domingo, 24 de agosto de 2008

Un texto fascista se lee en las escuelas

Un texto fascista se lee en las escuelas

Tres poesías de Héctor Kalamicoy se publicaron en un libro de autores patagónicos para promover la lectura en la provincia. Su lenguaje y contenido provocó la reacción de autoridades, cuando ya se habían impreso más de 150 mil ejemplares.

24.08.2008 Kalamicoy. Tiene un blog bastante visitado. Dice estar sorprendido por la polémica y asegura que los chicos se divierten con lo que escribe.

“Matemos al chofer” se llama el poema y dice: “Pensaba que iba a llegar un contenedor como un gran tupper con mil chinos podridos y remuertos adentro. Ahora el colectivo monopoliza y mete mil de nosotros dentro y el chofer puto aborto puto pasivo puto pendejo puto colaborador grita: ¡No hay cambio! ¡Atrás hay espacio! (...) Matemos al chofer y a los milicos que viajan sin pagar y ocupan asientos; después vayamos por el dueño de la empresa y colguémoslo también como a Mussolini, pero de las bolas!”. Ese texto y otros dos de similar tenor forman parte de un libro editado por el Ministerio de Educación de la Nación que se distribuyó en escuelas de Neuquén con un doble propósito: promover la lectura y divulgar entre chicos textos de autores locales.

Su autor es Héctor Kalamicoy, un poeta de 30 años, nacido en Bahía Blanca, profesor de literatura y que trabaja de corrector en el diario La Mañana. En “Introducción a un feo lugar”, escribió: “Neuquén, puto lugar seco en crecimiento con ese cristote de madera y esa impresentable banderota que veo cada vez que cruzo el puente en colectivo y Neuquén de los humos de las tomas y de los saqueos”.

Kalamicoy logró integrar la colección “Escribiendo en la Patagonia”, al ser uno de los diez ganadores del concurso organizado por la delegación neuquina de la Sociedad de Escritoras y Escritores Argentinos. Sus poemas generaron la ira de legisladores y educadores que aseguran que la obra es “xenófoba e incita a la violencia”: reclamaron que fuera retirada de las escuelas. Para entonces ya se habían impreso 155 mil ejemplares. La presentación se realizó el 3 de abril en el marco del Plan de Reparación de la Cultura Escrita para la Patagonia Norte. En ese momento, el ministro de Gobierno, Educación y Cultura neuquino, Jorge Tobares, dijo que el plan implicaba “un momento de intercambio, de intimidad a un texto que nos dice siempre algo, que nos ayuda a aprender y crecer”.

Los versos de Kalamicoy comenzaron a recorrer bibliotecas y pasillos de las escuelas y los consejeros escolares pusieron el grito en el cielo. El Movimiento Popular Neuquino (MPN) firmó una nota dirigida a la presidenta de la Legislatura, Ana Pechen, para que la Cámara se expida sobre la distribución de los textos. La diputada provincial de Concertación Neuquina, Yenny Fonfach, dijo que el jueves se reunió la Comisión de Educación “y leímos algunos fragmentos del libro”. Llegaron a la conclusión de que “tiene contenidos bastante fuertes” y admitió que “queremos averiguar si efectivamente el libro se distribuyó en las escuelas cuando el plan era ser repartido en lugares no convencionales”.

La directora del Plan de Lectura, Margarita Eggers Lan, dijo que el Ministerio de Educación de la Nación sólo imprimió el libro del poeta ganador. “Se buscaba distribuir ejemplares gratuitos en lugares no convencionales (como las canchas) y no que fueran a parar a las escuelas. Nosotros simplemente editamos los textos y ayer me dijeron que fueron distribuidos sólo en San Martín de los Andes y que fue un error.”

“Lo mío es poesía satírica: no soy el Corsi de la literatura”

“Lo mío es poesía satírica y el problema que se generó me tomó en el aire. Soy una persona libre para inventar cosas, no creí que se iba a generar esto. Si comparás lo que yo escribo con lo que se ve en la televisión, yo soy un nene de pecho.”

“Hay un montón de cosas que circulan, como El baile del caño, y nadie dice nada, lo consideran un acto artístico y a mí me increpan por tres poemas.”

“No es que tenga un perfil psicológico de asesino serial, como dijeron, ni sea un matapolicías, como escribí en un poema. Lo único que hago es literatura: es como si a Jorge Luis Borges le hubieran dicho que apuñalaba gente por lo que escribía.”

“Me enteré por colegas que los chicos se sienten identificados o se matan de risa con mis poemas, como en el caso del texto dedicado a qué mal que se viaja en colectivo, porque en esas palabras no hay nada de otro mundo. No soy el Corsi de la literatura.”

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