Informe de las Naciones Unidas: el impacto del aumento de la temperatura en el planeta
Advierten que sólo quedan 10 años para evitar catástrofes por el cambio climático
El organismo mundial alertó sobre los riesgos para el desarrollo humano; instó a tomar medidas urgentes
Miércoles 28 de noviembre de 2007 |
Tormentas intensas, olas de calor, inundaciones y, al mismo tiempo, sequías en la pampa húmeda son algunos de los fenómenos previstos para la Argentina en caso de no adoptarse medidas urgentes contra el cambio climático en el nivel internacional.
Sólo diez años. Ese es el tiempo del que dispone el mundo para cambiar el rumbo y revertir el proceso, cuyas consecuencias serían "catastróficas", según se advirtió en el Informe Mundial sobre Desarrollo Humano 2007-2008, denominado "La lucha contra el cambio climático", del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), difundido ayer, en Brasil.
El trabajo, que replantea algunos de los compromisos asumidos en el Protocolo de Kyoto, sostiene que incluso adoptándose todas las medidas de precaución podría apenas mantenerse en 2°C el umbral de incremento de la temperatura mundial en lo que resta del siglo. Pero el trabajo advierte que superar ese guarismo significaría un aumento preocupante de los riesgos de catástrofes mundiales como tsunamis, tornados, inundaciones y la progresiva desaparición de las reservas de agua, entre otras consecuencias. Y a este ritmo, agrega el trabajo del PNUD, resulta muy difícil alinear todos los procesos industriales mundiales -principales responsables del calentamiento global- para lograr una fuerte reducción de hasta un 50% en la emisión de gases de aquí a 2050.
Una realidad
Hace tiempo que el "cambio climático" dejó de considerarse un enunciado subjetivo al cual se le pueden adjudicar todo tipo de acontecimientos climáticos. El informe del PNUD indica que el calentamiento global "ya es un hecho" y que está afectando al mundo, porque la emisión de gases provoca un efecto invernadero que se siente cada vez más sobre la corteza de la tierra. Sólo el 15% de la población mundial es responsable del 50% de esas emisiones, con lo cual el trabajo apunta concientizar a los países desarrollados.
"La Argentina está obligada, según los protocolos a los que adhirió, a reducir la emisión de gases y mejorar la eficiencia del uso de la energía", expresó ayer a LA NACION Daniel Tomasini, coordinador del área de Ambiente y Desarrollo Sustentable para la Argentina del PNUD.
El especialista explicó, de todos modos, que el país sólo descarta 300.000 toneladas de carbono al ambiente, cuando en el mundo se emiten 30 billones de toneladas al año. "Es muy poco dentro del contexto mundial y no mueve el amperímetro, pero de todas maneras estamos obligados a adoptar las herramientas de mitigación", dijo Tomasini.
En nuestro país
El informe del PNUD detalla algunos efectos específicos sobre la degradación del clima en la Argentina.
Por ejemplo, de continuar este proceso en el modelo analizado para 2080 habría un aumento de la temperatura en la región pampeana acompañado de incrementos en las precipitaciones; en Cuyo surgirían largas sequías y disminuiría el caudal de los ríos entre un 15 y un 30%. Para el Norte se prevén también sequías y calor sofocante, mientras que en el Litoral se incrementaría la evaporación de los ríos. En la Patagonia podría manifestarse en un menor nivel de agua y en un incremento de la desertificación. En los grandes centros urbanos, como Buenos Aires, señala el informe, podrían agudizarse los "eventos climáticos extremos".
"Hay tecnologías para bajar las emisiones y, al mismo tiempo, hacer más eficiente el uso de la energía: ése es el desafío, porque significaría ganar por ambos lados", señaló Tomasini.
Consultado acerca de los inquietantes cambios que podrían sobrevenir en el clima del país, el especialista aclaró: "Para América del Sur no es tan dramático, y menos aún para la Argentina, porque es muy chica en su nivel de emisión industrial. Igual se prevén sequías y tormentas focalizadas en algunas zonas puntuales y, por eso, no se puede decir que toda la producción agropecuaria corra riesgo".
En este sentido, Tomasini consideró que si bien el panorama para el país resulta menos aciago que el de las naciones industrializadas, las herramientas para enfrentar una "catástrofe" son menores.
El informe significa una advertencia, pero plantea algunas posibles soluciones relacionadas con premios y castigos impositivos de acuerdo con la emisión de carbono. Cada país, ahora, debe analizar si las adopta o no.
Por Franco Varise
De la Redacción de LA NACION
Impactos en el país
Región de Cuyo: menor disponibilidad de agua en verano por la disminución de entre 15 y 30% del caudal de los ríos.
Región pampeana: habría una parcial incidencia en el corto y mediano plazo, pero se espera un aumento de la temperatura y la agudización de eventos extremos en los centros urbanos.
Patagonia y Comahue: incremento de la temperatura media y disminución de los ríos (30%). Riesgo de desertificación en la meseta y alto riesgo de incendios forestales.
Región norte: aumentos intensos de la temperatura y probables sequías. Esto provocaría "estrés hídrico" en los cultivos y los desmontes podrían disparar un proceso de desertificación.
Región litoral: el incremento de las temperaturas podría alentar una mayor evaporación del agua de los ríos. En la cuenca del Plata el 70% de las precipitaciones se evaporan y sólo el 30 por ciento llega a los ríos. Un incremento de 4° llevaría el nivel de evaporación al 85%.
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