Fiesta fue incendiado. El cuerpo apareció maniatado y totalmente quemado. El reloj Tag Heuer que llevaba Cabezas en su muñeca se había detenido a las 5:43.
Un año antes, el reportero gráfico había conseguido fotografiar al empresario postal Alfredo Yabrán caminando con la esposa por las playas de Pinamar. El dueño del correo privado OCA había afirmado que sacarle una foto “era como pegarle un tiro en la cabeza”. El 15 de mayo de 1998, la justicia ordenó la detención del empresario sindicado por el ex ministro de Economía Domingo Felipe Cavallo como “mafioso”. Sin embargo, Yabrán nunca enfretó los tribunales. Cinco días después, en medio de una persecución cinematográfica, “Don Alfredo” se suicidó de un escopetazo.
En octubre de 2008, el jefe de la custodia de Yabrán recuperó la libertad gracias a un fallo de la Cámara de Apelaciones de Dolores. Gregorio Ríos había sido condenado a prisión perpetua por haber organizado el crimen de José Luis Cabezas. <
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