jueves, 20 de enero de 2011

Repudio al cura censor de Mendoza


Censuró al grupo coral Lutherieces y después dijo que “la violación de la fe es 10 mil veces peor que la violación de una hija”. El INADI evalúa actuar de oficio y se sumaron condenas, incluso desde la propia Iglesia, aunque no de forma orgánica.
  Las últimas declaraciones del cura de Malargüe, Jorge Gómez, conocido como el “padre Pato” concitaron el repudio generalizado de amplios sectores de la sociedad, incluso desde parte de la comunidad eclesiástica. Y el Obispado de San Rafael, que hasta ahora había defendido la postura de Gómez, reconoció que “la comparación fue un error”. Para justificar su censura contra el grupo Coral Lutherieces, en una presentación en la Fiesta Nacional del Chivo que se realizaba la semana pasada en esa localidad mendocina y a la que consideró “anticatólica”, el párroco de la iglesia Nuestra Señora del Rosario dijo que “la violación de la fe es 10 mil veces peor que la violación de una hija”.
Dos sacerdotes mendocinos lo rechazaron ayer enérgicamente. Rubén Laporte afirmó que cuando escuchó a Gómez le dieron “ganas de llorar”. Vicente Reale, quien apoyó el matrimonio homosexual, sostuvo que es “una locura absoluta comparar la censura con la pederastia. Lamentablemente hay este tipo de pensamiento en la Iglesia”, expresó. En términos similares se pronunció el presidente del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), Claudio Morgado, quien además adelantó a Tiempo Argentino que el organismo evalúa “actuar de oficio”. A su vez, la organización Mendocinos x la igualdad, promotora de la paridad de derechos, la identidad de género y contra la violencia hacia las mujeres, manifestó que “es inadmisible que un sacerdote se arrogue el derecho de censurar espectáculos públicos, y es aberrante y peligroso que, en el intento de justificar sus acciones, relativice un delito tan grave como la violación de niños”.
Coral Lutherieces, que tributa a los reconocidos Les Luthiers, representaba el jueves pasado uno de varios números en la Fiesta del Chivo, cuando en medio del acto el padre Gómez tomó el micrófono de manos de uno de los intérpretes e impuso su finalización para “no permitir que ensucien mi castidad”, ya que el acto satirizaba a los sacerdotes y el celibato. Los días siguientes, el cura justificó su censura en los medios y en una entrevista radial consideró peor la supuesta violación de la fe que el abuso de menores.
“Me parece un horror lo que dijo, ¿a vos te parece que una obra de humor musical es equivalente a violar a una niña o un niño?”, planteó indignado Marcelo Hernández, director de Coral Lutherieces, ante la consulta de este diario.
El cura rechazó los comentarios en su contra que se formularon desde diversos medios, en cambio, a los periodistas de la radio AM1050, que le hicieron una nota amigable hablando del “respeto” con que irrumpió en el escenario, los felicitó y les aseguró que “van a ser premiados por Dios el día de la muerte, de una manera especial”. <

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