II DIA DEL ORGASMO GLOBAL
Vuelve un clásico: "hacer el amor, no la guerra"
Llaman a un orgasmo compartido a nivel global para el día 22 de diciembre. El objetivo: ni porno, ni pícaro, sino pacifista y con base científica, formulada por la Universidad de Princeton. J.S.DONNA & PAUL. Hippies viejos, luchando aún por la paz mundial.
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Dos viejos preceptos se cruzan para dar por resultado el Día del Orgasmo Global Sincronizado, una apuesta surgida de los norteamericanos Donna Sheehan (77) y Paul Reffell (56), una pareja de pacifistas que, reciclando aquello de "Hacé el amor y no la guerra" y sumándolo a la idea de que "Cuando todos los chinos a la vez salten, el mundo temblará", planean para este sábado la segunda edición de su gran propuesta orgásmica.
¿De qué se trata? La idea es coordinar todos los orgasmos posibles a las 3.08 horas del 22 de diciembre, día del solsticio de verano. La intención es "lograr un cambio positivo en el campo energético de la Tierra mediante el mayor aporte posible de energía biológica, mental y espiritual", contribuyendo a luchar por la paz, contra el calentamiento global y por la justicia social y de género. ¿Cómo? Ejerciendo un cambio en el campo energético de la Tierra mediante la mayor oleada de energía humana posible. Según la declaración de objetivos, "La intención es que los participantes concentren todos sus pensamientos en un sentimiento de paz durante y tras el orgasmo. La combinación de la poderosa energía orgásmica en conjunción con una intención consciente puede tener un efecto mucho mayor que otras meditaciones y oraciones en masa realizadas anteriormente. El objetivo es aportar un volumen tal de energía positiva concentrada al campo energético de la Tierra que reduzca los peligrosos niveles actuales de agresividad y violencia que existen en todo el planeta".
La propuesta tiene base científica, aportada por la Universidad de Princeton, cuyo Proyecto Conciencia Global (Global Consciousness Project), "controla una red de Generadores de Números Aleatorios repartidos por el planeta, que registran los cambios de la aleatoriedad durante acontecimientos mundiales", explicaron Donna y Paul. "Los resultados muestran que la conciencia humana puede tener efectos medibles sobre la materia y la energía durante eventos presenciados por millones de personas, como por ejemplo el 11-S y el tsunami del Océano Índico. También se han podido registrar cambios durante sesiones masivas de meditación u oración. El Campo de Punto-Cero o Campo Cuántico rodea y forma parte de todo lo que hay en el universo. Puede resultar afectado por la conciencia humana, de igual modo que la simple observación de una partícula subatómica cambia el estado de la partícula".
"El orgasmo te da una sensación increíble de paz mientras ocurre y también cuando ya terminó", dijo él. "Tu mente se queda en blanco, como en estado de meditación. Y las meditaciones en masa han logrado cambiar las cosas".
No es la primera vez que lanzan este tipo de apuestas. Antes del éxito de la primera edición del Orgasmo Global (éxito en cuanto a difusión, aunque no tanto en sus consecuencias), Donna había juntado a 50 mujeres en el año 2002 en una playa, todas desnudas y acostadas de tal modo que el conjunto formaba la palabra "Peace". Más tarde, fundaron Baring Witness, un movimiento de protesta sin ropa, activo en diferentes manifiestaciones a lo largo del planeta.
La pareja ha estudiado psicología evolucionista y cree que la guerra es una degeneración surgida de hombres que quieren demostrar su potencial al mejor estilo macho: "mi misil es más grande que el tuyo", explicó Paul.
"Nuestro sueño es que todo el mundo tome parte", dijo Paul. "Y si eso significa que por un ratito dejes de lado tu arma, entonces estaremos todos un poco mejor".
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