Sin clases para frenar la influenza A
El gobierno bonaerense y el porteño anunciaron el agregado de dos semanas de receso a las vacaciones de invierno. Comenzarán el próximo lunes. Piden que los chicos permanezcan en las casas, aunque no cerrarán cines, teatros ni lugares concurridos.
Por Horacio Cecchi
Días antes de lo previsto, y en conferencia de prensa, los gobiernos porteño y bonaerense anunciaron la emergencia sanitaria y el adelanto del receso escolar en dos semanas, a partir del próximo 6 de julio. El anuncio lo hizo primero el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, acompañado por sus ministros de Salud, Jorge Lemus, y de Educación, Mariano Narodowski. Horas después, los jefes del área de Salud y Educación bonaerense, Claudio Zin y Mario Oporto, junto a sus pares porteños, anunciaron en conferencia de prensa conjunta el adelanto de las vacaciones en todo el territorio bonaerense. La idea de ganar tiempo para pasar el invierno, durante el pico de las gripes, quedó plasmada cuando Zin señaló que “el año próximo ya va a haber una vacuna, las personas ya habrán generado anticuerpos, será una gripe más. El asunto es ahora”. La coincidencia con el pico estacional de las enfermedades respiratorias fue uno de los argumentos más sostenidos para explicar el adelantamiento del receso.
Macri recomendó que “el que tenga síntomas se quede en su casa”, pidió que el receso no se tomara como vacaciones y descartó que se fueran a cerrar teatros, cines y shoppings, lo que generó más dudas. “Estamos haciendo todo lo necesario para controlar el virus”, añadió el jefe de Gobierno, en cuyo gabinete la pandemia parece un huracán tropical: uno de sus ministros cayó en cama con la gripe A, otro también en cama, está a punto de confirmarla, y un tercero se encuentra bajo sospecha en su domicilio (ver aparte). En el resto del país, de las 24 provincias sólo seis descartaron por ahora adelantar las vacaciones y Chaco, Río Negro y Corrientes se agregaron a la emergencia sanitaria.
Macri anunció la firma del decreto de la emergencia sanitaria y el agregado de dos semanas al receso escolar, a partir del próximo lunes 6 de julio. El receso concluirá el 3 de agosto, al final previsto de las vacaciones de invierno. “La idea es aislar el contagio de los chicos en las escuelas”, explicó el jefe de Gobierno porteño e hizo un llamado a las familias. La complejidad del llamado y de su cumplimiento quedó a cuenta de los padres. Que “no tomen estas dos semanas como vacaciones, los padres tienen que tratar de que sus hijos no salgan a pasear ni vayan a lugares concurridos durante este período”, dijo el jefe de Gobierno. La respuesta al control de los chicos, sin clases, y supuestamente dentro de la casa, con los padres en sus respectivos trabajos quedó a cuenta de las familias.
Narodowski, por su parte, explicó que los comedores escolares no permanecerán abiertos, pero que las familias podrán concurrir a retirar la comida “que se les entregará en viandas calientes”. Lemus buscó, además, explicar el sentido “administrativo” de la declaración de emergencia sanitaria, “un instrumento para facilitar la implementación de medidas rápidas que no tiene que ver con un estado de alarma”.
Horas más tarde, Claudio Zin, ministro de Salud bonaerense, y su par de Educación, Mario Oporto, dieron otra conferencia de prensa, acompañados por Lemus y Narodowski, cuyo aporte, especialmente, fue dar una imagen de acción conjunta. De hecho, ambas jurisdicciones se encuentran comprendidas dentro de la fase B, de contagio de la enfermedad dentro de sus fronteras, en contrario de lo que ocurre en el resto del país, donde hasta el momento los contagios se producían por transmisión del virus desde fuera (ayer, en Chubut, se detectó ayer el primer contagio autóctono).
Durante la conferencia que se desarrolló en la localidad de San Nicolás, y que básicamente consistió en la misma información (adelantamiento de las vacaciones en dos semanas y emergencia sanitaria), Zin dijo que “no hay un manual de procedimientos universal porque se está aprendiendo todo”. Desmintió que se estuviera siguiendo el modelo de acción mexicano, país de origen de la pandemia, que cerró durante dos semanas todas las actividades públicas, incluyendo escuelas, cines, estadios de fútbol y demás. “En México, cerraron todo dos semanas antes de la primavera. Acá no es lo mismo porque el virus A H1N1 nos tomó en pleno invierno. No es lo mismo, a nosotros nos faltan dos meses, no dos semanas. Allá los cierres los hicieron en forma gradual”, explicó Zin.
“¿Eso quiere decir que el próximo paso podría ser el cierre de cines, teatros...?”, le preguntaron. “Por ahora lo que aconseja el Estado es que no se vaya a lugares muy concurridos. Hay que asumir ciertas restricciones. El Estado formalmente desaconseja concurrir”, respondió.
“¿Si se hubieran tomado las mismas medidas antes, al inicio de la pandemia, se hubiera subsanado el problema?”, también quisieron saber. La respuesta la dieron tanto Zin como Lemus. “No. El cierre de escuelas se hace ahora porque es el momento. No hubiera resultado positivo cerrar hace dos meses, cuando el pico estacional de las influenzas se da en estas dos semanas.”
Oporto, igual que antes Narodowski, hizo hincapié en que las dos semanas que se agregaron a las vacaciones, dos semanas anticipadas, no debían tomarse como vacaciones sino como un receso con dos características principales: que los chicos no salgan de las casas y que mantengan actividades escolares. Para ello, tanto el área educativa provincial, como la porteña y de la Nación anunciaron en sus páginas web espacios dedicados a las actividades escolares “hogareñas”. También agregó que los comedores escolares permanecerán abiertos. “Es un costo grande para el aprendizaje pero priorizamos la prevención de la gripe”, dijo y luego agradeció al gremio de los docentes por su colaboración. Lo mismo hizo Zin en relación al gremio de la salud. Oporto también explicó los planes de recuperación de los días perdidos de clases. “Nueve, no diez, porque en el medio teníamos el 9 de Julio –dijo el ministro de Salud bonaerense–. Estos tres días antes del receso los docentes tienen instrucciones de trabajar en trabajos especiales para desarrollar en estas dos semanas. Y durante el mes de julio reprogramaremos el segundo cuatrimestre.” Narodowski, por su parte, anunció que una semana se recuperará anulando el receso de una semana que se había pautado en la primavera.
“La emergencia sanitaria no es porque estamos peor, es para que estemos mejor”, se lo escuchó decir en un momento a Lemus, a un lado de Zin. “Estamos haciendo un esfuerzo para bajar la circulación del virus en las vacaciones”, insistió. En términos operativos, se busca cortar o bajar la intensidad del contagio en los focos donde se registran los mayores índices, en las escuelas, e intentar que de ese modo la transmisión del virus por el país, durante las vacaciones, sea reducido. “No vamos a poder evitar la circulación del virus, estamos haciendo un esfuerzo para bajarla”, dijo Lemus.
Zin sostuvo que entre los especialistas se habían considerado una cifra (para la región) de 2 millones de probables contagiados en todo el período, y que el Estado estaba en condiciones de responder con dosis suficientes para esa cantidad.
El ministro de Salud, Juan Manzur, que hoy asume en sus funciones, trató de llevar tranquilidad. Dijo que “no hay que minimizar ninguna enfermedad, y menos una situación de pandemia. Hay que tener prudencia, llevar tranquilidad a la población”, dijo. “Hay medidas simples y concretas que hay que ir tomando en esa dirección que pasa desde ciertas medidas de higiene personal, de seguridad, y criterios estrictamente técnicos y sanitarios”, sostuvo. “Vamos a necesitar de todos. De los actores de la salud pública, de la seguridad social, académicos y expertos.”
En definitiva, las clases en la ciudad continuarán durante esta semana y el receso comenzará el lunes, con el mantenimiento del servicio de comedor ,a puertas cerradas. Las dos semanas se agregarán a las vacaciones que continuarán, como estaba estipulado, hasta el 3 de agosto.
hcecchi@pagina12.com.ar
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