La radio es terapéutica"
Conduce Falso impostor , por Rock & Pop, a la hora del regreso
Domingo 16 de setiembre de 2007 |
El perfil más promocionado de Marcelo Diego Rodríguez (que para todos es Gillespi, apodo que le puso Roberto Pettinato) es el que se relaciona con la música, reconocido por sus pares y la crítica. Pero, además, acredita hoy casi 15 años en la radio. Desde abril último conduce por Rock & Pop (FM 95.9), de lunes a viernes, de 19 a 21, Falso impostor , un ciclo que se instala en el competitivo horario del regreso con información, buena música y la visita de destacados músicos, compositores y cantantes.
-¿Por qué Falso impostor ?
-Es una frase de Mel Brooks, surgida en Superagente 86 , serie de la que soy fanático. En uno de los capítulos había como una reunión, un encuentro de mandatarios, todos falsos. Entonces, Maxwell Smart decía: "Este es el falso presidente de Nicaragua, éste es el falso presidente de tal". Y cuando llega a uno que era el verdadero, dice: "Este es el falso impostor". Era el real. En cuanto al programa, la lectura que yo le doy es que Rock & Pop es una radio evidentemente rockera y yo soy rockero, pero también soy del jazz. A mí me pasó de estar en muchos proyectos de rock como músico y me decían que yo era como medio "de afuera" porque yo pensaba la música en forma jazzística. Y cuando estuve en el movimiento de jazz me decían que era muy rockero. Siempre me pasó. No termino de encontrar el estante justo que diga: "Bueno, acá puedo poner a Gillespi".
-¿Qué características tiene el programa?
-Tiene un esqueleto, una estructura, que es la de radio de manual. Con un periodista, Lucho Galende, que da las coordenadas de lo que sucede: el clima, el tránsito y las noticias más importantes. Servicios que tenemos que cumplir porque es la vuelta a casa y todo el mundo está en movimiento. Pero con Lucho, además, conversamos las noticias. Es como un diálogo de café entre dos amigos. A veces finalizo preguntando cosas obvias o pido explicaciones simples. Es un momento medio didáctico.
-Con el que muchos se sienten identificados.
-Totalmente. Y ahí salgo con cualquier disparate para jugar con el humor. Es un programa que tiene un esqueleto clásico y con especialistas en los distintos temas. Está Enrique Symns, que es como una especie de narrador del mundo, con una visión negativa. Todo es un espanto para él, pero es una buena lectura. Y todo bien musicalizado. Les damos como una estética dark a todas sus participaciones. También están Pepe Terminiello, en deportes; Gustavo Fonzalida, en espectáculos, y Soledad Giménez, en el móvil. Y sobre toda esa estructura estoy yo, que juego con todos. La impronta es la mía: el programa se abre siempre con mis consideraciones iniciales, que pueden ser -imaginate- cosas copadas, medianamente copadas; tontas o muy tontas; delirantes, teorías propias de la vida, de la gente, de los comportamientos. En fin, generalmente eso lo improviso, así que unos minutos antes de salir al aire estoy pensando con qué voy a disparar. Después, ya arrancamos con el programa con todos. Y lo fundamental es que hay un muy buen clima en el estudio.
-Antes, como columnista, encontraste un rol destacado
-Sí, y tuve un crecimiento natural. Todo se remonta a 1993, cuando hice con Pettinato por Radio Provincia Basta por hoy . No viajábamos a La Plata, lo hacíamos desde un estudio de la avenida Callao, en la Casa de la Provincia de Buenos Aires. Y como Roberto faltaba bastante, allí comencé a ejercer la conducción. Pero debo decir que con él aprendí casi todo de este oficio, hasta negociar el dinero. Después me sentí muy bien en La Red con Gonzalo Bonadeo haciendo Rockangol , y ni que hablar de la felicidad de trabajar en Mitre con Adolfo Castelo. Mitre también me ofreció hacer la trasnoche, en donde también deliré. Me pasé un año haciendo cualquier locura. Pero todas fueron enriquecedoras experiencias. Son casi 15 años frente al micrófono. Y a estas alturas puedo decir con sinceridad que la radio para mí es terapéutica. La TV siempre me provocó estrés, en la radio me siento relajado.
-Ahora estás en Rock & Pop, líder de audiencia en varios segmentos. Una FM diferente en todo sentido .
-La Rock & Pop es genial, porque ni siquiera ellos saben cómo hicieron. No hay una fórmula, no hay un molde y se trabaja en total libertad. Yo tuve muchas oportunidades de dar el batacazo, quizá por mi buena relación de siempre con los gerentes de las radios. Y a estas alturas de mi vida me toca estar en una franja fuerte y competitiva, pero creo que me llegó en el momento justo. Estuve como pastoreando. A mí me tenían en un campito y me decían: "Bueno, al potrillito lo tenemos ahí pastando; un día lo vamos a traer a correr". Tuve paciencia, ellos también y me fui haciendo de abajo.
-¿Y qué rol juega la música en el programa?
-Siempre voy a tener lugar para los músicos talentosos. Esto no está ligado ni siquiera a la promoción que ellos eventualmente tengan que hacer de un recital, de un disco o de lo que fuere. La gente que es interesante lo es la mayoría del tiempo. Y así pasaron Jaime Roos, "el Negro" Rada, que vino a compartir una tarde conmigo y nos matamos de risa, Fito Páez, Vicentico, Vox Dei, Capusotto. Varias veces estuvo "el Gordo" Casero, que conduce conmigo. Y en esos días el programa es una demencia.
-Te tocó trabajar con gente que conocía el oficio. Así fuiste aprendiendo.
-Y además hago zapping radial todo el tiempo. Siempre escucho un rato a Jorge Halperín, a Carlos Barragán, a mis amigos de Mitre. Un rato a Pergolini, un rato "al Negro Oro", también a Gelblung, que me parece genial. A Lanata, en Del Plata, que está con "el Ruso" Verea y un par de amigos míos. Como ves, estoy todo el tiempo chusmeando.
Por Alicia Petti
Con Dolina, dos veces por semana
"Estar en el programa de Dolina es un sueño que a mí se me cumplió en lo personal. Primero estuvo en Gillespi Hotel y después me invitó a ir a La venganza será terrible . Fue como si hubiéramos laburado juntos toda la vida y con el tiempo nos pusimos de acuerdo para estar en Radio 10 dos veces por semana. Nunca me pide que prepare ni traiga nada, sólo mi presencia. Alejandro tira el tema, yo arranco y que Dios nos ayude... Vamos adonde nos lleva la conversación..."
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