martes, 6 de noviembre de 2007

La rabia se va con arte

La rabia se va con arte

Fernando Botero afirmó que realizó las 79 obras sobre la tortura en Abu Ghraib para "sacarse la rabia"


WASHINGTON (EFE).- El gigante de las artes plásticas colombiano, Fernando Botero, afirmó hoy en Washington que realizó las 79 obras sobre la tortura a prisioneros en Abu Ghraib para "sacarse la rabia" ante una conducta "inaceptable" del Gobierno de Estados Unidos.

Botero, de 78 años, se encuentra en Washington para la apertura en el Museo de Arte de American University mañana de su exposición sobre las atrocidades cometidas en la cárcel iraquí de Abu Ghraib que, aseguró, le causaron mucha "rabia".

Durante una rueda de prensa, Botero explicó que realizó esas obras en 2005 "para que el público las mire" -en especial el público con conciencia política-, pero enfatizó que prefiere no meterse en temas políticos porque, a su juicio, el artista "debe mantenerse fiel a las ideas de estética".

"Tienes que ser fiel a la pintura antes que a cualquier otra cosa", aseguró Botero.

El artista colombiano insistió en reiteradas ocasiones en que su muestra es apolítica y que sólo buscaba "sacarse la rabia" tras leer sobre las torturas cometidas en Abu Ghraib a manos de soldados estadounidenses.

"Sólo fui un artista tratando de plasmar mis sentimientos en un canvas... no fui un profeta sino un artista que buscaba liberar esa rabia", continuó.

Una vez completada la obra, "la rabia como que desapareció porque ya había dicho lo que tenía que decir", aseguró.

En su conjunto, las obras muestran la perspectiva de las víctimas, muchas de ellas desnudas, maniatadas, encapuchadas, apiladas en una pirámide humana, colgadas de un pie, o aterradas ante la presencia de un perro colmilludo y rabioso.

Uno de los cuadros muestra a un hombre vendado y luciendo un sostén y calzón rojos, contra su voluntad. El torturador está ausente de la mayoría de las obras, salvo en cuadros como el tríptico "Abu Ghraib 43".

Presionado por los periodistas sobre el arte como instrumento político -dado que Botero ha dicho en el pasado que el arte puede ser un acto de denuncia-, el artista dijo que "todo esto se corregirá en 12, 14 meses".

Así, Botero hizo alusión a las elecciones presidenciales en Estados Unidos en noviembre de 2008, en las que el presidente republicano George W. Bush no podrá reelegirse.

No es la primera vez que el artista va más allá de "hacer arte lo mejor que uno puede".

Botero recordó que "no es la primera vez que me preocupa algo y lo debo expresar", pues ya hizo un centenar de obras denunciando los abusos de derechos humanos de la guerrilla colombiana, en el marco del conflicto armado más prolongado de América Latina.

Esas obras están albergadas en el Museo Nacional de Bogotá.

Preguntado sobre si Estados Unidos debe cerrar las cárceles clandestinas o el centro de detenciones en Guantánamo, Botero contestó: "no quiero meterme en cosas que no tengo ni la preparación ni la autoridad, porque no tengo el conocimiento de todos los hechos que hay atrás".

Para Botero, la función del artista es sólo "hacer arte" y hay una gran diferencia entre "la política activa y real que es la que mueve las cosas (...) y la opinión política personal".

"Meterme a proponer soluciones o sugerir castigos no es mi oficio, es decir, ni me interesa ni tengo conocimiento de todos los datos que se necesitan para dar un juicio de las cosas (...) solo expreso mi rabia frente a algo que es evidente", puntualizó.

La polémica no ha estado ajena a su obra. Botero señaló que, aunque en EE.UU. hay libertad de expresión, la galería Marlboroneoyorquina donde se presentó su muestra "recibió muchas llamadas de repulsa, de odio".

Según observadores, esta muestra de Botero, en manos de un artista de menor nivel, habría suscitado acusaciones de traición por parte del Gobierno de Washington, en el marco de la lucha global contra el terrorismo tras los atentados de 2001.

La muestra de Botero es una de tres exposiciones que conforman el llamado "Arte de Confrontación", en el que el Museo de Arte de American University recoge obras de protesta social y política dentro y fuera de Estados Unidos.

La exposición, ya realizada en Nueva York y la Universidad de California en Berkeley, viene a Washington directamente de Milán, permanecerá en la capital de EE.UU. hasta el 31 de diciembre y continuará su gira en Monterrey, México.

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