Francia: "Una decisión que hace honor a la Argentina"
El canciller galo Alain Juppé saludó el fallo que condenó por delitos de lesa humanidad a 16 represores en el marco de la causa ESMA -entre los que se juzgó los asesinatos de las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet- porque, destacó, evidencia el compromiso del país "en la lucha contra la impunidad de los crímenes cometidos bajo la dictadura militar".
"Francia ha aportado de forma permanente su apoyo al gobierno argentino en este proceso judicial luego de la decisión tomada en 2003 de invalidar las leyes de impunidad", asegura una declaración firmada por el canciller galo y distribuída por el ministerio de relaciones exteriores de ese país. En el texto, el diplomático asegura que la decisión de anular las leyes que favorecían la impunidad implicó que Argentina asumió "con coraje su deber de memoria".
"Saludo esta nueva voluntad política que anima a las autoridades argentinas para llevar a buen puerto el conjunto de los juicios de la dictadura", dijo en representación de su gobierno, que recuerda que el fallo dado a conocer ayer por el tribunal oral número cinco "sucede a aquel dictado por la Corte de Apleaciones de París en 1990 que había condenado a Alfredo Astiz a reclusión perpetua".La cancillería francesa elogió "la excelente cooperación llevada a cabo con sus pares argentinos en la lucha contra la impunidad y la defensa de los derechos humanos" porque, en su criterio, "esta acción común ha conducido claramente a la adopción de la convención internacional por la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas firmada en París en enero de 2007 y que entró en vigor en diciemgre de 2010".
Por su parte, la abogada de las familias de las monjas francesas secuestradas por el grupo de tareas de la ESMA, Sophie Tonon, celebró el fallo de la justicia: "Tanto las familias de Alice Domon y Leoni Duquet y yo como abogada nos alegramos mucho que 35 años después, la justicia argentina haya entregado una decisión igual a la que Francia entregó hace más de 20 años", dijo.
Por el crimen de las religiosas fueron acusados 12 ex marinos, entre ellos Astiz, responsable de "marcar" a las monjas que fueron secuestradas junto a familiares que se reunían en la iglesia Santa Cruz, luego torturadas en la ESMA y, finalmente, arrojadas vivas al mar. Tonon recordó que el fallo "es el primero que se produce en la causa que investiga violaciones a los derechos humanos en la ESMA y por primera vez sobre desaparición de personas arrojadas vivas al mar".
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